Red es mi pareja, sin embargo algunas veces pareciera que sólo yo pienso eso, ha estado durante meses en el Monte Plateado y yo aquí en Viridian, por ser el líder del gimnasio no puedo descuidarlo mucho, sé que si voy en busca de Red permaneceré con él y descuidaré el gimnasio, algo que no puedo permitirme hacer. Necesito distraerme de pensar tonterías, las batallas de gimnasio son tan escasas que no ocupan ni 5 horas del día y con 8 horas durmiendo me dejan por lo menos 11 horas diarias para pensar en él. Por eso decidí comprar algunas pesas y mancuernas, entrenar mi cuerpo es agotador, ocupa mi mente y el cansancio me hace dormir tranquilamente, sin soñar con Red. Cada atardecer me lo recuerda, el cielo rojizo me recuerda sus hermosos ojos.
Red fue hace años mi rival, en ese entonces yo salía con Blue pero no me hacía feliz ni yo a ella, por lo que ambos decidimos terminar la relación y fue entonces que pude ver lo hermoso que son esos ojos escarlatas. En una noche de luna llena, mientras caminaba rumbo al gimnasio vi a Red, sus ojos rojos brillaban como dos faroles que me llamaban. No me había percatado de su belleza, su piel se veía tan suave, sus labios tan delgados que dibujaban una sensual sonrisa, picara pero inocente, una combinación mortal para mí, y su cabello revuelto se movía suavemente al compás del viento. Red se me acerco:
R: hola Green, fue al gimnasio y no te encontré
G: y para que me buscabas
R: pues… veras… supe… que… bueno…
G: di lo que tengas que decir
R: ¿en verdad terminaste con Blue?
G: acaso te gusta Blue
R: no… me gusta alguien más.
Por alguna razón esas palabras me hicieron hervir la sangre. Por un lado Red me decía que su corazón le pertenecía a alguien quien de seguro era Yellow y por otro lado, el simple hecho de enojarme porque él la ame me hacía dar cuenta que me gustaba Red. Por mucho tiempo había salido con mujeres y me encantaba ver sus cuerpos, pero ahora lo único que quería ver eran esos hermosos ojos y esa sonrisa
G: y sólo por esa tontería me buscabas
R: no… es… que… yo…
G: habla rápido, no tengo toda la noche
R: es que hay algo que debo decirte y no sé cómo hacerlo.
G: te conozco desde la infancia, solo dilo que empieza a hacer frio.
R: Green yo….
G: estas temblando, toma mi abrigo. (Puse mi abrigo sobre sus hombros, se veía tan lindo esa noche y ese nerviosismo lo hacía ver más adorable)
R: Gracias
G: de nada, y que quieres decirme
R: te… amo…
G: ……….
R: no te quedes callado, si me odias dilo pero… duele más tu silencio que tu desprecio
G: idiota, como esperaba que reaccionará
R: no lo sé
G: tu también me gustas Red
R: en serio o me juegas una broma cruel
G: no puedo creer que me creas capaz de hacerte algo así
R: pues… es que…
G: ¿y cómo fue que te enamoraste de mí?
R: eh… pues veras, me enamore de ti en una puesta de sol
G: en serio, ¿porque?
R: pues, no sé, te veías tan guapo, tan seguro de ti mientras combatías con un retador
G: en una puesta de sol, eres muy dulce y eso sonó muy romántico
R: pues sí, lo fue… y qué hay de ti, como te enamoraste de mí
G: por tus ojos
R: mis ojos… no entiendo
G: ni yo, pero algo en tus ojos me cautivo, es difícil explicar
R: eso es más romántico, el amor que no se puede explicar
G: pues veras, el amor es el resultado de una producción excesiva de neurotras…
Ni siquiera me dejo terminar lo que decía, sin embargo no me importó, al sentir esos delicados labios sobre los míos el tiempo se detuvo, la lógica desapareció y deje que mi sistema límbico me guiara.
R: deja de quitarle el misterio al mundo, así es más hermoso
G: si para callarme tienes que besarme seguiré diciendo la verdad tras cada misterio del mundo.
R: ¿te gusto?
G: claro que sí. Red no tengo idea de cómo saldrá todo al final pero quiero que seamos novios
R: en serio… nada me haría más feliz
G: pero prométeme que dejaras de pasar tanto tiempo entrenando
R: te lo prometo