La lluvia caía sobre él empapándolo por completo, chocaba con algunas personas pero nadie le decía nada, solo le veían con tristeza aunque no tenían ni idea del porque el poder niño estaba así. Incluso con la lluvia cayendo de esa manera sobre él se podían apreciar las lágrimas, aun cuando corría casi con los ojos cerrados se veía el dolor, la angustia, la desesperación, el sufrimiento y el estado de casi desolación. No había brillo alguno en sus ojos y si alguien que le conociera viera esa mirada sabría… que no era nada normal, aun los que no le conocían sabían que ese tipo de miradas no eran normales en un chico que no parecía tener más de 13 años.
El chico no paraba ante ningún grito o aviso de las personas de que alguien podría atropellarlo, él se limitaba a correr para huir lo más que podía de ese lugar y de esas palabras que aun resonaban en su cabeza y partían su corazón cada vez más.
Dolía, dolía como los mil demonios.
Y de nueva cuenta, lo que vio y escucho se formó en su cabeza.
•-•-FlashBack-•-•
—Quería preguntarte algo —hablo el chico de cabello castaño con extrañas marcas en sus mejillas mientras, el y su amigo hablaban de algo recargados ese enorme árbol que atraía tanto a los estudiantes al jardín de la escuela. Las porristas practicaban la nueva coreografía mientras se gritaban unas otras. Mientras que el castaño veía a las chicas su acompañante veía fijamente una libreta que tenía entre manos mientras dibujaba.
— ¿Qué me querías preguntar? Pregunta lo que quieras.
Un chico de cabello negro comenzó a acercarse aún más sin hacer un solo ruido (tan sigiloso como un gato), mientras una sonrisa aparecía en sus labios.
Él castaño se acercó un poco más a su acompañante, para llamar su atención mientras el pelinegro se acercaba aúnmás para pedir a ese lindo chico que dibujaba una respuesta a lo que le había preguntado esa misma mañana.
—Escuche que Uchiha Sasuke se te había declarado… ¿Es cierto? —dijo el castaño con un tono de secretísimo.
El chico soltó un suspiro exasperado mientras dejaba su libreta a un lado y se abrazaba las piernas fuertemente. El pelinegro se quedó atrás de ellos para escuchar un poco más. Aun cuando algo le decía que interrumpiera… No lo hizo.
—Si —le respondió—, es verdad, me lo dijo después del desayuno.
El castaño comenzó a reír a carcajada limpia.
— ¿Qué le dirás? —le pregunto el castaño con el mismo tono.
El otro negó lentamente con la cabeza antes de ocultarla entre las rodillas.
—Vivo con él desde que tengo doce, hace un año que vivimos juntos… más o menos. Si hubiera sabido lo que sentía por mí… nunca se lo hubiera preguntado. Creo que fue muy pronto para que comenzáramos a vivir solos…
Se escuchó un resoplido por parte del chico de las marcas.
— ¿Qué le dirás? —volvió a preguntar.
—Sasuke es un chico, yo también lo soy y no me agrada mucho eso… estoy muy confundido… tal vez le pida que se vaya a su casa de nuevo, creo que será lo mejor, además, solo es un estorbo en mi casa… nunca hace nada y nunca anda de humor para nada… me las arreglare mejor solo y ahora… sabiendo lo que siente… me sentiré incomodo, creo que es mejor que se vaya y me olvide.
— ¿Le dejaras de hablar a tu mejor amigo, Naruto?
—Cierra la boca Kiba, ¿Cuándo dije que era mi mejor amigo?
•-•- Fin del FlashBack-•-•
Apretó los puños con fuerza mientras aumentaba la velocidad de su carrera bajo la lluvia... con todas las fuerzas que le quedaban, las cuales ya no eran muchas.
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Por otro lado, un lindo rubio caminaba a un lado de uno de sus mejores amigos mientras buscaban una cabellera negra por las mesas de la cafetería, ya que afuera caía una fuerte lluvia que tenía a todos encerrados dentro de la escuela pero… nada.
—Ahí está Gaara con Sai… tal vez le tengamos que preguntar al mellizo.
Naruto comenzó a reír y asintió una sola vez antes de caminar hacia la pareja que platicaba y veían unos de los dibujos que Sai acababa de terminar.
— ¡Hey, chicos! —saludo con una radiante sonrisa el joven Uzumaki.
Sai volteo a verlo solo unos segundos, antes de ver de nuevo su dibujo y firmarlo.
—Hola Naruto, Kiba —saludo Gaara con la inexpresable cara de siempre.
— ¿Pasa algo? —pregunto Naruto mientras se sentaba a un lado de Sai y veía el dibujo con curiosidad.
En él se veía la cara de Sasuke, seguía igual de serio que siempre pero sus ojos… sus ojos eran un mar de emociones, incluso en la imagen se veía lo emocionado que estaba, tenía los labios ligeramente separados como si estuviera hablando y venia fijamente al frente.
— ¡Wow! —Exclamo Kiba—. Sí que eres bueno con eso Sai.
El chico asintió sin mostrar su típica sonrisa falsa, solo veía el dibujo con el dolor en su expresión.
—No creo que lo vuelva a ver tan emocionado como ayer —comenzó mientras los ojos se le llenaban de lágrimas.
Naruto le mostro una mirada de curiosidad pero Sai no volvió a verle, (en cambio) se limitó a tomar con fuerza su camisa del lado donde estaba su corazón y estrujarlo con fuerza.
—Siento su dolor… nunca había sentido nada tan… fuerte.
Las lágrimas comenzaron a caer por las mejillas de Sai quien de inmediato oculto la cara en el cuello de Gaara mientras le abrazaba con fuerza, el joven pelirrojo correspondió al abrazo y le apretó aun con más fuerza mientras veía fijamente el dibujo.
— ¿Qué paso? —Pregunto un poco contrariado Naruto—. Hace rato vi a Sasuke y estaba bien… creo que exageras Sai, si algo le pasara seguro sería el primero en enterarme, incluso antes que tú, recuerda que soy su mejor…
— ¿Amigo? —Le interrumpió el joven Uchiha—. ¿Desde cuándo? —Levanto la cara para verlo con odio y con las lágrimas aun llenando sus mejillas—. Te recuerdo que hace nada le dijiste a Kiba que tú nunca habías dicho que era tu mejor amigo; yo tampoco recuerdo que él lo haya dicho alguna vez, además… ¡A ti que te importa mi hermano! ¿NO IBAS A PEDIRLE QUE SE FUERA DE SU CASA? ¿TAN MALO ES QUE SE HAYA ENAMORADO DE TI?
Sai temblaba y Naruto no sabía si era por la ira o por los espasmos que le daban por el fuerte llanto que tenía.
Algo en su cabeza hizo clic.
— ¡¿¡Quién te dijo eso?!? —Grito viendo con enojo a Sai—. ¡¿¡Estabas espiándonos?!?
— ¡NO! —Los sollozos volvieron a hacerse presentes, apagando su voz—. Sasuke te escucho —Naruto sintió como algo se clavaba en su pecho, directo en su corazón—. Solo escucho hasta ahí y escucho desde que Kiba te dijo que quería preguntarte algo… Sasuke… él… iba a pedirte una respuesta. Me dijo que si tú le decías que no te iba a olvidar, que haría todo lo posible por hacerlo, y que te ayudaría a conquistar a Sakura-chan… pero… solo llego y dijo que se iba a casa… dijo que… me hablaría en la noche, cuando no se sintiera tan roto…
El rubio sintió como un nudo se formaba rápidamente en su garganta, y aunque lo intentaba no podía quitarse, se sentía la peor cosa del universo. Volteo a ver hacia el ventanal que estaba a su lado viendo cómo caía la lluvia con tanta fuerza y veía como el cristal comenzaba a empañarse.
— ¿Dónde fue? —pregunto con la voz cortada.
— ¿YO QUE SÉ? —le grito Sai.
—A la casa —respondió Gaara llamando la atención de los otros tres—, yo me refugiaría en un lugar que me da seguridad y esa es su habitación… así que... ¡Corre!
Naruto no necesito más, le aventó su mochila a Gaara después de sacar sus llaves y salió corriendo hacia la tormenta sin importarle nada, ni pensar que su casa estaba bastante lejos como para ir corriendo.
Tardaría mínimo hora y media en llegar.
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Había cristales por todo el suelo, portarretratos rotos por todas partes, las paredes tenían pequeñas manchas de algo rojo que bien podía ser sangre y las fotos… todas estaban rotas por la mitad separando a un lindo chico de cabello negro de uno de cabellos rubios, &... en medio de la sala de aquel departamento, estaba un chico sentado sobre sus piernas, mientras tenía las manos en el suelo agarrando con fuerza los cristales y cortándose aún más con ellos mientras las lágrimas caían por sus mejillas como si fueran cascadas. El celular estaba lejos de él completamente destrozado, él aun goteaba por la fuerte tormenta que había atravesado.
—Basta —dijo en un susurro apenas audible— Deja de llorar. Deja de llorar. Basta.
Temblaba y no estaba seguro si era por el frio que comenzaba a sentir, o si era por otra cosa.
Era ridículo. No podía creer que a sus 13 años le hayan roto el corazón de una manera tan cruel, no podía creer que a sus 13 años se planteara el huir de la ciudad para no volver a ver a ese estúpido rubio del que dependía tanto desde que tenía memoria.
No le hubiera importado si el idiota solo le decía que no sentía lo mismo, el ya esperaba esa respuesta y estaba dispuesto a ayudarlo a conquistar a la chica que siempre le gusto pero no… él había dicho que ni siquiera era su mejor amigo.
Toda su vida vivió engañada. Él sabía que le iban a rechazar pues el rubio no podría sentir algo por él, Naruto estaba enamorado de Sakura, lo sabía pero… ¿Ya ni siquiera era merecedor de ser llamado “mejor amigo”? ¿Tanto asco le daba a Naruto?
Se puso de pie con dificultad, en cuanto sus pies desnudos hicieron contacto con los cristales rotos hizo una mueca de dolor pero, aun así continuo caminando hacia su habitación.
Ya no podía más... Ya no más.
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Naruto corría por las calles evitando gente a su paso y disculpándose con los pocos que tocaba, aunque sea un cabello. La desesperación y miedo se notaban en sus ojos y acciones.
Nunca se había sentido así en su vida, tenía que llegar y decirle lo que había dicho después de que él se fuera, tenía que aclararle todo. No podía perder a Sasuke, él era su mejor amigo, su pilar, la única persona que siempre necesitaría para estar bien, lo había comprendido desde hacía unos meses pero, se había dicho que lo olvidaría ya que nunca pensó que el Uchiha sintiera lo mismo, por eso esa mañana había caído en shock.
•-•-FlashBack-•-•
—Naruto, tengo algo que decirte —le dijo Sasuke más serio de lo que siempre estaba aunque el Namikaze noto la emoción—. Es importante.
Volvió a sentarse en la mesa y asintió mientras veía a esos hermosos ojos negros que tenían tantos sentimientos revueltos y mostrando tanto brillo que le mareaban ligeramente.
— ¿Qué pasa, Sasuke? —le pregunto con temor.
El chico de ojos negros se acercó un poco más a él y le vio fijamente a los ojos mientras le mostraba una pequeña sonrisa.
—Me gustas —le dijo, directo al tema, como siempre—. Estoy enamorado de ti y yo quería saber, si tu… si a ti te gustaría… ¿Quieres ser mi novio?
Él ojiazul abrió los ojos como platos y le observo sin poder creer lo que había dicho el Uchiha, pero, Sasuke al ver el asombro de inmediato borro la sonrisa y le dijo de manera apresurada:
—No me contestes ahora, puedes hacerlo antes de que acabe el receso, ¿Nee? ¿Te parece, bien, Naru? ¡Yo te buscare!
Le mostro una radiante sonrisa antes de tomar su mochila y tras darle un beso en la mejilla, salió corriendo hacia la estación para ir a la escuela.
•-•-Fin del FlashBack-•-•
Apretó los puños con fuerza mientras aumentaba la velocidad.
Nunca espero que un día en la mañana Sasuke llegara y le dijera que sentía lo mismo por él, eso simplemente era absurdo en todos los sentidos dentro de su cabeza pero, al parecer, el universo le contradecía como siempre. Después de haber reaccionado le habían entrado una casi incontenibles ganas de correr atrás del Uchiha y robarle su primer beso pero, se había controlado y había elegido esperar hasta que él le buscara. Por eso había ido hacia Sai, tenía que saber dónde estaba Sasuke para darle una respuesta…
Nunca espero algo como lo que le dijo el mellizo de su amor.
Tenía que llegar. Tenía que correr más. Tenía que decirle a Sasuke que también estaba enamorado de él. Tenía que llegar hacia él.
//Treinta minutos después…//
Abrió la puerta con manos temblorosas pues le aterraba lo que podría encontrarse o lo que podría faltar.
Soltó un suspiro antes de adentrarse a ese pequeño departamento que compartían desde que los padres de ambos habían muerto y Sasuke había tenido una enorme y descomunal pelea con su hermano mayor.
Lo primero que vio fueron los cristales rotos por lo que no se quitó los zapatos, simplemente entro caminando con más cuidado que antes, al entrar a la sala vio las paredes manchadas, después los portarretratos y las fotos, todas rotas por la mitad separándolos. Se adentró aún más viendo el celular del azabache despedazado y tras eso salió corriendo hacia la habitación de su mejor amigo.
•-•-FlashBack-•-•
— ¿Hablas en serio? —pregunto Kiba.
El chico comenzó a reír mientras bajaba las piernas y le dedicaba una sonrisa radiante a la nada.
—No, solo quería saber que decías y ver tu cara. Es obvio que le diré que si Kiba, me gusta desde hace mucho como para decirle que no.
—Ya me habías asustado —dijo el chico perro.
Ambos se sonrieron y justo en ese momento comenzó a lloviznar.
—Vamos a buscar a Sasuke, ya se tardó. ¡Quiero besarlo!
—Cierra la boca, Naruto. Ya está lloviendo, apresúrate.
•-•-Fin del FlashBack-•-•
Toco a la puerta de su amigo con insistencia pero no hubo respuesta alguna. Volvió a tocar ahora mucho más fuerte.
Nada.
Volvió sobre sus pasos tratando de controlar el nudo que comenzaba a formarse en su garganta y tras recoger lo que quedaba del celular del chico volvió a la puerta y abrió ya sin tocar.
—Sasuke es el segundo en el mes que… —callo de golpe.
La habitación estaba vacía y había muchas más cosas rotas además de fotos, el espejo estaba roto y veía las sangre aun resbalando por él con delicadeza. Se adentró en la habitación arrojando el celular a la cama y abrió la puerta del baño.
Nada.
Volvió al dormitorio mientras sentía como la desesperación le invadía lentamente y como un reflejo corrió hacia el guardarropa de su amigo abriéndolo de golpe.
Nada...
Algo dentro de él se quebró, y al instante comenzó a revolver cajones y todo lo que estaba cerca.
Faltaban muchas cosas, más de las que le gustaría admitir pero, no sabía cómo había sido tan rápido como para llegar romper todo, empacar e irse antes de que él llegara a la casa, era una estupidez, una tontería.
No podía perder a Sasuke.
Se dejó caer en la cama y fue cuando vio el pequeño papel doblado por la mitad con su nombre escrito en él. Lo tomo de inmediato sentándose en la cama y mientras temblaba comenzó a leer.
Naruto:
La verdad es que no sé cómo empezar a decirte esto. Bueno, lo que te quiero decir es que lamento haberte causado tantas molestias y lamento haber roto todo en la casa, supongo que tú lamentas más el desorden que hice, que lo que rompí y lo entiendo completamente, no tienes que decir nada.
Te escuche hablando con Kiba y, eso también lo lamento, iba por mi respuesta cuando te escuche y entiendo completamente el que te sientas asqueado por los sentimientos que tengo hacia ti. Lo lamente y espero que me perdones por amarte de esta manera. Lamento que nunca estuve del humor que te gustaría y lamento, como no tienes una idea, el ser un estorbo para ti. Espero que en verdad puedas solo… no quiero decir que no puedas solo es que… olvídalo. Espero que así te sientas más cómodo...
Te quiero Naru y espero que seas feliz, da lo mejor de ti para conquistar a Sakura y en verdad lamento lo que siento por ti.
Tal vez nos volvamos a ver.
Sasuke Uchiha.
Apretó con fuerza la carta, haciendo una pequeña bola de papel mientras las lágrimas salían por sus mejillas y por largos minutos lo único que se escuchó en ese departamento, fueron los gritos de dolor del pequeño rubio que vivía ahí. Desde que sus padres murieron no había sentido tanto dolor.
Por unos minutos sintió el dolor de Sasuke, tal vez algo aún más grande pues el chico también tendría que cargar con la culpa de haberle roto el corazón a su mejor amigo... A su único gran amor y todo, solo por querer, jugarle una broma a Kiba.
—Sasuke —dijo en un susurro apenas audible mientras enterraba la cara en la almohada del chico que aún conservaba su aroma—. Sasuke, Sasuke, Sasuke. ¡SASUKEEEEEEE!
Las lágrimas caían y así, como él lloraba, también lo hacía un chico que iba en un carro negro de camino hacia el aeropuerto, con un hombre de largo cabello negro y aspecto de serpiente a su lado, quien, mientras tanto acariciaba su brazo lentamente, intentando reconfortarlo y hacer que las lágrimas pararan.
—Lo olvidaras Sasuke–Kun, ya lo veras.
Y sí, eso era lo que más deseaba. Olvidar el dolor que sentía en ese momento.
Nunca pensó en el daño que hacia al irse de ese modo…
Continuara…