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No hay miedos en tus brazos por Matildespitzenberger

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Notas del capitulo:

Hola! sé que debo continuar una traducción pendiente, pero aún sigo con la universidad, así que puede que la próxima semana actualice. Por mientras disfruten este one-shot :) 

 

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@Matilspitzenber

 

Luhan tenía mucha paciencia, eso Minseok lo sabía muy bien, el problema era que esperaba que esta fuera infinita.

 

Su relación había comenzado simplemente por los constantes acosos del chino, esas caricias fuera del rango de la amistad, lograron despertar en él una alerta que pronto se confirmó. Luhan era de pocas palabras pero aún así cumplía su objetivo de poder transmitirle al mayor, cuanto le interesaba e importaba por sobre el resto,  mediante esas interacciones que para las fans, no eran más que una de las tantas infidelidades de un ciervo hipersexualizado.

 

Pero en su mirada siempre había algo más, era un pozo profundo y lleno de emociones, el cual ponía de nervios a Minseok. Cuando chocaban sus visiones, era como si él no pudiera corresponderle ni siquiera con una sonrisa, cuando le tocaba la piel le ardía, y cuando estaba cerca, no bastaba con voltear, porque sabía que estaba atrás de él, cuidándole. Era tanta la carga emotiva que desprendía el muchacho, que él no lo podía tolerar.

 

Y por eso, últimamente le evitaba.

 

Correspondía al muchacho, si. Pero le asustaba no hacerlo con la misma intensidad, y creía que no merecía tales cuidados o atención, él solo era un chico normal –el más normal y poco interesante del grupo-  por eso no comprendía la necesidad de Luhan y su interés hacia él. Aferrándose a sus dudas, creía que era su culpa por tolerarlo, por no golpearle o ponerle en su lugar, quizás el amor que profesaba en silencio, no era sino uno de los tantos juegos de Luhan.

 

-¿Xiumin-sshi?, ¡Oh, ahí estás!- el chico corrió entre los miembros hasta llegar a él- ¿Estás nervioso?. Hoy ha venido mucha gente, ¿deberías, no?- habló mientras observaba al mayor arreglarse las agujetas.

 

No respondió, continuó con su labor serio, ahogando sus emociones y mimetizando su agitada respiración.

 

-Eh~ Noona ha hecho un buen trabajo con tu pelo hoy, luces muy guapo- comentó al ver como el mayor se incorporaba algo tieso y lento.

 

Seguía sin responderle y solo le echó un vistazo, en silencio asintiendo con su cabeza como forma de agradecimiento.

 

-¿Ocurre algo?- estaba vez no era su tono amable el que le hablaba, sino uno doloroso que le rozaba el oído. Luhan volvía a romper sus límites de cercanía, pero su voz y expresión demandaban una respuesta de su parte, o si no moriría a causa de la indiferencia.

 

-Debemos salir, ya- fue lo único que se le ocurrió decir para escapar de él. Le empujó sutil a un costado y se ubicó al otro lado de la habitación tratando de despejarse con los managers. Pero era imposible porque la mirada adolorida de Luhan le taladraba la nuca.

 

Durante la presentación se notó el distanciamiento por parte de Minseok, Luhan trató como siempre estar a su lado, juguetear alrededor pero no funcionó. El mayor siempre se escurría por el escenario o se dedicaba a otro miembro, prestándole a alguien más, la atención que le correspondía a él.

 

Y no había nada más que irritara a Luhan que ser ignorado, más aún si era la persona que quería. Él podría tener un rostro angelical y una personalidad perfecta y extrovertida pero dentro de las cosas que lograban enfadarle en serio, era la indiferencia, el sentirse reemplazado… el sentirse no correspondido.

 

Una vez estando en los dormitorios, aseados y preparándose para una maratón de videojuegos y chatarra, Luhan aprovechó que ganó el piedra, papel y tijeras para salir al balcón. Ver a Minseok sonreírle al resto, le dolía.

 

-¿Hyung, qué ocurre?- Sehun el siempre el primero en saber los cambios de ánimos del mayor, la verdad es que era en esos momentos en que realmente creía que ambos eran hermanos separados al nacer- Te ves muy molesto-

 

-¿Soy molesto, Sehun-ah?- preguntó con el ceño fruncido, desde lejos parecía que estaba discutiendo con el menor, ya que este adoptó la misma expresión. Si, eran bastante parecidos.

 

-¿Lo dices por Minseok?- Y recibió otra mirada dura por no llamarle hyung – La verdad es que te noto como lapa con él- le comentó

 

-Quiero estar con él, ¿es tan difícil de entender eso?- preguntó revolviendo sus cabellos con furia.

 

-Una cosa es querer estar con él y otra muy distinta es aislarlo. Luhan no dejas que hyung comparta con nadie que no seas tú- le encaró sin miedo.

 

-¿Entonces soy un egoísta?- preguntó cabreado- ¡Aish!, no me respondas- y se encerró en su habitación con un portazo.

 

La semana transcurrió y Luhan no se hallaba entre esas diez personas, bromeaba, salían, conversaban pero no era lo mismo, trataba de seguir la dinámica pero no estaba involucrado,  estaba ahogado y ese nudo en su garganta solo podría aliviarse si el mayor volvía a la normalidad con él pero las cosas estaban lejos de mejorar, pareciera ser que Minseok estaba disfrutando su distanciamiento, salía y jugaba con el resto, incluso había ido a beber junto con Kris y el manager sin él, cosa que antes se negaba a hacer.

 

-¿Estás bien?- le preguntó Lay al verlo gruñir luego de ver a Minseok adelantarse ingresando al aeropuerto para hablar con Chanyeol.

 

-Estoy perfectamente- respondió sarcásticamente saliendo del auto acomodando su bolso.

 

Caminó desinteresado entre la multitud de fans, mientras continuaba vigilando al mayor, aunque debía admitir que por la magnitud de las fans se estaba comenzando a preocupar, eran el doble que la última vez y a medida que avanzaban se hacía mucho más difícil caminar.

 

-¡Oppa!- gritó una niña  a su lado tratando de tomar su brazo pero fue más rápido y se movió casi empujando a Lay a quien no le importó, porque el también esquivaba a una.

 

Los gritos comenzaron a confundirlo y trataba de buscar a Chanyeol entre todo ese mar de chicas gritonas para ubicar al mayor pero aún encontrando al más alto, no había rastro de Minseok  a su alrededor. Y el pánico lo consumió, buscando por todos lados al más bajo, trataba de encontrar su cabeza naranja pero entre empujones y gritos solo se desorientaba más.

 

-¡Quítate!- escuchó a su lado derecho y juró también oír la voz de queja del mayor, comprobando que Minseok estaba siendo empujado y apretado por algunas fans para sacar fotos de los otros miembros.

 

Como una bestia enfurecida, alargó su brazo y atrajo al mayor a su cuerpo encerrándolo entre sus brazos para protegerlo. Escuchó algunas fans quejarse y él solo sonrió sintiéndose un ganador y más tranquilo, por tener a la persona que quería, tan cerca de él.  

 

Sinceramente esperaba que el trayecto hasta las puertas de embarque se hicieran una eternidad, necesitaba saciar su frustración, necesitaba tener ese cuerpo más tiempo con él. Y poco le importaba que pudiera estar pensando el mayor en estos momentos, ya mucho espacio le ha dado como para soportar continuar igual, ¿acaso él no le extrañaba?.

 

Lamentablemente al llegar a las puerta Minseok se alejó rápidamente de él, sin mirarle, y sin ni siquiera darle las gracias, dejándolo hecho todo un desastre y una furia. Si el mayor tanto deseaba estar lejos de él ¿porqué no terminar con esto de una vez por todas?.

 

-A la mierda- susurró dolido dirigiéndose a otro lado.

 

-¿Estás bien, Hyung?- preguntaron de pronto a su costado.

 

-S-si, no ha sido nada- respondió aún saliendo de su trance, la verdad es que aún sentía el calor y el aroma de Luhan a su alrededor.

 

-Realmente lo siento, cuando traté de buscarte ya no estabas, lo bueno es que Luhan fue más rápido- comentó siendo totalmente indiferente al colapso nervioso que al mayor estaba pasando en esos momentos.

 

-Si, que bueno…- respondió aún ensimismado en sus emociones. Se excusó dirigiéndose al baño rápidamente junto con uno de sus managers.

 

Lavó su cara tratando de bajar su presión alta, creyendo que solo así sus emociones volverían a la normalidad pero nada de eso ocurrió. Estar en los brazos de Luhan lo habían alterado más de lo que hubiera esperado y esa necesidad de volver a estar entre su cuerpo era tan grande, que se estaba comenzando a desconocer.

 

-Solo me estaba protegiendo…- se repetía una y mil veces- No debes pensar mal…- continuó tratando de convencerse que ese calor en su estómago no era más, que miedo producto a la situación desenfrenada vivida debido a las fans.

 

Al ingresar al avión trató de identificar a Luhan, quería cerciorarse si alguien se sentaría junto a él. Si bien el miedo a las alturas no es tan fuerte en los aviones, le preocupaba que por el altercado ocurrido le haya alterado y que pudiera sufrir algún ataque de pánico.

 

Los chicos le dejaron un lugar junto a Kris, dudó si sentarse o no, aún no sabía si Luhan viajaría solo. Quería cerciorarse.

 

-Luhan, está muy extraño últimamente- le comentó Kris de pronto mirándole sugestivamente- ¿Ha sucedido algo?-

 

-¿A-a qué te refieres?- realmente le asustaba la idea que el líder supiera de su relación con Luhan, aún no podía asimilarlo él como para profesárselo al resto, necesitaba tiempo.

 

-Eres su mejor amigo, no sé pensé que al menos tendrías una idea- comentó dejándolo más tranquilo.

 

-Pues no, no sé nada- respondió sintiéndose culpable, si bien el ánimo de Luhan era perceptible hasta para el despistado de Chanyeol, que Kris preguntara la razón hacía cuestionarse su actitud.

 

El simplemente se alejó porque no sabe manejar sus emociones hacia Luhan, no sabe cómo corresponderle y eso le frustraba demasiado. Pero al parecer también le estaba pasando la cuenta a Luhan, si reconsideraba los hechos ocurridos en la última semana, el chico ha estado actuando muy extraño, ya no juega con los demás, no sonríe, ni siquiera bromea y qué decir de su notable mal humor.

 

En medio de su reflexión notó la cabellera rubia del muchacho, que golpeaba continuamente la cabeza en el respaldo, aunque era discreto. Minseok sabía que Luhan estaba a pasos de una crisis. Así que de un impulso y entre el regaño de la azafata se adelantó hasta la fila del muchacho y se apresuró en sentarse abrochándose el cinturón a tientas y finalmente sin pensarlo agarrar la mano del chico entrelazando sus dedos para darle valor.

 

Luhan no dijo nada, solo se aferró a su mano instintivamente mientras despegaban. Necesitaba más que nada su calor, para volver a la normalidad. Cuando el avión reguló su postura, Luhan trató de soltar su mano pero no le dejó, acto seguido ambos desviaron sus miradas avergonzados y nerviosos y así se mantuvieron el resto del viaje.

 

Al llegar a su destino, Minseok notó que Luhan estaba algo decaído, así que con más razón permaneció a su lado, al salir el aeropuerto era un caos como de costumbre por lo que rodeó la cintura de Luhan con uno de sus brazos mientras trataba de guiarlo entre la multitud. Era irónico que luego de un par de horas los papeles se hayan intercambiado.

 

El chico no dijo nada, solo se movía gracias a él, mientras esquivaban un par de fans, al llegar a auto también se sentó a su lado preocupado por la palidez del chico y su notable ausentismo. Ahora que él le ignoraba, sentía más ganas de estar a su lado. Tenías ganas de golpearse a sí mismo.

 

-¿Luhan te sientes bien?- preguntó el manager luego de llegar al hotel.

 

-Sí, solo estoy cansado- dijo restándole importancia, sin dejar convencido al hombre.

 

-De acuerdo. Minseok compartirás habitación con él, si ocurre algo, no dudes en avisarme-

 

-Claro, Hyung- una vez que vio al manager alejarse de ellos observó la espalda encorvada de Luhan quien se aproximaba hasta el ascensor, esperándole.

 

Sabía que las cosas no podían continuar así.

 

El trayecto hasta la habitación fue en silencio, trató de seguir los pasos del muchacho, cosa que no fue difícil porque Luhan pareciera ser que se arrastraba por las paredes, aunque al llegar a la habitación fue él quien le confrontó.

 

-Vamos a dejarlo- escupió de pronto observándole por primera vez en esas horas.

 

Su reacción fue de completo desconcierto, trataba de procesar su frase y su mirada.

 

-¿Q-qué…?-

 

-Que lo dejemos, tu y yo. Fin- continuó sin una gota de compasión.

 

-¿Por qué?- era irónico que preguntara eso siendo que gracias a él estaban en esta situación- Digo, yo…- si bien se percató de su error, ya era demasiado tarde.

 

-Me ignoras, evitas mis miradas, rechazas mis caricias, prefieres estar con los demás más que conmigo, ¿quieres más razones?- enumeró dolido.

 

-Luhan, escucha yo…-

 

-Sé que soy algo egoísta, ¿pero está mal quererte solo para mí?- interrumpió ocultando su oscura mirada entre sus cabellos, mientras intentaba ahogar su llanto-¿De qué se trata todo esto Minseok? ¿Debo actuar cómo un moribundo para llamar tu atención?. Pues si es así, no estoy dispuesto a hacerlo-

 

-No, yo…-

 

-Intento entenderte pero no hayo la respuesta… al parecer no valgo nada para ti, así que lo mejor será dejarlo por la paz-

 

Minseok estaba paralizado de la cabeza  a los pies, su mente gritaba una y mil veces que se moviera, que detuviera esta locura, que le dijera a Luhan lo importante que era para él pero no podía, su boca no se movía y cuando trató de decir algo, solo un quejido salió de su cavidad, llamando la atención del otro muchacho.

 

Luhan alzó su mirada viendo con horror la imagen del mayor. Pálido, con sus pupilas dilatadas con sus manos apretadas, la respiración acelerada y un río de lágrimas que caían sin miramientos por sus ojos.

 

-Minseok…- susurró preocupado por su estado.

 

-N-no…- susurró al fin algo audible pero con solo esa palabra el pecho le dolía horrores, era demasiado peso, necesitaba sacarlo- ¡NO!- gritó desesperado, asustando al muchacho- T-tú no tienes idea lo que significas para mí-comenzó – No es que quiera más a los demás que a ti, es que con ellos, no tengo sentimientos involucrados, tampoco es como si ellos esperasen que yo les correspondiera. Es más fácil…-

 

-¿Más fácil?- repitió ofendido.

 

-Para ti es muy fácil, andar por ahí sonriéndole a todo el mundo y mostrando tus sentimientos pero yo no puedo. Me cuesta, soy inseguro,  no sé qué hacer para demostrártelo y eso… eso me asfixia- confesó- Cada vez que te acercas demuestra tu cariño y me pregunto si yo me veré igual, me cuestiono qué esperas que haga, dudo si soy lo suficientemente bueno para ti…- con la última frase se largó a llorar con más fuerzas- Y cada vez que se me vienen a la cabeza esos pensamientos… creo que si deberíamos dejarlo pero no porque no te quiera o no te aprecie… si no porque no soy lo suficientemente bueno para ti-

 

Y en ese entonces sintió que debido a la carga emocional sus piernas le fallaban pero Luhan siempre era más rápido, así que lo atrapó dulcemente en sus brazos hundiendo su rostro en la curva de su cuello.

 

-¿Por qué yo, Luhan?- preguntó tristemente. Mientras disfrutaba de la cercanía del muchacho.

 

-¿Por qué no?- cuestionó acercándolo más a él- Eres perfecto… -

 

-No, no lo soy… tengo demasiados defectos, partiendo porque no soy capaz de decirte nada-

 

-Pues ahora mismo acabas de romper tu record- jugó mirándole traviesamente, la verdad es que con la primera palabra había quedado más que feliz- No necesito que seas mimoso, ese es mi trabajo. Solo necesito que me digas o me hagas alguna señal para saber lo que quieres, así no tendrás que soportar tanta presión…-

 

-Necesito que me beses- dijo de pronto logrando que el ambiente se cargara de emociones.

 

Lo que Minseok le pedía era que le diera su primer beso en lo que llevaban en esa relación, luego de meses tratando de doblegar las defensas del mayor se había rendido y si antes intentaba al menos robar un beso de sus esponjosas mejillas, luego pasó a concentrarse en tomar de sus manos o aprovechar los caos en los aeropuertos y abrazarlo sin remordimiento alguno… pero ahora que después de tanto tiempo desear probar sus labios, se había quedado sin material para continuar.

 

Le miró seriamente tratando de encontrar algún remordimiento en sus ojos marrones pero lo único que vio fue decisión, deseo y le eso gustó. Su cuerpo tembló, su boca se secó y su corazón no paraba de saltar de la felicidad.

 

Minseok apretaba su manga mostrando la urgencia de su petición, y eso que solo era una muestra de ello, porque por dentro se moría por fundirse nuevamente entre sus brazos. Una vez que probó ese calor corporal del muchacho sentía que no podría vivir si no lo sentía nuevamente.

 

A lo único que atinó Luhan en ese momento fue a rodear la cintura del mayor y a besar con sutileza su mejilla derecha, la verdad es que antes que degustar sus labios siempre quiso tomar sus mejillas, sus esponjosas y blancas mejillas. Besó una y luego la otra con travesura logrando que el mayor riera por las cosquillas y se sonrojara en el acto.

 

-Te quiero- susurró antes de tomar sus labios.

 

Primero fue solo un roce delicado, luego los presionó acercando aún más la figura del mayor hacia él, mientras el otro rodeaba su cuello con lentitud. Sus besos eran pequeños piquitos que sonaban por la habitación. Minseok sonreía por lo infantil que estaba tornando aquel beso, la verdad esperaba otra cosa, quizás algo más osado pero para ser el primer intento estaba bien, le daba mucha confianza y ternura.

 

Y cuando creyó que acabaría, Luhan atacó mordiendo su labio inferior para invadir su cavidad con necesidad. La delicadeza había paso a segundo plano, tanto para el beso como para el agarre de su cintura, ahora parecía un ser hambriento y desesperado, meneaba su cabeza de un lado a otro buscando el ángulo perfecto para poder profanar aún más la boca apetecible de Minseok, mientras él trataba de seguirle el ritmo.

 

El aire le faltaba y las cosquillas nacían en su estómago mientras allí abajo se tornaba algo caliente. Ahora si era cómo se lo imaginaba. Las manos de Luhan, viajaban por su espalda tratando de atraerlo más a él, si es que era posible. Cuando notó que el aire le faltaba descaradamente viajó hasta su cuello exprimiendo los primeros gemidos de la boca inexperta de Minseok.  

 

Saboreaba su quijada, el largo de aquel angosto pero corto cuello y se detenía en su manzana notando como esta vibrada al mismo tiempo que otros gemidos se escapaban de su boca. Minseok no lo había notado hasta ese momento pero las manos de Luhan estaban perfectamente agarradas de su trasero provocando que sus entrepiernas se rozasen con atrevimiento. Si se detenía a pensar, eso ya era demasiado, pero el espasmo vivido bastó para desconectar su razón, y entre gemidos mostrarle con una sonrisa provocativa al otro cómo le había gustado.  

 

Ambos se sentían completos, algo saciados y retomando esa conexión que tanto les destacó. Minseok le miró sinvergüenza, sonrojado y encantado por las nuevas sensaciones vividas. Con Luhan a su lado podía hacer cualquier cosa, incluso bajar sus defensas y romper sus miedos.

 

Luego de verse de alguna forma excitados, ahora el que devoraba la boca del otro era Minseok, la sensación de ser comido le encantó pero ahora quería ser él, el que probase parte de la esencia de Luhan. Claro que este no se la dejó tan fácil, al poco tiempo ambos peleaban por el dominio del otro y eso llevó las cosas a otro nivel. La temperatura aumentaba así como también la osadía.

 

Luhan no se iba a dejar vencer, así que a modo de sumisión lo lanzó a la cama y tomó sus muñecas prisioneras, mientras degustaba sus labios con prisa. Su cuerpo encarcelado reaccionaba por sí solo, una voz le decía que ya era suficiente pero su cuerpo decía lo contrario, incluso hasta él se había extrañado al tocar el trasero de su pareja entre los besos, es que esa sensación de sus caderas al chocar lo volvía loco.

 

Nuevamente Luhan tomó la delantera, al notar cómo Minseok gemía al sentir sus entrepiernas tocarse, así que separó sus piernas y se posicionó entre ellas moviéndose a un ritmo que pronto hizo que ambos perdieran la razón.

 

-Luhan…- susurró Minseok luego de sentir como la boca traviesa de su pareja de escurría por su torso atrapando uno de sus pezones.

 

-¿Quieres que me detenga…?- le preguntó asustando por la respuesta, la verdad es que estaba demasiado excitado como para tener la disposición de alejarse.

 

-No… quiero…- habló avergonzado, hallando una forma de transmitirle su necesidad. Tomó una de las manos de su novio y la posicionó sobre su erección- Quiero...- susurró moviéndose urgentemente sobre ella.

 

Luhan no quiso perder el tiempo y antes que el joven pudiera arrepentirse por su petición, tomó la erección del mayor en su mano y devorando su sensible cuello, comenzó su manuable labor. Si el muchacho antes se retorcía bajo su cuerpo ahora parecía estar poseído por el placer, aunque trataba de callar sus gemidos y calmar el comportamiento extraño de su cuerpo, el placer ganaba por sobre todas las cosas. Y sinceramente, no le molestaba.

 

Aún así no quiso ser el único en ese estado y nuevamente se atrevió a doblegar sus miedos, y con una maniobra que no esperaba también tomó el miembro de Luhan entre sus manos, enfrascándose ambos en un ritmo frenético y coordinado, apaciguado por sus besos y miradas ardientes por el placer.

 

Ambos llegaron al clímax, manchando sus prendas pero con una satisfacción tan grande que eso era lo de menos. Los besos no cesaron y Luhan puso especial énfasis en los últimos, solo para calmarle un poco, porque notaba que el autocontrol volvía apoderarse del mayor.

 

-No tienes que restringirte tanto…- susurró rozando sus narices con dulzura- Puedes decirme lo que quieras, cuando quieras- le tranquilizó- Solo espero que seas tú…-

 

Minseok le miró dudoso por un segundo y ocultó su rostro en el hueco de su cuello e inhaló su suave aroma como si su la vida dependiera de ello.

 

-Yo también, te quiero- susurró en dirección a su oído, llevándose al cielo el alma del otro muchacho.  

 

-Creo que me enojaré más seguido contigo- bromeó encantado recibiendo un par de golpes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Qupe tal? dejen sus comentarios. Nos leemos pronto! :D


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