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Sentimientos por amorosa

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Notas del fanfic:

todos los personajes pertenecen a Masami Kurumada.

Notas del capitulo:

Hola!!

Después de mucho tiempo regreso a la página con este nuevo fic en honor al cumpleaños de mi amado Hyoga de Cisne.

sin más...

espero les guste.

 

23/01/14

Ikki:

He decidido escribirte estas líneas como despedida y aunque me costó mucho trabajo decidirme  en hacerlo o no, igualmente quiero, a través de esta humilde y última carta que te escribo, decirte que aún te amo, que no te guardo rencor por haberme engañado con el que se suponía era mi mejor amigo. Claro que duele recordar tu infidelidad y la forma tan descarada con la cual me miraste mientras disfrutabas de él… mientras lo besabas, acariciabas, penetrabas a la par que sus gemidos sonoros inundaban la habitación que hasta ese momento habíamos compartido desde el instante en el que me mudé a vivir contigo cuando valiente, te atreviste a declarárteme enfrente de todos nuestros amigos.

Aquella vez yo te dije que sí, que aceptaba ser tú novio porque tú también me gustabas, siempre me habías interesado y, cada vez que pensaba en la sola posibilidad de que mis sentimientos sean correspondidos, mi corazón latía fuerte, desbocado; un repentino escalofrío me recorría cada vez que esa idea asaltaba mi cabeza. Finalmente ese día llegó, tomándome por sorpresa. Recuerdo mis el rubor de mis mejillas en cuanto me miraste de una forma seductora, peligrosa, amorosa, apasionada… desde entonces decidí entregarte mi corazón, alma y cuerpo. Acepté ofrecerte mi cuerpo cada noche para que bebieras de mí, de mi esencia, saciaras tus irrefrenables impulsos sexuales que por las noches te asaltaban. Siempre me lo hacías con ternura, tan igual a nuestra primera noche juntos, amándonos, regalándote mi alma, mi corazón, mi vida, mi pureza…

A mi mente vienen los recuerdos hermosos de mi primera vez. Recuerdo cuando me cargaste entre tus brazos, apegándome a tu amplio pecho, dejándome aspirar tu aroma, sentir tu calor. Me cargaste como si fuéramos una pareja recién casada en su noche de bodas. Sonreí complacido por este hecho pues con esto me demostrabas claramente que tu querías futuramente sr mi esposo. No me di cuenta en que momento llegamos a la habitación, cuando quise reaccionar ya estaba en la cama, con la espalda apoyada en el lecho, con las piernas abiertas, vulnerable ante ti. Me besabas con pasión, amor, deseo, lujuria… se sentían tan bien esos besos que podía jurar estaba tocando el cielo con las manos. Lamentablemente no me duró mucho la sensación que estaba experimentando pues, rápidamente fue reemplazada por una sensación mucho más intensa. Tu boca succionaba mi cuello a placer; sentía como mi cuerpo aumentaba de temperatura, se contorsionaba bajo tu cuerpo, tus brazos, tu ser.

Completamente extasiado me dejo hacer. Ahora tus besos estaban por mi pecho, mi torso, recorres mis sensibles pezones con tu lengua experta… gimo, grito, me retuerzo entre tus brazos y es que, te amo tanto que de tan solo saberme dueño de tu corazón, de tu amor, de tu cuerpo me tiene completamente embriagado. Soy tan feliz de estar aquí contigo que me interesa un rábano que los dioses se enteren, que nuestros vecinos escuchen con claridad todo lo que estamos haciendo… no me importa. Juro que no me importa.

No soy consciente de cuando me tomas con tu boca, de cuanto ensalivas tus dedos para prepararme, de cuando hace círculos con tus dedos en mi cerrada entrada, de cuando lames ese sitio tan delicado, de cuando separas aún más mis piernas, las colocas sobre tus hombres y sin preámbulos me penetras. No soy capaz de darme cuenta de cómo ha sucedido todo tan rápido, lo único que sí sé es que apasionado, empezaste a moverte contra mí, envistiendo mi cuerpo, entrando y saliendo de mi con fuerza pero delicadamente. Tocas un punto clave que me hace enloquecer más de lo que ya estaba, moviendo mis caderas cual danza del vientre para sentir más y más dentro de mí. Como sabes, nada es eterno y nuestra unión debía terminar por lo que nuestros cuerpos empiezan a tensarse, todas las sensaciones de placer se agolpan en mí bajo vientre… siento que me vengo, ya no soporto más, necesito liberar mi esencia y así demostrar la completa satisfacción que vivía. Después de unos segundos más ambos nos venimos, llegando al máximo clímax, alcanzando el más exquisito de los orgasmos…

Las lágrimas me han traicionado. Tan grabados en mi corazón están todos los recuerdos de mi primera vez y aparentemente la mejor que tú tuviste pero… eso era falso… la mejor sesión de sexo que tuviste seguramente fue cuando te encontré en esa misma cama con Seiya, lo supuse cuando vi claramente tu cara llena de lujuria y gozo.

Bueno, es mejor que deje todas estas cursilerías aun lado. Sé que nunca te importé realmente, pues de lo contrario no me hubieras engañado pero, te agradezco por haberme abierto los ojos y, para no seguirte aburriendo con mis estúpidos sentimientos, me despido de una buena vez.

Adiós Ikki del Fénix. Adiós para siempre. Te llevaré siempre en mi corazón...

Atentamente…

Hyoga del Cisne

 

Dejó el lapicero en su pequeña mesita de noche. Acababa de terminar la última carta que le escribiría  Ikki, su ex novio, y no era exactamente una de despedida, sino más bien una en donde confesaba sus más profundos sentimientos ahora que se iba a Rusia y sabía que jamás lo volvería a ver. Puso rápidamente la hoja en el sobre, lo cerró, le puso el sello y lo envió de una vez a la casa de Ikki que el tan bien conocía.

 

Con la mirada triste, perdida en cualquier parte de la habitación tomó sus maletas, su maletín de mano y partió lo más rápido que pudo hacia el aeropuerto con rumbo a su natal Rusia.

 

***

 

-Señor… traigo una carta para usted!!-exclamaba con entusiasmo un joven mensajero.

 

-Ya voy…maldita sea!!-respondió un malhumorado Fénix que cachondo como estaba no quería ser interrumpido justamente en ese momento cuando ya estaba empezando con su sesión de sexo con Seiya.

 

Tuvo que levantarse perezosamente, caminar hacia la puerta y abrirla con un desgano y fastidio único y evidente. En cuanto tuvo la carta en sus manos leyó el remitente: De Hyoga de Cisne para Ikki del fénix. Estuvo a punto de romperla para seguir con su encuentro sexual más, sin embargo, no pudo hacerlo. Resignado abrió con desgano la dichosa cartita, la leyó y así, al instante se quedó paralizado. Aquel papel llevaba impreso los más profundos sentimientos de quien alguna vez fue su pareja. En ese instante algo extraño se removió en su interior. Se dio cuenta de que había dejado al hombre que siempre lo había amado por una diversión pasajera.

 

Como alma que lleva al diablo, y sin decirle nada al Pegaso, se fue corriendo al aeropuerto. Supuso que estaría ahí por la forma en la que se despedía. Afortunadamente, cuando llegó, el vuelo recién iba a salir.

 

-Hyoga!! Espera!!-exclamó agitado, cansado esperando a que el ruso lo escuchara. Necesitaba con urgencia hablar con él, pedirle perdón y suplicarle que regresase con él y así, vivir siempre juntos, en su nido de amor por toda la eternidad.

 

-Me pareció oír que alguien me llamaba…-susurró Hyoga mientras desconcertado, volvía su vista hacia la larga fila de abordaje.

 

-Hyoga!! Soy yo Ikki!!-ahí, en ese momento es que nuestro bello rubio voltea, su mirada se encuentra con la del pollo.

 

-Ikki…-clama al mismo tiempo que corre, con los brazos abiertos hacia donde Fénix se encuentra, dispuesto a darle un gran abrazo.

 

Como un momento mágico, el tiempo se detiene alrededor de ellos, creando una atmosfera muy romántica. Finalmente se alcanzan, se abrazan con gran fervor sin importarles la mirada de miles de personas que caminan en un lugar tan grande y concurrido como el aeropuerto.

 

-Hyoga yo…-murmuró Ikki al separarse levemente del cuerpo del cisne.

 

-Ikki. Perdona el abrazo que te di. Estaba tan emocionado porque hayas venido a despedirte. Después de todo creo que leíste mi carta…

 

-Sí. Si la leí y déjame decirte que…

 

-No necesito que me digas nada. No quiero tu lástima ni pena porque no la necesito. Solamente quiero que sepas cuanto te sigo queriendo y que, a pesar de todo, deseo con todas mis fuerzas que seas feliz y…-fue interrumpido por unos labios calientes y hambrientos que se cernieron a los suyos con creciente necesidad.

 

Ese beso se sentía tan bien. Aquellos labios se le hacían tan dulces que no deseaba separarse jamás. Sin embargo, sabía que Ikki ya no lo quería… ¿por qué lo estaba besando?? ¿Cómo despedida? No lo sabía. Pero si era así, se encargaría de disfrutar lo más que pudiera. Cuando el gesto terminó ambos se separaron con diferentes sensaciones. Por un lado Hyoga estaba agradecido por ese gesto de despedida mientras que por el otro, Ikki ya estaba completamente seguro de sus sentimientos. Solo quedaba una última cosa por decirse.

 

-Gracias por ese beso de despedida!!

 

-No era un beso de despedida. Era para que te dieras cuenta de mis sentimientos. Te quiero a ti, te deseo solo a ti… por todos los dioses TE AMO!!-gritó el mayor.

 

-Ikki, hubiera sido muy feliz con escuchar tus palabras antes, en vez de que te metieras con mi mejor amigo  pero, ahora sé que tú no me quieres. Lo que acabas de decirme fue solo porque te estas dejando llevar por el momento y eso, es lo que te hace actuar de esa manera.

 

-Eso no es así!! Y para demostrártelo te llevaré a mi casa, te haré el amor como no tienes idea. Lo que me pasó con el pony alado ese fue lujuria, una pasión incontrolable que nació cuando tú, ocupado como estabas con tu trabajo, ya no me dedicabas tiempo, entonces…

 

-Entonces fuiste a revolcarte con Seiya. Pero sabes, no te culpo por nada. Gracias por haber sido mío almenos hasta hace dos meses. Gracias por haberme hecho tan feliz. Cuídate y adiós.-dijo mientras se alejaba.

 

-Porqué eres tan necio!! Te digo que te amo y tú te vas. Pues bien, así  sea a la fuerza te llevaré conmigo!!-exclamó a la par que lo sujetaba por el brazo, lo jalaba hacia sí y lo cargaba como si fuese un muñeco.

 

-Bájame Ikki!! Tú no tienes ningún derecho!! Quién te crees que eres??-se quejaba el rubio pataleando cual adolescente berrinchudo.

 

-Yo soy tu hombre!!-fue lo último que oyeron las personas  antes de que la “pareja” saliera del lugar.

 

En el camino, Ikki iba decidido. Haría entender a Hyoga que lo seguía amando que su aventura con Seiya no significó nada y que fue algo pasajero…

 

Fin

Notas finales:

ojalá haya sido de su agrado.

cuidense


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