La Gran Guerra…
Esa fue sin duda una época oscura en la legendaria tierra de Gaia, nadie recuerda por que comenzó exactamente el conflicto que dio paso a la guerra, pero muchas vidas valiosas se perdieron en sangrientas y crueles batallas a lo largo y ancho de todo el territorio por esta razón olvidada…
Batallas que solo trajeron a su paso oscuridad y desolación, cubriendo con su manto todo a su paso durante siglos, hasta que por fin… la luz volvio a brillar y termino con la oscuridad… termino con la guerra.
Esta luz fueron tres poderosos Nobles de antiguo linaje que con determinación e inteligencia mas que con el uso de la fuerza hermanaron de nuevo a todos los habitantes de Gaia, humanos, drakonianos, elfos, shirdales y de mas razas… todos les escucharon y acudieron a su llamado pactando terminar una guerra que solo había traído miseria y decadencia a sus clanes y reinos ahora olvidados y destruidos.
Asi y con todos los que quedaban vivos tras la Gran Guerra, como fue llamada después, se decidió que apartir de ese momento Gaia se dividiría en tres reinos y que los poderosos y sabios Nobles que habían traído la paz serían los monarcas de estos en agradecimiento por su labor.
Uno de los nobles Godric Gryffindor era su nombre, con voz alta y clara señalo el territorio que abarcaría su reino y proclamo el nombre de este, Robinet, en honor a su pueblo los Shirdales.
Otro de los nobles Salazar Slytherin, al igual que Godric, decidió entonces escoger el territorio que seria ocupado por su reino y tambien proclamo su nombre – Balaur- dijo con firmeza igualmente en honor de su sangre drakoniana heredada por su padre, el rey Drakos que había fallecido hacia unos años.
Por último y no menos importante, el tercer noble Arwë Ravenclaw sonrió a sus dos amigos al ver el territorio que habían dejado para su reino ya que era justo el que hubiese escogido y al cual aun con su gentil sonrisa decidio llamar Elfen
Y asi al final Gaia resurgió de las cenizas de un pasado tormentoso y decadente y los tres reinos Balaur, Robinet y Elfen vieron su origen mientras los sobrevivientes de la “Gran guerra” se dispersaron para vivir en paz y restaurar la grandeza de su tierra, pero juraron jamás olvidar lo cruel y oscuro de aquella época para evitar que volviese a repetirse…
Con el pasar del tiempo los tres nobles amigos se convirtieron en monarcas notables y justos y los tres reinos prosperaron trayendo consigo una época de luz, paz y armonía que perdura hasta la actualidad…
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Año 987 d. De la Gran Guerra
Logiën ciudad principal de Robinet
Robinet Reino de paisajes mágicos y exótica belleza natural, gobernado con justicia hasta el dia de hoy por Albus Dumbledore descendiente del noble Godric Gryffindor, es un reino sin duda próspero en donde todos son en su mayoría gente amable y dedicada sin importar condiciones sociales o status y en donde conviven en igualdad las diferentes razas.
Se rige por un perfecto balance y una perfecta armonía que han sido mantenidas desde los tiempos de Gryffindor pero esta perfección se ha visto perturbada pues su monarca ha caído gravemente enfermo
- Oh Albus por favor resiste… debes aguantar- susurraba una voz embargada por la pena al lado de la cama del monarca
- No mi querida Minerva… llegó mi hora…- dijo con dificultad el noble rey
- No digas eso ya veras… veras que vas a recuperarte y entonces… entonces partiremos de viaje si quieres pero… pero no me abandones- suplico la reina derramando cristalinas lagrimas
- Mi Minerva… mi reina… no sabes como me duele verte llorar- levantando con lentitud su mano para acariciar con suavidad la mejilla de la mujer a su lado – y no sabes como… me duele tener que dejarte-
La reina ahogo un sollozo por esas palabras y sosteniendo entre sus manos la de su rey que seguía acariciando su mejilla, le beso dulcemente antes de volver a su anterior postura sentada al lado de su marido que cada vez se veía mas agitado y grave.
- Mi.. Minerva ya… ya sabes… que hacer… cuando- respirando trabajosamente – cuando…
- Basta Albus no te canses… no hables más-
- Tengo… tengo que hacerlo Minerva… no me queda mucho mi amor… por eso promete que le daras… la… la carta a James…- sonriendo al recordar a su sobrino – Sera… un gran Rey… lo se… ojalá y hubiera podido despedirme de él… de Lily y de… de nuestro querido Harry…pero no quiero verles llorar por mi muerte…-
- Oh Albus…- lloraba en silencio la reina al escuchar esas palabras
- Lo… lo prometes entonces… que le entregaras la carta… después de que yo muera y antes de que… que se lea el… decreto real…- continuo el rey sintiendose cada vez con menos fuerzas
- Si… lo prometo Albus le entregaré esa carta personalmente… pero sabes que se enfadara mucho contigo por haberlo mandado al castillo de campo con su familia para que no se percatara de tu enfermedad y… y por no poder estar en estos momentos contigo- menciono la dama con toda la seriedad que podía como siempre que reñia a su marido por algo, pero las lagrimas seguían cayendo de sus ojos
El rey hizo un amago de risa que casi no se escucho pero asintió – Si… lo se pero… pero entenderá- sonrió un poco mas al recordar lo obstinado de su querido sobrino que a falta de hijos propios se había convertido en uno para él – Solo… solo hubiese querido un… un poco mas de tiempo para… para verle convertido en rey… y ver a nuestro Harry… casado y feliz…- susurró muy bajo mientras la sonrisa se iba perdiendo de su rostro al tiempo que fijaba sus ojos en su esposa, su fiel Minerva y murmuraba un Te amo que salio con su ultimo aliento para después cerrar sus compasiva mirada para siempre.
La reina al ver esto rompió en llanto sobre el cuerpo ahora inerte de su Rey, de su esposo, de su amado Albus el amor de su vida.
Horas después todo el reino de Robinet lloraba tambien la muerte del Rey y las banderas y estandartes que colgaban de cada pilar del castillo anunciaban el luto que todos sentían, incluso el cielo pareció ponerse a tono con el animo general pues sin precedentes el sol se oculto y gruesas nubes surcaron el cielo al tiempo que copiosas gotas comenzaban a caer.