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Nunca mas solo en una noche por Vaby

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El día de hoy me informaron que sería vendido, temo por lo que significa esto, siempre he sido un chico que es contratado por una noche, citas sexuales es lo único que he conocido desde que llegue a la compañia a los 10 años.

Ellos decían que mil piel era perfecta y lechosa y mi cara expresiva, era perfecto para demostrar un gran éxtasis en un orgasmo y así fue, me hice conocido entre las mujeres, pero hace tiempo que no veo y escucho sus voces chillonas en medio de un orgasmo diciendo que soy hermoso, era el mejor en mi trabajo.

Mientras mis amigos se quedaban sin comer por días enteros por no conseguir tan solo una noche o volvían operados sin algún órgano yo era tratado como un bastardo ricachón, sin embargo deje de trabajar hace 4 meses, ya que me reservaron por medio del catalogo y hasta esta semana fui liquidado, como un muñeco, en tres días seré empaquetado y enviado a mi dueña, tengo miedo, autentico pánico.


 Mis compañeros me dijeron que cuando eres vendido es exclusivamente para venta de órganos o como un puto conejillo de indias para trafico de drogas, en cualquiera de estos trabajos tú no eres más que un insignificante utensilio, pero me resisto a esta historia yo no soy de esa clase, yo eh cumplido los 16 años hace 6 meses, mi clase es únicamente entretenimiento sexual, vale que no es lo mejor, pero prefiero ser tratado como una miseria de placer a ir perdiendo mi cuerpo por pedazos o que me metan dos kilos de marihuana por el culo.

 

 

 

 

 



El día de hoy me levantaron a las seis de la mañana, me llevaron con el CEO, ese hombre canoso con una tremenda sonrisa amable y sin embargo dueño de la compañía mas grande de Corea de tráfico de niños, el me tendió mi boleto hacia Seúl, una pequeña maleta con ropa nueva, unos cuantos billetes, mencionando que me recogerían a la llega, me beso los labios como despedida:

- Mi pequeño Kyungsoo, aun recuerdo cuando llegaste aquí gritando por tu madre que habías perdido de vista en el cine, eras ingenuo para pensar eso, me fuiste vendido en una suma tan pequeño y has sido el que más me ha dado, pero es momento de partir-  
me empujo así afuera con un gran escolta que me llevo al aeropuerto.
 El recorrido fue un infierno, mi mente gritaba, lloraba y blasfemaba todo lo que no podía hacer con mi cuerpo, al bajar quería correr, pero el llego, un caballero alto, con una tez morena y con los músculos mas formados que había visto de cerca, su cara no mostraba ninguna expresión, no me mostraba nada y solo me observaba con sus ojos de un cafe brillante, me sonrió y ahí fue cuando me entregue a él, tal vez la peor decisión del mundo, pero ni siquiera yo lo decidí, tomo mi mano y la acaricio, entrelazo sus dedos con los míos y me llevo.

No pregunte nada solo fui detrás de esa criatura, caminamos así al estacionamiento, tomo mi maleta y la tiro en la cajuela de ese lujoso auto color negro, me abrió la puerta y tome asiento, entro y nos pusimos en marcha sin decir más, mis nervios me consumían, y así fue hasta llegar a esa gran casa color beige con cafe, con un gran porche, era lo menos que me esperaba con ese traje de empresario que vestía y este hermoso auto, no bajo del auto solo se quedo allí sentado y fue cuando escuche su maravillosa voz ronca

- No me recuerdas ¿verdad?, como me puedes recordar, si seré estúpido, fue hace tiempo-

mi mente no lo asimilaba, no sé qué es lo que trataba de decirme no lo podía procesar, por estar concentrado no vi cuando su asiento se fue hacia atrás
-Quieres saberlo, ¿no es así?-

 Su cara me mostraba unos ojos negros llenos de algo que yo conocía y con solo pensarlo mi miembro se puso duro, algo que jamás había pasado siempre tenia que utilizar las pastillas, me sorprendí a mi mismo sintiendo la sangre hervir y solo asentí.
Me hizo señas a que me sentara encima de él y así lo hice.

 -Fue hace tiempo, cuando tenía una reunión de empresa en Busan, mi coche se estropeo así que tuve que pasar una noche en un motel, me encontraba pidiendo una habitación cuando tu apareciste, tan indefenso, cubriendo una gran erección entre tus pequeñas manos, eras un angelito, vi el numero de habitación que llevabas entre tus pantalones, así que pedí una habitación continua a la habitación 17, te seguí te veías perdido y nervioso, diste unos golpecillos muy apenas audibles,
ella pregunto “quién era” y tu voz en pleno desarrollo entre dulce y varonil hizo que quisiera mas de ti, respondiste un pequeño nombre “D.O.” y entraste inmediatamente, entre a mi habitación y sin dignidad alguna me postre al lado de la pared intentando escuchar un poco mas de tu voz, pero a cambio recibí jadeos asquerosos de una señora mayor, pero fue de ayuda pues  ella grito “Kyungsoo”, no “D.O.” y así fue como comenzó mi búsqueda de 3 años enteros y ¿sabes lo que más he deseado todo este tiempo? –

-¿Q-Qué?- respondí atónito aun lo recordaba no sé cómo pero le recordé, aquel señor con traje color gris que me hizo entrar en pánico aquel día.

-Deseo escuchar tu voz tu dulce voz solo para mí-

Empezó a besarme despacio, su legua recorrió toda mi nunca y sus manos empezaron a desabrochar mis botones, su mano jugó con mi abdomen desnudo, pellizco mis pezones, mordí mis labios en un intento de contenerme, pero el tomo mi mandíbula y mordió mi oreja despacio exigiéndome que no me contuviera, mientras que con la otra mano desabrochaba mi pantalón el calor profundo se hizo presente y mi cuerpo empezó a demostrarlo, su mano jugaba alrededor de mi miembro por encima de mi bóxer.

-¿Quieres más?-

 Me pregunto con una voz más ronca llena de lujuria y mi cuerpo tembló, sintiendo su gran erección debajo de mi, le rogué por mas sin decencia alguna y con un movimiento brusco tomo mi miembro entre su gran mano y empezó a masturbarme sin piedad alguna, fuerte y con una velocidad que nadie me lo había hecho, empecé a temblar de placer sin control, pidiendo más, su otra mano aun mantenía tomada mi mandíbula.

-Ya no puedo más-

 dije levantando mi mano y alcanzando su cuello y aferrando su boca a mi nuca, oh mi dios me vine en su mano, se aferro a mí y me beso con lentitud y amo,
 algo que era dulce se volvió pasional, de pronto sentí su lengua contra la mía entrelazadas, bailando, mi sangre volvía a hervir y mis caderas empezaron con un vaivén rítmico y me mordió con una fuerza que me hizo sangrar del labio, se había venido debajo de mi, su simple cara de placer me hizo ponerme duro de nuevo, ver su clavícula expuesta llena de sudor con una cara de placer hacia atrás mostrándome su manzana de Adán, me hizo besarla, el era perfecto y hermoso.

Después de nuestra acalorada sesión bajamos del auto y entramos a su hermosa casa tomados de la mano

 - Esta es tu nueva casa mi pequeño-
Dijo con una radiante sonrisa hermosa, me sentí especial y perteneciente a un lugar.

Su nombre es Kim Jongin la persona con la cual he compartido mi vida desde hace cuatro años, el que me alejo de aquel lugar deplorable, el que me dio educación y amor verdadero, mi persona especial.


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