Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

De suspiros y Esperanzas. por qaroinlove

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Dos amigos ocupados, un moreno solo y enamorado de el hombre mas oscuro del colegio, Bill no quiere que se de cuenta y Tom quiere que crea que no lo nota…

un saludo a mi Lau chan y a una persona especial la cual tuve el gusto de conocer hace poquito :3 Gato Beat :D

Notas del capitulo: :D
De suspiros y esperanzas.


Bill Trumper, el prefecto perfecto del internado St. Idelphonse. Un chico de brillante intelecto y con una llamativa melena tan obscura como la noche sin ningún astro en ella, de cálidos y sinceros ojos avellana, se encontraba refugiado en lo que era su lugar seguro en todo el internado... La biblioteca.

Desde la mañana había permanecido sentado en una de las pequeñas y cómodas mesitas de madera al fondo de las penúltimas hileras de libros que se encontraban en la extensa habitación que era la biblioteca, delante de Bill se encontraba una enorme pila de libros que no habían aun sido tocados, las cuales le resguardaba de la vista de los curiosos. Bill se encontraba solo, como desde hace tiempo lo venía estando debido a que sus mejores amigos, Andreas y Andrej, se encontraban muy ocupados con sus respectivas novias últimamente, al punto de olvidarse de su existencia pero Bill no estaba molesto con ellos por ese asunto aunque si les echara mucho de menos.

Sin embargo, lo que detenía al menor en aquel tranquilo lugar era ni más ni menos que su profesor de música... Tom Kaulitz.

Aquel atrayente hombre de mirada enigmática y al mismo tiempo tan huraño y malhumorado le había cautivado desde el principio de curso.

Pero ¿Que hacia el profesor Kaulitz también en biblioteca? No lo sabía, nada más le miraba ir y venir de la sección de música clásica a su mesa, donde se sentaba a leer cuidadosamente algún ejemplar tomado con anterioridad.

Para Bill era extrañamente placentero verle leer con tanta dedicación, el solo había visto ese interés en su profesor cuando hablaba de algún instrumento musical, mas específicamente de su piano de cola negra o su adorada guitarra acústica.

Bill tenía una amplia vista de todos y cada uno de sus movimientos, ya que el profesor Kaulitz se encontraba a escasas tres mesas de él. No es que le estuviera espiando ni observando ni nada de eso... era... que... umm... solo que... Estaba estudiando... Si eso! Estaba estudiando para sus finales, no por nada era el mejor promedio en años en el internado. Sin embargo, aquella molesta y traicionera vocesilla de su conciencia le rebatia mordazmente que apesar de todos los pretexto la realidad era otra — ¡Claro que le estas espiando!— le decia aquella molesta vocesilla, y desde hace tiempo para ser honesto con el mismo.

...


Bill Trumper iba a toda prisa por los frios corredores de St. Idelphonse , tan apurado estaba por llegar a la clase de su profesora la Señorita Grace, que practicamente no miraba por donde iba ni a quien se llebaba consigo en aquella carrera contra reloj.

Y es que todo el asunto de haberse quedado dormido era culpa de Claude y Dean, aquel par de casanovas con el que tenía que compartir habitación, quienes habían estado hablando de sus resientes conquistas hasta muy altas horas de la madrugada y con un tono de voz bastante alto para ello y sin respeto alguno de no encontrarse solos en la pieza.

Solo Dios sabe a qué horas cayo rendido por el sueño, de lo único que estaba seguro era que, si llegase a tener algún reporte en su impecable historial, Claude y Dean lo pensarían dos veces antes de volver a hablar de chicas a muy altas horas de la madrugada en presencia de Bill Trumper... No por nada era prefecto, aunque nunca usaba su rango para su beneficio esta vez haría una excepción con ese par.

El moreno iba tan sumido en sus ideas de venganza que no se dio cuenta de que había chocado contra alguien, hasta que lo único que alcanzo a hacer en ese instante fue cerrar fuertemente los ojos y esperar el fuerte impacto del frio suelo contra sí.

Para Bill el no sentir la frialdad del mármol contra su piel, si no al contrario de ello, sentir unos fuertes y cálidos brazos que le rodeaban y sostenían para que no cayera le hizo reaccionar rápidamente. Al abrir sus acarameladas orbes se asustó al ver de quien se trataba... Hubiera preferido mil veces el haberse caído de bruces a la fría y marmoleada superficie.

Y es que el Profesor Thomas iba tan concentrado en la última charla que había tenido con el Director Jost, que no se dio cuenta que el "sabelotodo" Trumper iba a chocar contra él y mucho menos en el acto de caballerocidad innato que tuvo hacia su peculiar y molesto alumno. Y es que a lo único que alcanzó a reaccionar Thomas Kaulitz fue a evitar la caída de dicho chico. Ya que lo tomo firmemente de la estrecha cintura del muchacho quedando a escasos milímetros de la cara de su alumno.

Cuando Bill abrió sus orbes avellanas pudo notar la obscura mirada de su Profesor de música sobre él ya que ambos estaban cara a cara, separados por casi una inexistente distancia... y eso lo hizo sonrojarse furiosamente. Al estar tan cercas de él pudo notar que en esta ocación no estaban endurecidos y mucho menos había rastro del tan característico odio en ellos y eso le llamo fuertemente la atención, en esas orbes obscuras había algo más, algo que pudo identificar como... ¿Preocupacion?

¿A qué?

Tom al notar la poca distancia que le separaba de aquel níveo rostro le soltó bruscamente, y el muchacho cayó estrepitosamente sobre la loza fría.

Bill solo pudo dejar escapar un bajo gemino de dolor al sentir el golpe al caer sobre la fría superficie, pero aún estaba tan sorprendida de ver algo más que solo odio y frialdad en los ojos de su Profesor que no pudo decir nada más.

—Trumper...— siseó peligrosamente Kaulitz— un reporte por correr por los pasillos y castigo después de clases por agredir a un superior— y así el Profesor Kaulitz después de imponer los debidos castigos giro sobre sus talones y se retiró rápidamente por el pasillo dejando a un sorprendido Bill sobre la loza, tanto por la rapidez del momento como por el hecho de que esos profundos ojos le llamarón fuertemente su atención.

...

Desde ese momento la curiosidad de Trumper ganó terreno y se prometió descubrir cuál era la preocupación de su profesor, y así empezó la extraña rutina de observarle detenidamente.

Muchas veces observo los pequeños gestos que hacía, desde la mueca de desagrado ante alguna nota mal entonada en clases, o fruncir el ceño cuando revisaba o leía algún ensayo en el aula, que de seguro estaba mal hecho por la expresión que ponía.

Y ahora que había pasado más de medio curso, Bill se ha memorizado todos y cada uno de sus movimientos, cada una de sus muecas, hasta el más pequeño de los gestos que hace, y demasiado tarde se ha dado cuenta de que se enamoró de él sin siquiera pensarlo.

Porque en cada clase que tomaba con él hacia hasta lo imposible por llamar su atención, pero al percatarse que sus esfuerzos eran en vano lloraba de frustración y se prometía a si mismo que lo lograría a la próxima. Y cuando llegaba a captar alguna esporádica mirada de su amado tormento solo era para imponerle castigos o restarle algunos puntos por algún motivo, pero lo que más le dolía a Bill eran las miradas cargadas de desdén que le obsequiaba, y eso hacia encoger el pequeño corazón del moreno porque sabía que nunca le vería mas allá de ser un simple y molesto alumno más.

Bill estaba tan sumergido en sus recuerdos que no se dio cuenta cuando Tom se dirigía hacia el en rápidos y silenciosos pasos.

Cuando estaba lo suficientemente cercas de él, susurró cercas de su oído— La próxima vez...— arrastraba suavemente las palabras— que deseé verme... solo pídalo señor Trumper.

Bill Trumper abrió enormemente los ojos debido a la sorpresa que lo inundó ¿Cómo era posible que...? Más bien dicho ¿Cómo se había dado cuenta de que...? Y como si esas preguntas hubieran sido formuladas con palabras, Tom que aún estaba a un lado de él le respondió con simpleza — es que están sencillo de leer señor Trumper, usted es como un libro abierto— las mejillas de Bill se incendiaron débilmente, lo que a Tom le pareció simplemente adorable en el joven.

Con esas últimas palabras se enderezó y salió rápidamente de la biblioteca en largas zancadas, dejando a un más que sorprendido y sonrojado Bill.

El un instante mas el joven sonrio bobamente, ¿Sería posible que llegase a tener alguna minima oportunidad con...? No lo sabía, pero lo averiguaría. Así que rápidamente Bill tomo todas sus cosas que estaban sobre la mesilla antes de salir detrás del dueño de su corazón, solo tal vez... tal vez esta sea su oportunidad de ser visto más allá de un simple alumno.

Y con ánimos renovados y con la esperanza de una oportunidad única, Bill suspiro emocionadamente y con rápidos pasos fue detrás de su oportunidad de ser feliz.

.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).