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For Your Voice por KuroAshi_ZxS

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Notas del fanfic:

Hola a todos! Aqui les traigo un pequeño OS que escribi hace mucho tiempo, el primer trabajo que escribi de esta pareja pero que hace poco me digne a editar XD poco a poco retomare mis fics, mi situacion no ha mejorado mucho que digamos pero como les prometi, no dejare ningun trabajo sin terminar *-*

Este fic va dedicado a Yoshita, te quiero mucho amiga >u< aqui va lo prometido XD tu me mostraste un sexy marimo pianista, y yo te traigo a un sensual cocinero violinista XD

Gracias por leer y espero les guste!! x33

Notas del capitulo:

One Piece es propiedad de Eiichiro Oda, si no quien sabe...

Mil disculpas por las posibles faltas ortograficas y espero les guste n.n

Zoro se encontraba por segunda vez a bordo de Sunny Go aquella noche, maldiciéndose interiormente a causa de su nulo sentido de la orientación. A pesar de haber pasado dos años separado del resto por culpa de Kuma aquel detalle no había cambiado en lo absoluto, es mas, había llegado a creer que había empeorado de ser posible.

Ese mismo día habían llegado a una nueva isla, y según el mandato de Nami podrían darse el lujo de costear un hotel por una noche. Luego de cenar en un restaurant de la zona el cocinero se dirigió al barco mientras los demás aprovechaban de recorrer el lugar antes que anocheciera.

Para la sorpresa de muchos Sanji se había ofrecido de voluntario para hacer guardia, alegando que así al menos tendría una noche de descanso sin tener que estar vigilando las provisiones de su alocado capitán. Todos aceptaron aquella excusa de buena manera, entendían el esfuerzo que el rubio hacia para cumplir con sus deberes y además dormir poco en las noches para evitar quedar sin comida en medio del océano.

Mientras recorría el lugar con el resto, el espadachín se separo  sigilosamente de sus compañeros, escabulléndose a uno de os bares más cercanos. Estuvo bebiendo hasta altas horas de la madrugada, aprovechando el dinero que le había dado la  navegante hasta saciarse por completo pero, cuando había intentado dirigirse al hotel, había terminado perdido una vez más.

Camino durante un par de horas, sin darse cuenta que sus pasos le habían guiado hacia el Thousand Sunny casi por instinto. Y, luego de meditarlo un poco, decidió subir a bordo y coger un par de botellas de sake antes que pasar el resto de la noche buscando el hotel y acabar nuevamente perdido en la isla.

Su morena tez adquirió un leve rubor al pensar en las burlar que recibiría de parte del cocinero la mañana siguiente, pero se encontraba demasiado cansado para pensar en otra opción. Subió a cubierta silenciosamente, alzando una ceja confundido al ver las luces del puesto de vigía completamente apagadas.

Sin darle mayor importancia se dirigió calmadamente hacia los camarotes mas, antes de poner un pie en la cocina para robar un poco de sake, unos ruidos provenientes de la parte trasera del barco llamaron su atención. El melodioso sonido de un violín se dejo sentir en la cubierta del Sunny, embriagando sus sentidos.

En primeras instancias creyó que se trataba del esqueleto en alguno de sus habituales conciertos nocturnos, poniéndose en alerta segundos después al recordar que solo el y Sanji se encontraban esa noche en el barco. Con su espada predilecta en mano, preparado para atacar a quien hubiese tenido las agallas y la estupidez de  infiltrarse en el barco de los Mugiwara, camino hacia donde provenía aquella hermosa balada-

Grande fue su sorpresa al descubrir que su supuesto atacante no era más ni menos que el rubio cocinero, quien se encontraba recargado en la barandilla con violín en mano y los ojos cerrados. La dulce melodía que interpretaba tenia toques melancólicos y tristes, pero que llenaban su corazón de un sentimiento de nostalgia y felicidad, como si aquella canción la hubiese escuchado en algún otro lugar…

El espadachín no podía apartar la vista del cocinero, hipnotizado por aquella exquisita tonada. Una especie de opresión surgió en su pecho, intentando entender aquella extraña sensación en su cuerpo. Aquella melodía le resultaba conocida, pero no poda recordar de donde…

En ese instante Sanji comenzó a cantar al compás de aquella dulce melodía, entonando con voz grave y melancólica una letra que logro llegar hasta lo mas profundo de su corazón.

Abrió los ojos sorprendido, recordando finalmente todo aquello que hasta se momento había permanecido sepultado en lo más profundo de su corazón, el verdadero significado tras aquella hermosa balada: los recuerdos de su verdadero y quizás único amor…

Flash Back:

Un pequeño peli verde unos doce años de edad se encontraba paseando por las calles de su pueblo natal, aquel lugar en donde había decidido convertirse en el mejor espadachín y había conocido a su mejor amiga, la chica que desde un principio había sido su modelo a seguir: Kuina.

En un principio,  Zoro había buscado alguna forma de distraerse en aquella dolorosa tarde veraniega, recordando no sin cierta tristeza que aquel día se cumplían dos años desde la muerte de la peli azul. Pero su nulo sentido de la orientación había vuelto a hacerle una mala jugada, acabando perdido en las calles más cercanas al puerto.

Suspiro rendido mientras se sentaba en el suelo y admiraba los bellos tonos anaranjados pintando poco a poco el cielo, acariciando la empuñadura de Wadou Ichimonji mientras pensaba en la promesa que le había hecho y que poco a poco había podido cumplir, mejorando hasta tal punto que tan solo teniendo doce años ya era más fuerte que su sensei y que cualquier otro espadachín de la isla.

Entrada la noche, y al darse cuenta que no podría volver a casa por su cuenta, camino entre las callejuelas del lugar en busca de alguna persona que pudiese darle indicaciones. Y fue en ese momento, cuando escuchó una hermosa balada proveniente de un pequeño pero modesto bar.

Guiado por la curiosidad se adentro en el local, sorprendiéndose enormemente al ver que quien se encontraba interpretando aquella melancólica canción no era más ni menos que un chico de su misma edad. Tenía el cabello azabache y ojos azules como el mar, vestido con un elegante traje y sombrero a juego. Pero sin duda, lo que más llamo su atención de aquel joven violinista fue su voz, una voz agradable con un toque de elegancia incomparable.

Para Zoro, aquel chico tenía la voz más hermosa que había escuchado en su vida.

Al terminar el show, el pequeño espadachín se armo de valor y siguió al misterioso chico hasta las afueras del bar, intentando no perderle de vista y dejar escapar aquella oportunidad que sabía, no se volvería a repetir.

-¿necesitas algo?-le pregunto cordialmente el pelinegro, sonriéndole suavemente. Se había percatado de su presencia en el bar y al verle seguirle con la curiosidad latente en su morena faz, había llamado poderosamente su atención-

-eh…si…-murmuro algo nervioso el peli verde al verse descubierto, sintiendo como sus mejillas se sonrojaban y su cuerpo temblaba por el nerviosismo- bueno…la verdad es que yo…eres muy talentoso. Mi mejor amiga siempre me había dicho que tocar un violín era algo difícil…-la azulina mirada de su acompañante se conecto con la suya, causando una extraña sensación en su cuerpo que no pudo interpretar-por cierto ¿Dónde aprendiste esa canción? Es muy hermosa…-susurro mientras veía como la sonrisa en el joven violinista se ensanchaba, aceptando contento el apretón de manos que este le ofrecía-

-gracias por tus cumplidos, pero realmente no es tan difícil si practicas diariamente- contesto soltando una risita, con un suave tono carmín adornando su rostro- pues fui yo quien escribió esa canción, mi madre me enseño cuando era pequeño y la hice cuando ella falleció…-hizo una pequeña pausa mientras sus facciones se oscurecían un poco por el dolor de sus recuerdos-

-lo siento…no fue mi intención hacerte recordar algo así…-susurro el pequeño espadachín arrepentido por sus palabras, sintiendo como el pelinegro apoyaba una mano en su hombro, dándole a entender que no había problema alguno- por cierto, soy Roronoa Zoro ¿y tú eres…?-

-puedes llamarme Taiyou, Zoro-le respondió el aludido con una enorme sonrisa surcando sus labios-

Desde aquel día, ambos se habían convertido en grandes amigos. Cada tanto, el peli verde solía visitar los distintos bares donde el pelinegro tocaba durante las noches, quedándose con él hasta altas horas de la madrugada debido a que ambos solían estar ocupados gran parte de su tiempo durante el día.

Zoro le contó sobre Kuina y su sueño de convertirse en el mejor espadachín del mundo, mientras que Taiyou le había confesado su pasión por la cocina además de la música y su anhelo de encontrar el All Blue, aquel misterioso mar donde se encontraban todos los peces del mundo.

Habían pasado ya tres meses desde que se habían conocido, y el peli verde se había dado chueta que se había enamorando profundamente de su compañero. Siempre había estado consciente que sus gustos eran diferentes a los de los demás, pero también sabía que cada vez le era más difícil poder esconder sus verdaderos sentimientos.

Por eso, pensaba declararse esa noche al chico luego de su show. Aun y a sabiendas que lo más probable es que Taiyou le rechazase amablemente y le ofreciese seguir con su amistad como antes…

Se apoyo en una de las paredes que daba a la salida de aquel bar, cerrando sus ojos mientras se dejaba embriagar una vez más por la dulce tonada de su amigo pelinegro hasta que fue su propia voz la que lo saco de sus cavilaciones.

-¿ocurre algo, Zoro? Tienes una cara terrible- preguntó el violinista con un tono preocupado en su voz, agachándose a su lado mientras ponía una mano en su frente, sin percatarse de las reacciones de su compañero por aquel sutil contacto-

-tranquilo, estoy bien. Solo…necesito hablar contigo…-contesto el peli verde algo ruborizado, tomando su mano con delicadeza mientras le invitaba a sentarse a su lado- desde que te conocí, supe que eras una persona muy especial. No solo por tu habilidad con el violín…sino…Taiyou tú… ¡tú me gustas mucho! Y me harías la persona más feliz del mundo si me aceptases a tu lado…-confeso el chico completamente apenado, intentando mantener su mirada fija en la de su acompañante-

-yo…la verdad es que tu también me gustas, me gustas mucho Zoro…pero no puedo, lo nuestro no puede ser ¡perdóname, por favor! ¡De verdad lo siento mucho!-respondió el pelinegro con lagrimas en los ojos, abrazándose a si mismo mientras mordía sus labios con fuerza, intentando acallar los gritos de dolor que nacían desde lo más profundo de nuestra garganta-

-pero si yo te gusto y tú me gustas ¿Cuál es el problema?-pregunto el pequeño espadachín abrazando con fuerza a Taiyou contra su pecho, sintiéndose confundido y dolido por sus palabras-

-es que yo…yo no volveré a esta isla nunca mas ¿entiendes…?-soltó entre sollozos el aludido, apoyando su cabeza en el hombro del moreno y dejando que las lagrimas finalmente fluyeran con libertad por sus mejillas- mañana mismo partimos a primera hora, nuestro barco ya…ya está arreglado por completo…-

Zoro sintió como su mundo se venía abajo tras las palabras de su amigo, maldiciendo en voz baja su cruel destino, el cual le había separado una vez mas de la persona que mas quería cuando era finalmente correspondido. Estrecho con aun más fuerza el delgado cuerpo de su acompañante entre sus brazos, acariciando su espalda mientras intentaba brindarle calor y seguridad, intentando ser fuerte.

El espadachín alzo su rostro con delicadeza, limpiando suavemente sus lagrimas mientras se besaba con infinita ternura sus labios, dejándose llevar por aquel contacto tan duradero y lleno de emociones disimiles y difíciles de explicar.

Ninguno de los dos quería despedirse, pero entendían la situación en la que se encontraban y sabían que no había solución alguna para continuar juntos sin que uno renunciase a su sueño así que, haciendo acopio de su fuerza de voluntad, el peli verde ayudo al pelinegro a ponerse de pie, tomando sus manos con fuerza y determinación.

-espérame-susurro el joven espadachín al oído de su compañero- espérame, por favor Taiyou. No puedo dejarte ir así como así ahora que soy correspondido…-le dio un suave beso en la mejilla, sonriendo al ver como este se sonrojaba y le veía con la esperanza pintada en sus azules orbes- espérame hasta que termine con mi entrenamiento. Te encontrare donde quiera que estés, lo prometo…-

-¿de verdad…de verdad harías eso por mi…?-pregunto el músico con lagrimas nuevamente acumulándose en sus ojos, regalándole una pequeña sonrisa que fue correspondida con la misma intensidad-

-sí, lo juro. Y sabes que soy un espadachín, nunca rompería mis promesas-aseguro con convicción, juntando sus frentes en un tierno gesto- no sé cuánto tiempo me tarde, cuantos años pasen hasta que pueda encontrarte…pero prefiero arriesgarme y acabar con mi sueño que perder esta oportunidad de ser feliz junto a ti…-las lagrimas finalmente se deslizaron por su rostro, sin poder soportar más aquella horrible opresión en su pecho- no quiero perder a nadie más…-susurro con la voz rota, sintiendo como esta vez el violinista limpiaba sus lagrimas con extrema delicadeza-

-entonces esperare el tiempo que haga falta para volverte a ver, Zoro…-murmuro el oji azul, depositando un último beso en los labios del peli verde antes de salir corriendo del lugar y seguir más tiempo con aquella dolorosa despedida-

Esa fue la última vez que Zoro había visto al amor de su vida, y tal como prometió entreno con esmero día a día hasta volverse lo suficiente fuerte para salir al mar en su búsqueda; esperanzado de poder encontrarlo antes que fuese demasiado tarde.

Al pasar el tiempo, las pistas sobre su paradero se volvieron se volvieron aun más confusas hasta el punto en que casi se había dado por vencido, perdiendo la esperanza de encontrarle hasta ahora, donde la vida le había dado una segunda oportunidad de ser feliz…

Fin Flash Back

El moreno se encontraba perdido en la silueta del cocinero a contraluz, embriagado por la dulce melodía y embrujado por su hermosa voz; aquella voz que le había enamorado hacia tanto tiempo atrás…

Su cabeza era un lio de preguntas y dudas sin respuesta, pero las ignoro completamente mientras se acercaba con lentitud hacia el rubio, sin poder contener un segundo más sus lágrimas de felicidad, las cuales se deslizaban con libertad por sus sonrojadas mejillas.

Reconocería la letra de esa canción en cualquier lugar, la canción que había escuchado cuando había conocido a Taiyou por casualidad en aquel bar. Y aquello podía significar solo una cosa…

Al finalizar la sonata el peli verde tomo al rubio por el hombro quien, y debido a la impresión y el susto, dejo caer el violín al suelo mientras se volteaba con lentitud, horrorizado de verse descubierto. Pero grande fue su sorpresa al toparse de frente con el espadachín, quien le miraba con ternura y autentico arrepentimiento, algo que nunca habría esperado ver de él.

Sin perder más tiempo el peli verde tomo el rostro de su nakama entre sus toscas manos, besándole suavemente y respondiendo a todas las dudas de su corazón al sentir el cálido tacto de sus labios contra los suyos; sintiendo como Sanji respondía aquel contacto con la misma pasión y deseo que por mucho tiempo había guardado en su corazón.

Fue un beso largo y gratificante, en el que ambos expresaron sus verdaderos sentimientos, la angustia y soledad que habían experimentado por tanto tiempo al estar separados el uno del otro. Y  sabían, que desde ahora en adelante, eso no volvería a ocurrir…

 -perdóname por haberte hecho esperar tanto tiempo-susurro el peli verde en su oído con una voz cargada de ternura, impropia de el- al fin te encontré…finalmente te encontró, Taiyou...-le abrazo con fuerza contra si, acariciando su rubio cabello con suavidad- aun así no logro entender porque no me dijiste nada en todo este tiempo…-

-perdóname tu a mí, Zoro…-se disculpo Sanji, aferrándose con fuerza a su abrigo- cuando te volví a ver en el Baratie creí que habías ido a buscarme, pero como no tuve una oportunidad de estar contigo a solas decidí unirme a la tripulación luego de tu incidente con Taka no Me, esperando que me recordaras…-hizo una pequeña pausa, escondiendo sus ojos de la mirada inquisidora del moreno- luego de derrotar a Aarlong trate acercarme a ti otra vez, pero…pero empezaste a tratarme de una manera fría y distante, casi como si me odiaras…por eso asumí que me habías olvidado, y me resigne a amarte y protegerte en secreto…sabía que si me acercaba mas a ti podría arruinar la pequeña amistad que había logrado crear con el tiempo…no hubiese soportado perderte otra vez…sería muy doloroso, Zoro…-contesto el rubio con la voz entrecortada, enterrando su rostro en el fornido pecho del moreno, llorando descontroladamente-

-Sanji, cálmate por favor…no llores…no sabes lo doloroso que me resulta ver al hombre que amo sufrir por mi causa-dijo el espadachín mientras acariciaba su espalda, intentando calmarle sutilmente- no sabes cuánto lamento todo lo que te hecho durante este tiempo, cuanto me odio por la actitud que tuve hacia ti. Pero me recordabas tanto a Taiyou, que no pude evitar empezar a sentir algo por ti…no quería enamorarme de nuevo, no sin antes haberte encontrado…me sentía asqueado de mi mismo, sentía que te estaba traicionando sin saber que tú eras el amor de mi vida, el chico de quien me enamore. Estúpidamente intente alejarme de ti, sin darme cuenta de todo el dolor que te estaba causando…que seguía buscándote cuando tu siempre estuviste a mi lado… ¡lo siento! ¡Lo siento mucho, Sanji!-exclamo con la voz desgarrada, cerrando los ojos con fuerza e intentando mantenerse firme sin mucho éxito-

-no importa, ya nada de eso importa más…-contesto el aludido con voz suave, abrazándole con fuerza- lo único que importa es que ahora estas aquí conmigo, a mi lado. Que a pesar de todo seguiste buscándome tal y como prometiste…ni siquiera era necesario que te disculpases…-

-aun así, te lo debía idiota…-murmuro mientras veía como Sanji alzaba el rostro, sonriendo con la alegría más que presente en su pálida tez- aun así ¿Cómo…?-pregunto descolocado, acariciando su cabello y haciendo alusión a este-

-oh, eso es muy fácil, era una peluca que había comprado por un buen precio en uno de los bazares de la isla-respondió el cocinero con simpleza, restándole importancia a un detalle como ese- no podía darme el lujo que Zeff me descubriese durante el tiempo que demorase el Baratie en ser reparado, estábamos escasos de dinero y en aquel entonces aun no era un cocinero muy bueno que digamos-rio suavemente, algo avergonzado- ese es el motivo por el cual cambie mi nombre, seguro el viejo me hubiese matado si se enteraba que me saltaba las practicas nocturnas solo por unos cuantos billetes. Pero todo lo que te conté sobre mis sueños y i vida es cierto…-

Fue esta vez Sanji quien inicio el beso, siendo el detonante de una apasionada noche en la cual ambos se entregaron el uno al otro con infinita ternura y amor, aquel amor que ambos guardaban en lo más profundo de sus corazones desde hacía ya mucho tiempo atrás…

A la mañana siguiente, cuando el resto de la tripulación volvió al barco para desayunar, grande fue su sorpresa al encontrar la ropa de sus compañeros regada por toda la cubierta en dirección a los camarotes. Robin rio ante las expresiones de sus amigos, quienes no podían (o sencillamente no querían) entender lo que había pasado entre esos dos.

La arqueóloga tomo con cuidado el violín que se encontraba debajo del abrigo del espadachín, dirigiéndose con calma hacia la cocina para cumplir con los deberes del oji azul por aquella vez, dejando unos cuantos pares de brazos ocupándose del desastre en cubierta y a sus nakama aun confundidos, sin saber cómo reaccionar ante la perspectiva de una nueva pareja a bordo del Sunny.

En esos momentos, cierta pareja de amantes se encontraba sumida en un profundo sueño luego de aquella jornada tan agotadora para ambos, abrazados y un conservando una enorme sonrisa en los labios luego de reencontrarse con la persona que habían esperado por largos años y de la que ahora en mas no se volverían a separar…

…unidos para siempre por el inseparable lazo de una dulce canción que interpretaba la voz de sus corazones…

¿The End?

Notas finales:

Espero les haya gustado y sus rew XD y bueno, como aun tengo un poco de tiempo libre les queria preguntar si quieren leer una segunda parte de este fic...bueno, no es una continuacion en si. les explico: cuando escribi este fic hace mas de dos años tenia dos ideas para la trama, pero con el mismo final .w. la primera es la que acaban de leer, y tengo aun una segunda en mi computador .w. les queria proponer (si les interesa la idea) que me envien un rew o me avisen y yo subo esa "segunda parte" dentro de los proximos dias n.n cuidense mucho n.n/

Nos Leemos!!! x33

Kuro-Chan!!!


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