Una gentil promesa
En una habitación iluminada por los suaves rayos del sol se observa a un chico rubio de ojos azules y tres marquitas en las mejillas levantarse de su cama y debajo de esta abre un cajón de la cual saca un frasco con unas hojitas secas
- Fue hace mucho - dijo mientras sonreía de una manera cálida
Flashback
Se encontraba un pequeño niño de cabellos rubios llorando en un bosque muy iluminado por el sol, de repente de entre los arboles sale otro niño pero era todo lo contrario al primero este era de piel blanca como la nieve y de ojos negros como la noche el color de su cabello de un hermoso negro con reflejos azules, se acerco al pequeño niño rubio que lloraba
- “me va a golpear”- pensó el niño rubio al ver que el otro alzaba una mano hacia el pero el golpe nunca llego en su lugar una cálida mano se poso en su cabeza
- Estas bien? ¿Te duele algo? – pregunto el niño con una voz muy dulce
- Tú… ¿ tú no me golpearas? – pregunto el pequeño rubio con lagrimas en sus ojos
- Por qué habría de hacerlo, es la primera vez que te veo no tengo motivos para golpearte – dijo el niño pero de repente noto los brazos y piernas del rubio las cuales estaban llenas de cardenales unos muy recientes y otros que parecían ya estarse curando
- Oye… es...estas cubierto de moretones – dijo un poco sonrojado
- ¡E...estoy bien!.. ¡sanaran muy pronto, ya no me duelen! – dijo un poco emocionado el pequeño rubio
- Está bien, supongo….¿porque estas tan feliz?
- ¿eh? Pues… porque dijiste que no me golpearías y porque te preocupaste por mi – dijo con una gran y cálida sonrisa la cual causo el sonrojo del niño de cabellos negros
- No hay problema. Es normal que me preocupe no sé cómo pueden golpear a un niño tan lindo y tierno - dijo provocando el sonrojo del rubio
- No... todos me odian dicen que soy un monstro no dejan que los otros niños jueguen conmigo – dijo un poco sonrojado y con unas pequeñas lagrimas queriendo salir por sus lindos ojos azules
- Bueno si eso pasa… ¿qui...quieres jugar conmigo? – pregunto el niño de cabello negro estirando la mano para que el pequeño rubio la tomara.
El niño rubio estiro su mano y la junto con el otro gritando muy alegremente un “¡Si!” estuvieron jugando por horas hasta que el pequeño niño de cabello negro noto que ya estaba por oscurecer
- Se hace tarde ya tengo que ir a casa... – anuncio no muy alegre
- Si regresas a casa se que no te veré de nuevo –dijo de repente el niño rubio con la mirada muy triste
- Por qué? ¿Podemos jugar de nuevo otro día? –pregunto algo confundido el pequeño morenito
- De...desearía que pudiéramos estar más tiempo juntos … pero… - dijo el pequeño rubio con una vos tan triste
- ¡..!espera aquí un minuto¡ - y de pronto el morenito salió corriendo
El pequeño rubio se quedo ahí como el morenito le había dicho pero ya había pasado un rato y el otro niño no regresaba.
- De seguro volvió a casa – eran los pensamientos del pequeño rubio
Se arrodillo en el suelo con sus pensamientos tristes y de sus ojos bajaban pequeñas lágrimas de soledad, de pronto el pequeño morenito regreso
- Oye, porque estas llorando - pregunto algo agitado por correr tanto
El pequeño rubio solo negaba con la cabeza, de pronto el morenito tomo su mano izquierda y sintió como le colocaba algo en un dedo, el pequeño miro su mano y vio que ella había un anillo hecho con una pequeña flor amarilla
- Me casare contigo –dijo de repente el morenito
- ¿eh? …¿casar? – pregunto muy confundido el pequeño rubio
- Si, casarnos, veras mi madre dice que si estas casado permaneces con la otra persona para siempre –dijo muy sonrojado y decidido el morenito
- ¿para siempre? – pregunto algo dudoso el rubio
- ¡Si, para siempre¡ - le contesto muy decidido el morenito
- Se supone que los anillos de boda son más bonito, pero son muy costosos, así que tendrás que esperar hasta que seamos adultos para que te de uno de verdad.
- En...entonses si nos covertimos en adultos estaremos juntos para siempre
- ¡por supuesto! ¿no te gusta la idea? – pregunto el moreno algo preocupado porque el rubio no quisiera aceptar
- No, ¡claro que sí! –dijo muy feliz el pequeño rubio
De pronto se acerco al morenito y le dio un beso en la mejilla, le sonrió y le dijo “gracias, es una promesa” mostrando una sonrisa llena de felicidad.
Se despidieron con la esperanza en sus corazones de volverse a ver, lamentablemente las personas de la aldea descubrieron que el pequeño rubio había entrado al bosque y le prohibieron que volviera a entrar ahí, los aldeanos creían que era un monstro solo porque dentro de el estaba el zorro de las nueve colas además lo consideraban una abominación por ser un doncel.
A él no le importaba lo que digieran de el ya que sabía que tenía a alguien a quien le importaba, unos dias después de lo que paso noto que nunca le pregunto su nombre al pequeño morenito, pero aun así lo recordaba ya que ese pequeño niño era su primer y único amor.
Fin del flashback
- Pero, ¿como iba a saber que ese era Sasuke? – se preguntaba el rubio mientras admiraba el anillo en su dedo anular de la mano izquierda
- Supongo que Sasuke no lo recordaría aunque…- se vio interrumpido por una mano en su cabeza
- Uzuratonkachi, lo supe desde que nos convertimos en genin – dijo Sasuke mientras se sentaba en la cama
- Eh, ¡enserio!– dijo muy sorprendido el rubio
- Solo recuerdas las cosas recientes sobre ti ¿no es cierto? – dijo Sasuke mientras ponía una sonrisa de medio lado
- Erg…- hiso el rubio algo apenado
- Naruto, recoge ese libro de ahí – señalando un pequeño cuaderno de pastas color azul marino
- Ok – Naruto lo tomo y lo comenzó a hojear cuando llego a la mitad descubrió un pequeño pasante transparente en el cual estaba conservado un anillo como el que Sasuke le había dado hace años ese anillo era el de Sasuke
- Esto es…- dijo Naruto con la voz emocionada
- Con esto, finalmente he completado mi promesa –decía Sasuke mientras le tomaba la mano donde se encontraba su anillo y la besaba provocando el sonrojo del rubio
- Aun no…
- ¿a qué te refieres? – pregunto algo confundido
- Esa promesa de estar juntos para siempre apenas se está llevando a cabo además no solo estarás conmigo sino también con nuestro pequeño – decía pasando su mano sobre su vientre y poniendo una sonrisa muy cálida
- Eh? ¿ Nuestro pequeño? – pregunto Sasuke con un tono de voz algo emocionado
- Si nuestro bebe, fui con Oba-chan por qué no me había sentido bien en los últimos dias no te había dicho por qué no te quería preocupar, y me lo confirmo tengo 3 meses de embarazo
Sasuke solo atino a levantarse de la cama y llenarle la cara de besos, entre cada beso le decía lo mucho que lo amaba y que lo hacia el hombre más feliz de la tierra,
- Oye, te amo tanto siempre, siempre estaremos juntos, ya lo veras nunca nos separaremos
- Si, tienes razón, nunca lo haremos, es mas ahora estaremos más unidos que nunca
“Esa gentil promesa que hicimos en nuestra niñez vamos a cumplirla a lo largo de nuestras vidas, disfrutando de nuestra compañía, de nuestros hijos y de las personas que nos rodean”.
Fin