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CIELO ROTO por XIVA

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Notas del fanfic:

Esta historia salio un tanto larga por eso la dividi en dos partes, lo que la convierte en un Two-shot aunque no se si podria convertirse en un Three-shot... En fin trata un tema delicado, muy triste y pues espero que se dejen llevar por la historia y lo disfruten...

Sekaiichi Hatsukoi pertenece a Shungiku Nakamura y todos los que tienen los derechos de este titulo. Solo aporto esta historia para el fandom, no por lucro y demas...

CIELO ROTO

 

Apenas podía distinguir lo gris que esta el cielo, nublado y turbio como había estado mi racionalidad en los últimos meses, suspiro por última vez, apenas puedo sostener este lápiz blando sobre este papel, escribiendo… Mis memorias, mis arrepentimientos, mis anhelos, es parte de mi terapia, pero aunque sigo las instrucciones de mi psiquiatra, sé que esto no está ayudándome para nada, los recuerdos siguen ahí, sus ojos cristalinos mirándome con horror permanecen en mis oídos, y sus labios temblorosos apenas lograban exhalar mi nombre

“T-Taka-no-s-san…”

Cierro con fuerza mis ojos apartando esas imágenes y sonidos de mi mente, aquellos que me atormentan… Volteo para ir al lavamanos y restregarme la cara con esa fría y pesada agua de grifo, para ver mi reflejo en la lamina de acero pulida enmarcada y directamente atornillada en la pared frente a mí, mis ojos enrojecidos y las grandes ojeras que adornaban los contornos de mis ojos, peor que en el más horrible final de ciclo que haya tenido cuando trabajaba en Marukawa; no había dormido en mucho tiempo, sin evitar soñar con ese suceso de nuevo, y de volviendo a recrear paso a paso lo sucedido ese funesto día, pero no sirve de nada lamentarme sobre lo sucedido, respiro profundamente y procedo a sentarme de nuevo en la mesa y seguir escribiendo la asignación dada por mi terapeuta.

Esa noche trato de volver a dormir, mi terapeuta había suspendido la prescripción de cualquier medicamento para mi, incluyendo sedantes ya que cuando recién llegue aquí me los recetaban pero yo los iba guardando hasta conseguir una cantidad suficiente para una sobredosis, y me intente suicidar, desafortunadamente lograron salvarme y desde entonces si acaso me inyectan suplementos a la fuerza pero ya no me dan sedantes para que pueda dormir; miro este techo blanco que aun no reconozco cuando abro los ojos en las mañanas, se que inevitablemente los recuerdos fluirán en mi mente al principio solo fragmentos y pero esos trozos empezaran a vincularse unos a otros hasta formar secuencias completas y esas secuencias formaran el recuerdo que mas temo rememorar, y el que me atormenta sin cesar, y así empiezo a ver a través de mis parpados cerrados la cadena de sucesos que me trajeron aquí, a la soledad de la agonía en vida…

Me ubico temporalmente en un momento que aunque plano y falto de situaciones concretas fue el terreno preparado para ese fatídico instante; recordando que ese momento, hacia 2 semanas, en las que no había podido encontrarme en las mañanas con el, el llegaba tarde, y a veces no venía a la oficina solicitando que le enviaran los manuscritos por fax a su hogar porque no se encontraba bien, trate muchas veces de entrar, para ver como estaba, lo hostigue, pero extrañamente encontré mucha resistencia por parte de él, y aunque lo amenazaba con escándalos o con aumentarle el trabajo el entregaba sus manuscritos sin darme opción para acosarlo a que me diera la cara, y el se mantenía en esa posición pasivo-agresiva, rechazando mis acercamientos pero sin hacerlo abiertamente, lo que me tenía muy frustrado por no poder verlo, ni hablar con el, y de seguro apenas pudiera tener acceso a entrar a su departamento, no me contendría de poseerlo de nuevo aun si el se opusiera, aunque generalmente solo es al principio, porque después se rendiría a los sentimientos que se que el tiene, pero de alguna manera se empeña en mantener ocultos… Y eso me estaba debilitando mentalmente…

Cuando supe quien era el, una serie de pensamientos pasaron por mi cabeza: sorpresa, rabia, venganza, curiosidad, ironía, nostalgia y finalmente miedo, porque el temor de recordar lo que me paso en mis años de universidad podría desvanecer la cordura que tanto esfuerzo he hecho por mantener, sino fuera por Yokozawa, seguramente estaría muerto o habría hecho algo horrible… Y ahora pienso que seguramente hubiera sido la segunda opción… Nunca le he agradecido lo suficiente a mi mejor amigo por eso, y en el fondo me lamento no haberme enamorado de él, de haber sido de esa forma, no estaría ahora así, ni aquí.

Con el paso del tiempo el miedo aunque subyacente fue atenuado por lo maravillado que estaba en encontrar a este nuevo Ritsu, ya no era Oda mi dulce y amoroso kouhai, sino Onodera un hombre aunque amargado muy trabajador y concentrado en su persistencia de demostrar lo capaz que era para salir adelante fue lo que me entusiasmo de él, aun cuando le desafiaba a veces incluso de forma cruel, el lo lograba, era el Ritsu que yo, el ahora curtido Takano quería tener junto a su lado, solo debía lograr que este tozudo “novato” admitiera que el me seguía amando, y lo demás valdría un pepino, no importaba si el ya venía con una carga emocional muy grande, no importaba las veces que Yokozawa se esforzaba por hacerme entender que el solo me haría sufrir y el miedo que el tenia de que no sobreviviera si Onodera me rompiera el corazón de nuevo, yo me empecinaba a seguir buscando su amor; no importaba las veces que la madre de Ritsu o la ilusa de Kohinata An se empeñaran en interponerse, Onodera gratamente se mantuvo firme con la ruptura de su compromiso, pero igualmente así lo fue en negar que aun me amaba, pero lo sentía, yo lo sentía dentro de mi corazón por la forma en que aunque sus palabras era crueles conmigo, cuando hacíamos el amor el se entregaba, aunque el pusiera una resistencia inicial cuando yo lo forzaba, sus gestos y los sonidos de su boca involuntariamente indicaban que el disfrutaba haciendo eso conmigo, lo feliz que se encontraba recibiéndome entre mis brazos, su rostro y su cuerpo en esos momentos eran honestos sobre lo que sentía en verdad y yo lo percibía, sin embargo era avaricioso, no me conformaba con solo esos momentos, quería que el me lo dijera abiertamente, sin tapujos, sin timideces infantiles… Estaba esperando mucho…

Onodera ahora parecía evitarme a toda costa, intentaba no mirarme a los ojos, pero cuando lo hacía, un destello de tristeza parecía cruzar sus hermosas esmeraldas hasta que volteaba su mirada para evitar seguir mirándome, algo que no había cambiado en mucho tiempo es que sus ojos aun siguen expresando lo que hay en él, y lo que esos milisegundos me decían, no me gustaban para nada, algo me decía que él quería decirme algo y que no era algo bueno. El trabajo de Onodera sin embargo no se vio afectado, por tanto no podía hacer más que lo que siempre hacia como su jefe, y aunque me angustiaba pensar en que podría ser lo que retenía a Onodera lejos de mi lado, decidí darle su espacio, no lo seguí acosando mas, ni acorralar en su departamento ni llamarlo insistentemente, sabía que esa táctica era algo inédita para mi, siempre ejerzo “mi superioridad física y de rango” para coaccionar en él alguna reacción favorable, y de pronto al ver que le estoy dando su espacio, él intentara explicarme por su propia iniciativa; fue duro  cuando pasaron 4 días en que solo me limite a tratar a Onodera como mi subordinado, supongo que el debió sentirse aliviado al verse libre de acosos de mi parte, aunque a veces notaba que me veía por unos momentos e incluso en una ocasión intento decirme algo pero al final se arrepintió… Ese día inicio como siempre iniciaba para entonces, un desayuno y salía de mi departamento para dirigirme hacia la oficina, antes de irme, vi que el apartamento de Onodera seguía cerrado, pero algo me decía que debía insistir en la decisión de actuar como estaba actuando y ese día no iba a ser la excepción, Onodera me lanzo miradas escondidas, donde la confusión se manifestaba en sus ojos, al parecer esta estrategia estaba dando mejores resultados y eso reconfortaba mi alma para contrarrestar la impaciencia de no tenerlo a mi lado y que me dijera por lo que estaba pasando, era un voto de confianza hacia el… Hasta que esa noche Onodera se apareció frente a mi puerta, se lo notaba muy nervioso, más nervioso que de costumbre lo deje entrar y le ofrecí un té que él acepto; luego cuando nos sentamos en el sofá de mi casa el comenzó a hablar sin yo pedírselo… Supuestamente me venía a entregar el manuscrito de Mutou-sensei corregido por él, aunque yo sabía perfectamente que él podía entregarlo al día siguiente en la oficina, supuestamente solo buscando mi opinión cuando su experiencia corrigiendo mangas shojo ya no requería hacerlo, sabía que era una excusa para venir a hablar conmigo, cuando ojeé el documento el comenzó a hablar:

-              Takano-san… ¿Cómo ha estado?

Yo solo lo mire, me sorprendí al ver que el tomaba la iniciativa en la conversación, esa estrategia funcionaba mejor de lo que creía

-              Nos vemos en la oficina a diario, puedes ver que estoy bien ¿No?

El se sonrojó aún mas, se removió nerviosamente en su sitio y tomando aire prosiguió:

-              Si es verdad… Pero no hemos hablado últimamente de algo que no sea de trabajo… Y pues yo…

Se quedo en silencio, sin poder seguir con lo que quería decir sin avergonzarse, yo suspire, me dispuse a no dejársela fácil, para mí era fácil empezar a guiar la conversación pero, de alguna forma, la cruel parte de mí, quiso desquitarse de esos momentos en que Onodera me evitó sabiendo que me muero por él:

-              ¿Y de que quieres hablar? No viniste solo a traer el manuscrito corregido ¿O sí? De hecho podías haberlo llevado mañana a la oficina a primera hora, es mas ni siquiera sé porque estás aquí

-              ¡Lo sé!… Lo sé… Es que… Lo que pasa es que… Nos hemos distanciado últimamente… Ya ni siquiera… Ni siquiera me mira…

Eso ultimo lo había dicho en un susurro, me sonreí para mis adentros, definitivamente había sido la mejor estrategia que intentado en mi vida, me acerqué a él poniéndolo más nervioso, a veces cuando está muy nervioso puedo lograr que se sincere mejor, y el al verme a su lado volteó su mirada al suelo mientras jugaba con sus dedos sin saber cómo proseguir después de lo que dijo, yo decidí prolongar su tortura:

-              ¿De qué hablas? Hemos estado trabajando juntos para sacar adelante la publicación de este mes, nos hemos estado apoyando, es más, a pesar de que te ausentas por enfermedad, te vas de la oficina antes de tiempo y llegas tarde últimamente, has trabajado mucho más duro para sacar adelante los manuscritos, incluso has logrado sincronizar la entrega de los manuscritos de los editores del departamento, te he apoyado porque sé muy bien qué tiempo es lo que menos tienes para lidiar con momentos innecesarios, como tu jefe debo empezar a proveerte un ambiente laboral apropiado para que desempeñes tus labores de forma eficiente, entonces ¿Cómo es que ahora dices que no estoy a tu lado?

-              …

Ritsu permaneció en silencio, sabía que al mostrarme como un jefe comprensivo contrario al controlador y acosador que se que fuí (Y que no me arrepiento haber sido) lograría que Onodera me dijera lo que pasaba por su mente en esos momentos, lo sentí agitarse levemente, suspiro y luego levantando su mirada hacia la mía con el ceño fruncido y por fin hablo:

-              ¿Ahora se preocupa por ser un buen jefe?… Takano-san usted sabe perfectamente a lo que me refiero… Ya usted no me busca con su mirada, no me habla como antes, se ha distanciado y yo… ¿Acaso ya no le importo?

Muy bien Ritsu ya empezó a sincerarse tal como yo esperaba:

-              Discúlpame pero el que siempre ha dispuesto barreras entre  nosotros has sido tú… ¿Por qué ahora me reclamas de porque ya no te acoso como antes? ¿Acaso es una forma de decir que me extrañas?

-              ¡Eso no es a lo que me…!… ¿Que es lo que quiere? ¿Qué quiere de mí?

-              Tú fuiste el que vino hasta acá con la excusa de traer un manuscrito que bien podías haber llevado mañana a la oficina… Más bien ¿Qué es lo que tú buscas de mi? ¿¡Ah?! ¡Ya dilo de una vez y no te andes por las ramas!

Ritsu me miro desconcertado, abrió su boca y sabía que de ahí el no iba a pensar previamente en lo que diría, de hecho lo sentí aspirar aire… Sabía que iba a empezar con una retahíla airada:

-              A usted nunca le ha importado las barreras que yo haya puesto entre nosotros porque usted no respeta nada, siempre viene a imponer lo que usted quiere, por eso me parece increíble que ahora venga a decir que ha estado respetando los límites que antes nunca tuvo reparo en pasar por encima… Usted sabe bien que la relación de jefe-subordinado ha sido corrompida prácticamente desde que entre a trabajar como editor, usted se ha encargado de eso, ahora… ¡Responsabilícese de eso!… Le estoy preguntando a usted si ya no le importo, usted ahora contésteme para saber si vine a perder el tiempo o no…

Termino agitado después de hacerme semejante reclamo, nunca lo había visto así de ansioso, diciendo exactamente lo que quería, imponiéndose de una forma nunca antes vista por mí, eso… Me hizo feliz, porque él estaba preocupado por nuestra relación, aunque él lo negara, para él yo existía y allí me estaba exigiendo explicaciones… Por eso accedí a complacerlo:

-              Muy bien, si eso es lo que quieres… Pero primero te aclaro que por supuesto eres importante para mí, aunque tú mismo te distancies de mí, he intentado de mil formas entender que es lo que te pasa últimamente, porque, por si se te olvidaba, yo trate de hablar contigo en muchas ocasiones y siempre me evitabas, cuando te enfermaste no me recibiste aunque estuve horas frente a tu puerta marcándote al celular que tenias apagado, otras veces no te encuentro en tu departamento y cuando te preguntaba por eso, me ignoraste… Pensé que dejarte tranquilo era lo mejor para ti y que cuando estuvieras listo me dirías lo que te está ocurriendo porque no soy el desconsiderado que crees que soy… Ahora tu responsabilízate de lo que provocas en mí porque ya somos adultos… ¿Estabas preocupado de que ya no estamos tan cerca como antes?

Onodera suspiró algo molesto, pero parecía meditar en lo que iba a decir por primera vez, yo de alguna forma sentí que lo que ocultaba él, era algo que lo entristecía:

-              Quiero aclarar que nunca hemos sido muy cercanos, si bien hacemos cosas inapropiadas… Aún yo… No termino de entenderlo a usted… Pero voy a ser honesto ahora… Me he ausentado porque… He tenido algunas complicaciones con mi familia, mi padre ha requerido numerosas veces encontrarme con él, cuando no he estado en mi departamento es porque he estado en la casa de mi familia… Hemos discutido asuntos familiares que no le conciernen a usted… Pero aun así le estoy explicando… A lo que me refiero es que… Me han presionado aún mas sobre el tomar parte de la empresa familiar, la sucesión sigue tan vigente como siempre y de alguna forma mi padre me está diciendo que su paciencia conmigo esta menguando, y me ha insinuando que debo tomar una decisión pronto…

Siento que quiere decirme algo más, pero lo que me dijo fue suficiente para ponerme nervioso, porque si bien es cierto que no desaparecería totalmente, el se tendría que alejar de mi lado, ya no trabajaría conmigo, y por lo que intuyo su tiempo conmigo podría terminar en un futuro, y siendo un heredero, lo obligarían a tomar una esposa, puede que no insistan con Koninata An pero pueden conseguir otras candidatas apropiadas, y la presión seria mucho mayor para Onodera el cual no sé si podrá resistir, aunque valientemente lo ha hecho hasta hoy, bajé mi mirada sabiendo lo que implicaba lo que él me confesaba en esos momentos… No puede evitarlo, pues tantos días de abstinencia estaban haciendo mella en mi serenidad emocional, tanto como los nervios de perderlo como la necesidad de sentir su calor hicieron rebotar mi calma y no pude controlarme… Lo abracé con tanta fuerza que el apenas pudo exhalar un “Omph” cuando lo tome por sorpresa… Su aroma, su delgadez, su tibieza, todo lo extrañaba apenas y pude susurrar:

-              Onodera… Sabes que estoy perdido sin ti… Sabes muy bien que no podría soportar que te alejes de nuevo de mi lado… ¿Acaso me has evitado porque has tomado una decisión?

Ritsu quedo paralizado, pude sentir como se puso rígido bajo mi abrazo, su aliento se atoro en su garganta, yo al sentir su silencio lo abracé más estrechamente como suplicando una respuesta, entonces sentí que él empezaba a temblar al principio imperceptiblemente, luego cada vez mas notoriamente, hasta que por fin, casi hecho una maraña de nervios, y con voz débil dijo:

-              Takano-san… Yo tampoco puedo alejarme de usted… No quiero…

-              Entonces Onodera… Dime… ¿Te quedaras conmigo?

El abrió sus ojos aún mas, sentí que él se quedo de tal forma que no sabía si estaba respirando o no, sus ojos lentamente se cristalizaron acentuando ese color verde de sus ojos, su boca tembló ligeramente… Percibí fugazmente que él estaba impresionado, algo atorado en su ser algo que el parecía querer sacar de su sistema, pero entonces cerró sus ojos con fuerza y respondiendo a mi abrazo se refugió en mi pecho y casi sollozando balbuceo:

-              Quiero estar a su lado hasta que mi vida termine… Takano-san… No puedo vivir sin usted…

Yo apenas pude creer lo que estaba diciéndome como con el corazón en la mano, mucho más profundo e intensa que cuando se me confeso de adolescente, me aleje para verlo a los ojos, el mantuvo la cabeza agachada escondiendo su mirada y su gran sonrojo pero aún notaba como temblaba, tome su barbilla y levante su faz, el me miro a los ojos cristalinos de lagrimas a punto de salir y entonces esas palabras tan deseadas por mi salieron de sus pulposos labios:

-              Takano-san… Yo lo amo

Yo abrí mis ojos no con escepticismo, no con incertidumbre, le creí totalmente, aun en mi sorpresa le creí, sus ojos abiertos suplicaban por ser aceptados con esa hermosa verdad que exhalaba con su dulce voz, apenas y pude contener la carcajada de alegría que casi sin notarlo salió de mi boca, una sonrisa invadió mis labios y entonces sin preguntarme a mí mismo el que haría Ritsu después de esta confesión, que pasaría con nuestro futuro si la presión aun persistía por parte de la familia de él, su confesión invadió mi mente, lo abrace aún mas fuerte de cómo lo hacía cuando estaba nervioso, sentí como la vergüenza le invadía y u temblor se hacía más notorio con mi abrazo, sentí que ahora sí, Onodera Ritsu, era completamente mío, tenía su corazón y su alma, y luego mis sentidos se embriagaron con su sutil aroma masculino, su calor y la suavidad de sus hebras castañas que acariciaban mis dedos, lo volví a mirar y sin pedir permiso lo besé, con entusiasmo pero como para demostrarle que estaba feliz más que otra cosa, fue muy breve, solo quería perderme en su mirada de nuevo, y lo hice, las hermosas esmeraldas de él parecían querer seguir llorando, pero entonces se inclino hacia mí y aferrándose a mi cuello, estrelló algo torpemente sus labios con los míos, y algo que nunca pensé que presenciaría sucedió: Ritsu me había besado por su propia iniciativa… Sus labios se intercalaron con los míos succionando con suavidad, tal como siempre imagine que sería un beso iniciado por él, y en búsqueda de profundizarlo agarro mi nuca y abrió su boca mas, tal como yo le había enseñado cuando éramos estudiantes, entonces la calidez y humedad de la puntita de su lengua rozó mis labios aun absortos por su audacia… Decidí complacerlo y respondí con aún más pasión a su tímido intento de mostrarme que me amaba y que me deseaba… Mi Ritsu… Me devoré su boca como un animal, seguramente sus labios estaban ya hinchados por las fuertes succiones y mordidas que sometí sus suaves labios y lo escuche soltar un gemido cuando lo torturaba con mi exaltación. Apenas podía contenerme, lo oí balbucear unos torpes “Ta-Takano-s-san esper-ra” mientras intentaba alejar sus labios de los míos pero yo no atendía a su suplica, sabía que si lo dejaba pensar por un segundo ese momento mágico acabaría con un muy probable “Perdóneme, no pensé en lo que hacía”, no lo iba a permitir, solo proseguiría ahora que sé que contaba con su permiso… Pero Ritsu de repente opuso más resistencia, trato de alejarse de mi rostro, yo lo abracé aún mas pero se empezó a contorsionar para separar nuestras bocas, por un instante pensé que terminaría mordiéndome el labio para hacerme retroceder, al final supuse que debía compensarle por haberme besado por su cuenta así que separe mi boca de la de él y suspirando le inquirí con reproche:

-              Bien, dime que pasa contigo… Íbamos tan bien…

Ritsu apenas y recuperaba el aliento, sabiendo que tan solo por un gesto como el que él había hecho desencadenaba la pasión que sabe que tengo por él, se lamió inconscientemente los labios para aliviar el ardor que tenía en sus labios enrojecidos y luego con hilito de voz dijo:

-              Takano-san… Mejor en la cama…

Me pareció haber escuchado mal… ¿Me estaba pidiendo que lo llevara a mi cama? Luego él se apresuro a excusarse

-              El suelo es muy duro y frio y me dolerá la espalda, en el sofá es muy incomodo, además preferiría bañarme antes…

-              En otras palabras, quieres que te haga el amor en mi habitación… Sobre mi cama ¿Eso es lo que quieres?

Ritsu bajo su rostro sabiendo que intentaría negarlo:

-              No es como usted piensa... En verdad… (Pausa)… La verdad… S-si

Yo no me lo espere, hubiera terminado igual si él se hubiera negado, pero ahora, que el aceptaba lo que yo le pedía… Solo quería tenerlo junto a mí… Tome su mano y lo guié hacia mi habitación y él me seguía dócilmente.

*********

El yacía sin sabanas, desnudo totalmente sonrojado y buscaba recuperar su aliento, totalmente agitado… Yo estaba extasiado, también agitado pues se me había entregado esta vez totalmente, y por otro lado ese había sido el sexo más intenso, pasional, si puedo llamarlo “animal” que habíamos tenido de todos nuestros encuentros sexuales desde que nos conocimos, él estuvo por primera vez totalmente receptivo, aceptaba mis besos, mis caricias, el mismo me acariciaba y me besaba, llego a morder mi cuello mientras lo embestía, en medio de los fragores de nuestra pasión, se deshacía en gemidos que cuando aumentaba el ritmo de mis penetraciones se agudizaban… Llegó incluso a murmurar que se sentía bien, y me pedía que lo hiciera más lento para poder durar más, yo no le obedecí, hacía lo contrario y su mente parecía sufrir un corto circuito, por que se desbarataba en gimoteos en las que no lograban articular ni una palabra, solo se aferraba a mí buscando unirnos a través de la piel… Fue tan vocal como nunca lo fue, su frente tenía hebras de flequillo pegados a la piel por el sudor, parecía afiebrado, sé que por ahora todo estaba bien, pero mañana me reprocharía cuando tuviera que levantarse, porque definitivamente me pase… Le pediría disculpas entonces, pero por ahora, solo quería estar así con él, fue cuando lo sentí revolverse a mi lado volteé a mirarlo y entonces note que él me miraba con sus ojos extra lúcidos contemplándome, yo lo mire, y era como si él aún tuviera que decirme algo, quise preguntarle pero, el sacando fuerzas de no sé donde, se incorporo levemente pero tan rápido que me sorprendió cuando sentí en mi boca sus labios amorosos robándome un beso, me deje llevar, por ese beso lleno que fuerza, el se aferró a mi cuello, como si buscara transmitirme algo a través de sus suaves labios; luego lo sentí apoyarse en mi pecho como buscando oír los latidos de mi corazón que aun estaba volviendo a su ritmo normal, Ritsu escondió su rostro como pidiéndome avergonzado que no hiciera algún comentario respecto a cómo él se había comportando hoy, tan indecente y lujurioso, y en eso no quise contradecirlo, pero aun siento que él quería decirme algo mas, aunque bueno en ese momento creí que podría preguntarle en la mañana siguiente, me sentía muy cansado, el ya estaba dormido, así que no vi malo entretenerme imaginándome saliendo formalmente con Onodera, como de pronto empezaríamos una relación esta vez de forma correcta y oficial ante todos y me aseguraría que él no se iría de mi lado y así estuve hasta que me dormí… La ignorancia es pura dicha, dicen… Debí haber seguido ese instinto que me decía sutilmente entre los estruendos de mi corazón dichoso que algo no estaba bien…

Notas finales:

Bueno pronto tendre el descenlace de esta historia, espero les haya gustado esta historia, aun quedan cosas por suceder... Nos leemos pronto, agradezco a los que hagan reviews sean por comentar, criticar o sugerir cosas... Todo es bienvenido. Gracias.


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