Introducción:
-¡Joder!- maldijo Sirius, su vista estaba nublada debido al humo de la explosión
-¡Potter, Black!- la profesora McGonagall llego hasta ellos, miro a uno y después al otro, dirigió la mirada al origen del humo y tras observar abrió mucho los ojos completamente sorprendida- ¿Qué sucedió?
James y Sirius intercambiaron una mirada de culpa, ellos dos habían provocado la explosión. Durante tres días estuvieron creando una poción para hacer envejecer el cabello. Esa misma mañana durante la clase de pociones pondrían a prueba su formula haciéndola caer encima de Severus pero no contaban con que éste llevara una poción para adelanto de la clase y se combinara con la suya, y mucho menos contaban con que Remus se interpusiera entre las pociones y Severus
Sirius intento mirar de tras de McGonagall pero la profesora se interpuso, aun así el chico alcanzo a mirar una pequeña figura donde se suponía que debía de estar Remus
-salgan- ordeno la profesora
Los chicos obedecieron a regañadientes y salieron del aula, todos los demás alumnos ya se encontraban fuera, Peter que había salido huyendo junto a los demás al verlos se acerco a ellos
-¿y Remus?-pregunto
-joder Pete, la poción fue a dar con él
Sirius se pateo mentalmente. Como había dejado que eso le pasara a Remus, a su Remus. Toda la maldita broma había salido mal y el licántropo se lo había advertido pero su estúpido orgullo lo llevo a seguir adelante, se suponía que la broma tenía como objetivo a Snape pero no, Remus tenía que ir a advertirle a su estúpido amigo slytherin y ahora el pagaba las consecuencias. Joder, joder, joder
El profesor Dumbledore aparecio y ordeno a los alumnos dirigirse a su siguiente clase, sin embargo ni Sirius, ni James, ni Peter se movieron, se quedaron afuera del aula esperando que en cualquier momento saliera Remus totalmente ileso. Después de un rato también apareció el profesor de pociones Slughorn entro al salón y no supieron nada más.
Una hora paso sin que tuvieran noticia, desde que apareció el profesor Dumbledore había entrado al salón no se oía sonido alguno de este. Sirius estaba como gato enjaulando dando vueltas sin parar de un lado; james estaba igual de preocupado que sus amigos, estaba sentado frente a la puerta viendo a Sirius caminar; Peter se encontraba en una horilla comiéndose las uñas.
-¿escucharon eso?-pregunto de pronto el menor de los tres
Sin entender a lo que se refería Peter, Sirius y james agudizaron el oído, al principio no escucharon nada pero al poco rato escucharon murmullos que se hacían cada vez más intensos. Rápidamente se acercaron a la puerta
-¡por Merlín!- exclamo el profesor Slughorn que fue el primero en salir
-¿Qué hacen aun aquí?-la profesora McGonagall venía detrás del profesor de pociones y miro a los chicos con enfado
-¿y Remus?- se apresuro a preguntar James
-Por favor Minerva- hablo el director Dumbledore desde la puerta- acompañe a los jóvenes a su torre
-pero y Remus-insistió Sirius que denotaba su preocupación
-no se preocupe señor Black- dijo el director- el joven lupin no ha sufrido ningún daño severo. Necesita estar en revisión unos días, después volverá a usted
-¿podemos verlo?
-me temo que eso es imposible en estos momentos
-¿Por qué? ¿Qué sucede?
-vayan a su habitación y después les explicaremos
-pero…
-sin pero Black-intervino McGonagall- ya oiste al director. Vamos todos a la torre
Sin poder creérselo Sirius siguió a McGonagall en silencio, se odiaba a sí mismo por dejar a Remus en esos momentos pero no podía hacer otra cosa. Miro a James y a Peter, ambos parecía preocupados, James movió los labios articulando una palabra sin voz “en un momento” había dicho James y Sirius entendió perfectamente el mensaje “en un momento iremos con Remus” eso significaba que en cuanto McGonagall los dejara en la torre de Gryffindor se escaparían y harían todo lo posible hasta llegar a Remus
Llegaron a la torre y McGonagall los hiso pasar a la sala común
-sigan las ordenes del profesor Dumbledore- dijo McGonagall una vez dentro- y por ningún motivo intenten colarse hasta Lupin
“claro, eso será justamente lo que aremos! – pensó Sirius
-les advierto, esto es muy complicado y delicado
Una enorme piedra de preocupación cayó sobre Sirius
-ahora a su habitación, y le abierto que no intentaran nada
Los merodeadores intercambiaron una mirada y obedecieron, llegaron a su habitación y la puerta se cerró detrás de ellos
-¿Qué haremos?- pregunto peter en un murmullo
-esperemos a que McGonagall se aleje- contesto James- después Sirius y yo bajaremos a buscar a Remus, Peter tu quédate para que nos cubras
Peter asintió con la cabeza y James volteo a mirar a Sirius que no dejaba de ver la puerta
-tranquilízate canuto, seguro no es nada grave
-entonces por qué no dejaron que lo viéramos-cuestiono Sirius que su preocupación comenzaba a convertirse en enfado
-no lo sé, pero no lo llevaron a la enfermería, significa que no esta herido.
Sirius suspiro. A veces James tenía buenas ideas y eso lo había ayudado a tranquilizarse, un poco
Pasaron 5 minutos y ningún chico hablo, cada uno estaba sumergido en sus pensamientos y sus temores sobre lo que le hubiera sucedido a Remus
-suficiente tiempo- hablo de pronto james, saco de su baul la capa de invisibilidad y el mapa de los merodeadores, después camino hacia la puerta y se quedo parado frente a ella
-rapido James. ¿Qué esperas?
-no…no se abre- musito James con voz preocupada
-¿Qué?
Sirius se adelanto a James, tomo la perilla y la hiso girar pero la puerta no se abrió
-¡qué demonios!- giro de nuevo la perilla pero la puerta daba el mismo resultado, lo hiso girar una y otra y otra pero siempre era lo mismo-¡joder!
-cálmate Sirius-intervino Peter – no dijo McGonagall que no íbamos a poder hacer algo
-hechizo la habitación
-¡carajo!-estallo Sirius y comenzó a patear la puerta
-cálmate Sirius- chillo Peter
-¿Qué hay de las ventanas?
-Sirius, estamos en la torre. Que piensas hacer. Saltar
-no se abren- dijo james que había ido a revisar las ventanas
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3 am de la madrugada y ninguno de los merodeadores cautivos en la torre había dormido. Lo habían intentado todo para salir pero nada había funcionado, se sentían derrotados y cansados. James estaba recargado sobre la puerta, Peter se había hecho un ovillo en el suelo tratando de controlar el sueño, y Sirius estaba tirado sobre la cama
-tío, si no salgo de aquí me volveré loco- se quejo Sirius con enfado
-McGonagall sabía lo que íbamos a hacer
-y si le paso algo serio a Remus
-Sirius lo mejor será que durmamos un poco, no ganamos nada estando despiertos
Sirius asintió sin embargo no dejaba de darle vueltas al accidente, preguntándose en qué condiciones se encontraba su amigo y que era eso tan delicado que le había pasado, pasaron horas y al final se rindió ante el sueño
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-¡Sirius! ¡Sirius!
Sirius abrió los ojos y se encontró con el rostro de James
-hermano llevas dormido horas dijo james, se separo del Black y se dirigió a su propia cama
-¿Qué hora es?
-son más de las 5 de la tarde-explico james-las puertas siguen en lo mismo, y los elfos trajeron algo de comida – apunto hacia una pequeña mesita con la comida
-joder james, ¿que está pasando?- Sirius se llevo las manos a la cara a punto de la histeria
James se paro y se sentó junto a su amigo, paso una mano por los hombros de sirius y después lo atrajo hacia él en un abrazo
- Tranquilízate Sirius, todo estará bien, nuestro Remus es muy fuerte, no le pasara nada
-lo sé. Lo que me preocupa es no saber nada de él. fue mi culpa, Remus me advirtió que no siguiera adelante con la broma, me lo advirtió miles de veces pero no le hice caso
-no es solo tu culpa, también yo estaba ahí y escuche las advertencias de Remus
-no es igual james- continuo Sirius- Remus hablo conmigo y me dijo que le diría a snape y que intervendría, y aun así seguí adelante y ahora Remus está pagando
-Remus tomo una decisión y…
-todo por quejicus, no se por qué son amigos. Siempre está tratando de protegerlo
-pero solo lo intenta- se burlo james
Sirius también se burlo al recordar los muchos fallos de Remus, era la primera vez que reía desde el accidente y le quitaba un gran peso de encima. Estaba seguro que Remus se encontraba bien, confiaba en Dumbledore y sobre todo confiaba en la fuerza del propio Remus
-te juro que buscare a quejicus y lo golpeare- dijo Sirius con una sonrisa
- si claro, me gustaría ver lo que hace Remus
-¡¡¡James!!!- grito de pronto Sirius
-¿Qué?
-el mapa, james. Podemos ver donde esta Remus con el mapa-sin pensarlo Sirius corrió hasta la cama de Peter donde james había dejado el mapa. Lo abrió y con rapidez comenzó a buscar el punto de Remus lupin, primero paso por la enfermería no había nadie ahí, eso alivio a sirius
James se acerco a Sirius y comenzó a observar el mapa
-si no está en la enfermería, crees que lo hayan llevado a san mungo
“gracias james”- pensó Sirius, ahora estaba más preocupado
-no lo creo –intervino Peter que se había despertado a causa de los gritos de sus amigo sobre todo por los gritos de Sirius- Mcgonagall nos encerró aquí porque no quería que lo encontráramos, significa que está en el castillo
-que listo Peter-dijo Sirius y continuo si búsqueda, fue a dar hasta el nombre Albus Dumbledore y muy cerca de él junto a un hombre llamado Richard Ragel se encontraba Remus
-¿quien es ese?- pregunto james
-no lo sé pero…-Sirius no pudo continuar sentía un gran alivio, todo parecía indicar que Remus se encontraba bien
Fueron las horas más largas de su vida. El sol se había ocultado hace más de una hora. Los elfos habían llevado más comida para la cena sin embargo Sirius no probo bocado ni siquiera con las insistencias de james para que comiera, no tenia apetito, se concentraba simplemente en observar el mapa.
Algunas cosas extrañas estaban pasando dentro del despacho del director, el hombre llamado Richard Ragel se había marchado, sin embargo más extraños habían llagado, entraban y salían incluso McGonagall, Slughorn y Sra. Pomfrey hacían lo mismo.
Después de un rato Sirius dejo el mapa a un lado y se recostó en la cama.
De pronto la habitación de la puerta se abrió. Sirius, james y Peter se sobresaltaron, y antes que otra cosa pasara salieron del cuarto. Bajaron las escaleras y al llegar al a sala común se dieron cuenta de que esta estaba bacía, sin esperar más salieron por el hueco del retrato y al salir se encontraron con la profesora McGonagall que los estaba esperando
-síganme-ordeno la profesora y así lo hicieron, la siguieron hasta el despacho del director, Sirius sabia que en ese lugar se encontraba Remus
-buenas noches-dijo el director detrás de su escritorio
-¿y Remus?- se apresuro a decir Sirius que estaba demasiado impaciente
-minerva- el director hiso una señal a la profesora y esta desapareció detrás de una puerta escondido junto al escritorio
-primero que nada- continuo Dumbledore – quiero pedirles una disculpa por el encierro
-no es problema profesor- comento james- usted sabia que iríamos con Remus pero ¿porque no quería que pasara eso?
-el joven Remus sufrió un accidente, en estos momento se encuentra bien
-¿Qué clase de accidente?
-lo mejor será que lo vean, así será más fácil explicarles
La puerta por donde minerva había desaparecido de pronto se abrió
Los tres merodeadores se fijaron que un pequeño niño aparecía acompañado de MacGonagall
El niño mantenía la mirada abajo y se aferraba a la mano de la mujer, era pequeño como de 5 o 6 años, tenía el cabello castaño claro y sus mejillas estaban rojas. A Sirius le pareció extrañamente familiar. Dumbledore le extendió la mano al pequeño y este la tomo levantando la cabeza y Sirius pudo ver los ojos del niño. Eran hermosos, grandes de expresión cautivadora y de un color dorado caracterizado, idénticos a los de…
-saluda a tus amigos Remus