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¿Tan solo un sueño? por Himeka_Akihime

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Notas del fanfic:

NO es plagio!!! Este fanfic lo hice hace muchísimo tiempo pero borre mi cuenta (la de koyuki) y con ello todos mis fics pero aquí estoy!! los subiré (y continuaré) todos los que tenía. Muchas gracias por leer, si les gusta comenten, criticas, opiniones, tomatazos owO? lo que quieran~

Notas del capitulo:

Lo que esta en cursiva es el sueño

¿Tan solo un sueño?

 

-Ups, lo siento.

Ya era la tercera envoltura de chocolate que me daba en la cabeza, me volteé para poder verlo, pero el simplemente se limitó a ensanchar su sonrisa, después de un largo suspiro decidí recoger mis robots e irme a dormir. Aún no entiendo como a L se le pudo ocurrir pensar que si nos ponía a vivir juntos nos podíamos llevar bien. Me fui a mi cuarto y me estire en la cama, después de un largo día caí rendido en los brazos de Morfeo.

-¡¡que lindo!!- estaba en una gigantesca habitación de color blanco que estaba repleta de juguetes, me puse a armar los puzzles, cuando me canse comencé a construir una gran ciudad hecha por dados, luego jugué con todos los robots que había, y así fui pasando de juguete en juguete hasta cansarme. Eso era la gloria, todo par mí solo y sin nadie que me molestara, ni que me destruyera ni rompiera todo lo que me había costado trabajo construir.



Comencé a sentir una intrusión en la boca y me costaba respirar, mi paraíso empezó a desvanecerse y mis ojos se abrieron lentamente, encontrándome a Mello devorando mis labios. Intente quitármelo de encima pero simplemente él era más fuerte que yo y no me puedo liberar de su potente beso hasta que la falta de aire se hizo presente.

-¡¿Mello que haces?!

-Te beso ¿no lo ves?

-Ya ¿pero por qué?

-Porqué que me apetece, es un sueño, puedo hacer lo que se me antoje.

-¿Un sueño? ¿Enserio? –y antes de obtener respuesta me acerque a él pellizcándole en mejilla.

-Aaaaaaaa, ¿Qué heces? –se quejó él.

-¿Si es un sueño porque te duele?

-Ha, pues, es que… eso solo funciona si te lo haces a ti mismo.

-¿Estas seguro? ¬ ¬

-¿Acaso no me crees? Si quieres lo probamos –dijo acercando una de sus manos para pellizcarme.

-No gracias, no hace falta.... Pero si de verdad es un sueño, ¿por que diablos tenías que aparecer tú a arruinarlo todo? Con lo bien que estaba yo –cogí una almohada y empecé a golpearlo –¡¡¡vete, vete, vete, vete!!!! quiero volver a mi lindo sueño en donde todo era perfecto.

-Near para, estate quieto –dijo quitándome le almohada y tirándola, mientras que con la otra mano me agarraba de las muñecas y las sostenía por encima de mi cabeza -¿Que forma de tratarme es esa? Ahora recibirás tú merecido –y con su mano libre empezó a hacerme cosquillas mientras que su sonrisa se ensanchaba.

-Jajajajaja Mello para, jajajajaja –después de un largo rato haciéndome cosquillas se detuvo –ufff... por fin, pensaba que me moría....-musité con la respiración muy acelerada.

-Esto no se acaba aquí blanquito –dijo mientras liberaba mis muñecas.

-¿Ha no? – dije con una voz sensual mientras posaba un dedo en mis labios -¿Y que me vas a hacer? –dije después de incorporarme.

-Ya lo veras –respondió haciéndome tumbar otra vez y subiéndose encima mío.

Sus manos comenzaron a desabotonar mi camisa y su boca invadía la mía, sus besos se trasladaron a mí cuello y continuo bajando mientras yo acariciaba sus finas hebras doradas. Lamia y mordía suavemente mis pezones, sacándome pequeños gemidos de mi garganta, continuo acariciándome y besando cada centímetro de mi piel, dejando rojizas marcas a su paso. Finalmente llego asta mis pantalones y comenzó a bajarlos lentamente, pero antes de que lo hiciera lo detuve.

-No se vale –dije y me abalance encima de el para besarle, y mientras lo hacía le quitaba la camisa y lo acariciaba, pero él no se quedaba atrás, metía una de sus manos entre mi boxer y acariciaba mis nalgas. Yo hice que se tumbara para quitarle los pantalones, pase mi dedo indice por encima de su boxer, mirandolo a los ojos completamente sonrojado, luego se lo quité con los dientes, empecé a lamer y a acariciar su erecto mimbro intentando darle el máximo placer posible, no tenia ningún tipo de experiencia, pero aunque fuera un sueño intentaría complacerlo, y efectivamente mis caricias dieron resultado, sonoros gemidos de placer inundaron la habitación, pero por un inexplicable motivo me detuvo ¿acaso no lo estaba haciendo bien? Él me hizo ponerme de rodillas en la cama al igual que él, al ver mi cara de sorpresa beso mi frente y luego puso tres dedos en mi boca, rápidamente entendí así que comencé a lamerlos y ensalivarlos lo mejor que pude.

-Ahora relaja ¿Si?–dijo mientras se ponía detrás mío empujándome ligeramente por la espalda, haciendo que mis manos quedaran apoyadas en la cama aun estando de rodillas, dejando mi trasero completamente a su merced.

-Si... –dije un poco asustado –Mello yo… yo aún... soy…

-No te preocupes seré delicado –luego de esas palabras introdujo uno de sus dedos suavemente en mí, era incomodo pero no dolía, empezó a hacer pequeños círculos, después quito su dedo para introducir dos los abrió en forma de tijera y cuando lo creyó oportuno introdujo el tercero, ahora el dolor era intenso pero procure no quejarme. Mello retiro sus dedos y en su lugar me penetro con su gran pene.

-Ngh… duele... -susurré cerrando fuerte mis ojos.

-¿Quieres que pare?

-No... no importa... pero no te muevas... –después de un rato para acostumbrarme me comencé a mover, Mello también comenzó a penetrarme con suavidad para no herirme, poco a poco mis jadeos pasaban de ser de dolor a puro placer, las envestidas de Mello eran cada vez más intensas y alcanzaban mayor profundidad, luego todo era placer, nos corrimos al mismo tiempo, Mello salió de dentro de mí y nos tumbamos en la cama.

-Ha sido el mejor sueño de toda mi vida...

-Ha estado genial –dijo mientras me besaba la frente y me abrazaba.

La luz se filtraba por la ventana, y el estruendoso despertador empezó a sonar, me quede tendido en la cama, no tenía prisa por levantarme y me sentía muy cansado. Entonces comencé a pensar en el sueño que había tenido, ¿Cómo es posible que haya soñado que Mello y yo…? En fin, era totalmente absurdo. Decidí levantarme y darme una larga ducha. Al salir de mí cuarto me encontré con Mello que estaba estirado en el sofá comiendo chocolate, me lo quede mirando haber si decía algo.

-¿Qué miras enano? –preguntó molesto al darse cuenta de que lo miraba, a parte de eso no dijo nada de lo supuestamente ocurrido la noche anterior. Ya no había dudas, tan solo se trataba de un absurdo y estúpido sueño.

Me fui al cuarto de baño, empecé a desvestirme delante del espejo, en cuanto me hube quitado la camiseta me di cuenta de que tenía unas rojizas marcas en mí piel.

-¡¡MELO, ¿QUÉ DIABLOS ME HAS HECHO?!! –grité saliendo del baño.

-Ups, ya me descubrió...



FIN


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