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Blind Date por MrsBatido

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Notas del fanfic:

Es el primer fic que escribo así que...perdonad los errores.

 

Notas del capitulo:

Esto salió así porque sí. (?) Iba a ser un pwp pero al querer añadirle un contexto lo iba a dejar en drabble fluff con final abierto y al final... ha salido esto. Tuve la necesidad de invertir roles, soy rara, pero bueno.

 

Vestido con un grueso abrigo para no pasar frío en esa noche de febrero, se paró y miró hacia el frente mientras esperaba para cruzar el paso de peatones.

Aunque estuviera a tan solo 20 metros, no podía creerse que hubiera accedido a ello. Él, Kim Joonmyun, alumno e hijo ejemplar, estaba parado frente a un restaurante para cenar con alguien del que no sabía ni el nombre. Baekhyun y Chanyeol, sus amiguitos del alma, le habían preparado esta cita a ciegas como excusa de que "no debía ser tan cerrado si no quería morir solo, debía buscar a alguien para que cayera en sus redes".

Un mensaje llegó a su móvil, que sacó del bolsillo a la vez que un trozo de papel. Era Baekhyun.


"Hyung, ¿te has acordado de llevar condón? No puedes manchar a la gente como a tu mano, eh."

Negó para sí, pero no pudo evitar que una pequeña sonrisa se dibujara en sus labios. ¿Quién se creía este enano que era? Ni que fuera un inexperto. Pensó. Abrió el papel y leyó, doblándolo de nuevo y metiéndolo en el bolsillo junto al móvil mientras cruzaba de acerca.

Restaurante Il Gondoliere. Mesa 12”.




Al entrar en el lujoso restaurante miró hacia todos lados en busca de algún cartel o algo que dijera "Cita con Kim Joonmyun. Venga aquí, soy yo", pero como era de esperarse, no había nada de eso. Por pura lógica comenzó a contar mesas hasta que llegó a la 12. Había un chico moreno sentado ojeando el menú con el ceño algo fruncido, dando a notar sus pobladas cejas. Ojos marrones tras unas gruesas gafas falsas de pasta, pómulos marcados, perfectos y finos labios curvados. Joonmyun no se esperaba que su cita fuera un chico tan atractivo. Ni siquiera que fuera un chico.

Tras unos segundos, o minutos, allí parado se armó de valor y se dirigió hacia la mesa, carraspeando para llamar la atención del chico.

—Esto...¿Esta es la mesa 12? —preguntó esbozando una de sus brillantes sonrisas para intentar ocultar su nerviosismo.


El moreno con gafas asintió dejando de mirar el menú para dirigir la mirada a Joonmyun. Si estaba confuso no lo hizo notar porque una enorme sonrisa con forma de gato se esbozó mientras su mano hacía un movimiento para que el contrario se sentara.

—Soy Kim Joonmyun, aunque me puedes llamar Suho. Un placer conocerte. —Dijo mientras tomaba asiento, sujetando una carta de menú con una de sus manos.

—El placer es todo mío, Suho. Soy Kim Jongdae, Chen si lo prefieres. —Respondió el contrario, segundos antes de que llegara un camarero vestido con traje.

—Bonsoir monsieurs, ¿han decidido qué van a tomar?

¿Bonsoir? ¿Monsieurs? ¿Eso no era francés? Creía que esto era un restaurante italiano.Debatió Suho en su cabeza mientras echaba un vistazo al menú. Poco era lo que entendía y para evitar quedar mal se quedó callado. Por suerte Chen habló.

—Mi compañero acaba de llegar así que agradecería si nos diera un momento más. Cuando hayamos decidido le llamaremos —Tras ello el camarero se retiró haciendo una leve reverencia. Chen giró su vista para encarar a Suho, volviendo a dedicarle una sonrisa.

Suho agachó la vista para evitar que el contrario viera el color rosado que adquirían sus mejillas. —Yo...yo no soy mucho de venir a estos restaurantes por lo que no sé qué pedir... —Murmuró algo avergonzado, escondiendo su cara tras el menú.

—Yo tampoco. Antes de que llegaras estaba buscando fotos o algo para hacerme una idea de qué significa Boeuf Bourguignon —Respondió el otro casi atragantándose al pronunciar las dos palabras, lo que causó una carcajada por parte de Suho.

—¿Has visto la bouillabaisse?¿O la ratatouille? —Añadió Joonmyun intentando poner acento francés, recibiendo sonoras y agradables carcajadas por parte del otro, a la vez que miradas de otros clientes del restaurante.

—¿Ratatu qué? Puag, ¿no me digas que sirven rata? —Bromeó Jongdae, quien siguió mirando el menú en busca de nombres graciosos.

Suho por su parte hizo una mueca de asco. Si eso era cierto....Adiós a todas sus ilusiones de visitar París y probar la gastronomía francesa. Tras un rato mirando el menú con el ceño fruncido, Jongdae habló.

—Oye, ¿qué piensas sobre irnos a un lugar en el que la comida no tenga nombres impronunciables y nos cueste un riñón? —propuso en voz baja por si el camarero les escuchaba— Además...ya nos están mirando mucho. Mejor irnos por nuestra cuenta que nos echen por armar alboroto.

Joonmyun no tuvo ni que pensárselo dos veces, rápidamente asintió y se levantó del sitio para dirigirse a la salida, aunque fue parado por una mano en su muñeca.

—Eh, por la parte principal no. ¿Y la vergüenza Monsieur Kim? —Dijo Chen ladeando su cabeza. Suho cayó en la cuenta y se sonrojó levemente, volviendo a sentarse.

—¿Y cómo lo hacemos entonces? —Preguntó tras acomodarse en el asiento.

—Hmm... —Chen pasó su mano derecha por su barbilla, frotándola con expresión pensativa —¿Nos escapamos por la puerta trasera? Vi una cuando fui al baño.

Increíble. Hay puerta trasera. Por ahí se podría escapar cualquier gorrón que no quisiera pagar los 30.000 wons que costaba cada mísero plato.Pensó Suho, mirando en dirección al baño y asintió. Jongdae se levantó y tiró de la muñeca de Suho, que no había soltado en ningún momento. Este le siguió y se dirigieron al baño, cambiando de dirección cuando estuvieron tras las paredes que tapaban el lugar del resto del restaurante para salir por la puerta trasera. Durante ese corto trayecto parecía que estaban cometiendo un crimen y necesitaban escapar vivos de aquella misión, por lo que nada más salir ambos se miraron y rompieron en carcajadas.

—Misión completada señor. —Bromeó Jongdae, erguiendo su cuerpo y haciendo un saludo de soldado.

Tras unos minutos de risas y las respiraciones controladas de nuevo, Suho habló.

—Ya, hace frío. ¿A dónde vamos ahora? —Preguntó mientras se abrochaba mejor el abrigo, pues como todos los días de invierno en Seúl, hacía mucho frío.

—Conozco un lugar donde sirven el mejor ramyeon de la ciudad y no hay nada mejor que eso para un día en el que puedas morir congelado —Respondió Jongdae, comenzando a caminar con un Joonmyun detrás—. Está a dos manzanas de aquí, llegaremos en cinco minutos.

Y Jongdae no mentía, de verdad habían llegado en cinco minutos. Era un local pequeño y sin muchos clientes, nada comparado con el lujoso restaurante en que se encontraban minutos atrás. Se sentaron en una de las mesas más apartadas, uno al lado del otro. Tras unos minutos la dueña del local se dirigió hacia ellos.

—Hombre Jongdae, qué alegría verte de nuevo por aquí —Saludó la mujer de unos sesenta años con una gran sonrisa que fue devuelta por Jongdae. Parece ser que era cliente habitual —. ¿Lo mismo de siempre?

—Ya empezaba a extrañar tus ramyeons, ahjumma. Y sí, lo de siempre —Respondió Chen. La anciana dirigió su mirada a Suho, quien esbozó inmediatamente una sonrisa también.

—¿Y tu amigo? ¿Qué quieres de comer, joven? —Le preguntó.

—Como es nuevo lo mejor sería tu legendario ramyeon clásico. Seguro que se queda con ganas de más. —Respondió Chen en su lugar, causando unas risas por parte de la anciana que se sintió halagada por las buenas palabras que siempre salían de la boca del joven y asintió, dirigiéndose a la cocina.




—¿Vienes muy a menudo? —Preguntó Suho una vez que la mujer se fue.

Jongdae asintió. —Hm. Venía a comer muy a menudo aquí, fue ella quien me hacía toda la comida casera que echaba en falta en casa.

—¿Tus padres no te hacían de comer? Eso es que no te querían —Bromeó Joonmyun con una sonrisa que se borró cuando vio la expresión apagada del contrario.

—Puede que sea eso. Tal vez por eso a los cinco años comencé a vivir con mi tía, que desafortunadamente murió hace unos años —Murmuró Jongdae con la vista fija en el suelo.

—Lo...lo siento... Y-yo no sabía de eso y....lo siento —La culpa inundó a Joonmyun, quien se sintió la peor persona del mundo por haber hecho tal broma.

Jongdae alzó la vista y esbozó la misma sonrisa que hace un rato, negando con la cabeza.—No es nada. No lo sabías, es eso.

Cierto, no lo sabía. Lo acababa de conocer....hace menos de una hora. De repente Joonmyun se dio cuenta de lo que acaba de pensar.¡Hace una hora! Eran completos desconocidos, pero el contrario hacía sentir cómodo a Joonmyun, como si fueran amigos desde siempre.

—Es verdad...Aún no te lo he preguntado, ¿cuántos años tienes? —Dijo Suho tras un instante, intentando cambiar el tema de conversación.

—Veintiuno. ¿Y tú?

—Veintidós. Supongo que soy tu hyung —Respondió Joonmyun.

—No supones, lo eres —Añadió Chen, con un toque de burla.

—Eh, ¡respeto por los mayores! —Replicó Suho con una mueca y alzó el brazo para revolverle el pelo al contrario, aunque no llegó a hacerlo, siendo su brazo atrapado por la fuerte mano de Jongdae quien pasó de reír a mirarle fijamente a los ojos. Joonmyun se quedó paralizado y sintió perderse en la mirada del menor, sin darse cuenta de que la distancia entre ambos iba acortándose. A escasos centímetros de la cara de Joonmyun, Jongdae se alejó, soltando su brazo a la vez.

—Ya está llegando la comida —Dijo el menor como si nada hubiera pasado, mientras que Suho estaba más que confuso, con los ojos abiertos como platos y sin pronunciar palabra. Y Chen no se equivocaba, de nuevo, segundos después llegó una sonriente anciana a servirles dos boles con ramyeon de aspecto y olor delicioso.

—Que os aproveche —Dijo la anciana mientras se iba a atender a otra mesa, recibiendo un “gracias” por parte de ambos jóvenes.

Suho prefirió ignorar lo que acababa de pasar, o mejor dicho, lo que no acababa de pasar. Y para evitar el silencio, habló.

—Hm...¿Tú....aceptaste la petición de mis amigos para una cita a ciegas porque no querías pasar el San Valentín solo? ¿O fue porque te acosaban y querías que te dejaran en paz? —Preguntó.

A Jongdae le pilló por sorpresa la pregunta, aunque tardó poco en elaborar una respuesta. —Sí, claro. Ya iba siendo hora de no pasar ese día en casa. Creo que mi panda de peluche se está empezando a cansar de mí o peor, me está poniendo los cuernos con el dragón.

Suho rió ante la respuesta del menor y comenzó a comer de su bol de fideos.

—¿Y tú? ¿Con qué te engañaba tu peluche? —Preguntó Jongdae, tras tragar un buen bocado de ramyeon.

—Mis peluches me son fieles, o eso creo. Y fue por acoso-barra-obligación de mis mejores amigos.

—¿Entonces no querías conocerme? —Jongdae fingió decepcionarse haciendo un mohín.

—Eh..No, no es eso —Joonmyun intentó arreglarlo pero su mente trabajaba tan rápido que no sabía qué decir —. Cla-claro que quería conocerte...Y-Yo... —Claro que quería conocerte, me pegaría a mí mismo si hubiera dejado escapar la oportunidad de conocerte.Se dijo en su mente mientras que en el exterior sólo se veía a un Kim Joonmyun hecho una manojo de nervios y balbuceando.

—Es broma hombre. Aunque me alegro de que hayas venido y haberte conocido —Jongdae recuperó su cara normal, esbozando una dulce sonrisa después. Suho se calmó tras escuchar sus palabras e intentó bromear.

—Sabía que era una broma pero quería seguirte el juego, ¿soy bueno actuando, no? —Dijo sonriendo divertido, aunque ambos sabían que era una mentira. Tras unos segundos y otro bocado más de su bol volvió a hablar sin dirigirle la mirada a su interlocutor — Yo también me alegro de haberte conocido.










—¿Qué te ha parecido la cena? —Preguntó Jongdae una vez que estaban de vuelta en la calle andando sin rumbo fijo.

—El mejor ramyeon que he probado en mi vida. Sin duda volveré —Respondió Joonmyun, pasándose la mano por la barriga y soltando una suave carcajada después.

—Me tendrían que pagar por publicidad... —Bromeó Jongdae —¿Quieres que te acompañe a casa?

—¿Hm? —Suho se giró para mirar al menor y pensó en rechazar su oferta, no vivía muy lejos de donde estaban y ya era lo suficiente mayor como para ir solo por la calle, pero no quería separarse de éste, no aún —Si quieres por mí encantado. Y estás de suerte, vivo cerca de aquí.

Jongdae asintió, dedicándole una sonrisa y no volvieron a intercambiar palabras en todo el trayecto. Hubo silencio, pero era un silencio cómodo, con algunas miradas del menor al mayor y viceversa.

Tras unos minutos caminando llegaron al apartamento de Joonmyun, que se situaba en el 6º piso de un edificio. Parados el uno frente al otro, el mayor de espaldas a la puerta, intercambiaron miradas hasta que el menor de ellos habló.

—Bueno...supongo que es todo por hoy...

—Sí...Ha sido un placer, Jongdae —Dijo Joonmyun, con un deje de tristeza en su voz.

Jongdae asintió, esbozando otra amplia sonrisa aunque no se mostraran sus dientes. —Buenas noches hyung. Adiós.

—Buenas noches...Dongsaeng.

Ambos se despidieron pero ninguno de los dos se movió, seguían mirándose fijamente a los ojos. Jongdae tomó la iniciativa y comenzó a acercarse al mayor poco a poco, el cual no se movió. Chen apoyó una de sus manos en la puerta, a un costado del cuerpo de Joonmyun, con su cara a milímetros de la cara de éste, pudiendo sentir la respiración del contrario contra su rostro. Miró a Suho por unos segundos, echó un vistazo a sus labios y cerró los ojos, uniéndolos con los suyos. El mayor no tardó en corresponder moviendo sus labios contra los ajenos, haciéndolos encajar perfectamente. Jongdae pasó de apoyar la mano en la puerta a la espalda de Joonmyun, sujetándole por la cadera y su lengua acarició el labio inferior del mayor pidiendo permiso, quien rápidamente abrió la boca para ser explorada por la curiosa lengua del menor, entrelazándola con la propia tras unos instantes. El beso no llegó a subir de tono, pues no hacía falta. Simplemente “se estaban conociendo”. La falta de aire deshizo la unión de sus labios pero no el agarre que tenía Jongdae sobre la cadera del mayor. El primero apoyó la barbilla en el cuello del segundo, susurrándole cerca de la oreja.

—No tengo nada que hacer hoy, ¿crees que podrías darme un tour por tu casa?

La voz grave que adquirió el menor tensó el cuerpo de Joonmyun, quien por acto reflejo asintió y hundió la mano en los bolsillos para buscar las llaves. Tardó más de lo que imaginaba sacarlas del bolsillo y aun más en encajarlas en la cerradura y abrir la puerta. ¿Tal vez porque tenía un Kim Jongdae que no dejaba de darle besos y mordiscos en el cuello?

Entraron en el apartamento de Joonmyun, no era especialmente lujoso pero sí lo suficiente grande y bonito para un estudiante de universidad. Un salón bien amueblado nada más entrar, una puerta que conducía a la cocina justo en frente y un pasillo que conducía a las habitaciones, con un baño entre dos de ellas, teniendo la tercera uno propio.

Jongdae ni siquiera miró el salón y el mayor tampoco hizo especial hincapié en mostrarle el lugar, más bien le llevó directamente a su habitación. Nada más entrar y cerrar la puerta el menor le empujó contra la pared, con la cara a escasos centímetros.

—¿No querías un tour, dongsaeng? —Dijo Joonmyun, con una sonrisa en la cara.

—Creo que podemos empezarlo en tu habitación, hyungRespondió el menor con la misma sonrisa aunque más acentuada y los ojos cargados de lujuria.

Volvió a unir los labios con los del mayor y este beso no fue como el anterior, sino más fuerte, más urgente, más necesitado. Joonmyun pasó sus brazos por el cuello del menor y éste lo rodeó por la cintura. Mordió el labio inferior del contrario y consiguió un gemido ahogado por parte del mayor. Delineó la parte con su lengua y comenzó a besar la línea de la mandíbula ajena, acabando en el lóbulo de la oreja al que le pegó un pequeño mordisco.

—Supongo que esta es la pared. Muy bonita, y dura. Preferiría algo más suave, como la cama —Murmuró contra la oreja de Joonmyun, quien sintió su vello ponerse de punta. Giró la cabeza y unió de nuevo los labios con el menor, a la vez que se impulsaba contra la pared para rodear a Jongdae por la cadera con sus piernas. A Chen no le costó nada elevar al contrario del suelo, pasando sus manos al trasero de éste y aprovechó para acariciarlo, frotando en el lugar de su entrada obteniendo leves gemidos por parte de Joonmyun, que fueron amortiguados debido a sus labios sobre los ajenos.

Jongdae tumbó al mayor sobre la cama y comenzó a desabrochar su camisa, dejando una fila de besos y pequeños mordiscos a medida que descendía. Se paró en uno de los pezones, prestándole más atención pasando su lengua sobre este y marcando el contorno, mordiendo suavemente después. Una vez que se encontraba rosado y erecto, procedió a hacer lo mismo con el otro obteniendo unos gemidos ahogados como respuesta.

Tras despojar al mayor de su camisa volvió a sus labios y le besó con cierta rudeza aunque el contrario respondió igual, mientras desabrochaba la prenda del que tenía encima. Acarició el pecho y el abdomen hasta llegar al borde de sus pantalones, de los cuales empezó a tirar y poco después, desabrochar. Al posarse su mano sobre el erecto miembro del menor, éste soltó un gemido rompiendo así el beso que volvió a unir tras un segundo. Mientras sus labios se movían hábilmente, la mano del mayor se movía a la vez sobre el miembro ajeno por encima de la tela. Deslizó su mano al borde de los bóxers y tiró de ellos, intentando bajarlos pero la mano del menor lo paró.

—Ah, ah. El tour es para mí. Debería ser yo quien explorase el recorrido —Dijo con una voz ronca mientras volvía a descender por el cuerpo del mayor desabrochando sus pantalones y llevándose consigo la ropa interior, dejando a éste completamente desnudo ante su vista. Se acomodó en el lugar y le dedicó una mirada y sonrisa ladina al mayor antes de bajar la cabeza e introducir el miembro del contrario en su boca. Un fuerte gemido salió de los labios de Joonmyun, lo que impulsó al menor a continuar su tarea recorriendo con la lengua el miembro ajeno, apretando más sus labios en el glande. Los expertos movimientos de la lengua de Jongdae nublaban el raciocinio del mayor, que sólo dejaba escapar gemidos aunque intentara ahogarlos. Posó su mano sobre los ondulados cabellos del menor y tiró suavemente de ellos para dirigir y a la vez aumentar el ritmo. Cuando sentía que estaba llegando a su fin y pensaba avisar al menor, éste sacó el miembro de su boca dejando un sentimiento hueco y frío en el mayor, que puso una mueca de disgusto.

—¿Por qué has parado? —Frunció el ceño y se quejó, haciendo un leve puchero después. Jongdae simplemente le sonrió y se acercó.

—Porque quiero que sientas algo mucho mejor —Respondió y posicionó tres dedos sobre los labios del mayor que rápidamente entendió su intención. Mientras chupaba de ellos lo mejor que podía para causarle placer al contrario, Jongdae le abrió las piernas y se posicionó entre ellas, acariciando la parte interior de sus muslos rozando su entrada. Con su mano libre se desabrochó el pantalón y se deshizo de él. Cuando sintió que los dedos estaban lo suficientemente húmedos los retiró de la boca del mayor reemplazándolos por su lengua, que volvió a explorar en cada rincón de la cavidad. Un dedo fue introducido en el interior de la entrada de Joonmyun, quien arqueó la espalda y soltó un gemido apaciguado por los labios de Chen. Comenzó a mover el dedo en movimientos circulares en el interior del mayor y tras un momento introdujo un segundo dedo, con el que simuló embestidas causando más gemidos por parte de Suho. Jongdae pasó de saborear los labios del contrario a dejar marcas por el cuello de éste. Varios instantes después de movimientos circulares y de tijera, el interior del mayor ya estaba lo suficiente dilatado para albergar un tercer dedo. Si dos dedos ya hacían perder la razón a Suho, no sabría decir cómo se sentían tres. Y el miembro del menor, menos aún. No podía esperar por ello.

—Jong-Jong...Dae..ah —Dijo entrecortadamente el mayor y el mencionado dejó de mordisquear su hombro para mirarle.

—Dime, hyung Susurró junto al lóbulo del mayor, el que comenzó a mordisquear ahora.

—E-Entra...T-Te quiero...dentro —Casi suplicó Joonmyun entre gemidos, muerto de vergüenza por oír lo que acababa de salir de sus labios.

Una enorme y lujuriosa sonrisa se formó en la cara de Jongdae, quien sacó los dedos del interior de Suho obteniendo un suave quejido. Se levantó y se bajó los bóxers, colocándose un preservativo en su erecto miembro antes de volver entre las piernas del mayor y colocar la punta de éste en la entrada ajena. Poco a poco fue introduciéndolo para evitar hacerle daño al contrario, que una vez dentro del todo, dejó escapar un grito.

—¿Te duele? Dímelo y paro —Preguntó el menor acercándose al rostro de Suho y lo besó cariñosamente de nuevo. El mayor negó mordiéndose el labio inferior y correspondió el beso. Cuando se acostumbró al intruso en su interior, instintivamente comenzó a mover las caderas y el menor a realizar lentas y suaves embestidas. Las estrechas paredes de Joonmyun enloquecían a Jongdae y a medida que las embestidas aceleraban, los gemidos provenientes de ambos inundaban la habitación. Joonmyun rodeó con sus piernas la cadera del menor y arqueó la espalda, haciendo la unión entre ambos mayor y dando la oportunidad a Jongdae de llegar más fácilmente a su próstata. La primera vez que llegó obtuvo un fuerte gemido, la segunda vez las uñas de Suho clavadas en su espalda, la tercera un “¡Jongdae!” gritado entre gemidos y así, junto a su mano que había comenzado a masturbar el miembro del mayor, llegó éste al clímax, derramándose sobre la mano del menor. La ola de placer que inundó a Joonmyun hizo que sus paredes se contrajeran de manera significativa, apretando el miembro del menor que se vino en ese justo momento, soltando un fuerte gruñido, seguido de un gemido.

Jongdae se tumbó sobre el mayor y depositó un dulce beso en sus labios. El contrario le rodeó el cuello con sus brazos y lo apegó a él, por lo que se tumbó a su lado tras salir de su interior. Volvieron a intercambiar besos y sonrisas mientras cogían unos pañuelos de la mesita de noche para limpiarse el uno al otro, se tapaban con la sábana y Joonmyun se abrazaba al menor finalmente una vez tumbados los dos de nuevo.

—Buenas noches, Jongdae —Murmuró Joonmyun contra su pecho.

—Buenas noches, hyung —Respondió Jongdae y depositó un beso sobre el cabello del contrario, cerrando los ojos para caer ante los brazos de Morfeo.









Tras lo que sintió que eran minutos durmiendo, Jongdae abrió los ojos y buscó molesto el móvil que le había despertado. Sacó el aparato de una chaqueta junto a un papelito que estaba junto a este y miró la brillante pantalla que indicaba un nuevo mensaje. Entrecerró los ojos y parpadeó varias veces antes de poder leer bien el contenido.

De: Byun Baekhyun


"¡Yah, Kim Joonmyun! Chanyeol y yo nos complicamos la vida para organizarte esta cita, ¿¡y lo que tú haces es no ir!? La chica me ha llamado diciendo que te esperó por una hora y no apareciste. Está muy decepcionada y yo también, creía que eras alguien de palabra hyung. Si no querías ir, HABÉRMELO DICHO. Ahora tendré que disculparme con ella."

Acto seguido miró el papel que decía “Restaurante Il Gondoliere. Mesa 12”.Jongdae volvió a meter el móvil y se acostó de nuevo en la cama, apoyando su cabeza sobre el codo para mirar al mayor dormido y le apartó unos mechones que tenía en la cara, esbozando una sonrisa.

—¿De verdad tenías una cita a ciegas? Creía que era una cutre excusa para ligar —Rió en silencio y siguió acariciando el rostro del dormido.—. Quedaste en el Restaurante Il Gondoliere, yo estaba en la mesa 12 del Restaurante Le Gondolière. Te equivocaste de restaurante, hyung tonto."

Se acercó al rostro del mayor para unir sus labios en un pico y volvió a acostarse a su lado para descansar.




F I N

Notas finales:

Si me tiran tomates....que sean cherrys (??)

 

 

Yehet :B


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