Abrieron la puerta del dormitorio que compartían desde hace ya cuatro años. Ambos estaban en silencio –Deberíamos comenzar a guardar nuestras cosas- dijo el chico rubio tratando de romper la tensión entre ellos.
-Tienes razón- contesto el chico castaño mientras tomaba unos libros y los ponía dentro de una caja –“No puedo creer que hoy es nuestro ultimo día juntos”- miraba de reojo como su compañero doblaba su ropa para meterla en una maleta –“Hemos estado juntos desde primaria, pasamos por tantos momentos difíciles y creo ser la persona que mejor lo conoce”-
Se escucho el estridente sonido del celular del ojiazul. Lo saco de su bolsillo para contestar –Halo, T.K ¿Cómo estás? Qué bueno. Sí, ya volvimos de la fiesta de despedida y estamos empacando. Claro, mañana temprano. Ok, yo le diré. Cuídate- colgó y volvió a guardar el móvil –T.K y Kari dicen: Felicidades por terminar la universidad-
-Que cruel ¿Por qué Kari te llama a ti en vez de a mi?-
-el que llamó fue T.K. y ya sabes que siempre están juntos- siguió recogiendo lo que faltaba.
-Es verdad- terminó de guardar y se puso a sellar las cajas con cinta de embalaje –“Para nosotros fue una gran sorpresa cuando nos contaron que eran novios, pero nos pusimos muy felices por ellos”- cuando termino con las cajas, comenzó a guardar su ropa en las maletas –“T.K. era muy popular en secundaria. Creció y se volvió muy atractivo… la verdad, se parecía bastante Matt cuando tenia dieciséis”-
-Estos pantalones son tuyos- el rubio le pasó unas bermudas negras y siguió empacando –Siempre has sido desordenado-
El ojicafe rió –“es increíble pensar que ya tenemos veintidós años. He cambiado mucho, tengo el cabello más corto, mi rostro luce más maduro y soy más alto que Matt”- termino de empacar todo y se sentó en la cama –“Él también ha cambiado, su cabello largo pasa sus hombros, su rostro aunque varonil, es tan hermoso y su cuerpo es solo un poco más delgado que el mío”- suspiraba.
-¿te encuentras bien?- el ojiazul también había terminado de empacar y lo miraba un poco preocupado.
-Estoy bien, no te preocupes- lo miró con ternura –“Matt también es bastante popular. Siempre me he preguntado por qué nunca ha tenido novia. Es inteligente, atractivo y aunque pueda parecer un poco frio, por dentro es muy dulce…”-
-Hoy es nuestra última noche aquí- el rubio se recostó sobre su cama.
-Es verdad- el castaño lo imito –“Recuerdo cuando lo vi llorar por primera vez. Aquel día cuando fuimos separados por Devimon y caímos en diferentes pedazos de la isla, al primero que encontré fue a Matt y tuvimos una de nuestras muchas peleas. Quede sin habla cuando vi correr sus lágrimas. La preocupación por su hermano era tan grande, que derritió aquella dura mascara”- se dio media vuelta para mirar a su compañero –“Desde ese día… me enamore de él”-
-Oye Tai- lo sacó de sus pensamientos -¿Qué harás desde mañana?-
-Aun no lo sé- se volvió a sentar en la orilla de la cama –Pero lo más probable, es que busque trabajo y arriende un departamento ¿Y tú que harás?-
El ojiazul se levantó y se fue a sentar al lado del ojicafe –Mi papá dio el pago inicial para comprar un departamento que me gustó, yo tengo que ir pagando las demás cuotas…- se mostraba un poco nervioso -… y ya tengo una oferta de trabajo-
-Ya veo- el ringtong del celular del rubio volvió a sonar, lo sacó, leyó el mensaje que acababan de enviarle y lo guardo rápidamente mientras se ruborizaba -¿Quién era?- aquella reacción, le pareció demasiado extraña al castaño.
-Era… era T.K.- lo miro fijamente a los ojos –Tai… el… el departamento es bastante grande…- desvió la mirada sonrojándose aun mas -… si… si quieres, podrías vivir conmigo hasta que encuentres otro lugar-
-¿Eh?- el ojicafe sintió una mano apretando la suya.
-La… la verdad… no quiero separarme de ti- de pronto, el ojiazul sintió unos suaves labios sobre los suyos y se vio de espaldas en la cama del castaño.
-Yo tampoco quiero separarme de ti- lo volvió a besar –Te quiero- lo abrazo tiernamente.
El rubio le devolvió el abrazo –Yo también te quiero- se apretaron un poco mas fuerte –Desde hace mucho tiempo-
-¿Y que decía el mensaje?-
-Decía: Animo, solo dile todas las cosas empalagosas que nos contaste- los dos sonrieron y se volvieron a fundir en un largo beso.
Fin