“El maestro y el alumno pervertidos”
Era un día normal en la escuela, me dirigía a mi nueva aula donde los alumnos esperaban por mí para dar inicio a las monótonas clases.
Oh, sí por cierto, mi nombre es Kim JongHyun, tengo 27 años, me mude de casa después de terminar mi maestría y licenciado, me considero un hombre capaz de aceptar y cumplir cualquier reto que se me presente, y gracias a mi duro esfuerzo durante la universidad, y que era capitán del equipo de natación, no me quejo de mi condición física, solo que un detalle no me gusta, ya que al parecer estoy teniendo las consecuencias de haber cargado cosas demasiado pesadas durante un trabajo que tuve hace tiempo y pues me quede de la estatura de un niño de preparatoria, y hablando de eso…
También doy clases de literatura en la escuela preparatoria SeongNam, además de que soy tutor del grupo; la verdad es que apenas hace unas tres semanas que me transfirieron aquí. Es increíble porque esta esta es una escuela muy disciplinada y la mayoría son muy excelentes alumnos, exceptuando a algunos.
Bueno dejando eso de lado, estoy casi entrando al aula, diviso por las ventanas del salón y como siempre me llena de gusto saber que mis alumnos están en sus respectivas bancas estudiando, sin la necesidad que yo se los tenga que decir. Ahhhh… me siento orgulloso de mi grupo.
— Buenos días, alumnos… — dije elevando un poco mi tono de voz para que todos escucharan y así fue porque enseguida todos se pararon de sus asientos e hicieron una reverencia en señal de respeto, analice un poco el salón y tomé asiento en la illa detrás del escritorio. — Bien jóvenes, empezaremos por pasar lista, así que presten atención y los quiero callados. —
— Jung Soo Yeon. — empecé a pasar asistencia.
—Presente. — recibí simplemente como siempre.
— Kwon Yu Ri. —
— Presente. —
— Shim ChangMin. —
— Presente. —
Y así me seguí hasta que llegue al nombre de cierta personita que era mi único dolor de cabeza, en esa escuela.
— Kim KiBum. — de verdad que ese rubiecillo oxigenado me sacaba canas verdes de verdad que era un vándalo, solo que no sé porque es que todavía no lo sacan de esta escuela, si hace “pequeña” travesura y una “simple broma” a cada maestro que le regañaba. — Kim KiBum… — volví a repetir pero no recibí ninguna respuesta, así que ese niñato otra vez no asistió a clases, por lo cual le puse falta, continúe el pase de lista hasta acabar, me detuve a observar el nombre de Key, que como he oído que así muchos lo llaman, tiene más faltas que yo en todos los años que tuve como estudiante.
Decidí dejar de lado eso y continuar con mi clase, así me serviría para distraerme un rato de ese vándalo.
*~*~*
Ya había sonado el timbre que daba aviso de que la hora, o más bien los 50 minutos, habían terminado. Un poco despreocupado tomo mis cosas que regué por todo el escritorio y veo a los alumnos espabilarse, parándose de sus asientos estirándose, debe ser cansado estar por cincuenta minutos sentados en la misma posición, durante casi todo el día y todos los días.
— Bien chicos, hasta luego y recuerden que más tarde nos vuelve a tocar clase y veremos los que nos faltó de este tema, y por ahí les voy a encargar una tarea en equipos, así que váyanse poniendo de acuerdo o yo los pondré como quiera — dije sonando un poco intimidante pero sin llegar a serlo de verdad, y en cuanto a ellos, rápido se fueron a sus grupitos de amigos, poniéndose de acuerdo.
*~*~*
Ya era mediodía, así que partí para ir de nuevo al salón tutorado que tenía, cuando entre vi que todos ya estaban sentados en equipos, lo cual me sorprendió un poco, pero así mejor sé que mis alumnos trabajan bien así que no tengo nada de qué preocuparme.
— Buenas tardes chicos, tomen asiento por favor — dije pues otra vez se habían puesto de pie. — Bien ahora retomaremos el tema y les diré cuál será la tarea. — no hubo necesidad de pasar lista, puesto que ya lo había hecho en la hora anterior.
Terminamos con el tema y me dispuse a darles la tarea que no era muy pesada para ellos supongo.
— Bien chicos, la tarea consiste en hacer un ensayo sobre los grandes exponentes de la literatura del XIX, y si no quieren redactar en hojas y hojas, pueden decirme si quieren usar diapositivas, para pedir el aula de computo, ¿quedo claro? —
— Si Profe’ quedo claro — respondieron todos al unísono y unos instantes después se escuchó el chirrido de la puerta del salón abrirse, y al ver quién era el que entraba, quede entre sorprendido y muy molesto pues se trataba de es rubiecillo oxigenado que se creía el todopoderoso y el mandamás en toda la escuela.
Paso sin decir una sola palabra como si no le importara mi sola presencia de autoridad estudiantil, y como si nada va y se sienta en su pupitre bajo la atenta mirada de todos, incluyéndome. Y al parecer sin que se dé cuenta lo sigo y una vez que él está sentado con ambas manos golpeo fuertemente en su escritorio y del sustito que le pegue dan un casi imperceptible saltito en su lugar.
— Joven Kim, ¿Qué horas son estas de llegar? — dije afilando un poco mi mirada y tratando de parecer lo más intimidantemente posible, porque con todos soy muy bueno, alegre y carismático, pero cuando me buscan, me encuentran. — ¿Huuummm? —
— Buenos días, viejo…— dijo muy despreocupado.
— Eso es, deberías comenzar el día con un saludo… E-espera un minuto… ¡Si ya es más del mediodía! — ¡Rayos! ¿Por qué me pongo nervioso cuando estoy cerca de esta presumido? ¡Arrrggg! — Veo que llegas al final del día, ¿Cuántas veces tenemos que pasar por esto? A pesar de que te deje libre todo este tiempo, créeme que hay un límite — con lo último trate de sonar otra vez un poco intimidante ya que había bajado un poco mi tono de voz.
Y lo único que hizo fue darme una mirada despreocupada, pero a la vez penetrante en mi ser, por un instante creí perderme en esos felinos ojos, algo tenía ese chiquillo que con solo esa mirada hizo que me estremeciera violentamente.
— ¡D-de todas formas…! — genial, ahora ya no sabía ni que decirle, vendito rubio tinturado, ¡¿qué me has hecho?! — La p-próxima vez tendré que…—
*Ding Dong*
La campana otra vez sonó y todos los demás empezaron a guardar sus cosas y retirarse al segundo receso correspondiente sin darme tiempo a seguir hablando.
— Joven Kim, ¿A dónde va? — dije al verlo casi corriendo hacia la puerta del salón.
— Es receso Profe ¡adiós! —dijo sin más saliendo y dejándome con la palabra en la boca.
— ¡E-espera!... — ¡Rayos, maldito niñato!
*~*~*
Después de eso decidí mejor ir a la sala de maestros a tomar un ligero descanso antes de tener que volver a clases. Estaba checando las calificaciones del último examen que había aplicado al grupo tutorado, que por cierto era 3°B, hasta que me topé con un examen del cual no me creía que esa persona hubiera sacado esa calificación.
— 95 aciertos de 100… Wow… — susurre un poco sorprendido, porque a pesar de que en mi clase eran muy inteligentes, solían sacar no más de 87 puntos y eso era la mayoría, me detuve a ver de quien era el dueño de ese examen y mi sorpresa fue más grande a ver que era de mi dolorcito de cabeza rubio. — Kim KiBum… pero mira nada más... Sus notas no son tan malas…*suspiro* si tan solo su actitud fuera así de buena…— lo último lo dije en mi mente mientras me recostaba un poco en el respaldo de la silla.
— También están… esos ojos gatunos… es como si mirara a todo el mundo por debajo de él… se siente extraño cuando me mira así… comienzo a temblar, en realidad tengo este extraño sentimiento debajo del estómago… ¿Qué soy, gay o algo así?, No… pero él lo hace tan confuso… además él es mi estudiante… ¡No, esto no es bueno!... — seguía sumergido en mis pensamientos hasta que alguien los interrumpió.
— JongHyun-Sasaengnim… ¿Está libre?... — dijo el profesor de Ciencias.
— Ummm, Si… — conteste simple pero con tono amable en mi voz.
— Es sobre en Joven Kim KiBum de su clase…— me alarme un poco al escuchar su nombre, ¿Se habrá metido en problemas?...
*~*~*~*
Pov’s Key
Estaba sentado en las escaleras de la escuela solo que esta parte no era muy concurrida así que aquí podría fumar tranquilamente, estaba sumergido en mis pensamientos cuando el sonido de las campanas se hizo escuchar por toda la escuela y rompiéndome los tímpanos como era costumbre, así que apague lo poco que quedaba del tabaco y me levante dispuesto a volver a las clases.
— Hora de volver…— dije al aire y empecé a caminar rumbo al salón de clases hasta que algo que oí me detuvo.
— Um, Kim KiBum de la clase 3°B, favor de acercarse a la sala de orientación a estudiantes… Repito, Kim KiBum de la clase 3°B, favor de acercarse a la sala de orientación a estudiantes… — Escuché esa chillona y un poco-bastante- molesta voz por los parlantes y sonreí ladino y guarde cierto aparatito en mi mochila que quizá podría servirme después, ya que más o menos estaba seguro de con quien me encontraría en esa bendita sala.
*~*~*
Lentamente iba caminando hasta estar frente a la dichosa puerta y de a poco la fui abriendo, y cuando entre no fue sorpresa encontrarme con el Profe de literatura sentado en una de las sillas que estaban alrededor de la única mesa en esa sala.
— Ah, ya estás aquí, toma asiento…— y me señalo la silla que estaba de frente a él y que nos separaba la mesa.
— ¿Qué quiere? — dije algo cortante. — No, más bien “¿Qué quiere de mí?”… — ahora lo dije con tono burlón tomando asiento.
— Sabes exactamente porque estás aquí…— al parecer se tensó un poco jajaja lo voy a hacer sufrir un poquito más. — He oído… que te saltas mis clases para fumar en el baño…— hablo esta vez un poco más relajado — ¡Y al parecer esto ocurre solo durante mis clases! — Dijo elevando su voz pero sin llegar a parecer molesto, kekeke veremos hasta cuando soporta — ¿Has estado tonteando, no? —
— Y… ¿Entonces… que? — dije frio y algo cortante.
— U-uumm, bueno también comencé a fumar en la escuela preparatoria, así que no te molestare para que lo dejes…— bueno, ok eso me descoloco un poco pero no deje que lo notara, así que seguía expectante esperando a que continuara. — Pero al menos muéstrate en clase regularmente, ummm como debería decir esto…—lo corte antes de que siguiera hablando, ya me estaba dando sueño.
— Tu clase es aburrida…— dije sumamente engreído y con burla mientras una sonrisa socarrona se posaba en mi rostro, mientras el parecía más molesto y antes de que dijera otra cosa volví a hablar — Tal vez, si te inclinas y me ruegas con algo como, “Haré lo que sea para conseguir que estés en mi clase”, consideraría entrar…— dije con demasiado tono de burla en mis palabras. — ¿Terminamos? Me voy entonces…— dije levantándome de la silla, aprovechando que él estaba un poco ido de este mundo y no reacciono hasta que estuve con en la puerta para salir de ahí.
— ¡Hey! ¡Espera! ¡Kibum-ssi! — y antes de que terminara de abrir la puerta, golpeo algo fuerte esta y termino cerrándola de nuevo casi acorralando contra él y la pared, casi. — ¡¿Dije que podías irte?! — dijo molesto, solo me limite a sonreír de lado.
— Sabes… no me estoy burlando de mis mayores…— hice una pausa y el me vio con cara “Ajá si, y yo me chupo el dedo” sin embargo continúe — Solo me burlo de ti — y ahora creo que sonreí pero de manera natural, no se eso fue involuntario, pero fue como la cerecita del pastel para él.
— Tú… deja de burlarte de mí…— ahora sí que estaba molesto pero no me importo, lo que me sorprendió fue que me agarro del cuello de la camisa.
Aun que, cuando veo sus ojos de cachorro, me provoca un extraño sentimiento… No puedo… No puedo… dejar de llevarme por ellos y quedar hipnotizado.
— Déjame ir — dije antes de perderme completamente en esos orbes achocolatados.
— Los mocosos arrogantes como tú…solo se les puede enseñar una lección a través de la fuerza…— Estaba agitado y molesto, perfecto, el juego ha empezado…
— Recurrir a la violencia ¿Eh? Se lo diré a mis padres… — lo amenacé aunque tampoco lo creo capaz de pegarme. — O vas a…— y mis palabras se quedaron atoradas en mi garganta cuando sentí que me robaba un beso, de la impresión lo primero que hice fue un ataque de autodefensa personal y termine golpeándole la pierna derecha.
— Oh, ¡mi pierna! — lo siguiente que hice, con mi gran elasticidad y aunque no lo pareciera mi suficiente fuerza, le di un “leve” empujón con el pie en el hombro, tirándolo al piso. — KiBum… ¿Pero qué…? — y una vez que estaba ya en el piso coloqué mis piernas a ambos costados y me senté sobre su cóncavo vientre, estaba todo rojito de la cara era un espectáculo digno de apreciar.
— ¿Entonces que querías decir con “Por la fuerza”?... Creo que has estado viendo demasiado porno, ¡Profesor sucio!…— y volví a sonreír ladino ante su ataque de nervios. Me moví un poco para estar más cómodo y sin querer nuestros miembro se rosaron, eh de decir que aunque no lo parezca ese contacto me gustó mucho y más cuando el ronco gemido que se escapó de su boca. — Mmhhh, veo que alguien ya se despertó… ¿Así que ser abusado por un estudiante te enciende, eh? — Dije sonriendo, esto me estaba empezando a gustar… — No te muevas… — prácticamente le ordene eso. Y de a poco fui descendiendo mi mano hasta el cinturón de su pantalón y lo desabroche rápidamente mientras habría el botón y bajaba un poco el cierre, y cole mi mano dentro de su bóxer. — Wow, sí que eres grande…— bien ahora sabía que después de esto me iba a doler el culo un buen rato ahhhh… *suspiro*.
— K-kiBum… deten…te…— decía con la respiración entrecortada mientras terminaba de bajar el zipper y bajaba su bóxer dejando libre al gran pedazo de carne que se alzaba gloriosamente frente a mí.
— ¿De qué estás hablando? Tú comenzaste esto… Ahora acéptalo como un adulto…— dije eso ultimo y comencé a lamer esa enorme cosa frente a mí, aunque no era un experto en esto, puesto que jamás lo eh hecho, los he visto en videos y tengo más o menos la idea de cómo hacerlo y al parecer está surtiendo efecto, siento como el glande va aumentando de tamaño, diablos, todavía no está completamente erecto comienzo a dudar en si seguir, no vaya a ser que esa cosota desgarre mi bello y firme culito, para distraerme de eso seguí haciéndole la felación.
— Aa-ahhhh……— increíble todavía le falta crecer al condenado ¬¬’ siento que, con un poco de timidez, pone su mano sobre mi cabeza y comienza un vaivén más rápido, lo siento estremecerse debajo de mí y sé que pronto se vendrá, así que lo hago lo más rápido posible. — ¡¡¡¡¡AAAAHHHHH!!!! — otro gemido más fuerte y siento como se liberaba un líquido espeso y caliente en mi boca, él había explotado. Intentó tocarme pero aparte con un leve manotazo su mano…
— ¿Qué dije? No te muevas… No te dije que me tocaras — lo dije mientras me iba quitando en suéter del uniforme.
— Tú…vas a…ahh~… metérmelo…? —todavía jadeante por el reciente orgasmo pregunto.
— Eso de ninguna manera ocurrirá… ¡¿Quién querría meterlo en alguien como tú?! — me terminaba de bajar el pantalón junto con el bóxer y volví a ponerme como estaba, tomé su miembro y poco a poco fui bajado mis caderas hasta que de una solo estocada me auto penetre sin ninguna preparación y dolía como mil demonios, siendo peor aún mi primera vez.
— Ahhh… Dios… Kibum e-eres… tan estre…cho… — dijo sumamente excitado y por primera vez se me subieron los colores a la cara.
— ¿C-cómo… se siente…hacer e-esto con un estudiante…? — pregunte por demás excitado, al igual que él y como solo me había dejado la camisa blanca escolar desabrochada, para que pudiera ver mi torso desnudo estaba demasiado excitado.
— E-es tan bueno…. ¡Ah! Estoy…. — ya no me dolía tanto así que comencé a auto penetrarme, Oh My Gosh!, se sentía tan bien y daba bastantes jadeos para excitarlo más, estaba totalmente rojo de la cara, lo sentía.
Se sentía tan bien el oír el choque de nuestros cuerpos que ya estaban perlados de sudor y ahora junto con mis auto penetraciones, se unían las estocadas que me daba JongHyun hasta que sentí como algo era tocado en mi interior, realmente se sentía también que quise que le diera más veces ahí.
— Oh My… Si dale ahí… más… más dale más ahí, duro con fuerza…. Oh si… ahhh ahhh~~ — de un momento a otro ya tenía mi espalda contra el piso y a JongHyun encima de mí. — Ahhh… Idiota… — intente decir algo más pero mi irregular respiración no me dejo, estaba casi sin aliento.
— Lo siento pero, ¡no puedo detenerme ahora! — llevo mis rodillas casi rozando con mis hombros y daba estocadas más profundas, si es que se podía, y sentí esa corriente eléctrica en mi bajo vientre, avisando que el final llegaría pronto.
— ¡M-me… vengo! — dijo dando una última estocada y corriéndonos al mismo tiempo.
— ¡Aaaaahhhh!~~ —
*~*~*
Pov’s JongHyun
…Lo hice
………
Dios soy un criminal…
Estaba hecho un ovillo en la misma sala donde le había hecho “eso” a ese engreído, presumido, hermoso y perfecto rubio manipulador.
— Sasaengniiiim~ — escuche una vocecilla algo chillona que me llamaba y cuando voltee vi que era ese rubiecillo. — ¿Sabes qué es esto? — dijo mostrando lo que parecía una grabadora compacta presiono un botón y se empezaron a escuchar unas voces…
>>“Los mocosos arrogantes como tú, solo se les puede enseñar una lección a través de la fuerza…”<<
Me alarme al notar que era la conversación que habíamos tenido el día de ayer antes de hacer “eso”…
— Si no quiere que esto salga a la luz… — dijo mostrando burlonamente el aparatejo frente a mí. — vendrás aquí todos los días después de la escuela… ¡Para un “entrenamiento especial”¡ — dijo de repente, creo que entiendo a qué se refiere con “entrenamiento especial”.
— ¡De acuerdo! — y de repente mi ánimo estaba por los cielos, cuando lo observe había volteado su cabeza para no mirarme a la cara, pero aun así pude notar un pequeño sonrojo que tenía y no pude más y le dije… — ¿Quieres empezar desde hoy con el “entrenamiento especial”? — le pregunte pícaro y enseguida volteo, su cara estaba súper rojita y como no pude resistirme más me lance cual perrito encima de su dueño.
— Pervertido… — dijo frunciendo levemente la boca, lo cual me parecía muy adorable y tierno.
— ¡Oh, Por cierto! ¡Feliz Cumpleaños Bummie!... — dije recordando que lo había leído esta mañana cuando volvía a revisar su expediente.
— ¿C-como lo sabes? — pregunto con un tono entre molesto, sorprendido y avergonzado aumentando su sonrojo y con eso basto para lanzarme sobre él y hacerle lo que hicimos ayer en esta misma sala. — ¡¿Q-ue haces?! —.
— Nada solo voy a darte tu regalo de cumpleaños…—
*~*~..:::FIN:::..~*~*