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La música es otra medicina por -Raiden-

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Notas del fanfic:

Este fic es para entretener y esta dedicado a tres personas especiales:

1.- Trix-san por ser mi inspiración... ok eso sono raro.

2.- May-san por impulsarme a subirlo tambien... ok eso de verdad estuvo genial... ok eso sono aun mas extraño.

3.- Lolalolitalola-san no se tu nombre, pero la verdad a mi tambien me encanta KillerxPenguin... ok es serio tengo que dejar de hacer eso.

 

 

Pondre algunas canciones que me gustan mucho y me inspiran... espero que les gusten..

Notas del capitulo:

Los personajes de One Piece son propiedad de Oda-sensei...

 

Les recomiendo que leean Una noche de viernes...


Si quieren entender porque nuestros personajes estan donde estan...

 

"Es increible lo que puedes aprender cuando dejas de enseñar"

 

 

Tenía un sueño profundo, algo raro en él pero parecía disfrutarlo bastante.

 

Soñaba con la maravillosa noche que había pasado. Las imágenes de unas pálidas manos recorrer su cuerpo, los labios de su amante besar su morena piel, y el placer de sentirlo dentro de él lo hacían sonreír inconscientemente.

Era de esperar que estuviera cansado después de esa noche de sexo desenfrenado y bastante deseado. Esa maldita canción si que elevo su libido, y recordaba cada palabra y nota musical.

Sentía un cálido brazo rodear su cintura y se pegó más al cuerpo que tenía debajo de él.

 

Estaba apunto de tener su segundo sueño cuando la molesta vibración y el sonido de un pitido de un llamada entrante lo obligo a despertar para tomar el condenado celular que no dejaba de sonar.

 

-Contesta de una puta vez... - dijo su acompañante en un tono adormilado pero molesto, pasándole su pantalón.

 

-Que linda forma de despertar... - le dijo divertido mientras sacaba el puñetero teléfono del bolsillo de su pantalón.

 

-Eso debería decir yo. - ahora estaba más despierto y lo abrazaba posesivamente para que no se levantará de su lado.

 

Tomo el celular y vio quien lo llamaba tan insistentemente.

-¿Que pasa Donquixote-ya? - contesto algo molesto por que su padre siempre era muy sobre protector con él.

Aunque era de esperar al ser su único hijo y la muerte de su madre hace tan sólo dos años, se preocupara por el de sobre manera.

-Law-chan, ¿Dónde estas? - pregunto algo preocupado pero trataba de disimularlo.

-Ya te lo he dicho, en casa de Shachi-ya. - parecía que a cada minuto el moreno perdería la paciencia.

-De verdad... - su padre tenía un sexto sentido para detectar las mentiras aunque estuvieran a más de un kilómetro de distancia.

-¿Quieres que regrese a casa o mejor me quedo con mis amigos? - su tono era divertido pero la sutil amenaza no paso inadvertida por su padre.

-Esta bien, esta bien. Sólo quiero que regreses antes del almuerzo. - dijo vencido.

 

Sabia que su hijo tenía un especial carácter pero eso no desistió que cumpliera con su ritual de todos los domingos.

 

Así es, como era rutina todos los domingos la pasaba con su familiar, aunque sólo eran ellos dos, compartían como les había ido en la semana.

 

Su padre al trabajar en una empresa gubernamental que demandaba todo su tiempo excepto los domingos, era la única oportunidad que tenía de convivir con él, y no le gustaba que ni un minuto de ese tiempo se desperdiciará.

-Si... Voy para allá. - colgó sin dejar que su padre se despidiera.

 

Kid que sólo escuchaba entre sueños su voz del moreno, el apellido Donquixote le sonaba de algún lado.

"¿Dónde he escuchado ese apellido?" Pensaba una y otra vez cuando el moreno ya había colgado.

 

-Eustass-ya tengo que regresar a casa. - dijo mientras se deshacía del abrazo de su lindo y atractivo amante.

 

Kid que apenas abría los ojos contemplo por primera vez, los oscuros tatuajes que surcaban la piel de su moreno.

Los tenía en sus manos, brazos hombros y pecho. Esos tatuajes tribales y extraños corazones eran algo único y hermosos en su morena piel, se veían más que perfectos.

No pudo contener sus ganas de besarlos y atrapo a Law en un abrazo por la cintura de este cuando ya estaba de pie buscando sus ropas.

Trafalgar sentía la cálida lengua y sus suaves labios definir el contorno de sus oscuras marcas.

Se estaba excitando de nuevo pero un dolor en su lindo culo, le hizo recordar que tendría una caminata bastante molesta por el resto de la semana.

 

-Eustass-ya, si sigues así no podré caminar en un mes y tu tendrás que rendirle cuentas a mi creador. - dijo en un tono burlón pero dio a entender perfectamente que se estuviera quieto y se comportara como una persona civilizada y no como un animal en celo.

 

-No creo que tu padre me intimide. - lo estaba retando el pelirrojo para que se dejara llevar y hacerlo suyo nuevamente.

 

-Te suena el apellido "Donquixote" - una sonrisa torcida se dibujó en el rostro del moreno al mencionar ese nombre.

 

"Otra vez ese... No me jodas" pensó Kid cuando recordó de donde le sonaba aquel apellido tan peculiar.

 

-Don-Donquixote Doflamingo... - tartamudeo un poco al decirlo

-Así es. - reafirmo Law aún más sonriente. Sintiendo como el pelirrojo aflojaba su abrazo.

-¡Donquixote Doflamingo el jefe de policia! - ahora grito por que de verdad no se la creía. -Él es tu padre... - comento más calmado, seguramente se veía patético al no reconocer tal apellido.

 

Donquixote Doflamingo, un detective privado en sus tiempos de adolescencia, experto en todo tipo armas de fuego en el ejército y rango de Teniente Coronel cuando apenas se había casado con el amor de su vida. Y ahora Jefe del Departamento de policía del pequeño poblado de Dress Rosa. Toda una pieza por su particular sentido del... humor, y más que conocido y temido en los bajos fondos como el "Joker" , por ser un despiadado policía cuando se trataba de la delincuencia organizada. No había lugar donde su sola presencia no intimidara y cumplía su deber con diligencia, aunque la forma de aplicarla fuera de alguna forma retorcida.

 

-Si... - suspiro con fastidio al reconocer que ese rubio desquiciado era su padre.

Empezó a vestirse al ver que su amante se quedaba estático viéndolo detenidamente.

 

-Espera un momento... - el cerebro de Kid hizo cortocircuito. - ¿Porque sus apellidos son diferentes? - esa era una pregunta que no tenía sentido para el.

Ya había investigado o más bien acosado a la distancia a Law, y nunca había visto a Doflamingo cerca de el ni nada que lo relacionara.

-Eso Eustass-ya es una historia para otro día. - dijo con todo indiferente.

Técnicamente respondió la pregunta con una indirecta de "No hablo de mi vida privada" y término de vestirse poniéndose su gorro blanco con motas.

Kid dejo su patético estado y comenzó a vestir bajo la mirada divertida de Law.

 

 

 

En otra habitación.

-Buenos días pequeño. - decía con tono dulce un rubio con cabello largo y acariciando el castaño cabello de su novio.

-buenos días... - respondió al saludo algo adormilado pero buscando sus labios para besarlos con ternura.

Sus bocas se encontraron y el dulce beso era la mejor forma de empezar el día.

-¿Cómo te sientes? - pregunto Killer al ver que una mueca se hacía en la cara de su novio al terminar de besarlo.

-Bien, es sólo que... nunca... había... estado... con... - su voz empezó a sonar algo tímida por empezó a ruborizarse violentamente.

-Con un hombre... - dijo en un tono raro el rubio empezando a pararse para vestirse.

-¡No quise decir eso! - grito Penguin preocupado por la quizás molestia del rubio. - No-novio... Con... mi novio... - finalizo parándose también y mirando hacia el suelo.

Killer no puedo evitar sentirse aliviado y abrazo a su novio de la cintura para besarlo apasionadamente.

Cuando terminaron ese beso, empezaron a vestirse sin dejar de mirarse. Sus cuerpos tenías mordidas y una marcas rojizas que contaban lo que habían vivido la noche anterior.

Eso hizo que Killer riera por lo bajó y Penguin se sonrojara.

 

 

 

En otra habitación.

-¡Maldición mi cabeza me esta matando! - dijo sobándose la cien, aún con los ojos cerrados y sintiendo un peso sobre su cuerpo.

Se sobré salto al sentir un peso extra y despertó completamente viendo un cuerpo masculino abrazándolo por la cintura dormido profundamente.

Shachi, quien era el que no podía creer que estaba desnudo y un chico muy familiar abrazando, se sonrojo y empezó a hiperventilar.

Su respiración ya se escuchaban por toda la habitación y el joven que lo abrazaba, empezó a despertar.

Shachi tapo su boca con sus manos para dejar de hacer eso tan patético y el joven alzo la vista.

-¿Que te pasa? - le pregunto con un tono casado y rascando su cabeza.

-...¿ H-E-A-T ? ... - deletreo su nombre casi en su susurro viendo las extrañas marcas en su cuerpo ahora desnudo.

 

 

Notas finales:

Gracias por leer.

Cualquier cosa estoy para servirles.


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