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Horóscopo Sexual por amorosa

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Notas del fanfic:

todos los personajes pertenecen a Masami Kurumada.

Notas del capitulo:

Hola!!

Akí les traigo un nuevo fic.

Aunque no lo crean, he caído muy bajo; siempre dije que nunca escribiría desde el punto de vista de Minos de Griffon y... no he cumplido con mi palabra... Ni yo misma lo udo creer pero este fic salió así...

sin más espero les guste.

 

Estaba tan aburrido últimamente que decidí darme una escapadita al mundo de los humanos tontos, que a pesar de ser seres insignificantes en comparación a un juez como yo, resultaron más “divertidos” de lo que alguna vez había pensado. Aquella vez pasé muchas vergüenzas, ratos placenteros, aventuras y sexo casi sin descanso con los 13 hombres habitantes de las doce casas del santuario de Athena-Sama (la peor enemiga de mi deidad). Todo comenzó mientras caminaba tranquilamente por las calles de un pequeño pueblo cercano al santuario… que si no me equivoco se llamaba Rodorio… Bueno, lo que pasó fue que andaba buscando a un lindo chico de por ahí que me hiciera el “favorcito” de una buena mamada y luego una buena sesión de sexo; lamentablemente, para desgracia mía ningún humano pensaba hacerlo así por así, incluso los prostitutos se negaban rotundamente. Querían que les pagara 500 yenes a cada uno. Ni drogado hacía eso. Estaba necesitado sí, pero no loco como para pagar tal cantidad por un solo chico para una sola noche… Al final, no me salí con mi gusto, ya que el más barato pedía 200 yenes y yo por idiota solo poseía cincuenta por haber perdido una apuesta con los estúpidos de mis hermanos (Aiacos y Radamanthys).

 

Decepcionado de mi tan mala suerte, furioso y molesto no tuve más remedio que volver sobre mis pasos, encaminándome al inframundo, hacia mi aburrida vida de siempre. En esas me encontraba cuando sin pensarlo, ni planearlo algo colgado en un puesto de periódicos dominicales captó mi atención de inmediato. No alcancé a ver bien pues un pendejo se había parado frente a mí. Rápidamente, de un solo empujón lo tiré al piso, fingiendo que fue un accidente al ver la cara de sorpresa de los habitantes; olvidándome de eso enfoqué mí vista en aquel extraño folleto. Tras acercarme un poco más quedé maravillado. Sin meditarlo lo compré, gasté todo el dinero que cargaba conmigo en ese ridículo cuadernillo de unas cinco hojas.

 

Mientras me alejaba de ahí empecé a leer. Pensaba encontrar las técnicas de los caballeros dorados, sus puntos débiles, la razón de ser los más fuertes, sus historias, por qué el cosmos los eligió a ellos, cual fue la razón para aceptar las armaduras, porqué se interponían entre los deseos del Dios Hades, la razón para que sacrificaran sus vidas por una diosa tan insignificante y cobarde como Athena… Sin embargo, fue decepcionante lo que encontré… Sí hablaban de los signos del zodiaco pero eran tips para enamorar a la pareja, con qué signos eran compatibles entre sí, como era la personalidad de cada signo, su carácter, entre otras cosas. Al instante enfurecí. Tanta cochinada para eso que no me servía de nada. Sentí mis venas arder peligrosamente de cólera; de pronto todo mi buen decayó, estuve a punto de encender mi cosmos al máximo para matar al maldito vendedor junto con toda su familia por haberme estafado a mí, el gran Minos de Griffon. Las páginas revolotearon por el aire a causa del viento; en cuanto tomé una quedé impactado por lo que decía:

 

HOROSCOPO SEXUAL

-Aries: Son profesionales.

-Tauro: Te hacen sentir sensaciones diferentes cada vez que lo hacen.

-Géminis: 100% profesionales haciendo el amor… uff… Muy pícaros.

-Cáncer: Te excita al máximo y lo hace rico.

-Leo: Llega a lo que nunca nadie llegó. Son fuego, les encanta hacerlo y hacerlo.

-Virgo: Te calientan, te excitan y tienen varias formas de hacerlo.

-Libra: Los mejores en la cama.

-Escorpio: Lo hacen todo con calma.

-Sagitario: Te devoran en la cama.

-Capricornio: Les gusta inventar mucho; nadie los supera.

-Acuario: Saben chupar todo.

-Piscis: Sexo, sexo y más sexo.

 

No podía creer lo que leía. Mis ojos se abrieron como platos de la sorpresa que recibí. En hora buena encontré esa página, aquello me llenó tanto de emoción que instantáneamente se me pasó la cólera y el enojo.

 

-*Vaya, vaya… quien lo diría… sí que los caballeros dorados deben ser muy desvergonzados como para publicar algo tan íntimo como sus formas de hacerlo y características sexuales ante toda la gente… y más que todo ese piscis… mmm, ahora que lo pienso… no conozco el santuario… aun no llegamos ni a doscientos años; falta mucho para la guerra santa… ¿Por qué no aprovechar para hacer una pequeña visita a mis futuros enemigos??... Conoceré a todos y me quedaré con el que más me guste!!*... Creo que iré a divertirme por un rato con esos famosos caballeros; así comprobaré si lo que dice esto es verdad o no-me dije a mí mismo al mismo tiempo que daba media vuelta sobre mi propio eje, encaminándome rumbo a las doce casas.

 

Afortunadamente el camino no fue tan largo como esperaba, ni siquiera me cansé y eso que estaba haciendo tremendo solazo… Por un momento me detuve junto a un gran y frondoso árbol a observar semejante espectáculo. Un hombre aparentemente de unos 23 años, de cabellos largos entre rubios y verdes, con dos puntitos en vez de cejas me mostraba sin saber su fuerte y bien trabajado torso, sus fibrosos brazos, su formado abdomen y sus largas piernas tras llevar solo unos pequeños shorts puestos.

 

Estoy completamente seguro de que no me vio ni sintió mi presencia ya que apagué mi cosmos lo más que pude a la vez que me escondí tras el frondoso árbol, que al tener un tronco muy grueso, cubrió perfectamente mi fascinante fisionomía. Por supuesto, no podía permitir bajo ningún motivo que notara mi cosmos maligno, de lo contrario ocasionaría una de esas batallas por nada que tanto me disgustaban. Con una sonrisa morbosa entre mis labios me acerqué lentamente hasta quedar muy cerca de él, a pasos lentos pero seguros, como presa absoluta del deseo entremezclado con la lujuria… lo que más deseaba en esos momentos era que aquel frágil humano se me rindiera por completo y se me entregara sin contemplaciones.

 

-Quién eres?? Como osas interrumpir la tranquilidad de este Santuario??-oí que me preguntó. No parecía estar impresionado de verme, era más bien como si disfrutara que admirara su cuerpo, como si hubiese estado esperándome durante mucho tiempo.

 

*Será este el guardián de la primera casa: Aries?*… De inmediato decidí averiguarlo por lo que cambiando de tema respondí:

 

-Tú eres un caballero dorado, cierto??

 

-Efectivamente. Soy Shion de Aries, custodio de la primera casa del zodiaco!!.-Ese tipo empezó a caerme gordo. No era la persona que yo buscaba para convertirla en mi consorte y conservarlo a mi lado de por vida.

 

-Yo soy Minos Matsumoto, un simple estudiante de…*Rayos!! No se me ocurre nada!!...Debo decir lo primero que se me venga a la cabeza!!*…Astrología. *Genial, no se me pudo ocurrir nada mejor??*

 

-Vaya. Eso es bastante asombroso. Para ser sincero es una de las cosas que más me gustan y…-lo callé con un fogoso beso. Estaba tan cerca que no pude resistir la tentación de besar aquellos carnosos labios tan rosados… podría ser que el tipo fuera un creído del demonio pero eso no le quitaba lo sexy y deseable.

 

Para desconcierto suyo lo acorralé contra un pilar usando todo el poder de mi cuerpo. Furioso sentí como mordió mi labio inferior en un vano intento por librase, abriendo una pequeña herida, sacándome un hilillo de sangre que corrió libre por mi barbilla hasta perderse en lo profundo de mi camiseta ajustada. Tras separarme de él, lo tomé sin delicadeza alguna de los brazos; prácticamente lo “forcé” a tener relaciones conmigo. Usando mucha fuerza lo llevé a rastras hacia su habitación en lo más profundo de aquel templo, tumbándolo sobre la cama para acto seguido subirme en su encima y quedar en medio de sus piernas abiertas. Rápidamente atrapo con una de mis manos ambas muñecas, obligándolo a alzar sus brazos por encima de su cabeza, imposibilitándole la oportunidad de escapar.

 

-Quien te crees que eres, muchachito, para venir a intentar aprovecharse de un caballero dorado??-me espetó sumamente molesto; sin embargo, esa mirada retadora y el tono de su voz me encienden mucho más. No sé por qué pero es así conmigo.

 

-No te hagas de rogar Shion-digo mientras acerco mi rostro a su cuello, beso el pabellón de piel desde su oreja hasta la clavícula, llego al oído donde susurro de forma sensual…- Vamos, admítelo, tu deseas esto, por eso es que fingiste que no me veías mientras andabas vestido de esta forma tan provocativa, verdad?? – ahora me deleito besando sus hombros, tocando con mi mano libre su apetecible pecho. Me sorprendo al darme cuenta de lo extremadamente suave que es su piel.

 

-jajajaja… vaya que eres listo. Adivinaste perfectamente mis intenciones. No por nada soy el guardián de la primera casa, necesito algo de diversión en esta aburrida vida que llevo; por eso me atrae mucho la idea de pasearme semi-desnudo en la puerta de esta, mi casa, para atrapar muchachos como tú-me dijo seductoramente. *Bien, si es así, me facilitas aún más las cosas. No deseaba forzarte, pero si no hacías caso a mis demandas por las buenas, lo harías por las malas…*-pensé mientras relamía mis labios ansioso.

 

Bajé mi boca hasta su torso, lamiendo, besando, mordiendo, adueñándome por un momento de aquella tersa dermis. Llegué a los pezones, me turné para atender cada uno con mi boca, endureciéndolos luego de unos momentos, provocando escalofríos en ese cuerpo. Sin contener mis bajos instintos tiré de su short, descubriendo para mi placer que andaba sin ropa interior… sonreí lujuriosamente a esto, tomé con mis manos su miembro, se lo masajeé lentamente al principio, cambiando poco a poco de ritmo, aumentando el vaivén de mi mano. Los gemidos que soltaba me hacían perder el control, al punto de llegar a ser un sádico salvaje capaz de entrar de una sola en su abertura sin haberlo dilatado antes.

 

Bajo su mirada atenta, alcé su pierna, la coloqué alrededor de mi cintura y de una sola embestida lo penetré hasta el fondo, sintiendo su cálido y a pesar de todo estrecho interior. Al instante dos lágrimas rodaron por sus mejillas, sus ojos se llenaron de líquido, su respiración se agitó… como se abran dado cuenta, yo no soy para nada delicado en la intimidad y mucho más si es alguien con quien solo voy a pasar un rato de buen sexo, así como también el hecho de que me provoquen hasta el punto de hacerme perder la cordura (la poca que tengo); sin embargo, sé que esta vez fue demasiado, tal vez exageré un poco por lo que acerqué mi rostro a su mejilla, con mi lengua sequé su dolor líquido, para luego dirigirme a su boca, la cual besé vorazmente, con hambre y deseo.

 

Mientras mis labios besaban los suyos, mis traviesas manos acariciaron su anatomía intentando relajarlo, cose que conseguí después de unos minutos. Poco a poco su dolor fue desapareciendo, la mueca que había en su rostro fue transformada por una totalmente diferente: La del Placer.

 

-ahhh… Oh…Minos… mu-évete mmahhfff… más…-gemía pidiendo que aumentara mi intenso vaivén. Sin chistar obedecí su petición; no podía perder el tiempo en una sola casa pues aún me faltaban once por recorrer en menos de un día.

 

Mientras lo embestía rudamente no pude evitar pensar en el horóscopo y sí, el dichoso horóscopo sexual había acertado. Según leí decía que los de Aries son profesionales haciendo el amor y efectivamente, Shion era todo un profesional en la cama, aunque lo estrecho nadie se lo quitaría debido a la falta de penetraciones todos los días, eso no le impedía tener sexo desenfrenado.

 

-Ya…no… puedo más!!

 

-Acaba entonces…-le dije al mismo tiempo que entraba lo más profundo que podía. Al instante, su interior se contrajo, su cuerpo se tensó y terminó por desbordar una gran cantidad de semen sobre mi abdomen. Tras sentir aquella calidez sobre mi cuerpo, un escalofrío me recorrió entero mientras esparcía toda mi esencia en su entrada.

 

Completamente agotado me dejo caer sobre su amplio pecho, respiro dificultosamente a la par que salgo de él.

 

-Vaya, me dejaste agotado, pero aun así tengo que irme, necesito conocer a los demás caballeros de este santuario… así que, con permiso…-fue lo último que dije mientras cogía mi ropa, me vestía ante esa  profunda mirada rosa que fijamente me miraba y así, sin más, salí del templo rumbo a la siguiente casa: Tauro…

 

 

 

Continuará…

Notas finales:

ojalá les haya sido de su agrado.

cuidense

nos leemos en el sgut capi.


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