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ROSAS PARA UNA DIVA por Sangre Samurai

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Notas del fanfic:

Tenía guardada esta joyita y he decidio compartirla.

Loki y Thor pertenecen a la mitología nórdica y acaso a Marvel.

Agradezco infinitamente a FLORBE por permitirme usar su magnífica ilustración "Rosas para una Diva" para titular e ilustrar mi Thorki.

Notas del capitulo:

Contiene los minicapítulos: Un Secreto, No hay indulto, Todavía tengo dignidad, ¿de quién es tu hijo? y El viaje.

Actualización: Solo he corregido algunos errores de sintaxis y de narración que cometí en la emoción de ser mi primer fic. Nada cambiará, pero podrán leer algunos párrafos añadidos que espero hagan más agradable la lectura de la Diva.

Muy feliz lectura, inicio el capítulo 1 hoy 19 de diciembre del 2014.

Sangre Samurai.

 

El guardia hizo una reverencia profunda, había esperado con paciencia a que la Reina Frigga se encontrara a solas antes de atreverse a hablar, según le había sido encomendado. Ahora, al obtener el permiso de la soberana de Asgard para acercarse, lo hizo sin demora. El guardia murmuró algunas frases a su oído, la Reina asintió mientras perdía el color brevemente y lo despidió con un ademán cortés.

-Dile que ahí estaré...- susurró cpn voz apenas audible.

Engla, la dama de compañía de absoluta confianza de la Reina Frigga, se encargó de distraer y vigilar al poderoso Odín para que no recelara de la ausencia de su esposa y en caso de darse cuenta, se le avisara a ella de inmediato. De esa forma, pudo la noble dama colarse personalmente hasta las celdas de la prisión y ver al hijo que había clamado por su presencia con ansiedad. Le descompuso un poco la vista de las celdas, los pasillos eran oscuros, fríos y olían a humedad... un estremecimiento la recorrió al imaginar que esa era la vista que día a día, contemplaban los prisioneros, al menos era un alivio que el interior de cada celda contrastaba diametralmente, pues eran cubículos iluminados, limpios y con una temperatura constante. Pero Frigga seguía con una sensación de vacío en el estómago... No era lo mismo aparecer como un holograma que de forma física en aquel lugar.

Gracias a su poderosa magia, su apariencia era la de un guardia más, y nadie receló de su paso hasta la última celda.

Encontró a dos sanadores de los más renombrados al lado de la cama de Loki. Retomó su apariencia al entrar y los sanadores se inclinaron respetuosos, pero a Frigga solo le interesaba llegar hasta su hijo en desgracia. Una vez a su lado, le sonrió con ternura y le tomó la mano, percibiendo que ardía en fiebre y su semblante lucía más pálido y demacrado que de costumbre.

-Por amor de todo ¿Qué te sucede, cariño?- le preguntó, pasando su mano por la frente sudorosa y alisando hacia atrás sus largos cabellos negros. Loki no le respondió, desviando un tanto la mirada. Entonces, Frigga se volvió hacia los sanadores, esperando de ellos una respuesta.

-El Señor Loki debe hablar con Su Majestad a solas... estará bien, todo parece indicarlo. Pero es mejor si esperamos afuera por unos minutos, así podrán expresarse con toda confianza y después despejaremos todas las dudas que tenga Su Majestad.- dijeron antes de retirarse.

Frigga se volvió nuevamente hacia el pelinegro, para interrogarle, más preocupada que nunca. Si no bastaba su visita en forma de proyección astral era que realmente algo grave o importante le sucedía. Loki rompió el silencio hasta que se encontró a solas con su madre adoptiva.

-Debes saber algo, madre... –dijo con voz suave- Una noticia que seguramente causará alguna conmoción en Asgard y el enojo de Odín.

-Me estás asustando Loki ¿Qué te sucede?

-Estoy gestando... tendré un hijo.

 

Loki hizo un esfuerzo y se levantó, sintiendo aún un malestar mayor y con la persistente fiebre haciendo que todo le diera vueltas, fue a sentarse frente a una pequeña mesa, donde estaba dispuesto un servicio con té caliente. Esperaba que su madre terminara de hablar con los sanadores y regresara para continuar su pequeña confesión... hasta donde estaba dispuesto a confesar.

Los sanadores terminaron de dar todas las explicaciones y recomendaciones que consideraron necesarias. Frigga realizó todas las preguntas que pudo y finalmente regresó al lado del hijo que vivía un evento extraordinario, pensando en las futuras consecuencias de lo que estaba ocurriendo.

 

2.-NO HAY INDULTO.

 

Odín se negó sistemáticamente a liberar al prisionero para que recibiera atención adecuada. La sentencia era pasar el resto de su vida en las mazmorras y ninguna condición de salud cambiaría su decisión. Sin embargo autorizó que se le brindaran las atenciones necesarias, Loki tendría dos sanadores disponibles a toda hora del día o de la noche para cuidarle. Contra su voluntad autorizó también las visitas de la reina, siempre y cuando fueran breves y solo por razones urgentes.

Una de esas razones urgentes era que la fiebre no cedía. Los sanadores recurrieron a todos los libros disponibles sobre medicina Jotun para intentar darle un remedio, pero nada resultaba efectivo, el organismo de los gigantes de hielo era diferente al de los Aesir, quizá por eso no terminaban de entender que le sucedía, Pero entre ese malestar y el embarazo, su condición era doblemente delicada.

-Querido si tú sabes como podemos mejorar tu salud, dímelo... no es bueno que te pongas en riesgo- suplicaba la Reina, renovando con gran ternura y devoción las compresas de agua fría sobre la frente del menor de sus vástagos.

Los ojos verdes del Dios de la Travesura se llenaron de lágrimas a punto de escapar.

-Si supiera, madre, ya lo hubiese hecho.

Loki ardía y su gesto se cubría con una sombra de tristeza y preocupación, se movía inquieto mientras los sanadores hacían pruebas y exámenes una y otra vez, buscaban al parecer en vano el origen de aquella misteriosa fiebre. Su organismo comenzó a debilitarse, el tercer día con fiebre provocó que delirara durante casi toda la mañana... Su imaginación enturbiada le hizo creer que estaba en Nueva York, que de nuevo comandaba a los Chitaurii o que Hulk intentaba golpearle otra vez, eso causaba que gritara e intentara defenderse de inexistentes peligros, aunque en realidad ni siquiera tenía la suficiente fuerza para moverse de su cama... era extremadamente urgente encontrar la forma de contrarrestar el cuadro y estabilizar de su salud.

La preocupación que Frigga manifestaba, pasando horas y horas a su lado movió en Padre de Todo algunas escondidas fibras de piedad, principalmente porque a Odín no le gustaba que su esposa estuviese preocupada y sufriendo. Frigga era importante... aún más importante que la sentencia que pesaba sobre el embaucador.

-El problema es el lugar donde se encuentra- le dijo Odín esa noche- Algo conozco sobre la naturaleza dual de los Jötnar. No en vano tengo tanta edad y he viajado por los nueve mundos, querida mía. Su organismo está cambiando y requiere las condiciones de su mundo natal... frío constante y aire libre. El ambiente controlado y el aire filtrado de las mazmorras no le sientan bien.

-¿Por qué me lo dices ahora? Pensé que su suerte ya no te importaba.

-Y no me importa, pero no soy un asesino. No suelo asesinar a mis prisioneros si no están en acción de guerra y permitir que Loki muera en estas condiciones, sabiendo yo como salvarlo, sería faltar a mi honor. Está decidido que no moriría ejecutado, así que procuraré que recupere su salud y cuando lo logre... volverá a su celda.

-De ninguna manera piensas perdonarlo ¿Verdad?

-No lo perdono, ni lo indulto. Es solamente una atención a mi esposa, eres la causa de que siga con vida y no quiero verte sufrir por él.

 

3.-TODAVIA TENGO DIGNIDAD.

 

Loki no podía creerlo: ¡La orden era sacarlo de la celda! De acuerdo, era solo para llevarlo ante la presencia del Rey, pero su condena perpetua de pronto había sido modificada quien sabe por qué y no lo pensaba averiguar, saltó de la cama para seguir a los guardias que fueron por él... Permitió dócilmente que le colocaran esposas y cadenas especiales y lo escoltaron fuera de las mazmorras, la luz del día lastimó sus ojos, tuvo que parpadear repetidas veces hasta acostumbrarse a la luminosidad natural, pero el aire frío del invierno Asgardiano hizo el milagro. Llenar sus pulmones con aire frío, con ráfagas heladas que le llenaban de energía y salud fue maravilloso. Apenas un par de horas fuera de la celda, esperando ser recibido en concilio familiar, permitió a su organismo regular la temperatura corporal. Se sintió mejor y más fortalecido, incluso se animó a sonreír un poco. Ni siquiera le importaron las cadenas que le sujetaron por las muñecas y los tobillos para ponerlo frente al Rey y su familia, de la que ya no se consideraba parte, excepto quizá... por Frigga.

No hubo mucho protocolo, la última vez que estuvieron frente a frente Padre de Todo había sido cruel y duro en su juicio y Loki no dejó de ser insolente y burlón, así que evitaron cualquier clase de cortesía que ninguno sentía y tras una leve inclinación de cabeza del prisionero al llegar, Odín habló:

-Conozco tu nueva condición y por ella, te enviaré a la cabaña que tenemos en las montañas altas, ahí podrás llevar tu gestación en paz y a salvo, cuidando tu salud. Por supuesto, permanecerás dentro de los límites de tus habitaciones, los patios y el entorno cercano, estarás siempre esposado para evitar escapatorias, vigilado constantemente y si acaso utilizas tu magia, ten por seguro que no volveré a tener piedad por ti y te haré matar.

Los ojos de esmeralda del prisionero brillaron con lágrimas contenidas.

-No pienso escapar- respondió Loki, sin poder evitar un matiz de emoción en su voz- En estos momentos de mi vida, mis ambiciones han dejado de ser importantes... solo me interesa recuperarme y que mi hijo nazca saludable.

Odín no pareció perturbarse ni poco ni demasiado por lo que sucedía y la situación de su hijo adoptivo no le era nada extraña. Aunque el embarazo había sorprendido genuinamente a toda la familia, comenzando por el propio Loki, que no lo tenía planeado ni sabía como manejarlo, pero que al final, lo único que tenía en claro era que deseaba llevarlo a feliz término.

Frigga por supuesto, se encontraba emocionada con la perspectiva de tener un nieto. Para su amante corazón, Loki seguía siendo su hijo y se lo dijo: nada cambiaba respecto a sus sentimientos. El dios prisionero la observó reconfortado, supo que contaba con todo el apoyo de aquella dulce dama a la que amaba con el corazón, con los restos de corazón que le quedaban y a la que seguía considerando su única madre. Le sonrió con ternura increíble. También miró a Odín con una mezcla de orgullo y resentimiento, podía ser peor su sentencia, pero no lo era... tendría la oportunidad de que su hijo naciera y de que lo hiciera fuera de prisión.

Finalmente, miró a Thor; el único integrante de su anterior familia que no había despegado los labios durante la breve reunión. El único que no había emitido opinión alguna al enterarse de la noticia de que se encontraba gestando un bebé y el único que lo miraba fijo, lleno de un sentimiento claramente orientado entre el odio y el rencor.

Loki bajó sus ojos verdes ante la mirada llena de desprecio de su hermano adoptivo. Sin imaginarse que alguna vez estaría en aquella situación, le dolió verdaderamente no encontrar en los ojos azules un solo atisbo de solidaridad, pero prefirió no decir nada, al menos pronto se iría lejos de la ciudad de Asgard, lejos de las mazmorras, lejos de la indiferencia de su padre y hermanos adoptivos y viviría en paz un tiempo.

Había aceptado mansamente las condiciones de su excarcelación tan solo pensando en recuperar la salud, pensaba cumplir su palabra, no haría algo estúpido. No al menos hasta que la criatura naciera y decidiera que sucedería con ella.

Cuando los guardias lo escoltaron de regreso a su celda, Odín comentó que se sentía muy sorprendido de la calma y falta de ironías en los labios del Dios embaucador, pero que de ninguna manera creía en la sinceridad de sus intenciones. Ordenó a Thor hacerse cargo, personalmente, de la custodia del prisionero. De acuerdo a lo que sabía, la gestación de los Jötnar era de alrededor de seis meses y Loki llevaba ya uno por lo menos.

Thor perdió el color y se mordió el labio inferior hasta que lo hizo sangrar, pero se forzó a no replicar la orden de su padre. Tenía mejores cosas en que pensar.

 

4.-¿DE QUIEN ES TU HIJO?

 

Loki terminó de empacar en pocos minutos, en realidad ¿Qué poseía en esos momentos? Un par de trajes, camisas, muchos libros y nada más. Su posesión más valiosa era el pectoral de oro que le gustaba tanto y que se había partido en dos durante sus batallas contra los vengadores. Esa joya la llevaba bien guardada en un pequeño cofre de madera labrada. Tenía poco... ambicionaba poco... Nunca fue consciente de sus carencias porque no esperaba ya salir de ese maldito y olvidado lugar.

Thor abrió la puerta de la celda procurando no hacer ruido, sabía que él lo había escuchado llegar y que deliberadamente no había vuelto la mirada. No se dio prisa por decir algo, observaba por vez primera la celda de su hermano. Era el único preso que poseía muebles, libros, privilegios como un baño privado, alimentos especialmente preparados para su paladar delicado, todo sin duda llevado por su madre, que evitaría a toda costa que su hijo pasara incomodidades.

-¿Has llorado?- le preguntó, adivinando la verdadera razón por la que no se volvía para encararlo, como hubiese sido su primer impulso en otros tiempos.

-¿Qué te puede importar a ti?- replicó el prisionero.

-Tienes razón. No me importa- dijo entonces el Dios del Trueno, haciendo doler el rencor en su voz- Pero necesito aclarar algo antes de salir de viaje a las montañas... me sorprendió mucho enterarme de... tu condición.

-¿Quieres decir que te sorprende saber que estoy gestando? ¿Tanto se te dificulta decir esa palabra: embarazado? Soy un hijo de Jotunheim, Thor- dijo Loki, volviéndose al fin e impresionando al rubio con la imagen de sus profundos ojos verdes irritados por un llanto reciente y abundante- he tenido que aprender sobre mí, conocer mi origen verdadero, luchar contra el miedo y la repulsión que sentí por mí mismo, pero finalmente me acepto como soy. En mi naturaleza cambiaformas, soy capaz de convertir mi cuerpo en receptor y ser fértil... yo estaba seguro que solo podía serlo si mi forma completa era de una hembra, pero al parecer en esta forma también puedo engendrar... pero si no me equivoco, veo asco en tu mirada...

-No es sencillo aceptar que esperas un hijo... Sobre todo cuando recuerdo lo que ha pasado y me siento responsable de...

-¿Responsable? ¿De qué te sientes responsable, hermano?- exclamó el de cabellos negros, transformando su tranquila expresión en una feroz mueca- ¿Tu conciencia te reclama algo? ¿Sientes remordimientos? ¡No debes preocuparte por esto! Escucha y escucha bien porque no lo repetiré y jamás volveré a tocar el tema: Tú no eres el padre.

Esta declaración lejos de dar alivio, solo encendió la rabia en el mayor, la sangre se le subió al rostro, apretó los puños con rabia... no le creía una sola palabra al otro. Y sin definir el origen, una poderosa emoción le llenó casi al instante, impulsándolo a tomar a Loki por el cuello y apretárselo con fuerza.

-¿Te entregaste a alguien más?- dijo, arrastrando las palabras tras los dientes bien cerrados, temblándole los labios de ira.

-¿Entregarme a alguien más? ¡Oh, gran idiota! Si no me entregué a ti ¿Por qué entregarme a alguien más? ¿No pudo igual otro bastardo llegar y tomarme por la fuerza como ocurrió contigo? ¿O piensas que a tus espaldas pudo enamorarme uno de tus amigos mortales? Déjame ahora en paz...- concluyó el Jotun, liberándose de la mano férrea de Thor y pasando su blanca mano por la piel de su cuello dolorido- Y lárgate... bastante he llorado como un estúpido al enterarme que tú serás mi carcelero, bien ha sabido Odín, sin proponérselo, hacerme la vida infeliz.

 

5 EL VIAJE.

 

Cinco horas a buen paso de caballo separaban la ciudad de sus montañas. El invierno, la altura y el aire helado favorecerían a Loki, y le ayudarían a recuperar su salud. Además, su hijo nacería en plena primavera y sería muy bueno que pudiera nacer en la montaña.

Dejó su celda con un nudo en la garganta, había estado llorando casi toda la mañana, se sentía muy desanimado y exhausto, pero con tal de salir del encierro, se armó de valor y miró el hermoso corcel negro que le aguardaba para viajar, el rostro se le iluminó brevemente con una sonrisa animosa. Sin querer mostrarse débil, esperó que sus tobillos fueran liberados y montó con agilidad tan solo para trotar un par de zancadas y decidir que no quería hacer el recorrido a caballo. Sin duda, si la noticia ya se conocía en la ciudad, cientos de miradas curiosas acompañarían su paso por las calles. Solicitó un carruaje cerrado para no ser visto por nadie.

-No seas imbécil- gruñó Thor- No voy a comenzar a soportar tus caprichos.

¿Qué diablos se traía su hermano con tanta agresividad en su contra? Pensó Loki y le respondió con serenidad que él ya estaba juzgado por sus crímenes, que aquella concesión solo era temporal y que de ninguna manera se consideraba libre, así que no encontraba motivo o derecho alguno para que se le tratara con tanta dureza. Y el carruaje, aunque hiciera mas lento el viaje, lo prefería no por capricho sino por seguridad de su bebé.

-Su carruaje está listo- anunció un guardia, señalando el transporte al que Loki acudió de inmediato.

Thor indicó a la comitiva que avanzaran, mientras subía su capa de pieles hasta cubrir su cabeza y su rostro. No era que le molestara la nieve que comenzaba a caer esa tarde, sino que así indicaba a todos que no deseaba hablar con nadie, que le dejaran en paz.

El viaje no podía ser mas pesado ni tedioso, nadie hablaba, nadie cantaba, nadie hacía una broma, la marcha estaba llena de un silencio espeso. Abandonaron bien pronto las construcciones últimas de Asgard antes de enfilar sobre el puente del mar eterno, cuya maravillosa vista embelesó al rubio y le hizo suspirar. Pensó en Jane Foster, su adorada mortal, a la cual no veía hace tiempo, ocupado en batallas y política entre los nueve reinos, se sorprendió que antes de aquel suceso inesperado, muchas veces había imaginado que Jane viajaba hasta su mundo y en cuanto le gustaría compartir la excelente panorámica que el puente les daba, con los dorados techos por un lado y el verde bosque por otro, coronado por montañas nevadas. Su destino de ese día. Pero no le emocionaba mucho en ese instante... se alegró que la científica estuviera lejos y no se enterara de los terribles remordimientos que le acometían desde que sabía que su hermano estaba gestando.

Loki abrió la cortinilla del carruaje para gozar también de la brisa del mar. Estaba animoso, podría decirse que estaba muy contento, y el sanador que le acompañaba por indicación de su madre, le repetía maravillado que ya no tenía fiebre y que su semblante era más que saludable. Sonrió y gozó como un niño pequeño de los cielos cubiertos de nubes grises, de la nieve y el helado viento, sacó la cabeza todo lo que pudo y abrió la boca para atrapar los copos con la lengua, era finalmente maravilloso poder sentir en la piel al clima invernal.

Los ojos de esmeralda se fijaron de pronto en otras dos gemas azules que le miraban con desprecio. Dejó de sonreír y le sostuvo la mirada con reto. Varios instantes duró esta especie de batalla de resistencia, la cual perdió Loki al sentir que todo le daba vueltas y se llenó de náuseas.

-¿Pero qué diablos me pasa?- cuestionó al sanador.

-Son los malestares normales, Señor... los malestares del embarazo.

-¿Cómo los de una mujer?

-Eso supongo.

Thor se preocupó al ver como el gesto se le descomponía a su hermano y prisionero, su tez perdió el color y de inmediato regresó dentro del carruaje, pero no hizo el menor intento por averiguar qué le sucedía. Sin embargo, su mente comenzó a repasar los días pasados en Midgard y como, las charlas, las expresiones de los vengadores sobre Loki, que hasta ese momento le eran absolutamente irrelevantes, aparecían de pronto sospechosas ante sus ojos. Sabía que su hermano menor era absolutamente capaz de encantar a cualquiera y entre todos, seguro habría siempre al menos uno dispuesto a intentar conquistarlo. ¿Y si uno de ellos había sido quien logró que Loki le regalara sus noches? ¿Fue seducido o por el contrario, se convirtió en seductor, intentando así escapar a su destino como reo criminal? Cada opción comenzaba a atormentarlo. Imaginó a su hermano besando a Tony Stark, a Clint o a Steve... eliminó a Bruce Banner porque estaba seguro que no se soportaban mutuamente... pero del resto de sus amigos dudaba grandemente... Y de Loki... seductor o seducido si se había acostado con alguno de los vengadores y las cosas le habían salido mal era cuestión de dar risa... excepto porque no le daba, no le causaba la menor gracia y por el contrario, le estorbaba en el pecho como una herdia por la que constantemente se vertía plomo derretido.

-¿Qué sucede?- preguntó al notar que el carruaje se detenía y Loki salía disparado hasta la orilla del puente.

-Solo un malestar pasajero, Alteza- indicó el sanador.

El rubio arrugó la nariz, mirando como Loki vomitaba con violencia, sin poder controlarse. Y como perdía el color hasta ponerse casi transparente, arcada tras arcada. Cuando terminó de vaciar el estómago, pidió agua con urgencia, necesitaba enjuagar el mal sabor de su boca. Regresó al carruaje y gritó al sanador que no diera explicaciones sobre como se sentía, porque le resultaba humillante.

Al anochecer, por fin traspasaron las murallas de la amplia casona. Prácticamente un palacete de descanso que pertenecía a la familia real y en el que algunas veces, en su niñez, ambos habían visitado para disfrutar de un descanso en verano. Nunca en invierno, cuando era más fría e inaccesible.

Notas finales:

Thor y Loki son un sueño hecho realidad, en muchos sentidos. Poseen un mar de profundos sentimientos por explorar.

Gracias por leer y espero sus reviews.

(Iré revisando y actualizando capítulo por capítulo.)


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