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Anhelos Clandestinos por AgnesNOI

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Notas del fanfic:

Bueno es el primer fic que escribo, siempre e querido escribir acerca de un amor entre dos chicos. Espero que les guste :D. Dejen comentarios y sugerencias.

 

Notas del capitulo:

El preludio de todo. 

 

Mi familia no está en buenos términos en estos momentos, pasa por una crisis que dudo mucho se recupere, que equivocado estaba con todo, lo que creía que era mi vida no era más que un conjunto maquiavélico de falsedades.

Íntegramente fue mi error. No pude quedarme callado, no podía hacerlo, era algo demasiado deshonesto, demasiado impúdico, incluso demasiado irreal. No lo habría creído si no hubiera estado ahí, pero las cosas cambian su significado cuando estas presente en el momento justo en el que ocurren.

 

 

Ser presidente del consejo estudiantil no es una tarea del todo fácil, siempre pensé que no lo era, pero hacer un trabajo que no me concierne, solo porque el conserje es un jodido haragán es pasarse de la raya. ¿Por qué debo hacerlo? Aun tengo esa pregunta sin responder. Todos los días, por las tardes cuando al fin han terminado las clases y todo el mundo regresa a sus casas con la esperanza de descansar de un arduo día, yo tengo que quedarme obligado, para asegurarme que todo estudiante este fuera de las instalaciones del colegio. Debo pasear me por todo el edificio asegurándome de que no haya nadie en las aulas, luego reviso el gimnasio y canchas, incluso los baños tengo que inspeccionar, ¡es una exageración! Después le aseguro al conserje que toda área ha sido correctamente verificada, espero y rezo para que él acepte y me deje por fin ir a casa. Fuera demasiado fácil saltarme esta tarea pero el conserje José Manuel esta al pendiente de que yo la realice y, lo que es peor que la termine.

 

Una tarde mientras revisaba el gimnasio me encontré con un estudiante. Mientras me encaminaba hacia la salida, porque lo creí vacío, escuche un tarareo lejano que provenía de los vestidores, agggg, pensé, no puede ser. Con un desgano palpable me dirigí hacia el lugar, abrí la puerta rápidamente sin percatarme de quien estaba adentro.

 

-       Disculpa, pero el colegio esta por cerrar y… - me detuve en seco. Vi notoriamente como él se subía el pantalón con apuro y se colocaba la camisa, abotonándola con dificultad.  Sus manos temblaban, pero su semblante cambio de inmediato cuando se percató de que yo solo era un chico como él.

 

-       Lo siento – dijo un poco quedo – me voy enseguida -. Imagino que él se percató de la falta de comprensión que estaba plasmada en mi rostro, aunque tenía una ligera idea de lo sucedido, preferí descartarla porque era demasiado descabellada.

 

-       Estaba teniendo sexo con una tipa – dijo de la nada en un tono de lo mas tranquilo – pero si quieres también puedo hacerlo contigo – continuo con una sonrisa degenerada en su rostro. No pude hacer otra cosa mas que retroceder. Si, la idea era correcta, pero nunca imagine que saldría con una mierda como esa.

 

-       ¿Haaa?  ¿Disculpa? ¿Qué acabas de decir? ¿Qué quieres tener sexo con un hombre? – estaba sorprendido, de seguro que la expresión de mi rostro merece fotografiarse. 

 

-       Si, aunque nunca lo he hecho imagino que debe ser igual de placentero –

 

-       No soy gay – le asegure

 

-       Ni yo – pero que ilógico es este chico. No es gay y quiere hacerlo con alguien que tampoco lo es. Además que es una persona que no ha visto en toda su vida de la cual ni siquiera sabe su nombre.  Es algo inaceptable. Bueno si fuera una chica tampoco lo toleraría. Nunca me han interesado las chicas, la verdad no sé que rayos tienen de interesante, lo único que saben hacer es gritar, chismear y molestar, pero con esto no quiero decir que mi preferencia va dirigida hacia los hombres. Ellos también me parecen una molestia. Siempre he pensado que las cosas te salen mejor si las haces por ti mismo, nunca he necesitado la ayuda de nadie, estar solo es mucho mejor que estar acompañado. Es por eso que no tengo amigos, no me interesa tenerlos. El contacto con otra persona nunca me ha llamado la atención. Soy completamente ajeno a el. Además que en estos momentos no estoy mentalmente preparado para ser tolerable con un gay. Los odio y eso no va a cambiar.

 

-       Te pido que te vayas, ahora – le dije, señalando hacia la puerta y tratando de mantener un tono y un rostro inmutable, evadiendo por completo el tema. Creo que no funciono. Porque en su rostro apareció una media sonrisa que pronto termino como una gran carcajada.

 

-        Soy Gabriel – dijo y me estiro una mano esperando que se la estrechara. No lo hice y me adelante a salir de ahí, por supuesto él me siguió.

 

-       Debes salir  o no tendré más opción que sancionarte – haaaaa Dios estaba completamente asqueado, ya no soportaba su presencia.

 

-       ¿Sancionarme? A parte de que eres verdaderamente mal educado, ¿quieres sancionarme? ¿Pero quién te crees que eres?  – me tomo del brazo con brusquedad para que me detuviera, Aaaaa ahora si estoy molesto, como se atreve a tocarme.

 

-       Presidente del consejo estudiantil – le dije con soberbia. El me miro pasmado. Se llevó las manos a la cabeza haciendo que su abdomen bien formado se expusiera, esa camisa le queda pequeña, pensé.

Admito que es un chico agraciado, tiene un cuerpo esbelto y escultural, además unos hermosos ojos topacio, inteligentes, penetrantes que se acolan en ti y llegan hasta el lugar mas recóndito de tu ser, y unos risos color marrón que estaban tapizados de pequeñas gotas de sudor. Su nariz alargada, su labio superior era ligeramente mas delgado que el inferior, pero no por eso eran menos atractivos, tienen un color peculiar que esta entre el puce y el rosa pálido. Su color de piel es cálido y con aspecto suave al tacto.

 

-       Lo siento mucho espero que por favor no me delates – se veía preocupado – si el director se entera, definitivamente me expulsara – ahora si estaba hablando en serio, su semblante se volvió severo, sus cejas eran una línea recta.

 

-       No puedo asegurarte nada, si ya estás en la mira del director es posible que tu expulsión no este muy lejana – Aaaaag que molesto, si lo expulsan o no me importa poco.

 

-       Vamos no seas tan pesimista, sería algo desalmado expulsarme faltando tan solo 5 meses para la graduación – Ahaaaa así que está en último año al igual que yo.

 

-       Bueno de mis labios no saldrá una palabra si prometes no volver a  hacerlo dentro de las instalaciones del colegio, ¿por qué no las llevas a tu casa? – pregunte.

 

-       No quiero ir a casa – levante una ceja, no quería saber cuales eran sus problemas familiares, yo ya tenía los míos. Suspire abiertamente y me traslade hacia la salida. Tenía que encontrarme con el conserje dentro de poco para informarle sobre lo sucedido, si  él quiere notificarlo al director ya no es problema mío.

 

-       ¡Espera! – me detuvo sujetándome del brazo, o través - Por favor, por favor no se lo digas -  dijo con desesperación.

 

-       Estas exagerando – dije soltándome con brusquedad

 

-       Tú no te imaginas lo que es llegar a tu casa y que te golpeen sin motivo alguno, ¿sabes lo que pasaría si es que tuvieran uno? –

 

-       Porque no pensaste primero en eso, estas son las consecuencias de tu irresponsabilidad –

 

-       Ha – espetó asombrado - Hablas como un viejo conservador que se ha olvidado por completo de su juventud – me quede congelado, no sabía como responder a eso. – Bueno has lo que quieras, ya no pienso rogarte mas. No seré tan inteligente como tu pero por lo menos tengo sentido de amabilidad y simpatía. – se puso su saco y salió del gimnasio.

 

-       ¿Disculpa? Creo que ya mencione quien soy – dije indignado siguiéndole y tomándolo por el brazo obligando a que se voltee – tú no puedes hablarme de esa manera y mucho menos con la información que poseo. Recuerda que es muy fácil soltar la lengua y mucho más si el director siempre está presto a escucharme. –

 

Jaja – rio sarcásticamente – piensas que porque eres hijo de un gran empresario puedes hacer lo que quieras con la gente. Si, eres presidente del consejo, si, tienes la confianza de los maestros, y si, el director te ama, pero, sabes, eso no es nada más y nada menos que por intervención de tu padre, el poder que tú tienes no es tuyo, el dinero que tú tienes no es tuyo, y por lo tanto tú no eres absolutamente nadie. – se calló y trago saliva. Temblaba probablemente por la rabia. Yo estaba pasmado, anonadado, estupefacto, congelado y todos los malditos sinónimos posibles. Cuando advirtió que mis labios estaban cerrados con un poderoso pegamento de verdad, continúo.

 

-       Tú no eres nadie, no mereces mi respeto, nada has hecho por mi. Si quieres avisar de lo ocurrido hazlo, estas en plena libertad de hacerlo. – dijo con un tono mucho mas afable que antes y con una expresión inmutable. Me miro con asco y se marcho.

                    

La noche ya había invadido por completo el firmamento, hace mucho tiempo que no cruzaba palabra con un completo extraño y menos con uno que me atravesó enteramente, como si fuera un maldito fantasma. Nunca había dejado que nadie me sobrepasara, o me pisoteara, mas bien yo los pisoteaba, podía hacerlo, poseo los medios suficientes para hacerlo, inteligencia, belleza y dinero, eso es lo más importante. Pero este chico, Gabriel, tenía razón. Ese dinero no es mío, y por lo tanto el poder que creo tener tampoco. ¿Es acaso verdad que todo lo que he conseguido fue en realidad por influencia de mi padre? ¿Y el esfuerzo entregado fue en vano? ¿Realmente me he esforzado? La verdad duele, sería mucho más fácil si permaneciera escondida para siempre. Algunas son tan insoportables, aun no se como voy a llevar aquella carga terrible.

 

v  

 

Los días continuamente son iguales, no hay cambio alguno en la rutina. Estoy hastiado de ello, mas no puedo hacer nada, no puedo intervenir, tratar de cambiarla o destruirla porque decididamente temo por el futuro si hago aquello, tal ves haya heridos, muertos, lastimados hasta el punto en donde la locura se hace presente como señora y dueña de lo absoluto.

 

 

Solía quedarme practicando basket, era una clase extracurricular que debía realizar por obligación gracias a las malditas normas, si no aprobaba una clase no me graduaba pero admito que me gustaba, me relajaba, me permitía tener una excusa clave para poder llegar lo suficientemente tarde a casa, pero me expulsaron hace mucho tiempo cuando arme una riña en un partido semifinal. Golpee al árbitro, tenía las suficientes razones como para hacerlo, no soy de aquellos que arman pleitos por que el gallo canta, pero el muy imbécil se había vendido al equipo contrario. Fue fácil darse cuenta. Si hubiera sido un poco mas recatado no habría sido golpeado. Haaaa aún recuerdo la sensación, tanta rabia acumulada durante tantos años la descargue por completo sobre él, le propinaba golpes fuertes, certeros, profundos, los de mi equipo trataron  de detenerme, pero necesitaron de un policía para hacerlo. Fue al hospital y yo casi voy a la correccional.

El director me dio un trato especial gracias a que mi padre era su buen amigo de copas, siempre le buscaba para embriagarse, no podía hacerlo solo, mi padre siempre se prestó para eso, aunque la mayor parte del tiempo la pasa en estado etílico.

De una u otra forma aprobé extracurriculares, al fin estaba libre, creí que iba a ser algo beneficioso pero me equivoque, estaba mas solo que nunca. Antes al menos tenía gente a mi alrededor y me entretenía, pero ahora no hay nadie y arribar temprano a casa no es una opción.

 

Soy popular con las chicas. Ellas se sorprenden fácilmente con palabras rebuscadas, una sonrisa falsa y un cuerpo escultural, sinceramente son en extremo superficiales. Sus personalidades nunca me han llamado la atención, en esencia todas son iguales, compran cosméticos que nunca van a usar, se la pasan cuchicheando de temas superfluos, todas están preocupadas por conseguir un novio igual de hueco, se la pasan preocupadas en exceso por su peso, pero sus curvas, su suave piel y  el delicioso olor que desprenden me enloquece, y todo eso es mucho mas perceptible cuando mis dedos recorren aquella piel tan deseable. En si no estoy interesado en tener una relación seria con ellas, solo quiero un poco de compañía y mientras disfruto de ella, porque no, también un poco de placer.

La mayor parte del tiempo me la paso con mujeres de las cuales ni siquiera recuerdo sus nombres muchas veces tampoco sus rostros. La verdad hasta ahora no se la razón del porque ellas aceptan me dirijo a ellas directamente sin rodeos, claro que primero es el coqueteo, la inolvidable sonrisa y la presentación, pero al final nunca falta la propuesta indecente. Sabes, me gustaría ir a un lugar mas privado, esa mi frase típica, claro dependiendo del momento lo hago con un tono sereno, ameno, halagador o dulzón, normalmente siempre se quedan perplejas pero después de darme un largo vistazo de arriba abajo terminan aceptando, nunca reaccionan de forma precipitada, creo se lo debo a mi gran sexapeal. 

Haaaaa me encanta saber que voy a estar con alguien durante toda la tarde, tonteando de un lado para otro, charlando de cosas por completo banales.

Muchas veces no tengo un lugar disponible para llevarlas a disfrutar del roce de nuestros cuerpos, pero hay un sitio seguro en donde confió este por completo vacío. El gimnasio de mi colegio. Ahí podemos hacerlo sin preocupación alguna debido a que el conserje es un completo inepto y nunca se toma el tiempo de revisar y limpiar los distintos edificios que lo componen.

Una tarde luego de una sesión me quede un rato más en los vestidores, acostado en el frio suelo completamente desnudo, rodeado de cuatro paredes color salmón, unos lockers grises, y un rayo de luz que entraba por una ventana a mi derecha, tibia, suave. Me percate por primera vez que no me llenaba, toda esta puta situación me aborrecía de entero, me sentía igual de abandonado que en un inicio, era un ciclo, que se repetía todos los días, todas las semanas, todos los meses. Me sentía asqueado, sucio, ya no hay remedio. ¿Qué hacer? ¿Qué esperar? ¿Qué sentir? Ya no se. El agua se volvió turbia desde hace mucho tiempo atrás, no me permite ver con claridad, estoy andando a ciegas por un camino fragoso.

 

Mientras me vestía escuche unos pasos. Mierda, ¿el conserje? Abrieron la puerta de golpe me desespere y comencé a vestirme con rapidez, cuando voltee me encontré con unos hermosos ojos azabaches almendrados tapizados con unas largas pestañas. Un cabello lacio, corto que estaba peinado para un lado, negro que combinaba formidablemente con el color de su piel canela. Sus cejas pobladas, sus labios gruesos de un color café un  poco más oscuro que su piel. Su cuerpo delicado pero bien formado, llevaba puesto el uniforme.

 

 

No pude detenerme, de repente mi verdadera personalidad salió de la nada, tuve que decirlo, esa clase de personas piensan que pueden pisotearte siempre que quieran. Me harte, trate de ser amable pero él no me dejo. Grandioso ahora tenía no solo al director en mi contra, sino también al presidente del consejo, estas situaciones son las que te hacen pensar que las  cosas no pueden ser peor.

¿Porque le dije eso? ¿Por qué no pude quedarme callado como siempre lo hago? Y mucho más con esa clase de personas. En primer lugar ¿Por qué ese tipo esta en este colegio?, escuche una ves de una chica, que él tenía mucho dinero, tranquilamente podría ir a un colegio privado. Se de su contexto, por eso tuve la suficiente información para dejarlo de lleno anonadado, lo peor, o no se si fue lo mejor, es que ni siquiera lo conocía, nunca había visto su rostro, es guapo lo admito, por eso le propuse que lo hiciéramos, me llamo mucho la atención, no solo por su exterior sino por su aura, tan turbia y a la ves tan tranquila, era estable, lo sabía, y yo necesito tanto de eso. Haaaaa que problema. Ahora si espero que mi expulsión llegue pronto. No tengo deseos de ir mañana al instituto, pero quedarme en casa no es una opción, estoy seguro de que él le va a decir al director de lo ocurrido y ahora la ‘’influencia’’ de mi padre no me va a servir.

Ya estaba cerca de casa, me había detenido un momento en un parque cercano para pensar con mas claridad, pero no pude, mi mente es un completo mar de confusiones y frustraciones.

 

-       Hola madre – ya había llegado a casa mi padre pero prefiero no saludarlo mientras esta atontado frente la televisión.

 

-       Hola amor, ¿Cómo te fue? – dijo mi madre con el tono mas cariñoso que pudo. No hice más que darle una franca sonrisa, un casto beso en la mejilla y dirigirme a mi habitación. Prefiero estar solo que en presencia de ese hombre. No tarde mucho en quedarme dormido y no pude evitar soñar con aquellos ojos profundos, atrayentes que luego te empujan hacia un precipicio y terminas atrapado en un pozo del cual es imposible salir. 

Notas finales:

:)


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