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El Viaje para Encontrarte por ZuminoeRiriko

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen todos son de sus respectivos autores

XD

Notas del capitulo:

Holaaa!!!!

Este es mi segundo fic, no se si algun@ ya a leido mi primero O///O  "mi encuentro con el demonio"

Este fic es muy diferente al anterior, como les decia hace tiempo el otro solo fue de prueba

Les prometo que este les gustara

asi que...DENLE UNA OPORTUNIDA

XD

bye bye

 

Era un lindo día soleado, los ruiseñores cantaban, los niños reían, el lindo aroma de la primavera con sus distintas flores era un lindo viaje para cualquier persona que se dispusiera a olerlas… si… era un día hermoso… pero un rubio de ojos dorados de un color hermoso al igual que su cabello, caminaba rápidamente furioso por la acera de aquel lugar rodeado de gente que era feliz.

A pesar de que una gran guerra contra el país vecino se acercaba, eran completamente ignorantes al peligro, mientras el rubio estaba totalmente preocupado por ese hecho…

¿Qué haré?- Se preguntaba – No puedo exponer a mi hermano ante aquel peligro… no debe pasarle nada… debo protegerlo- se decía mentalmente, desde la “muerte accidental” de sus padres, él se había hecho cargo de su pequeño hermano, al cual por si ignorancia había hecho sufrir mucho, en un intento de “recuperar” a su madre y haber fallado- no permitiré que le suceda nada- se decía una y otra vez… pero… ¿Cómo cumplir eso?, se encontraban en un mundo donde no era posible utilizar su alquimia para protegerlo… y donde además… no encontraba manera de volver a su mundo. 

Camino varios metros hasta llegar a una casa muy humilde, con las paredes blancas un poco manchadas de negro y lodo por el paso del tiempo y clima, más aparte cuarteadas, sin ventanas y una pequeña puerta de madera que parecía nueva.

Pues la anterior se rompió cuanto un ladrón entro a la casa para robar cosas, pero mala suerte del tipo fue que al momento de entrar se topó con un rubio que estaba de pésimo humor, el cual le dio una golpiza por haber roto la puerta y haber asustado a su hermano menor.

El pobre hombre que entro a robar, rogaba que llamaran a la policía para salvarlo, al llegar los policías por llamada de una vecina que escucho todo el escándalo se sorprendieron al ver que el tipo que se suponía era el agresor termino siendo la “victima” de los que se suponía eran sus “victimas”

Tengo ya todo completo para ello…. Pero…. ¿Cómo lo activare?- mientras sacaba sus llaves para abrir la puerta- tendré primero que contarle todo a Al y después… buscar a la estúpida lagartija- pensaba con amargura, abrió la puerta y se quitó su gabardina roja por la cual todos lo caracterizaba y la coloco en el perchero alado de esta. 

Cuando entro se encontró con una escena que le dio ternura… su pequeño hermano acostado boca arriba de aquel viejo sillón, con una mano en la barriga que estaba desnuda, pues su pijama estaba abierta de la parte de abajo del camisón, pero no de manera completa, las piernas totalmente abiertas, una cayendo del sofá y la otra arriba de donde se supone esta la cabeza, su rostro se encontraba tapado por un libro de robótica avanzada y su mano arriba de este.

El mayor solo pudo sonreír ante tal escena, su lindo hermano… por fin disfrutando lo que es una vida normal… como un chico normal… con un cuerpo “normal”, su hermano pequeño sufrió mucho, así que como hermano mayor su deber el protegerle y hacerle feliz, hasta que otra persona llegue y se encargue de eso, hasta entonces, el velaría por su felicidad esperando que la otra persona llegue para llenar uno de los tantos huecos que no podrá llenar del corazón de su hermano menor.

Dejo sus pensamientos para acercarse hasta él, le quito el libro del rostro, abrocho su camisa con sumo cuidado para no despertarlo, pero eso no era necesario… ya que podría incendiarse la casa y el seguiría en su lindo sueño, después junto ambas piernas para luego cargarlo, como siempre lo hacía, de una forma “paternal”, subió a la habitación del menor y lo dejo sobre la cama, tapándolo con una delgada manta.

Minutos después bajo y observo el reloj, marcaban apenas las seis de la tarde, era la hora de cenar, nuestro pequeño protagonista no sabía muchos platillos, solo panqueques, estofado de carne y pizza… solo sabía de sus platillos que cuando su madre aún vivía le cocinaba, en sí, quien se encargaba de la comida era su hermano menor 

Alphonse y el solo del trabajo.
Por lo que decidió dirigirse a la cocina a tomar un poco de jugo de naranja, a pesar de tener ya veinte años seguía siendo igual de infantil que cuando tenía trece, pero no podía darse muchos lujos de ser infantil pues… él era el hermano mayor y tenía que mantener a su hermano y consentirlo para al menos “enmendar” todo lo que paso.

Lo cual hacía de una forma genial, pues su hermano el cual tenía ya quince años de edad, pero se comportada como un lindo y tierno niño de siete y ocho años, porque así lo quiso Ed, la infancia de su hermano no fue buena…tampoco la de él, pero la felicidad de su pequeño hermano era más importante que la suya.

Cuando termino beber su jugo, pensaba en dirigirse a la sala y tomar una pequeña siesta al igual que su hermano pequeño, pero se detuvo al escuchar unos pasos muy fuertes y rápidos en la segunda planta, señal de que su hermano se había despertado y se dirigía a la cocina a toda velocidad a prepararle la comida a su adorado hermano mayor.

Cuando por fin termino en la primera planta, vio a su hermano mayor recargado en el marco de la puerta observándolo divertido, a lo que el menor solo pudo hacer un puchero.

-Nii-san, ¿por qué no me levantaste?, ya es muy tarde- dijo haciendo un mohín, mientras el otro solo reía por lo bajo y le contestaba.

-¿y yo porque tengo que levantarte?- dijo con una sonrisa burlona- tú ya saber que la cena debe estar lista para cuando yo vuelva, no es mi culpa que un mocoso como tú lo haya olvidado.

-¡que malo eres!- dijo gritando, haciendo un puchero más grande y cruzándose de brazos- a pesar de que la comida es para ti…- dijo susurrando para sí mismo, pero el mayor lo había escuchado perfectamente bien.

-lo siento…- se disculpó con una sonrisa ladeada, para acercarse a su hermano menor y darle un beso en la frente- es solo que últimamente te estás desvelando mucho, me preocupa que no duermas las horas que son necesarias para tu cuerpo, por eso decidí dejarte dormir- dijo mirándole a los ojos un tanto triste… tristeza que el menor no noto.

-bueno, eso es normal- decía feliz- la razón por la que me desvelo es para que Nii-san pueda estar sin ningún problema, no importa si con eso mi cuerpo se dañe- ante esas palabras hicieron que el rubio mayor entristeciera más, pues eso era lo que él no quería… se suponía que sería al revés, pero como siempre… el menor no noto el dolor de su hermano mayor… no porque no quisiera… sino porque el mayor así lo quería.

Pero no tenía derecho a decirle a su hermano a que no se preocupara por él, pues fue culpa de él… por mostrarle una escena tan patética al menor.

/// Flash Back///

Estaban dos rubios caminando por un hermoso jardín lleno de nieve que se derretía, dejando ver como el invierno daba fin para dar comienzo a una linda estación llena de flores.

-Nii-san- dijo sonriente el menor- ¿crees que salgan hermosas flores este año como en el anterior?

El otro lo miro, su hermano era tan inocente, infantil y un costal lleno de ilusiones, nada que ver con “ese” pasado- ¡por supuesto!- le contesto feliz- siempre ahí hermosas flores todos los años, ¿por qué este sería la diferencia?- le dijo sonriendo al menor.

-¡sí! Tienes razón- dijo mientras miraba por todos lados- pero… sabes algo Nii-san- dijo mientras bajaba la vista un poco, mirando el suelo, cosa que preocupo al mayor.

-es que…- dijo dudando del sí decirlo o no.

-Alphonse- le dijo serio en mayor, cosa que el menor entendía como un “habla o te are hablar”

-bueno…es solo que…- dijo volteando a todos lados con nostalgia- este mundo se parece al de nosotros Nii-san… pero a la vez tan diferente… aquí… no crecen las flores azules que tanto le gustaban a mama… y al parecer jamás existirán- dijo observando el suelo de nueva cuenta.

El mayor no sabía que responderle… pues… ¿qué le diría?... era cierto, ese no era su mundo, podría parecerse la forma geográfica pero… no era lo mismo, y todo por su culpa… sin más que decir, ambos caminaron en silencio, uno por pensar en su madre difunta y las flores favoritas de la misma, el segundo… bastaba decir que sus ojos demostraban… culpa… pero como siempre… el menor no lo noto.

Caminaron por varios minutos, el mayor quería romper el silencio… pero no sabía cómo… y en un instante, pudo ver algo que lo salvaría, siempre había creído solo en la física y química, era un ateo de profesión, pero justo en ese instante le dio las gracias a ese ser inexistente cuando a lo lejos, por unos seis metros, pudo divisar algo que lo salvaría de ese silencio tan… doloroso… para él, así que le dijo a su hermano menor.

-Mira Al- dijo apuntando a su milagro- un puesto de helados, ¿quieres uno?- le pregunto sonriente.

-¡sí!- dijo devolviéndole la sonrisa- ¿puedo escogerlo de tres bolas?- pregunto inocentemente con unos ojos de cachorro.

¡Por dios!, ¿Cómo decirle que no a esos ojos?, pues cada que los usaba el mayor caía derrotado a cumplir cualquier capricho de su hermano pequeño.

-por supuesto Al, las que tú quieras- le dijo con una sonrisa ladeada.

-¡yai!- grito feliz- Nii-san, tu puedes esperarme ahí yo voy por los helados- dijo el menor mientras apuntaba una banca, el mayor solo asintió con la cabeza y le dio el dinero a su hermano menor para luego irse a sentar en la ya mencionada banca.

Observo como su hermanito corría a comprar los helados mientras él se sentaba a esperarlo, pasaron unos minutos, hasta que pudo escuchar un grito, giro la cabeza para ver de quien se trataba y ahí quedo lo que observo.

Cuatro tipos rodeando a su pequeño hermano menor, a sus pies estaban lo helados tirados en el suelo y de su rostro se escapaban unas lágrimas.

-¡oh! Qué lindo- dijo uno de los agresores- nos divertiremos mucho contigo ¿verdad chicos?- pregunto el otro a sus amigos riendo, a lo que ellos asintieron y gritaron “muy bien jefe”- bien…- decía el “jefe” con una sonrisa grotesca- nos vamos a divertir… y si te portas bien, no te lastimare mucho jajajaja- dijo alzando su mano para tomar su cara y plantarle un beso.

El menor se asustó y cerró los ojos por el miedo, esperando a que aquel hombre lo tocara y le hiciera quien sabe dios lo que pensaba.

Pero el contacto nunca llego, solo pudo escuchar unos “paff” y algo caer al suelo, abrió los ojos y pudo ver a su hermano mayor con los ojos llenos de ira.

-Ni…Nii-san…- dijo el menor, su hermano solo lo miro con más dulzura y le dijo.

-Cierra los ojos por un minuto ¿sí?- dijo sonriendo- ya verás que acaba pronto- el menor acato la orden y cerro lo ojos, comenzó a contar en cuenta regresiva desde el 60 hasta llegar a último número.

Con los ojos cerrados solo podía escuchar a su hermano mayor decir “bien… ya verán que nos vamos a divertir, si cooperan prometo no lastimarlos mucho jajaja” dijo con un tono malévolo y después de eso solo pudo escuchar frases como “perdón, ten piedad o lo sentimos y uno que otro llamen a la policía”

Cuando por fin término, abrió los ojos y pudo ver como su hermano mayor escondía algo detrás de unos arbustos, no se necesitaba ser un gran genio para saber lo que eran.

Se acercó hasta el mayor y hablo.

-Nii-san…- dijo viéndolo como si nada, después de todo, el que su hermano golpeara tipos ya era una rutina seguida- ¿estás bien?- la pregunta era tonta, claro que estaba bien, pero no estaba de más preguntar.

Pero su pensamiento cambio cuando noto que su hermano se tiraba al suelo haciendo una mueca de dolor.

-¡Nii-san!- decía ahora más preocupado, pues su hermano yacía en el suelo retorciéndose de dolor y agarrándose la pierna.

-Estoy bien- le dijo, para luego levantarse con dificultad- ¿vamos por los helados?- le dijo haciendo una sonrisa muy dulce, ya no parecía tener dolor, pero el menor ahora si se dio cuenta de que esta era falsa.

-Nii-san…mejor vamos a casa- le dijo con una sonrisa igual, el mayor estuvo a punto de protestar, pero fue callado con una mirada de su hermano que pocas veces veía y decía “nos vamos o veras lo que es el dolor” 

El mayor se guardó sus protestas y se dirigieron a su casa, donde al estar dentro Ed se sentó con dificultad en el sofá y miraba como su hermano sacaba la caja de herramientas y se colocaba junto al primero.

-¿qué aras con eso?- pregunto el mayor, pero la pregunta era tonta, ya sabía a donde iba su pequeño ototto.

-quiero revisar tu pierna- el mayor no dijo nada y solo dejo que su hermano jugara al doctor-mecánico.

La pierna izquierda de Ed era de metal, dado a muchas cosas que le pasaron de niño la “perdió”, por lo tanto llevaba puesto un “auto-mail”, los cuales son unas prótesis que permiten al que los usa, estar totalmente conectado como si fuera una pierna eral, solo que el proceso para ponerla era extremadamente doloroso y en ese mundo, no existía alguien capaz de desarrollar una mecánica así.

Cuando por fin abrieron la pierna, podía observarse como por dentro el metal estaba carcomido, al no recibir el tratamiento de su mecánico y al no ser checado por los últimos años vieron como unos cables  que conectaban a los nervios que mandan señales a la pierna estaban medio rotos, ellos eran la causa de que su hermano mayor sintiera dolor.


-Aprenderé a hacerlo- dijo su hermano pequeño, refiriéndose al auto-mail, el mayor se negaría pero…al ver su cara de determinación se quedó callado- no importa lo que me tome, lo arreglare Nii-san- dijo de forma amable.

El otro solo lo miraba y asintió.

///Fin del Flash Back///



Regresando a la época actual, el menor se encontraba haciéndolo la cena, cuando el mayor de la nada soltó.

-podemos volver a nuestro mundo-el menor se quedó petrificado y solo pudo decir.

-¿Cómo?

Continuara….

Notas finales:

Espero les haya gustado y espero sus reviews XD


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