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Circle of time por Nancyns4

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Notas del fanfic:

Hola amigos y amigas lectores, nuevamente me reporto con un nuevo fic, espero sea de su agrado es el primero que hago de este anime asi que no sean muy crueles conmigo xD, sin mas que decir me despido, nos vemos despues con nuevos capitulos ;)

 

los personajes de Fullmetal Alchemist (鋼の錬金師 Hagane no Renkinjutsushi)  no me pertenecen son propiedad de 

Hiromu Arakawa.

Notas del capitulo:

Hola amigos mios :D aquí les dejo un nuevo fic espero sea de su agrado :) es el primero que escribo de este anime, pero aun así espero que les guste hehe sin mas que decir me despido ;) nos vemos despues.

 

Circle of time

Capitulo 1

“¿Dónde está Al?”

Todo lucia tan borroso, muy a penas lograba identificar todo lo que estaba a su alrededor. Primero se encontraba en la habitación la cual compartía con su amante Roy Mustang, el hombre frente a él parecía estar diciendo algo pero simplemente no escuchaba nada, era como estar aturdido, todo el ruido se había ido, simplemente no escuchaba nada, solo observaba el movimiento de los labios del hombre más grande, y después de un momento desapareció pero poco después estaba nuevamente frente a él, cargando en una de sus manos un viejo saco rojo, uno el cual no había utilizado desde hace mucho tiempo ¿por qué se lo estaba dando? Si él no lo necesitaba.

Las calles estaban solas y no se lograba saber la hora a menos que miraras un reloj, ya que el día estaba nublado, espesas nubes cargadas de agua impedían que los rayos solares los alcanzaran.

El chico se encontraba en el interior de un auto, estaba sentado en el lado del copiloto, Roy estaba manejando, a eso lo explica todo era su auto, pero ¿A dónde lo llevaba?  El auto se detuvo debido a una luz roja y eso lo aprovecho el pelinegro, ya que dedico su mirada hacia el chico que estaba a su lado.

-Edward…- dijo el mayor con voz llena de preocupación, tomo la mano del más joven.- ¿está bien?-

Ed aparto la vista de la ventana, algo desorientado miro a Mustang, ahí se encontraba, su oscura mirada lo miraba de manera preocupada, aun seguía tomando su mano, pero no sentía nada todo estaba fuera de la realidad, parecía como si todo fuera un sueño, el chico no dijo nada solo se dedico a mirarlo, aun que para su gusto todo lucia borroso.

El ojinegro no dijo nada, aparto su mirada y la dedico nuevamente hacia el frente, ya que la luz se había vuelto verde, soltó la mano del más joven ya que necesitaba de las dos manos para conducir correctamente, el no quería provocar un  accidente, ya habían perdido mucho durante un día.

-todo va a estar bien Ed.-soltó el ojinegro, su mirada a un seguía en frente, pero nuevamente no recibió ninguna respuesta, todo estaba en silencio, el joven a su lado parecía un fantasma, muy apenas y se sentía su presencia.

-“¿un cementerio?”-se pregunto mentalmente el chico, apenas iban entrando al lugar, pero ¿Por qué se encontraba ahí? ¿Quien había muerto? Además y más importante, ¿Por qué Roy estaba tomando su mano? Que no se suponía que su relación aun era un secreto, la sociedad no la vería de la mejor manera, y eso perjudicaría de cierta manera la reputación del General Mustang, así que ¿por qué el muy idiota se estaba arriesgando de esa manera? El no lo entendía, nada tenía sentido, absolutamente nada. Edward por seguridad de ambos, intento deshacer el agarre, pero el ojinegro se lo impidió, al contrario en vez de aflojarlo lo hizo más fuerte, esto desconcertó más al joven, era muy raro que de la noche a la mañana el General se comportara de esa manera, pero si él quería insistir, entonces él no lo impediría, solo deseaba que eso no le afectara, él quería que el bastardo llegara a la sima, que realizara su sueño.  

Pronto llegaron a un cierto punto en el cementerio, un gran agujero oscuro ya hacía en la tierra, esperando a que fuera rellenado  por el cajón que los seguía desde atrás, era de madera y negro con uno que otro grabado, la verdad no lograba distinguir bien, pero algo le seguía carcomiendo la conciencia, ¿Quién era? ¿Quién se encontraba en el cajón? Al parecer era alguien importante, ya que muchos de sus conocidos se encontraban en el lugar, unos estaban en pleno llanto, otros se hacían los fuertes para no mostrar debilidad, y los demás, supuso que estaban presentes por pura curiosidad, ya que sus rostros no mostraban emoción alguna.-“¿yo lo conocía?”-se pregunto ya que observo a su amiga de la infancia, ella se encontraba presente y era una de las más afectadas, y eso comenzó  a asustar al rubio.

-“Esperen si Winry estaba ahí entonces ¿Dónde estaba Al?”- nuevamente se cuestión, empezó a buscar con la mirada a su hermano pequeño pero no lo encontraba, ¿Dónde se encontraba?

-Ed…- se escucho la voz de Mustang, lo cual hizo que parara su búsqueda, lo miro algo confundido.- ¿quieres decir algo antes de que lo entierren?-le cuestiono al ojinegro mas no obtuvo respuesta alguna, el chico solo lo miro con ojos desconcertados, claramente estaba perdido ¿Cuánto tiempo había pasado? Ya lo iban a sepultar y él ni cuenta se había dado.

Roy suspiro en derrota y solo negó con la cabeza dándole a entender a los presentes que podían proseguir con el entierro.

-Roy…-se escucho la voz rasposa de Edward.

El ojinegro rápidamente presto atención a la persona que lo llamaba-¿sí?-

-¿Dónde está Al? No lo veo.-cuestiono con voz inocente, el solo quería saber dónde estaba su hermano.

-Oh Ed…- se lamento el General, sin ser consciente de sus actos desvió la mirada hacia el ataúd que estaban sepultando.-Ed escúchame.-

El chico lo miro con atención.-todo va a estar bien ¿sí?-le dijo, mostrándole una mirada llena de dolor.-no sabes cuánto lo siento amor…-

-¿Por qué me dices eso?-le cuestiono nuevamente.- ¿Dónde está Al? Solo dime donde esta.-

-Ya no lo recuerdas Ed…-soltó al momento que lo tomaba de los hombros.-se que es difícil pero tienes que aceptarlo, no te dejare solo, además al sigue aquí con nosotros.-

El chico lo miro, su rostro mostraba incertidumbre, dirigió su mirada hacia el sarcófago que estaban sepultando, todo se volvió en cámara lenta, solo observaba como la tierra caía lentamente y lograba escuchar el ruido sordo que hacia al chocar contra el ataúd, su mirada se agrando, y la dirigió nuevamente hacia Roy, el cual cada vez le costaba más trabajo  contener las malditas lagrimas que luchaban por salir de sus ojos.-Lo siento tanto Ed…- susurro el mayor.

Una lágrima se aventuro y salió de los grandes ojos dorados, y otra le siguió cuando por fin entendió lo que estaba pasando.-No…-murmuro.-Al…No está muerto ¿verdad?-dijo con dolor, haciendo que el General frente a él se quebrara, y lo atrajera hacia él en un abrazo protector, intentando transmitirle el consuelo que necesitaba el más joven.-lo siento…-

-Al…-susurro Ed, su atención estaba concentrada en el ataúd frente a él, sin previo aviso soltó la mano del mayor con la intención de acercarse a los hombres que poco a poco se encargaban de sepultar bajo tierra  al que decían ser su hermano.-No…-murmuro con dolor mientras sus ojos se encargaban de mojar su rostro con los cristales salinos que salían de ellos.

Grandes ojos dorados inundados en un mar salino miraban la tumba de su hermano, mintiéndose a sí mismos cuando se negaban a creer lo que observaban, simplemente no podría ser cierto, porque él había visto a su hermano unas pocas horas antes, cuando estaban dispuestos a celebrar  la victoria que el General había obtenido, el muy bastardo ya era el nuevo  Fuhrer, o eso era lo que el ojinegro le dijo, entonces ¿Qué estaba pasando?

-¡Al!-un grito de agonía salió de su garganta rasgándola al momento que Mustang lo sostenía.- ¡Alphonse!-

 

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Todo había terminado demasiado rápido, habían derrotado a todos los homúnculos incluso  él que  se hacía llamar “padre”, Edward en un abrir y cerrar de ojos lo había derrotado, y Alphonse esta devuelta en carne y hueso, el rubio alquimista apenas lo creía, ya habían pasado alrededor de un año y medio desde esos acontecimientos  y ahora su pequeño hermano estaba en un excelente estado, oh en verdad Ed apenas se lo creía, porque después de todo el sufrimiento y esfuerzo que había realizado, ahora estaba en paz, había perdido su alquimia claro, pero eso no le importaba era un pequeño sacrificio por su hermano, el aria lo que sea por él, incluso si se volviera a repetir la historia el estaba dispuesto  a dar su alquimia o incluso su vida por traer al chico devuelta, si se arrepentía de una cosa, solo era el no haber sabido antes el simple hecho de intercambiar su habilidad por el cuerpo de Al, si era una pena que tan solo eso necesitara para traerlo a la vida nuevamente, pero bueno eso había quedado en el pasado, ahora el rubio estaba enfocado en el presente uno el cual compartía con su atractivo amante al General Roy Mustang el alquimista de fuego.

Después de todos los sucesos que vivieron, Edward y Roy se dieron un tiempo para aclarar sus  sentimientos, una tarea bastante difícil para el rubio, para empezar el chico no era bueno para demostrar sus sentimientos, además el había hecho la tarea de suprimir cualquier emoción para no derrumbarse, él era el pilar de Al su castillo y si quería seguir siéndolo tenía que ser fuerte y dejar de lado el sentimentalismo, pero ahora que Alphonse era independiente y tenía una bonita relación con Winry no había ninguna necesidad de ser el chico frio y tosco como todo el mundo lo conocía, para él era realmente difícil relacionarse con personas nuevas y era un reto mucho más grande el relacionarse amorosamente con una persona que era muy bien conocido como el mujeriego de la zona, si Roy Mustang era todo un rompecorazones, y eso Ed no lo dejaba pasar de largo, pero después de un tiempo termino por aceptar al hombre y darle una oportunidad.

 

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-Roy.-dijo por decima vez esa mañana un malhumorado rubio que se encontraba frente a la cama en la cual un pelinegro se encontraba acostado con la sabana hasta las orejas.

-Solo un poco más.- murmuro Mustang.

-No Roy recuerda que Al viene a visitarnos esta tarde, quiero ir a recogerlo y quiero que me acompañes.-soltó Ed al momento que terminaba de hacerse una coleta.

-Vamos Ed si te acompañare, solo déjame descansar un poco más.-

-Si no llegas temprano a la oficina eso significa que no terminaras tu papeleo, lo cual provocara que Riza no te deje salir hasta que lo termines, y yo no quiero que pase eso, así que arriba.- dijo el rubio tirando de las mantas que cubrían el pelinegro.

-No quiero.- se quejaba el mayor al momento que tiraba de las mantas.

-Vamos no seas un niño.-

-Vamos si me dejas descansar un poco más te lo recompensare en la noche.- soltó el de la mirada oscura mientras mostraba una sonrisa picara en su rostro.

-¡Mustang eres un pervertido!- dijo por ultimo Edward, su rostro se volvió de un intenso rojo que era la envidia de los jitomates, avergonzado salió de la habitación haciéndose camino por las escaleras para llegar a la cocina que se encontraba en la planta baja.

-¡Vamos amor solo bromeaba!-se escucho el grito del pelinegro.

-¡Cierra la boca!- grito colérico el rubio mientras rebuscaba en el refrigerador en busca del desayuno.

Unos minutos más tarde Edward comenzó con el desayuno, nada fuera de lo habitual, unos huevos revueltos con un poco de tocino, el chico aun estaba algo molesto por lo ocurrido, por lo cual estaba dejando salir toda su furia al revolver el alimento sobre la cazuela con algo de violencia.-“estúpido Roy solo piensas en sexo”.-

Unas suaves manos se posaron en la fina cintura del chico mientras seguía cocinando, el rubio se sorprendió por el contacto tan repentino que en poco tiempo se volvió en un abrazo, Roy coloco su cabeza sobre el hombro del muchacho queriendo sentirlo más cerca presionándolo más sobre su pecho.

-Ed ¿sigues molesto?-pregunto el mayor en susurro sobre el oído del rubio haciéndolo sentir escalofríos.

-Ya déjame en paz.-

-Vamos no es para tanto.- respondió el ojinegro, besando la mejilla del más joven.-me encanta cuando haces tus pucheros.-murmuro de nueva cuenta.

-eres un tonto.-dijo Ed sonriendo por las ocurrencias de su pareja.-anda que ya serviré el desayuno.-

-huele bien.-

-lo sé, yo lo prepare.-soltó el rubio con una sonrisa de superioridad, este comenzó a poner los platos sobre el comedor en el cual Mustang ya estaba situado para comenzar con el desayuno.

-bien esto no te lo voy a negar siempre has sido un mejor cocinero que yo.- Soltó el pelinegro sonriendo por el buen trabajo de su pareja.

Edward sonrió de igual forma por el cumplido, se situó enfrente de Roy para comenzar a desayunar.

 

 

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-¿ya te vas?-pregunto con cansancio el más joven que se encontraba recargado en el marco de la puerta de la habitación la cual compartían. -“que pregunta tan estúpida”.-se dijo a sí mismo, ya que el hombre frente al él claramente se estaba preparando para el papeleo que lo esperaba en la oficina, no se extrañaba del porque el pelinegro se quejaba tanto, pero era un pequeño sacrificio para llegar a su meta.

-Si…- dijo con simpleza dirigiendo su mirada a hacia su pequeño amante, se coloco un saco color negro ya que ese día estaba nublado, malditos sean los días nublados, como los odiaba, eso pronosticaba lluvia y la odiaba mas.

Ed se quedo en silencio aun recargado en el marco de la puerta, sus brazos estaban cruzados sobre su pecho, quería preguntarle nuevamente para estar seguro si el hombre iba acompañarlo por su hermano, sabía que sonaba infantil, pero ya eran dos meses, dos! En los cuales no había visto a Al, eso era un record era demasiado tiempo para su gusto, solo las llamadas telefónicas no bastaban, quería verlo y pronto, pero también quería que Roy lo acompañara, pero el hombre a veces era tan perezoso.

-Ed…-Mustang estaba mirando al joven, sabía lo que pasaba por su cabeza,  era tan fácil de predecir.-si iré contigo lo prometo.-

Edward se sobresalto por ser sacado de sus pensamientos, observo a Roy quien portaba una pequeña sonrisa en su rostro, oh! Como odiaba cuando hacia eso, era tan odioso.

-¿a qué hora tenemos que estar en la estación?-

-el tren llegara a las cinco, supongo que con que estemos ahí unos diez minutos antes estará bien.-menciono el rubio mientras seguía al más alto, ambos se dirigían a la puerta principal de la casa.- ¿crees que puedas estar a tiempo?- pregunto con voz esperanzada.

Roy se detuvo frente a la puerta, provocando que Ed también se detuviera, se giro para mirar al muchacho frente a él.- estaré a tiempo lo prometo.- prometió con una sonrisa en los labios, tomo las suaves manos del chico, como le gustaba sentir ambas manos de carne y hueso, eran tan cálidas, era una lástima que aun no había encontrado la manera de cómo traer la pierna izquierda del chico, pero de igual forma no importaba, Edward era perfecto ante sus ojos.

-Está bien…-dijo Ed con una sonrisa en el rostro, mientras apretaba el agarre que tenía en las manos.-entonces te estaré esperando.-

-ya tengo que irme.-le hizo saber al más joven, soltó sus manos y con ellas tomo el rostro del rubio, era tan suave y delicado. El mayor se inclino un poco para alcanzar los labios de Ed, claramente e chico ya era más alto, ya que no tenía que agacharse mucho para poder alcanzarlo.

Edward cerró los ojos cuando sus labios se encontraron, era un beso sencillo, nada morboso, al contrario este estaba cargado de amor, y anunciaba una despedida corta, dejando en claro que pronto se volverían a encontrar, le encantaban los besos que le daba el hombre, eran tan delicados, transmitían tantos sentimientos, un simple rose era suficiente para él, lo volvían loco, pero claro nunca se lo había hecho saber, no quería que su endemoniado ego creciera aun mas.

Unos minutos después se separaron, el rubio abrió sus ojos, miro a Mustang por un momento para después mostrar una pequeña sonrisa apenada.

-Te amo…- susurro el mayor con amor a la única persona que podía decírselo.

Edward se quedado en blando, la sonrisa que había mostrado antes se desvaneció al instante, ahora solo observaba a Roy con ojos grandes mientras parpadeaba una que otra vez para aclarara sus pensamientos, siempre le decía lo mismo con tanta sinceridad que él sabía que era cierto, pero el simplemente no podía decirle lo mismo, se la hacía tan difícil, las palabras siempre se le quedaban a toradas en la garganta, y  no sabía el porqué.

El chico tan solo bajo la mirada, y recargo su cabeza en el pecho del pelinegro, envolvió sus brazos alrededor de él apenado por no responder de la misma manera, a veces se llegaba a odiar  por no mostrarle sus sentimientos al hombre.

Roy regreso el abrazo y recargo su mejilla en la cabeza rubia del chico, el no se molestaba en lo absoluto, el sabia que para Ed no era fácil ya que siempre se había mostrado frio y tosco ante los demás, siempre haciéndose el fuerte para no mostrar sus debilidades, y el sabia que de la noche a la mañana eso no iba a cambiar, por esa razón el se había hecho una promesa a sí mismo de sacar a la luz el verdadero Edward, era una tarea difícil ya que el chico era una cascara dura de romper, pero él lo lograría, porque lo amaba y no se daría por vencido.

Roy sonrió para sus adentros, suavemente acariciaba la espalda del rubio para hacerle saber que  no estaba molesto por la reacción que había tenido al escuchar sus palabras.-Nos vemos más tarde ¿sí?-

El rubio a sintió con la cabeza, lentamente se alejo del pelinegro y lo miro una vez más con ojos apenados.-nos vemos.-

Mustang acaricio una vez más la mejilla del chico, le regalo una sonrisa para después girarse sobre sus talones, abrió la puerta y la cruzo, Ed se quedo recargado en el marco de la puerta, observando como el pelinegro se alejaba poco a poco, Roy entro al auto el cual ya lo esperaba  frente a la casa, y así arranco dejando a un rubio parado en medio de la puerta.

-Yo también te amo Roy.-una corriente de aire llego haciendo que las palabras de Ed se desvanecieran  en el viento.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Espero haya sido de su agrado no se olviden de dejar sus comentarios :)!! 


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