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Desire por carina_mew12

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Notas del fanfic:

ESTE FIC YA LO HE SUBIDO VARIAS VECES, ESTA VEZ POR PETICIÓN DE UNA AMIGA

De fan para fans. Yu-Gi-Oh! y todos sus personajes pertenecen a Kazuki Takahashi

Notas del capitulo:

Hola a todos!!!

 

bueno, como mencionaba anteriormente, este fanfic ya lo he subido antes y ya está terminado, esta vez lo re-subo porque una amiga lo quería leer -w- igual espero que los demás que lo lean lo disfruten

nos vemos abao

Desire // Deseo

Cap I. Alone ·:Solo:·

Habían pasado cuatro meses desde que el faraón ya no estaba en este mundo. El último duelo que tuvo con Yugi, en el cual resultó vencido, había logrado liberar su espíritu del rompecabezas y lo había regresado al lugar donde pertenecía.

Como todas las mañanas, el despertador sonó a las 7:00 am; el peque lo apagó, se estiró un poco para quitarse la pereza de encima y se levantó de su cama. Desde la partida de su yami todo le parecía aburrido, sin ningún valor; al volverse un chico normal se había dado cuenta de que nada valía la pena; simplemente había perdido las esperanzas de vivir. Se metió a la ducha, y después de bañarse, se puso su uniforme escolar y se peinó. Salió de su cuarto y se dirigió a la cocina. Desayunó un vaso de leche y una pieza de pan. Volvió a meterse al baño a cepillarse los dientes y a mirarse una última vez al espejo, cuidando que su apariencia no reflejara el cansancio que tenía; el cansancio de seguir viviendo. Tomó su mochila y salió de la casa; pasó frente de la tienda de cartas de su abuelo, quien como siempre, estaba afuera barriendo.

- buenos días abuelito- le dijo- me tengo que ir, se me hace tarde

- ¡que tengas un buen día hijo!- le exclamó mientras el chibi emprendía carrera para llegar a la escuela.

- ¡¡Yugi!!- le llamó una voz femenina detrás suyo, lo que hizo que se detuviera- hola- dijo la chica al alcanzarlo, luego le sonrió de forma gentil

- hola Tea- la saludó. Ambos chicos se dirigieron al colegio.

Al llegar, como todas las mañanas, se saludaron unos a otros, luego formaron un círculo para platicar de sus asuntos, mas Yugi sólo se iba a sentar a su pupitre, no quería saber de cosas mundanas y de poco valor de las que hablaban sus amigos, ya no le importaba ser como los demás, sólo quería que su yami regresara a su lado.

Todos se habían olvidado de Atemu y siguieron sus vidas como cualquier persona, el único que se negaba a olvidarlo era Yugi; ya que el faraón había sido parte de él tanto tiempo, que cuando se fue, el peque sintió como si parte de su vida desapareciera. 

- ¿oye Yugi, me estás escuchando?- le habló Joey, quien estaba parado a su lado

- ¿eh? No, disculpa ¿qué decías?- respondió aún con falta de ánimo

- dije que cuando terminen las clases vamos a ir al Arcade, ¿quieres venir?

- no gracias, mi abuelo me espera temprano

- no me mientas Yugi, tu abuelo no es de ese tipo de personas

- jeje, me descubriste… lo que pasa es que no me apetece ir, es todo. No me siento con ánimos

- aún sigues pensando en él ¿verdad?- el menor se cruzó de brazos y los puso sobre la banca, después recargó su cabeza en éstos, mientras miraba hacia enfrente

- es que… siento como si algo me faltara, como si no fuera yo en realidad, sino una copia que trata de vivir una vida normal. Hay algo que me falta, pero no estoy seguro qué es… al irse él se llevó parte de mí…

- no digas tonterías viejo; el faraón no se llevó nada. Lo que sucede es que lo extrañas, conviviste mucho tiempo con él y ahora que no está te sietes solo, pero es normal. Creo que lo mejor para ti sería olvidarlo

- ¡¡NO QUIERO OLVIDARLO!!- gritó exasperado y golpeó la banca. Sus compañeros lo miraron con asombro; él era sin duda el chico más amable y tierno de la Tierra, y al verlo así lo desconocieron- lo lamento Joey- volvió a cruzar sus brazos sobre la banca y hundió su rostro en ellos. Pronto un leve sollozo empezó a oírse.

- tranquilo, no pasa nada- el rubio puso su mano sobre la espalda del peque; en verdad odiaba verlo así, tanto que hasta él sintió ganas de llorar y desahogarse con él.

Entró el profesor al aula, todos los alumnos saludaron. Yugi se retiró las lágrimas de su cara con la mano, mientras que el maestro comenzaba a pasar lista. Terminada su tarea, el profesor empezó a dar su clase. El chibi ya estaba fastidiado, siempre era lo mismo, su vida se había vuelto repetitiva, siempre hacía las mismas cosas a la misma hora, ya no soportaba la rutina (N/A ¬¬ yo también odio mi rutina, por eso escribo fics ^^)   

El día en que el faraón abandonó este mundo, lo único que quedó en aquellas ruinas fue el rompecabezas; Yugi no sabía el por qué, pero estaba feliz de que así fuera, ya que el puzzle era lo único que le quedaba de su yami, y lo único que mantenía vivo su recuerdo. Siempre llevaba el rompecabezas consigo, aunque ya no albergara el alma del faraón, casi nunca se lo quitaba.

Mientras estaba en la escuela, lo único que hacía era mirar el artículo, recordando con nostalgia cada momento vivido al lado de Atemu. Desde la partida de éste, el peque ya no tenía ganas de hacer nada; su desempeño académico había disminuido considerablemente, no le gustaba salir con sus amigos como antes lo hacía; ni siquiera el duelo de mounstros, que era su única pasión, lograba animarlo. Había decidido no involucrarse en un duelo jamás, ya que el título que tenía de “el rey de los juegos” prácticamente era de faraón, ya que él siempre intervenía en éstos, y casi siempre ganaba. Si él decidía jugar con alguien y perdía el título, los esfuerzos de su yami se irían a la basura, y no quería eso.

Después de varias clases aburridas, por fin llegó la última clase del día, la clase de Química. Todos los alumnos que pertenecían a la misma aula que Yugi se dirigieron al laboratorio, donde el profesor ya los estaba esperando. Cada quien se sentó en una de las mesas del lugar, y después de que el profesor repartiera las sustancias a cada uno, empezó a explicar qué debían hacer con ellas.

-… así que jóvenes, tengan mucho cuidado con esos químicos, ya que una mala proporción de éstas en la sustancia puede ocasionar un desastre- terminó de decir y les dio la orden de que empezaran a trabajar.

Como era de esperar, el chibi no había puesto atención a lo que su profesor le había dicho, y no quiso preguntar las instrucciones nuevamente, ya que quedaría como un tonto. Así que tomó varias de las sustancias y comenzó a mezclarlas al azar, sin siquiera notar qué era lo que estaba mezclando. Debido a su “experimento”, la sustancia resultó en una explosión, que lanzó por todo el laboratorio un líquido rosa pálido que no supo qué era, y que también había terminado por manchar la cara y la ropa del peque. El profesor lo miró molesto, ya que además de haber destrozado parte del equipo también había arruinado el laboratorio con ese químico.

- lo siento- dijo avergonzado, su profesor sólo lo miraba con rabia

- ¡¡joven Motou, les dije que tuvieran cuidado!!- le regañó a gritos, pero después se tranquilizó- no voy a hacer que pague el equipo que dañó, ya que fue un accidente, pero tendrá que quedarse después de clase para limpiar su desastre

- u.u sí profesor- todos sus compañeros comenzaron a cuchichear entre ellos, pero al tricolor no le importó. Siguieron con la clase, y al terminar ésta, todos los alumnos se fueron, a excepción de Yugi y Joey.

- si quieres puedo esperarte- le profirió el ojimiel, obviamente preocupado por él

- no gracias, tú ya tienes planes y no quiero arruinarlos por mis cosas. Estaré bien- respondió con tranquilidad [[al menos esto me saca de la rutina un poco]]- se dijo a sí mismo.

- ok, pero ten cuidado- el menor asintió. Se despidieron mutuamente  y luego el rubio abandonó la escuela.

Yugi tomó un trapo y con él empezó a limpiar todo el sitio, quitando los residuos de las mesas y paredes, y todos aquellos lugares que la sustancia había logrado tocar. Al acabar su labor se sentó en una de las bancas y comenzó a limpiar su persona, luego el rompecabezas, ya que el líquido había logrado ensuciarlo. Retiró suavemente aquella sustancia hasta que no quedó rastro de ella. Siguió mirando el objeto un buen rato, repasando con la yema de sus dedos cada línea que componía éste y el ojo que se encontraba en su centro. Cuando consideró que ya debía marcharse, dirigió su vista al reloj que se hallaba en la habitación, que ya marcaba 8:32 pm

- ¡¡ya es muy tarde!!- de un brinco se bajó de la banca, tomó sus cosas y salió apresuradamente de las escuela. Pero al poco rato se detuvo, ya que no tenía buena condición física para correr. Era mejor si iba caminando a casa, ya después le explicaría lo sucedido a su abuelo.

Pasó junto a un establecimiento del cual sólo vio el nombre: “Walk Heaven”; y siguió su camino. Al pasar por un callejón cerca del lugar, sintió que alguien lo halaba hacia él. Al tratar de gritar, la persona colocó su mano en la boca del peque, impidiéndole proferir palabra. Yugi trató de zafarse, pero le fue imposible, el hombre que le sujetaba era mayor, y por ende, mucho más fuerte que él. Éste colocó un cuchillo cerca del cuello de Yugi, y luego comenzó a hablar:

- quédate quieto mocoso o aquí mismo te mueres- le amenazó una grave voz. En eso, vio que otro sujeto se acercaba desde el fondo del callejón, era alto y se veía fuerte, pero no pudo verle bien el rostro, ya que la traía cubierta con un pañuelo, además de que estaba oscuro. Se acercó a él y comenzó a buscar entre sus ropas algo de valor. Llamó su atención el artículo que llevaba atado al cuello; lo levantó un poco para que su compañero lo viera- debe ser un juguete, déjalo- le dijo. El otro soltó el rompecabezas y siguió escudriñando al peque y su mochila.

- este niño no trae nada de valor- habló después de terminar de revisarlo.

- pues va a tener que pagarnos la molestia con otra cosa- dijo con un tono que hizo que un soplo helado recorriera la espalda de Yugi, tenía mucho miedo.

Bajó el cuchillo y rasgó la camisa del tricolor (N/A no sé si se han figado, pero casi siempre trae la chaqueta abierta), dejando su torso al descubierto. Le entregó el cuchillo al otro, quien seguía apuntándole, mientras que el hombre que lo sujetaba acariciaba el vientre del chibi. Las lágrimas comenzaron a hacerse presentes en las orbes de Yugi, estaba muy asustado, y sabía que nada podía hacer en esas circunstancias. Cerró los ojos con fuerza, mientras sentía como ese hombre recorría su pecho con lujuria y comenzaba a lamer su cuello…

Continued…

Notas finales:

bueno, aquí esta el primer capi

omg, escribí esto hace más de cuatro años xD me siento avergonzada... espero que les haya gustado owo nos vemos muy pronto en el siguiente capi


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