Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Eros vs. Hímero por LadyHenry

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hice un one shot para la Antología San Valentín

No esperen mucho romanticismo xD

Notas del capitulo:

Funny Birthday Y.M. García

Le encantaba contemplar las pinturas que plasmaban su historia, creía que la inspiración era “contagiosa”, él hacía más creativos a los artistas con su trabajo y las obras que resultaban solían darle grandes ideas, y eso era exactamente lo que necesitaba para el catorce de febrero, la fecha en la que tenía que terminar su colaboración con Hímero.

     Trabajar con su hermano era agotador y complicado, aunque no podía negar que también se divertía. Pero esta vez no lograban ponerse de acuerdo en cómo lograr que Conor y Axel se convirtieran en pareja. Así que había ido a una exposición de pintura sobre sí mismo: Eros. Podría resultar un tanto egocéntrico si no fuera un mero conductor del amor, o eso se decía a sí mismo.

     Estaba embelesado observando un óleo del rapto de Ganímedes cuando su hermano apareció.

r13;Eso es exactamente lo que le hace falta a nuestra futura parejita r13;sonrió Hímero con diversión.

r13;¿Dejar de lado sus reparos y sincerarse? r13;cuestionó Eros.

r13;Raptar al otro y largarse a…

r13;Hímero… r13;interrumpió Eros con tono reprobador.

r13;Matarse a polvos con mucho amor —terminó la frase haciendo énfasis en la parte del “amor”.

r13;Pasar de ser mejores amigos a estar juntos como pareja requiere hablar de sentimientos, por mucho que me gusten las muestras de afecto, saltarse ese paso donde se declaran complicará las cosas, se sentirán confusos. Si hablan primero podrán dar el siguiente paso sin dudas, lo disfrutarán más. No sacrifiques la calidad por tener prisa r13;argumentó Eros.

r13;Precisamente porque son amigos íntimos se conocen bien el uno al otro, lo que tienen que decirse requiere lenguaje corporal, solo tienen que perder el miedo a dejarse llevar, demostrarse una confianza que va más allá de las palabras r13;contradijo Hímero.

r13;Es la manera más poética que te he escuchado usar para referirte a echar un casquete, pero no cuela.

r13;Qué poca fe tienes en mis habilidades r13;se quejó Hímero.

r13;Será por cosas como ese lema tuyo de: “No podemos acostarnos con todo el mundo, pero hay que intentarlo”.

r13;Si la gente hablara menos y se diera más amor carnal, habrían menos discusiones, serían más felices… todo ventajas.

r13;No sigas por ahí, tenemos que conseguir que Axel y Conor admitan lo que sienten, y el rapto para tener sexo salvaje, y similares quedan descartados. Hay que averiguar qué manera es la más efectiva para que se confíen y den el paso.

r13;¿Qué propones? r13;le siguió el juego Hímero, sabiendo que no iba a conseguir que aceptara sus planes.

r13;Tú seguirás a Conor durante un día y yo haré lo mismo con Axel. Mañana nos reuniremos aquí y pondremos la información en común, con eso debería ser suficiente para elaborar un buen plan.

r13;¿Confías en que me contenga con ese caramelito? r13;se extrañó Hímero.

r13;Hay que ser profesionales, a Axel se lo ve más versado en…

r13;¿El arte de la conquista? r13;completó Hímero sonriendo con sorna.

r13;Sí... El punto es que deberías aprender más sobre Conor para comprender cómo funciona su relación.

r13;Y tú quieres pillar los puntos débiles de Axel para hacer que se ablande y acabe de rodillas… proclamando lo enamorado que está.

r13;Esa habilidad que tienes para hacer que todo parezca porno es perturbadora.

r13;El truco está en el tono de voz, tiene que ser bajo pero intenso.

r13;No era un elogio r13;bufó Eros.

r13;En mi escala de valores sí r13;contradijo Hímero encogiéndose de hombros.

r13;Muy interesante, pero será mejor que nos pongamos manos a la obra, no en sentido literal r13;puntualizó mirando acusadoramente a su hermano.

r13;Muy bien, hasta mañana r13;se despidió Hímero con tono bajo pero intenso arrancándole a Eros una sonrisa pérfida y amenazante.

 

     La primera parada de Eros en su seguimiento de Axel fue un entrenamiento de fútbol, sonrió al pensar en lo complacido que hubiera estado Hímero al empezar el día viendo a un grupo de jóvenes sudando juntos haciendo deporte, especialmente uno tan dado a muestras de afecto en posturas de lo más lucidas.

 En ese aspecto tenía que darle la razón a su hermano, aunque no creía que conseguir que Conor se uniera al equipo fuera la solución, a nadie le haría daño que se recreara la vista un rato. Y es que Axel tenía unas buenas piernas, que podía apreciar gracias a esos pantalones cortos a juego con los ajustados calcetines. En general Axel estaba bueno, le encantaba hacer deporte y se notaba, especialmente en esos torneados músculos, de espalda ancha, pectorales marcados y abdominales planos. Su cabello corto y rubio, enmarcaba unas facciones definidas, la mandíbula cuadrada y los ojos azules algo rasgados le daban un aire entre serio y fiero que atraía y frenaba a partes iguales. Como solía decir su hermano, todo un ejemplar guerrero.

Aunque detrás de ese porte arrogante había un chico caballeroso, atento y generoso, a veces sobreprotector, que no sabía qué hacer con todo eso que le pasaba cada vez que  Conor estaba cerca.

La primera vez que Axel y Conor se encontraron saltaron chispas. Axel estaba jugando un partido de fútbol con algunos compañeros de clase, y Conor estaba en las gradas leyendo cuando le llegó un balonazo que no esquivó por estar concentrado. Axel le gritó para que le tirara el balón, pero en lugar de hacer lo que le pedía sacó un pañuelo de la mochila y limpió la cubierta del libro.

r13;¿Estás sordo? Acabo de decirte que me devolvieras el balón r13;dijo Axel al llegar.

r13;No, he oído perfectamente tus berridos de paleto r13;respondió Conor alzando la vista para mirarlo desafiante.

r13;Deberías tener más cuidado con lo que sueltas por esa bocaza, podría partírtela de un solo golpe.

r13;Uy qué malote r13;dijo Conor con sarcasmor13; ¿y crees que antes de hacerlo podrías tener la decencia de disculparte por el balonazo y tus aullidos?

r13;No te pega nada esa chulería con lo quejica que eres r13;dijo Axel acercándose unos pasos más hasta quedar a su altura.

r13;No te creas, lo que pasa es que estás rodeado de musculitos con escasa materia gris y te crees que el resto va a dejarse intimidar o babear cuando te acerques, pero no hace falta ser cinturón negro para mandarte a la mierda.

r13;Puede que para eso no, pero te vendría bien para defenderte cuando te parta la cara.

Y fue entonces cuando levantó a Conor por las solapas de la chaqueta, quedando frente a frente. Le sorprendió que fuera tan alto como él, y que en ningún momento su mirada flaquease. No tuvo tiempo a más, sus compañeros le avisaron de que el entrenador había llegado, tenía que soltarlo.

r13;¿Qué está pasando ahí? r13;preguntó el entrenador mirando en su dirección.

r13;Nada, solamente fui a buscar el balón r13;respondió Axel.

r13;Aquí estaba r13;lo secundó Conor, dándole una patada que lo envió a los pies del entrenador, cosa que hizo que Axel sonriese mirándolo con una mezcla de sorpresa y amenaza.

r13;¿Se creen que soy idiota? Ya estoy harto de que vayan de listillos, como castigo harán juntos el trabajo final de Educación Física, y no quiero excusas.

Conor y Axel suspiraron al unísono, fulminándose con la mirada después.

r13;Genial, eso va a ser jodidamente divertido, perder el tiempo con un garrulo egocéntrico es justo lo que necesitaba r13;lamentó Conor.

r13;En serio, deja de quejarte tanto o terminaré lo que acabamos de dejar a medias aunque me cueste un suspenso r13;le advirtió Axel antes de volver al campo.

Eros sonrió ante el recuerdo que acababa de tener de Axel, le resultaba muy tierno que se le hubiese pasado por la cabeza cuando le había dado un balonazo a uno de los chicos que estaba en las gradas, pero esta vez fue a buscar el balón y le pidió disculpas a la víctima. Había cambiado mucho después de conocer a Conor. Y eso exactamente era a lo que debían apelar para lograr que se declarara, solo hacía falta darle un pequeño empujoncito, pero hacerle entender eso a Hímero parecía imposible, ya lo había intentado y no pensaba perder más tiempo, actuaría por su cuenta, y cuando estuvieran juntos dejaría que su hermano alentara a sus ya alborotadas hormonas.

En el otro lado de la ciudad Hímero sonreía divertido, Conor acababa de vencer a su adversario, ganándose el ansiado cinturón negro. Había empezado a ir a clases a raíz de su encontronazo con Axel, quería poder plantarle cara a cualquiera sin salir mal parado.

Ese arrojo, a veces algo inconsciente y problemático, era lo que había llamado la atención de Axel. El aspecto de Conor escondía muy bien esta faceta; aunque era alto, al ser bastante delgado lucía más esbelto que fuerte, ser tan pálido tampoco lo hacía ver “saludable” y el cabello oscuro lo acentuaba. Lo que acababa delatándolo era la fuerza que se reflejaba en sus ojos azul intenso, y la sonrisa traviesa que se formaba en sus voluptuosos labios, esa que hacía a Axel bajar la mirada y perder la noción del resto.

Conor también había cambiado desde que se conocieran. Era más paciente y cauteloso. Cosa que no le acababa de venir bien a Hímero para sus planes, porque obviamente no iba a hacerle caso a su hermano, su consideración llegó al tope al intentar convencerle de que su opción era la correcta, ya estaba harto de tanta palabrería, lo que les hacía falta a todos era un poco de acción.

 

Hímero y Eros se reunieron al anochecer, después de contarse lo más relevante del seguimiento concordaron que Axel y Conor eran  una gran influencia el uno para el otro, y debían aprovecharlo.

r13;Debemos hacer que pasen más tiempo a solas, y que les suceda algo que les haga darse cuenta de que ambos sienten lo mismo. Pero borra esa sonrisita obscena de tu cara, porque en ningún momento he pensado en darte la razón r13;puntualizó Eros.

r13;Mejor nos centramos en la parte en la que estamos de acuerdo, ¿te parece buena idea mandarlos de excursión y hacer que se pierdan un ratito en el bosque? r13;propuso Hímero.

r13;Buena idea, el bosque es un lugar lo suficientemente lóbrego para que en lugar de darse al “ocio”, mantengan una buena conversación, además eso de perderse invita a la reflexión, y estando solos seguro que reparan en lo bueno que es tener al otro r13;aprobó Eros.

r13;Estupendo, ya tenemos plan, manos a la obra r13;celebró Hímero.

r13;Sigamos como hasta ahora, tú ocúpate de Conor y yo de Axel.

El fin de semana siguiente los chicos se vieron obligados a ir a un taller de orientación en la naturaleza, su grupo de amigos quería ir a las montañas en vacaciones y pensaron que hacer el taller sería de gran ayuda.

La noche anterior al taller Eros visitó a Axel, y utilizando una de las técnicas que había visto en Discovery Chanel (a diferencia de otros dioses creía que los avances humanos podían resultar sumamente provechosos), le leyó susurrando a un dormido Axel, varios artículos de una afamada gurú: “Las ventajas de abrirse de sentimientos”, ”No tengas miedo a sacártelo de dentro” y “Cuéntale ese secreto que te corroe y te pone insomne”. Después de enumerar y explicar las razones por las que el joven debería sincerarse con su amado Conor, antes de marcharse Eros hizo uso de sus poderes para asegurarse de que sus enseñanzas calaban hondo y se pondrían en práctica.

Por su parte Hímero optó por un método clásico, pero según su experiencia infalible, proyectar imágenes sugerentes en los sueños de Conor, mostrando a un Axel anhelante que le incitaba a dejarse llevar por sus instintos más primarios. Eso sí, se aseguró de que entendiera que lo que debía iniciar era un romance, no convertir a Axel en un follamigo, por eso usó términos apropiados como: enamorado en vez de encoñado, hacer el amor en lugar de echar un polvo… las guarradas se dejaban para el sexo, que era lo que iba a querer hacer Conor en cuanto estuvieran a solas en el bosque. La parte de la palabrería era cosa de Eros, él solo los encaminaría apropiadamente, dejar a Conor cachondo perdido no significaba que no fuera a hacerlo con mucho amor.

 

A la mañana siguiente Conor se levantó más “animado” de lo habitual, sonrojándose hasta las orejas cuando recordó los sueños que había tenido con Axel, eran tan nítidos y…carnales que prácticamente podía sentir el tacto de Axel en sus manos. Respiró hondo y se metió en la ducha con la esperanza de calmarse, le iba a costar mirar a los ojos a su amigo con normalidad.

Por su parte Axel no podía borrar la sonrisa de su cara, su madre se extrañó cuando lo vio bajar tan despierto y exultante, normalmente tenía que echarlo de la cama, y su humor no mejoraba demasiado en el desayuno. Pero esa mañana, todo le parecía bien.

Al llegar al autobús Axel y Conor volvieron a sentirse como al principio de conocerse, algo torpes y nerviosos, sin saber bien qué decir o cómo actuar. Aunque esta vez el motivo era distinto, o puede que no tanto, en cierta manera también querían conocerse mejor pero estaban inseguros sobre los sentimientos del otro. Y si le sumaban el hecho de que esta vez sí tenían mucho que perder, la cosa podía ponerse muy tensa.

Axel no le quitaba los ojos de encima a Conor, que con igual empeño esquivaba la mirada de su sonriente amigo. Que estuviera de buen humor tan temprano era sospechoso, pensó que seguramente se había dado cuenta de su nerviosismo y le divertía; al muy cabronazo le encantaba meterse con él, sino midieran lo mismo se habría visto en serios apuros más de una vez.

Pero lejos de estar riéndose de Conor, a Axel le resultaba adorable ver cómo este le evitaba mientras se sonrojaba y se frotaba las manos intentando matar los nervios. Quería que se relajara para poder hablar, pero al mismo tiempo le encantaba verlo así, y aunque reconocía que era algo inmaduro por su parte no podía evitar mirarle fija e intensamente.

Llevaban quince minutos de trayecto y aún no habían intercambiado más de dos frases seguidas. Los dos intentos de Conor por charlar se habían ido al traste, el primero cuando reparó en la camiseta negra y ajustada que llevaba Axel,  marcando sus pectorales y bíceps, y el segundo cuando se giraron al mismo tiempo y olvidó qué iba a decir cuando Axel le sonrió. Así que optó por escuchar algo de música para distraerse.

Axel aprovechó para observarlo en silencio y meditar cómo calmarlo, creía que era culpa suya que Conor estuviese tan alterado, seguramente se notaba a kilómetros que babeaba por él, y como es tan reservado y cuidadoso, seguramente lo estaba pasando mal intentando disimular. Por lo menos no se había apartado, eso era una buena señal, simplemente era vergonzoso no lo rechazaba sin más.

Después de una hora pararon a descansar. Conor aprovechó para pedir un café en el restaurante de la gasolinera, cosa que a Axel no le acabó de parecer buena idea.

r13;Con la mañana que llevas mejor pide otra cosa r13;sugirió Axel, sobresaltando a Conor.

r13;Muy gracioso, no es para tanto.

r13;Casi llegas al techo ahora…

r13;Eso es porque eres demasiado sigiloso.

r13;Dos zumos de naranja r13;pidió Axel cambiando la orden de Conor.

r13;Cuando me ponga insoportable por la falta de cafeína recuerda que eres el culpable.

r13;Eres demasiado considerado como para ponerte insoportable r13;sonrió Axel, haciendo que Conor sintiera arder sus mejillas.

r13;Ya veremos si piensas lo mismo dentro de unas horas.

r13;Probablemente estemos demasiado ocupados intentando no perdernos en el bosque o huyendo de algún oso…

r13;Aquí no hay osos.

r13;En las noticias salió que se habían escapado dos del zoológico.

r13;Genial, eso es justo lo que necesitaba oír antes de quedarme a solas contigo y una brújula en mitad del bosque.

r13;Deberías confiar más en mi inteligencia espacial.

r13;Disculpa, a veces se me olvidan tus talentos ocultos, deberías refrescarme la memoria r13;replicó Conor guiñándole un ojo.

Axel parpadeó incrédulo, que Conor flirteara con ese descaro no era algo habitual, cosa que hacía que le encantaba aún más.

r13;¿Y cómo quieres que lo haga? r13;le siguió el juego.

r13;Estoy seguro de que no estoy al tanto ni de la mitad, así que sorpréndeme con alguno que no me hayas mostrado, preferiblemente en el que seas muy… bueno r13;le picó de nuevo.

Axel se acercó atraído por la sonrisa desafiante y sugerente que le estaba dedicando Conor, que por fin había recobrado la calma y lucía muy seguro de sí mismo. Experimentar la influencia que ejercía sobre Axel era genial, pocas cosas le hacían sentirse tan eufórico.

Cuando estuvo a pocos centímetros de Conor frenó, se pasó la lengua por los labios y tragó con fuerza.

r13;Define muy bueno r13;siseó dejando que Conor sintiese su aliento.

Hímero estaba pletórico observando la escena, mientras  Eros empezaba a dudar de su elección en los artículos. Pero el instructor llamó al grupo para que fueran regresando al autobús, rompiendo el momento entre ambos chicos, que sorprendidos por la tensión que podía palparse entre ellos suspiraron antes de encaminarse con el resto para continuar el trayecto.

Axel estaba desconcertado, unos centímetros más y se hubiera besado con  Conor. A pesar de que tenía muy claro que le gustaba, no pretendía comenzar con un acercamiento tan directo, prefería algo más verbal. No es que le disgustara la idea de pasar al “postre”, pero antes quería que todo estuviera claro, para evitar expectativas equívocas que acabasen dañando los cimientos de su confianza mutua, o eso decía la famosa gurú de la que no recordaba haber leído nada, seguramente lo oyera en uno de esos programas de la tele que tanto le gustaban a su madre, y que él intentaba ignorar mientras estudiaba, por lo visto sin demasiado éxito.

Por su parte a Conor le había encantado sentirle tan cerca, incluso que le dejara con las ganas, ahora lo deseaba mucho más, y sus reparos se habían esfumado, estaba decidido a ir a por todas.

En el resto del trayecto se cambiaron las tornas, ya no era Conor quien evitaba tener contacto, sino que se dedicaba a taladrar con la mirada a un Axel, que tenía que hacer uso de toda su fuerza de voluntad para intentar charlar. Pero solo conseguía acabar en insinuaciones acompañadas de sonrisas descaradas.

Cuando llegaron al bosque, Axel por fin tuvo un respiro, por lo visto era demasiado complicado flirtear y colaborar para montar un campamento. La pausa también fue aprovechada por Hímero y Eros, que decidieron intercambiar opiniones sobre cómo iba su misión.

r13;Parece que los chicos están decididos a conectar r13;celebró Hímero.

r13;Sí, aunque no acaben de ponerse de acuerdo en cómo r13;dijo Eros en tono áspero.

r13;No te preocupes, como se suele decir, la intención es lo que cuenta.

r13;Sí, claro, pero ¿no te resulta un tanto curioso que Conor, un chico tan reservado, de repente vaya tan lanzado?

r13;Puede, aunque también me resulta “curioso” que Axel, que suele ser algo torpe para hablar de sentimientos, se resista a pasar a la acción e intente ¿declararse?

r13;Pura ironía r13;suspiró Erosr13;. Esperemos que de ahora en adelante las cosas sigan su curso habitual sin… interrupciones.

r13;Por supuesto, ¿quién iba a querer entorpecer a estos tortolitos? r13;Sonrió Hímeror13; Apuesto a que no pasa de esta noche que se confiesen, esperemos que nadie interrumpa, sería de muy mal gusto.

r13;Seguro que no, todos están muy cansados y querrán dormir r13;sonrió Eros malicioso.

Hímero parpadeó incrédulo, no le gustaba nada la idea de que Eros pidiera ayuda a Hipnos para dejarlos KO, que fuera a dar marcha atrás y volver al punto de partida. No iba a consentirlo, tendría que buscar ayuda.

Mientras Eros le pedía a Hipnos que saldaran esa cuenta pendiente que tenían haciéndole el sencillo favor de poner al campamento entero a dormir, Hímero apelaba a la compasión de Circe para que neutralizara el sueño que Hipnos iba a propagar también entre los enamorados.

r13;Recapitulemos querido, Eros y tú intentan que dos amigos se conviertan en pareja, es un amor correspondido pero no están seguros de convertir su estrecha amistad en algo más r13;dijo Circe mirando a Hímero.

r13;Exacto r13;corroboró él.

r13;Pero quieren hacerlo de maneras distintas, y eso ha provocado que actúen a espaldas del otro.

r13;Así es.

r13;Tú has hecho que al tímido se le revolucionen las hormonas y se insinúe. Y Eros…

r13;Le ha comido el tarro mientras dormía al chulazo para que le dé la charla al tímido y formalicen lo suyo.

r13;He preparado filtros de amor y hechizado a innumerables seres para que se enamoren, pero nunca había visto esa manera de proceder.

r13;Supongo que quiere probar cosas nuevas, le encanta experimentar, yo también quiero que experimenten, pero despiertos en posición horizontal…

r13;Juraría que tampoco te importa demasiado la posición.

r13;No soy quisquilloso, hay que saber adaptarse.

r13;Puede que sea mejor que duerman, quizás cuando despierten estén en la misma sintonía, y no tengan que intentar convencer al otro de que haga lo que quieren.

r13;O puede que Eros les lea el manual de “ni se te ocurra tirártelo antes de focalizar la atención en la parte espiritual”.

r13;¿Eso existe?

r13;El título no es exacto, pero muy parecido.

r13;Suena fatal…

r13;Pues imagina el resto.

r13;Prepararé una poción para inmunizarlos ante el sueño r13;accedió Circe finalmente.

r13;Gracias, te debo una.

r13;¿No quieres que convierta a alguien en cerdo?

r13;Tentador, pero con que Conor y Axel no se duerman me vale.

 

Unas horas después Hipnos había sumido al campamento en un profundo sueño, afortunadamente para Hímero la poción de Circe había mantenido a los tortolitos despiertos.

 

r13;Parece que todo el mundo estaba agotado r13;comentó Axel extrañado.

r13;Sí, admito que normalmente me preocuparía, pero la verdad es que ahora mismo solo agradezco la privacidad que esto nos da r13;admitió Conor.

r13;Cierto, reconozco que es ideal para lo que llevo todo el día pensando hacer.

r13;Te llevo ventaja, yo me pasé la noche soñando con hacer lo que voy a poner en práctica ahora r13;replicó Conor en un tono ronco que delataba sus intenciones.

r13;¿Soy yo o estás algo alterado? r13;preguntó Axel al ver cómo se acercaba eliminando el espacio entre ambos.

r13;Es por ti.

r13;¿Qué he hecho?

r13;Más bien es lo que no has hecho, pero dejémonos de cháchara.

r13;Completamente de acuerdo, ya es hora de que tratemos un tema complejo que nos impide avanzar como personas  maduras y dejemos de lado la charla superficial r13;sentenció Axel citando el artículo de la gurú “Chismorrear es para gente vacía por dentro, cultiva tu interior conectando con el cosmos”.

r13;Yo me estaba refiriendo a otro tipo de conexión r13;dijo Conor moviendo las cejas sugestivamente.

r13;Necesitaríamos horas de meditación para lograrla, es mejor empezar por lo básico.

r13;Para querer comunicarte con tanto afán no estás prestando atención a mi lenguaje corporal.

r13;Es porque me distraes con esos gestos tan…r13;Axel hizo una pausa frenando su impulso de usar una palabra malsonante, ya que la gurú desaconsejaba con determinación el lenguaje soez, así que pensó en algo más apropiador13; sugerentes.

r13;Esa es la intención, bueno, la verdad es que más que distraerte el punto es excitarte.

r13;Hablar sobre lo que uno siente puede ser la experiencia más excitante del mundo r13;volvió a la carga.

r13;¿Te has metido en una secta Axel? r13;preguntó Conor empezando a preocuparse.

r13;No exageres, si fuera por eso yo podría preguntarte si has estado frecuentando un lupanar.

r13;Me estás asustando, y te juro que como me sueltes una mamarrachada sobre que no hay que tener miedo a nada voy a despertar a todo el mundo con el escándalo que voy a montar.

r13;Me parece que te estás extralimitando, amenazar verbalmente te degrada como persona humana.

r13;Y exhibir mis encantos me hace parecer una guarra ¿no?

r13;No, nuestro cuerpo es un vehículo para expresar amor, no debemos censurar nuestras necesidades ni juzgarnos por ello.

r13;Pues entonces deja que fluya el amor r13;replicó Conor, aunque en realidad estaba pensando «cállate de una maldita vez y usa la boca para algo más interesante».

Axel no encontró ninguna objeción, después de todo ¿quién era él para impedir el flujo del amor?

Conor no podía creer que después de tanto tiempo por fin estuviera consiguiendo que Axel le besara. Su amistad había pasado por varias fases, al principio se picaban mucho, solían mandarse a la mierda unas veinte veces al día. Su compañera de clase solía decirles que hacían eso porque se gustaban, intentaba contradecirla, pero ella insistía exponiendo que la manera en que se provocaban estaba cargada de tensión sexual. Después de conocerse un poco mejor se relajaron y fueron adquiriendo una gran complicidad, hasta el punto de saber lo que pensaba el otro con solo mirarse. Por último empezaron a pasar más tiempo juntos que con cualquier otra persona, Axel se había vuelto bastante protector con él, y aunque no le disgustaba que fuera tan atento, esos momentos en los que se quedaban mirando fijamente cara a cara, o esos roces casuales cada vez más frecuentes, se estaban haciendo demasiado intensos para lo que se suponía una simple amistad. Necesitaba algo más, y por fin lo estaba obteniendo.

Axel daba gracias por haber aceptado la sugerencia de Conor, llevaba tanto anhelando tocar esos labios, que casi tembló al sentirlos. Era mejor de lo que había imaginado, suaves y cálidos, se deslizaban entre los suyos haciendo que se sintiera relajado y excitado a partes iguales. Nunca había tenido la sensación de estar donde debía antes, había experimentado nervios, agitación, placer, pero nunca la certeza de que estaba con la persona adecuada. Y era genial, encajaban perfectamente, no había momentos incómodos, no se paraba a cuestionar qué hacer ni cómo hacerle saber al otro que algo no le gustaba, simplemente se dejaba llevar y todo iba a mejor.

Le encantaba sentir que podía ponerse todo lo posesivo que quisiera, y que a Conor le gustaba, lo notaba en cómo se estremecía si tironeaba sus orejas con los labios, cuando le daba algún pequeño mordisco o succionaba su cuello con algo de fuerza. Pero no quería contenerse, y menos cuando sentía las manos de Conor deslizarse por su cuerpo con una mezcla de delicadeza y destreza  que hacía que la temperatura subiera y sus sentidos se saturasen del tacto suave y firme de la pálida piel y de esa mirada donde el azul se diluía por las dilatas pupilas.

A Conor también le aturdía experimentar tanta sensualidad. Siempre había sido dolorosamente consciente del atractivo de Axel, y no solo del más obvio que todo el mundo apreciaba con un par de miradas, sino detalles que no solía mostrar fácilmente, como mirarle mientras arrugaba la nariz y sonreía maliciosamente cuando alguien decía alguna estupidez que le incordiaba. Y ahora estaba descubriendo otros que ni se le había ocurrido imaginar, como el tono enronquecido que adquiría su voz cuando se excitaba, que el olor cítrico de su colonia se intensificase o que besara de esa manera pausada, saboreando cada roce y haciendo que perdiera el poco juicio que le quedaba.

Cuando Conor se dio cuenta de que también le gustaban los chicos se hizo muchas preguntas, no acababa de cuadrarle que eso de que le anduvieran hurgando en los bajos para prepararlo pudiera ser cómodo o erótico, curiosamente la parte que más le preocupaba del sexo acababa de pasar como si nada, simplemente sintió algo escurridizo en los dedos de Axel que se esparcía y poco después sintió cómo este lo penetraba lentamente, sin dejar de mirarlo a los ojos, aunque los entrecerrara levemente cuando estuvo totalmente dentro, mordiéndose los labios para contenerse. No había sido doloroso, al principio un poco molesto, pero la sensación no tardó en desaparecer, para dejar que se adaptara. Por unos instantes ambos parecieron quedarse sin aliento, y después comenzó el cadencioso balanceo, con el que se exploraron descubriendo cómo acoplarse del todo, aumentando el ritmo una vez preparados para dejarse llevar. Cosa que les resultó insultantemente sencilla, porque si había algo que habían consolidado era una confianza plena, así que se abandonaron a ese calor que iba extendiéndose desde sus caderas hacia el resto del cuerpo, de una manera abrasadora y asfixiante que les hacía agitarse cada vez con más intensidad hasta no poder más y ceder al clímax aprisionándose envolventemente.

Dejaron pasar un largo rato antes de separarse, disfrutaron del silencio cómplice mientras se acomodaban en un saco de dormir. No tardaron nada en relajarse y caer en un agradable sopor. Ya tendrían tiempo al día siguiente para hablar, aunque lo importante ya estaba “dicho”.

 

Hímero estaba pletórico, los chicos habían demostrado que su química funcionaba extremadamente bien a todos los niveles. Ya podía dar por finalizado su trabajo, solo esperaba que Eros pasara por alto sus métodos y en vista de los buenos resultados, puede que la próxima vez diera un poco más de crédito a su opinión.

Nada más lejos de enojarse Eros estaba celebrando la buena noticia, siempre le causaba una enorme alegría que dos enamorados se unieran. Y estaba muy bien acompañado por Hipnos y Circe, que estaban encantados de poder colaborar con tan noble fin, y además poder divertirse en el proceso. Si había algo que les divertía a los dioses era tomarse el pelo entre ellos, además Hímero resultaba un blanco muy apetecible por su descaro y desenfado, sus venganzas solían ser descaradamente amenas.

r13;Qué detalle que se preocupara por tu opinión r13;señaló Circe.

r13;Es muy tierno que crea que le tendrás más en cuenta la próxima vez r13;sonrió Hipnos.

r13;¿Crees que tardará mucho en descubrir que le llevas la contraria por aburrimiento? r13;preguntó Circe.

r13;Supongo que no, esta vez te has pasado con ese método r13;rio Hipnos al recordar algún fragmento de los artículos.

r13;Sí, tienes razón, pero no pude resistirme r13;suspiró Eros r13;. No me negarán que sus caras de exasperación fueron delirantes r13;sonrió satisfecho.

r13;Cierto, aunque has contado con la ayuda inesperada de Axel, ¿quién iba a pensar que lo asimilaría tan bien? r13;dijo Hipnos sorprendido.

r13;Ese chico es un artista, supo aprovechar la oportunidad al máximo r13;sonrió Hipnos.

r13;Por supuesto, es paciente y tiene buen ojo r13;dijo Eros orgulloso.

r13;¿Qué vas a hacer con Hímero? ¿Le reñirás? r13;preguntó Circe curiosa.

r13;Creo que voy a castigarlo con algún encargo complicado r13;respondió Eros sonriendo malévolo.

r13;El día que te descubra se va a armar una buena r13;dijo Hipnos negando con la cabeza.

r13;Nunca viene mal un poco de diversión r13;le restó importancia Eros.

r13;Pero ya no podrás volver a engañarle r13;objetó Circe.

r13;No con eso, pero puedo plantearle métodos de trabajo innovadores r13;replicó divertido Eros.

 Solo pensar en todas esas posibilidades de “tortura” hacía que se carcajeara como loco…


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).