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| Dulce Minino | por gabkim21

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Notas del fanfic:

¡Hola! Bueno este es un one-shot ya tiene bastante que lo escribi y pues me dieron ganas de compartirlo aqui lol

Notas del capitulo:

Fue un regalo para Katalina mi bella manita y pues es lemon como ella queria, ya que no hay lemon en mi otro escrito (Ugly Dinosaur) y pues ella queria y aqui esta lo que salio /o/

 

Había pasado toda la tarde inundado entre papeles y carpetas, todas y cada una de ellas traían lo mismo “trabajo atrasado” y era lógico si gracias a una serie de acontecimientos que le había jugado la vida era que se atrasó en lo que antes era lo único y más preciado para él. Su trabajo.

 

Acomodando correctamente esos papeles y ordenándolos en el debido orden fue que decidió irse a casa. Ya era tarde e incluso si se quedará entre todo eso, sabía que jamás terminaría esa noche.

 

Sus pasos retumbaban sobre las desoladas calles, sus pisadas surcaban ese pavimento húmedo por la tarde lluviosa. Era normal, se repitió. Las tardes de otoño suelen ser así de lluviosas.

 

Comenzó a reconocer esas estructuras, ya estaba cerca de casa.

 

Subió ese par de escalones que bien conocía y estrujo la perilla de esa amplia puerta.

 

Decir que se sentía alegre al entrar a su hogar era poco, una felicidad lo inundaba cada que se encontraba ahí y ¿la razón? Era simple…

 

-Jjong –esa voz –ya has venido –ese par de brazos con uñas filosas se enroscaron sobre sus hombros –te extrañe toda la tarde.

 

Sí, esa era la razón, su dulce minino.

 

 

 

 

Aún recordaba perfectamente cuando lo encontró o más bien cuando ese gatito lo encontró a él.

 

Ese día había sido un día muy importante para su carrera laboral, la junta de esa tarde había salido estupenda logrando así que la compañía firmara un contrato muy importante. Su vida era perfecta con su trabajo, no podía pedir más según Jonghyun.

 

Por todo ese estrés laboral estaba exhausto y lo único que quería era llegar a casa y dormir placenteramente.

 

Recién entraba a su amplia y cálida sala cuando un ruido, llamó su atención.

 

Se escuchó cómo crujía la puerta, como si la rascaron con filosas garras…

 

-¡Miau! –un maullido proveniente del otro lado.

 

¿Un gato estaba fuera de su casa?

 

Abrió lentamente esperando encontrarse con lo que se suponía que debía estar detrás de esa puerta. Sus ojos escanearon la zona sin rastro alguno del causante de esos ruidos.

 

Volvió a entrar y decidido a ir a la cocina en busca de alimento, pero otro ruido de nuevo interrumpió su rutina.

 

Ese mismo crujido…ese mismo ruido y ese maullido de nuevo.

 

Giró de esa perilla ansioso, esperanzado de al fin poder encontrar el causante de todo eso.

 

Y así fue como lo encontró.

 

Ahí parado, frente a él…con una imagen indescriptible.

 

Era un poco más alto que él, traía consigo una simple pero larga pólera que lo cubría hasta la mitad de esos blancos y suaves muslos… ¿Cómo alguien podía tener unas piernas así?

 

Lo que más atrajo su atención fue su rostro… era tan fino y lucia tan suave, sus facciones parecían tan precisas que incluso pensó que habían sido talladas a mano. Su nariz pequeña y recta combinaba a la perfección con su boca…esos labios rosados que igualaban a la forma de un corazón y por ultimo sus ojos ferozmente rasgados…como un felino.

 

-Miau –ese sonido salió de esos acorazonados labios mientras unas orejas rubias igualando el tono de su cabellera dorada salieron a relucir entre esas hebras. Eran grandes y puntiagudas, comenzaron a moverse graciosamente, lucían suaves.

 

-Miau –otro maullido y una larga y audaz cola comenzó a ladearse por la espalda de ese ¿chico?

 

-Tú… -apuntó a ese ser que tenía enfrente ¿Qué era? ¿un chico? ¿un felino? O a lo mejor ya se había vuelto loco con tanto trabajo e imaginaba todo eso…

 

-Me he perdido –hizo un puchero y sus orejas se agacharon.

 

-¿Eh? –no podía reaccionar ante esa imagen tan adorable.

 

-Que me he perdido, ¿puedo quedarme aquí? –preguntó y sus orejas se levantaron.

 

-¡¿Qué?! Es decir… no entiendo –rascó su nuca confundido, ¿había escuchado bien? Ese chico –si es que podía llamarlo así –quería quedarse ahí…

 

El felino ladeo se cabeza.

 

-Entonces ¿puedo quedarme? –volvió a cuestionar entusiasmado.

 

-Ammm supongo –sus palabras salieron solas. No sabía cómo era que eso estaba pasando, mucho menos entendía por qué accedió a la petición de un desconocido que tenía una apariencia poco común, pero de algo estaba seguro, que no pensaba dejar a ese ser tan hermoso afuera. No podía hacer eso.

 

Le abrió paso a la sala.

 

-¿No tienes frio usando solo eso? –estaba curioso ante todo y debía empezar a conocer a su nuevo huésped.

 

-¿Esto? –estiró las orillas de la polera –no, al contrario.

 

-¿Estás seguro? Eso no luce muy cómodo.

 

El chico de cabellos rubios solo asintió.

 

-¿Me invitas a cenar aquí? –su cola comenzó a ladearse frenéticamente.

 

-¿No has comido aún?

 

-No, y estoy hambriento –sonrió.

 

Jonghyun se sorprendió cuando esa sonrisa se dibujó en el rostro de ese chico, lo hizo sentir…especial.

 

-De acuerdo, toma asiento y ahora preparo algo –estiro la silla para que tomara asiento.

 

-Gracias y por cierto… ¿Cuál es tu nombre? –el felino se sonrojó al preguntar.

 

-Ah, es cierto no me he presentado. Soy Jonghyun, Kim Jonghyun.

 

-Es un nombre muy bien parecido –esa mirada felina intensifico el contacto que ambos mantenían desde que se había sentado. –Yo soy Key.

 

-¿Key? ¿Es eso un nombre de verdad? –cuestiono asombrado.

 

-¡Claro que lo es! Además mi nombre no es común.

 

-Bueno está bien, ahora iré a preparar la cena –Jonghyun salió rumbo a la cocina.

 

Él no era un experto en eso de las artes culinarias pero sabía defenderse en la cocina o al menos no moría en el intento de cocinar. Su especialidad era un par de piezas de pollo fritas y una buena pasta acompañada de una copa de vino. Esa noche al tener un invitado su especialidad no podía faltar.

 

-Y bien ¿cómo sabe? –normalmente no invitaba a gente a comer a su casa, por ello era importante saber la opinión de Key en esos momentos.

 

-Comestible –sus filosos dientes engulleron otro pedazo de carne.

 

-Es un comienzo ¿no?

 

-Lo es, pero yo cocino mejor –presumió.

 

-Entonces tú harás la cena mañana –razono sus palabras. Eso era…que quería que ese chico se ¿quedara más tiempo? –Digo…si te quedas.

 

El felino rubio soltó el trozo de carne de sus garras.

 

-Me quedare hasta que tú lo quieras o ¿acaso…no te gustaría…? –sus orejas se agacharon de nuevo.

 

-Puedes quedarte el tiempo necesario –admitió –me gusta tu compañía –un leve sonrojo lo invadió. ¿Desde cuándo se había vuelto así?

 

Jonghyun era buen chico desde su infancia, siempre siendo cuidadoso y sobre todo llevando a cabo todas las normas y los buenos valores inculcados por su familia. Creció y sus estudios siempre habían sido lo más importante, incluso por encima de las relaciones de todo tipo. Solo tenía dos amigos y solía frecuentarlos a menudo, eso era lo que podía decirse sus únicas salidas los fines de semana. Nunca fue dado a estar en fiestas o de filtrear con chicas, simplemente no era algo que llamara su atención. Incluso en cuestiones amorosas era todo un inexperto, una vez intento tener una relación con una buena chica, pero ésta se aburrió de siempre ser el segundo lugar en su vida. Por ello era que se había refugiado por completo en lo que más lo apasionaba, su trabajo.

 

Sin una palabra más, ambos terminaron de cenar. Jonghyun levanto los platos y se dispuso a lavarlos.

 

-¿Te ayudo? –se ofreció.

 

-No, no puedo dejar que mi huésped limpie. Mejor ve a sentarte al sofá y puedes ver la televisión.

 

Key solo sonrió más emocionado.

 

-Eres un gran anfitrión ¿lo sabias?

 

-No suelo tener invitados y si tú lo dices –se encogió de hombros.

 

-Así que ¿soy especial entonces? –esos rasgados y gatunos ojos brillaron.

 

¡Claro que era especial! Él solo ver cómo era, cualquiera sabría lo especial que era…

Quería averiguar más sobre lo especial que podría llegar a ser pero temía que si lo hacía, Key se sentiría incómodo y era lo menos que pretendía.

 

-Lo eres –tomó un poco de espuma de jabón con dos de sus dedos y lo unto sobre la pequeña nariz del rubio.

 

Key quedó en shock ante el acto tan curioso, sus orbes viajaron directo a su manchada nariz.

 

-¡Miau! –sus orejas se estiraron y su cola se ladeo con fuerza. Lo miró divertido. -¿Te gusta jugar con espuma Jjong? –una sonrisa traviesa escapo de esos labios rosas.

 

-Un poco –no sabía por qué pero esa sonrisa lo había puesto nervioso o ¿había sido en la forma que lo había llamado? “Jjong”.

 

Key se echó a reír con ganas.

 

-Pareces un perrito asustado –ahora él tomó un poco de espuma y la dejo sobre la nariz del otro.

 

Se dió la vuelta y caminó rumbo a la sala con un peculiar meneo de caderas, dejando a un Jonghyun desconcertado.

 

¿Qué había sido todo eso?

 

Un fuerte golpeteo en su pecho lo hizo reaccionar…

 

Se acercó a la sala después de haber concluido su labor y dejar la cocina impecable, no solía hacerlo pero por alguna razón quería dar una buena impresión a Key de su hogar.

 

-Key –lo llamó despacio. El rubio se había quedado dormido recostado en el sofá. Estaba encogido, hecho un ovillo entre los cojines. Lucia muy lindo.

 

-Mmm…

 

-Key despierta, te llevare a mi habitación. Ahí dormirás mejor.

 

Otro quejido más y abrió perezosamente los ojos.

 

-Pero tú ¿Dónde dormirás? –su entrecejo se frunció.

 

-Aquí, pero anda levántate –lo tomó de los hombros intentando que se incorporara.

 

-¿Puedo dormir aquí contigo?

 

-¿Qué? –esa pregunta lo tomó por sorpresa –claro que no. Debes dormir en una cama y no aquí, además eres mi invitado y no puedo dejarte dormir aquí.

-Arggg… de acuerdo –con un ágil salto se levantó dejando que su larga polera se revoloteara llamando la completa atención de Jonghyun. Sonrió a sus adentros.

 

-Este… Key… ¿no quieres cambiarte de ropa…? digo puedo prestarte algo más, seguro tendrás frio durante la noche si usas solo eso…

 

Un fuerte color rojo invadió el rostro de Jonghyun.

Realmente le daba vergüenza…había visto claramente como esa prenda se alzó un poco dejando expuesta piel…sedosa piel… le hizo sentir escalofríos al darse cuenta que le dieron ganas de tocarla…de acariciarla…

 

-No, ya te he dicho que estoy bien así –sonrió.

 

-¿De verdad?

 

-Sí y deja de insistir con ese tema –se cruzó de brazos fingiendo molestia.

 

-Bueno… anda vamos a mi habitación para que descanses –lo tomó de los hombros.

 

Entraron a su habitación. Ha decir verdad, Key no esperaba encontrarse con una habitación así. Lucia muy limpia y sobre todo cómoda. Los toques rústicos hacían lucirla acogedora. Key observó con una sonrisa amplia la cama, era grande y al sentarse comprobó que también era cómoda. Perfecta pensó.

 

Jonghyun tomó un par de cobijas antes de salir de la habitación con un “Buenas noches” y de hacerle saber al rubio que cualquier cosa podía llamarlo sin importar lo que fuera o la hora.

 

Ya recostado en el sofá se dispuso a tratar de conciliar el sueño. Le era imposible…y sabía la razón de ello. Sabía que todo el nerviosismo que su cuerpo presentaba era por una simple y gatuna razón. Key.

 

Sus parpados se hicieron pesados con el pasar del tiempo…solo así pudo conciliar el sueño. Bueno al menos durante unos momentos.

 

Sintió como algo filoso rozaba con su mejilla.

 

-¡Jjong! –esa voz se escuchaba demasiado cercas.

 

Y otro roce más percibió su rostro.

 

-¡Jjong! ¡Despierta! –un susurro más cerca.

 

Sus ojos se negaban a ser abiertos…sentía un aliento chocar contra su rostro y se sentía demasiado bien como para levantarse.

 

-¿eh? –abrió los ojos topándose con una figura muy peculiar. Era Key quien estaba frente a él de rodillas.

 

-¡Jjong! ¡Tengo frio! –le hizo saber -¡quiero leche tibia!

 

-¿Ah? ¿Leche? –se levantó.

 

-¡Sí! Leche, pero caliente –sonrió de una forma landina, casi imperceptible para los ojos adormilados de Jonghyun.

 

-Creo que hay un poco en la nevera… -con pesadez caminó rumbo a la cocina.

 

Sacó la leche y dispuesto a ponerla sobre un tazón en la estufa, un leve roce lo detuvo.

 

-Pero yo no quiero de esa leche ~ un ronroneo llamó su atención.

 

-Key es la única qu-… -unos labios acallaron sus palabras cuando se giró a responder.

 

Sintió como sus labios eran succionados de una manera magnifica. Su labio inferior siendo mordido para luego volver a apresarlo por esos labios acorazonados.

 

La mente de Jonghyun estaba en blanco. No podía pensar correctamente.

 

Su corazón latiendo arduamente sobre su pecho casi doliéndole tal golpeteo. Sus labios solo atinaban a moverse a la par de los contrarios…

 

Era una sensación nunca antes experimentada por su cuerpo.

 

-¿Qué te pasa Jjong? –susurró alejándose un poco mientras sus brazos se enredaron en el cuello moreno.

 

-Yo… es-… -no podía si quiera formular una palabra coherente.

 

El cálido aliento de Key chocando contra su cara al soltar un par de carcajadas hizo que la piel de Jonghyun se erizara.

 

-¿Me dirás que te comió la lengua el gato? –sonrió satisfecho.

 

-No…

 

-Pues eso parece… pero… a penas este gatito comienza –Jonghyun iba a responder ante ello pero su boca fue de nuevo apresada. El beso se volvió más exigente y podía sentir toda la fuerza que Key le quería transmitir…toda esa pasión podía sentirla en cada poro de su piel que ya comenzaba a arder.

 

El sonido armonioso del choque en cada beso y los afilados dedos de Key enredándose gustosamente en las hebras del moreno para intensificar el beso y cortando toda distancia entre sus rostros era lo que estaba volviendo loco al ya delirante Jonghyun.

 

Key notó el desconcierto e incluso la torpeza del moreno y con mucho más determinación tomo las riendas del asunto. Estiró un poco el labio inferior que tenía preso dejando así su oportunidad de oro. Esa pequeña abertura hacia la cavidad caliente del mayor era su objetivo. Un juego a ciegas entre sus lenguas comenzó, acompasando el beso, profundizándolo y al mismo tiempo complementándolo.

 

Se apartó solo lo suficiente para volver a los carnosos labios y los delineo perfectamente, degustándose de su sabor, debía admitir que desde que los vio deseaba tanto hacer eso. Key quería transmitirle tanto en un beso por ello no quería detenerlo pero la falta de aire se lo impidió.

 

Al cortar todo contacto con esos labios ya rojos por tanta presión ejercida en ellos, el rubio pudo ver como Jonghyun mantenía los ojos cerrados.

 

-¿Entonces me darás leche caliente? –cuestionó divertido por la reacción del otro.

 

Lo ojos de Jonghyun se abrieron de golpe dejando ver lo confuso que estaba.

 

-Key ~ susurró. No entendía nada, solo estaba cegado por el momento.

 

-Eso es un “si” para mí.

 

El contacto deseoso regreso a sus cuerpos. Esta vez el beso fue corto y Key descendió lentamente por su barbilla, llego al cuello y ahí succiono lo suficiente hasta dejar rosada la morena piel. Satisfecho por su marca hecha, continúo con su trayecto. Los botones de la camisa blanca que llevaba puesta Jonghyun desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos por las garras del rubio. Dejando expuesto su marcado abdomen. En esos momentos se sintió verdaderamente contento al ver que sus horas en el gimnasio no solo ayudaban a su salud como lo era inicialmente sino incluso le había dado a su cuerpo una tonicidad digna de apreciar.

 

-Perfecto ~ su lengua recorría cada centímetro de piel expuesta. Saboreaba la piel tostada y sus manos se amoldaban perfectas dejando caricias nunca antes hechas sobre esa estructura musculosa.

 

-Ahrg… Ke-ey –apenas y sus quejidos lograban salir de la boca del mayor. Su cuerpo parecía responder complacido por las caricias que ese minino le estaba proporcionando.

 

-¿Mmmm…?  -miro al cuerpo inerte que tenía frente a él. Le encantaba ver como Jonghyun seguía con los ojos cerrados disfrutando del momento, moviéndose a su par, ver cómo apenas y podía sostenerse de la barra de la cocina. Y lo mejor aún estaba por llegar, se repitió.

 

Sus caricias fueron descendiendo a su preciado objetivo. Sus ágiles dedos se encargaron del botón y del cierre de los pantalones que estaban estorbando su camino predilecto. De un tirón bajo esa prenda que tanto quería ver fuera de ahí, con todo y los calzoncillos negros del moreno.

 

Exponiendo así ese pedazo de carne que empezaba a despertar.

 

Los ojos de Jonghyun se abrieron de golpe al sentir a su hombría expuesta. Su mente alarmada le pedía a gritos que detuviera todo eso pero su cuerpo parecía reaccionar por instinto. El calor de su cuerpo aumento trayéndole oleadas cálidas que no había sentido antes. Estaba siendo completamente manipulado por sus bajos instintos, instintos que creía poder manejarlos pero que más bien estos lo controlaban a él. Y estaba completamente agradecido por ello.

 

-Key ¿q-ué hac-…? –su respiración falló por unos instantes al sentir a esa húmeda boca jugar con su entrepierna.

Le dió una ligera lambida a la punta de su jugosa hombría. La rozaba jugando así con los nervios del mayor. Un par de sus dedos se ajustaron ayudándose y así poder engullirlo con su experta cavidad, sus labios abriendo paso a su audaz lengua que se enrollaba sobre su ya erecto miembro. Comenzó con leves estocadas, introduciendo, lo más que su boca se lo permitía, dejando al resto ser atendido por sus falanges. Su ritmo se aceleró conforme sentía cómo el cuerpo de Jonghyun reaccionaba y arremetía lentamente contra su boca. Trato inútilmente de sonreír ante la gran escena que el moreno le estaba dando pero sus labios estaban muy ocupados para poder abrirse en una sonrisa.

 

-¡¡Ahhh!! ¡¡Key!! –un grito escapó de su agitado pecho. Miles de choques eléctricos rozaban con cada esquina de su piel, rozándole y mandándole las mejores sensaciones. El ardor de su pecho y de todo su cuerpo bajo hasta situarse en el área que el felino atendía. Podía sentir cómo todo el placer que su cuerpo recibía explotaría en cualquier momento. Impulsivamente sus caderas se movían contra esa boca que tanto placer le estaba obsequiando, haciendo más íntimo el contacto, llegando más profundo a esa garganta. Su cuerpo le pedía que fuera más rápido…

 

Un par de succiones más y sintió a Jonghyun tensarse y dejar correr todo lo que tenía. El líquido blanquecino se expandió por toda su garganta, lo tragó gustoso y dio un par de lambidas a ese pene vibrante. Lo degusto una vez más antes de limpiarse las comisuras de sus labios por el resto de semen que había quedado. Estaba más que satisfecho.

 

-De esta leche me refería Jonggie ~ su sonrisa se ensancho ante su travesura.

 

Jonghyun con su mayor esfuerzo lograba mantenerse de pie si quiera. Su cuerpo seguía vibrando por el reciente orgasmo. Se sentía extasiado y con miles de sensaciones recorriendo su agitado cuerpo, era la primera vez que sentía a su cuerpo de esa manera…todo ese placer en un solo instante…

 

-Ke-y… ¿Qué pretendes? –su voz sonaba rasposa.

 

-¿Acaso no te has dado cuenta Jjong?

 

¡Claro que se había dado cuenta! No era un tonto…pero simplemente no podía creer lo que estaba pasando, de cierta forma necesitaba escuchar la voz del otro para confirmar sus pensamientos.

 

-Sí… es solo que no entiendo –tenía muchas dudas. Estaba tan confundido.

 

-Vamos Jonghyun, dejemos las preguntas para después –tomó su brazo y lo jaló bruscamente –ahora hay mejores cosas que hacer –susurró esto último cerca del lóbulo del moreno. Su tono seductor envolvió a sus oídos. Key lo estaba tentando de la mejor manera.

 

Decir que se opondría y dejar que su parte razonable ganara esa batalla, sería una completa mentira. Su cuerpo parecía una marioneta, se dejó guiar por esos delgados y pálidos brazos que la jalaban a la dirección más esperada.

Su habitación.

 

Jonghyun sabía que estaba jugando con fuego al perder de esa forma la cabeza por esa gatuna criatura…pero no podía hacer caso omiso a todo eso. Sus reflejos eran buenos y a tientas se introdujeron a ese cuarto. Sentía todo su cuerpo reaccionar de la mejor manera posible. Sus fuertes manos se ajustaron a la moldeable cintura del rubio, jalándolo y al mismo tiempo marcando un ritmo pausado, disfrutando de esos magníficos roces que solo eran estropeados por una capa de tela, era el camisón de Key.

 

Lentamente sus manos se escabulleron hasta esa zona que tanto había deseado acariciar. Esas esbeltas y sedosas piernas se tensaron al sentir el repentino toque. Jonghyun acaricio primero con su pulgar cada parte de esa piel expuesta, los roces eran suaves, deleitándose de su suavidad.

 

Key por su parte estaba satisfecho que al fin el moreno se dejara llevar…no quería arruinar el momento con responder a todas las dudas que pudiera tener Jonghyun. Él no era de las personas que dieran explicaciones y mucho menos que se dedicará a hablar de su vida, por ello siempre al otro día se esfumaba de las alcobas ajenas sin dejar rastro alguno, así como llegaba así se iba. Y esta vez no sería la excepción…bueno al menos eso creía.

 

Las tostadas manos fueron ascendiendo lentamente, gozando de cada toque. De pronto sus dedos sintieron algo duro y sumamente expuesto.

 

Exactamente, Key no llevaba ni una tela demás encima.

 

-¡Aww…! –sus filosas uñas rasguñaron por instinto su brazo. El dolor parecía nunca llegar debido a la adrenalina de ese momento. Olvidándose de todo ello, Jonghyun continúo dándole atención a su nuevo descubrimiento. Con las yemas, acaricio poco a poco cada trozo de carne, sintiendo cómo el cuerpo del felino se tensaba y su respiración se hacía más jadeante.

 

-Ahh, así Jjong –dejó escapar entre gemidos.

 

Sus inexpertas manos trataban de manejar lo mejor posible las caricias, intentó explorando cada centímetro de piel. Comenzó a esculcar esa zona que desde un principio había llamado su atención. Acaricio sus muslos despacio, suavemente deleitándose con el contacto. Key solo lanzaba respiros entre cortados, disfrutando más que nadie esos roces.

 

Jonghyun experimento algo que nunca antes había hecho, la necesidad de sentir otro cuerpo rozar con el suyo de esa forma tan urgente, de poseer otro cuerpo y al mismo tiempo pertenecer a otro. Llevado por sus más bajos y ya despiertos impulsos fue levantando poco a poco ese camisón que tanto parecía molestarle. Su mente se paralizo al igual que su respiración, una ola cálida se instaló en su bajo vientre. Una serie de corrientes parecían invadir su cuerpo. Todo eso gracias a la gran vista que tenía en frente.

 

Unas piernas blancas y tersas acompañadas de una cadera perfecta y redonda. Un vientre plano con angosta cintura eran perfectamente adornadas por dos rosados y redondos botones, sus hombros algo anchos resaltaba estupendamente su clavícula, expuesta y apetecible a la vista de cualquiera. Jonghyun se sintió afortunado de tener tan dichosa imagen por delante. Incluso pensó que era un sueño; uno muy maravilloso, pero un palpitante dolor en su bajo vientre le hizo saber que era real.

 

Key no era precisamente alguien tímido, mucho menos una criatura fácil de avergonzar. Pero esos penetrantes ojos cafés que lo escaneaban y lo admiraban como si fuera algo valioso y precioso lo estaban poniendo ruborizado. “Absurdamente estúpido”, pensó al darse cuenta como sus mejillas se calentaban y se llenaban de color rojizo.

 

Simplemente esa mirada era diferente a la que estaba acostumbrado a recibir. Miradas lascivas, abusadoras y pervertidas eran las que sobraban en un repertorio como el de ese felino. Pero esa mirada era diferente; estaba cargada de lujuria, sí, solo que consigo tenía algo más especial y sobre todo brillaba, su mirada deslumbraba, como la de un cachorro…

 

El moreno seguía absorto en esa imagen hasta que su cuerpo le exigía más… más contacto. Pudo ver como ese sonrojos apareció en las mejillas contrarias y se le antojo mucho más lindo, si es que si quiera se podía serlo.

 

Se acercó lentamente al felino cuerpo, lo tomo de las caderas hasta que sus miembros rozaron gustosos.

 

-Ahh –suspiró Key ladeando la cabeza.

 

Sin decir nada más, Jonghyun lo tomó de las mejillas hasta llegar a su objetivo y conectar sus bocas. El beso fue subiendo de intensidad cada vez más demandante. Sus labios rozaban frenéticamente y se saboreaban, explorándose al mismo tiempo. La mano de Jonghyun comenzó a palpar más piel, gozando del tacto hasta que topó con el expuesto miembro de Key. Acaricio suavemente la punta de sus dedos, el cuerpo del rubio parecía responder gustosamente. De inmediato su trozo de carne bombeo más sangre despertando poco a poco a las fuertes y apretadas caricias.

 

-¡¡Jjong…sigue así…!! –soltó entre besos. Estrujaba los cabellos castaños y acercó –si era posible –más sus cuerpos ligeramente sudados.

 

Buscando más contacto Jonghyun no pudo soportarlo y friccionó ambos miembros.

 

-¡¡Ahhh!! –Key estaba volviéndose loco.

 

-¿Te…gusta? –cuestiono el castaño entre jadeos. El felino lo miro.

 

-Me encanta –chocó de nuevo sus bocas humedeciendo el beso por completo.

 

El agarre se hizo más acelerado dando espasmos gloriosos de placer a los dos.

 

-Creo… que me… ¡correré! –solo unos segundos después el cuerpo blanco se tensó y vibro por su orgasmo, Jonghyun le siguió después de unas caricias más.

 

-¡Ahhhhhh! –Key extendió su cuerpo –eso… fue asombroso –dijo mientras jugaba con el semen que rodeaba el abdomen moreno.

 

-Más que eso –Jonghyun trataba de regular su respiración.

 

-Estamos sucios… -recalcó lo obvio el rubio felino -¿no quieres darte un baño? –pronunció con voz juguetona.

 

-Key…

 

-¡Anda! ¡Quiero un baño! ¿Tú no?

 

-Key… no…

 

Los labios gruesos del moreno fueron succionados impidiendo que siguiera hablando. Con su lengua rosada se abrió paso a la cavidad del mayor, absorbiendo cada aliento. Las manos con garras atacaron las caderas del otro juntando de nuevo sus miembros.

 

-Jjong… ¿de verdad no quieres bañarte conmigo? –un puchero surcó los labios rosas acorazonados.

Jonghyun debía admitir que ese “gato” prácticamente sabía manejarlo… de la mejor manera y él lo permitía. Pero ante tales peticiones no podía negarse fácilmente.

 

Lo tomó de los blancos glúteos y lo alzo colocando cada pierna a sus extremos, cargándolo.

 

-De acuerdo… pero solo contigo –sonrió y beso ese apetecible puchero.

 

 

 

 

 

 

Un ligero goteo retumbaba en las paredes de porcelana del cuarto de baño. Dos cuerpos se mecían gustosamente en la bañera repleta de espuma, desbordando de agua y sobre todo de lujuria.

 

Key devoraba el cuello del castaño mientras esté enfocaba toda su atención en el pequeño y rosado orificio debajo de la cola gatuna. Le encantaba ver como esta misma no paraba de agitarse entre los aires cada que introducía un dedo, luego otro y hasta terminar con tres, que eran succionados.

 

El rubio continuaba dando lengüetazos y besando el cuello ajeno, cada vez su entrada se dilataba lo suficiente como para brindarle placer.

 

-Te dije que no dolía… solo un poco al principio pero ya paso –acercó sus frentes.

 

-Aún así… no estoy seguro, Key –acaricio su mejilla dulcemente –no quiero lastimarte.

 

-No lo harás, confió en ti y sé que no lo harás –le dio un beso corto y regresó todo su atención a donde antes estaba.

 

La posición del felino le daba toda la ventaja de la situación, estaba a ahorcadas sobre Jonghyun quién se estremecía cada que Key daba ligeros saltos sobre su miembro. Nunca imagino que podía seguir teniendo tanta presión en esa zona…era como si el verdadero placer aun no llegará.

 

-Argh… se siente bien ahí dentro ¿no?

 

Jonghyun asintió, sus dedos se sentían espantosamente bien en la entrada del rubio. Con movimientos circulares dilataba más esa cavidad.

 

-El agua ayudará –le susurró Key cerca de su lóbulo, mordisqueando un poco la zona.

 

-Espera…

 

-¿Qué ocurre? No dirás que no estás listo, porque eso es mentira –hundió su mano entre la espuma hasta dar con el pene erecto de Jonghyun y lo rozo delicadamente, sintió como el otro estremeció su cuerpo y sonrió satisfecho.

 

-No… claro que no es eso… pero…

 

-No me harás daño –le repitió con tono delicado.

 

Se acercó dejándole un suave beso en la mejilla y otro en los labios, no había prisas ni el más minino signo de duda.

 

Tomó el miembro palpitante y se lo introdujo en su entrada, con roces suaves lo metía.

 

-Ammm… ¡argh! –gruño al sentir ese trozo de carne entrando.

 

-Key ~

 

-Está bien… -susurró.

 

-¿segu…ro? –jadeó.

 

-Mmmm –entró por completo -¡Ahh! –se mordió el labio inferior –ammm…¡al fin!

 

-Ki ~ ¿estas… bien?

 

 

-¡Perfecto! –gritó. Se removió logrando mas contacto.

 

 

-¡Argh! ¡¡Key eres tan… estrecho!! –apretó los muslos del felino, dejándolos ligeramente rojizos por el agarre.

 

-Y tu estas tan… ¡AHHH! –su cuerpo alucinó al sentir la primera estocada. -¡Dios! ¡Jonghyun!

 

-¿Te lastime? –de inmediato se detuvo.

 

-¡¡¡Noo!!! –abrió sus ojos rasgados de la impresión -¡Sigue! ¡Ahí! ¡Justo ahí!

 

Jonghyun suspiró aliviado y se concentro de nuevo en su objetivo.

 

Las estocadas eran suaves y certeras, entrando y saliendo pausadamente saboreando esa entrada. Disfrutando el pequeño roce y deleitándose al entrar a la apretada cavidad.

 

Dió golpes certeros al punto delicioso que hacia gemir desenfrenadamente al felino…

 

El agua se mecía al compás de sus cuerpos, Key no dejaba de estremecerse y auto penetrarse cada vez más, buscando el mayor contacto posible.

 

-¡Jjong! ¡Arhhh! –se sostuvo de los hombros morenos para hacer más profunda la unión.

 

Entraba y salía descaradamente, sus glúteos rebotaban sobre los muslos ajenos y en cada estocada el agua los sumergía más, ayudando así que resbalara y lo hacía más placentero.

 

Los gemidos poco a poco se volvieron gritos de placer desesperado.

 

Key buscando entretener su ruidosa boca, besaba y mordía la mandíbula de Jonghyun, y este solo atinaba a estrujar sus rubios cabellos mientras con su zurda acariciaba la entre pierna del felino.

 

-Keee-ey –gritó –creo qu-e…¡ahhhg!

 

Sus palabras murieron al sentir una juguetona lengua pasearse sin pudor sobre sus pectorales y unas garras se aferraban delicadamente a sus caderas marcando el ritmo de cada estocada.

 

Sabía que yo no aguantaría con tanto placer…

 

Preparado para llegar a su máximo placer, Key tensaba sus muslos provocando que el miembro de Jonghyun fuera envuelto exquisitamente, subía y bajaba lentamente y tortuosamente.

 

-¡¡Jjong!! ¡¡Más!!

 

Obedeciendo sin pensarlo el moreno propino sus últimas fuerzas y se introdujo mucho más profundo y apretó su mano contra la punta ya semi húmeda del rubio, dándole sus últimas caricias.

 

Jonghyun ya no podía con esa imagen, el felino estaba domado, a su merced, gimiendo y pidiendo por más, con su piel húmeda de sudor y de la calienta agua que los rodeaba. Su entre pierna atrapada en tan erótica entrada… simplemente ya no podía y su orgasmo al fin llego.

 

-¡Eres… un…hermoso gato Key! ¡Eres tan apetecible! –susurró en el lóbulo del rubio. Dejando escapar un gruñido de satisfacción y corriéndose dentro de su ya criatura domada.

 

El de los ojos gatunos impulso su cuerpo por el placer hasta la última estocada… sumergido en un mar de placer gritó y explotó de tanto deleite. Se corrió sobre sus vientres y soltando bocanadas al aire regularizo su acelerada respiración. Había sido fantástico.

 

-¡Jjong! ¡Eso fue –dejo su cuerpo caer sobre la frente del otro, sin romper aun la placentera unión –grandioso! –lo besó con urgencia.

 

No quería separar sus labios, sus manos delgadas viajaron de inmediato a la mata castaña, aferrándose y no queriéndolo soltar, profundizando el beso…

 

Se sentía extremadamente raro… nunca antes había disfrutado tener sexo de esa forma aunque más bien se cuestionaba si solo había sido “puro sexo”…

 

-Key…espera –trataba de alejarse un poco de esos adictivos labios –no puedo res-pirar…Key…

 

-¡No me importa! –se apartó solo lo necesario haciendo que su aliento chocará perfectamente en la boca ajena -¡tú eres mío! Y así tenga que robarte el aliento por completo no dejare de besarte –volvió a juntar sus labios pero esta vez de forma lenta y segura, recalcando con ese beso sus palabras de posesión.

 

Un maullido de satisfacción salía de sus labios mientras movía alegremente su cola dorada. Los besos y las caricias siguieron por varias horas hasta que el agotamiento se apoderó de ambos cuerpos encargándose de dejarlos caer profundamente dormidos.

 

Kibum no se fue esa noche, ni siquiera tuvo la intención de hacerlo.

 

Jonghyun había encontrado una nueva criatura, hermosa y sobre todo un dulce minino.

 

 

 

 

Repartió tiernos besos en las mejillas del menor y acaricio esas respingadas orejas.

 

-¡¿Cómo te fue hoy Jonggie?! –cuestionó melosamente, le encantaba cuando su minino actuaba de esa forma.

 

-Como siempre, con mucho trabajo –dio un último beso en los rosados labios –mi parte favorita del día está por empezar, así que en conclusión el día ha sido perfecto como siempre…desde que estas aquí –habló sinceramente, recordando con un puñado de emociones revoloteando en su interior al pensar como habían transcurridos ya tres meses de ese hecho.

 

El rubio no pudo evitarlo, su piel re erizaba con esas simples palabras. Sus mejillas se llenaban de color –últimamente siempre le ocurría –esta era una de las tantas razones por la cual siempre terminaba sonriendo como un tonto enamorado.

 

Sus finas manos se aferraron al cuello de la camisa del mayor acercándolo de golpe.

 

-¡Vamos a cenar y luego podremos jugar… ¿al gato atrapado?! –sus labios se curvaron naturalmente.

 

Jonghyun estaba comenzando a amar esos tipos de juegos…

 

-De acuerdo –se acercó para estrellar de nuevo sus labios –solo espero que esta vez ya te hayas cortado lo suficiente tus lindas garras, la última vez mi espalda pagó las consecuencias de eso.

 

-Mmmm… no lo creo… ¿podemos averiguarlo mientras jugamos? –preguntó inocentemente.

 

Kim Jonghyun sonrió ampliamente, su minino a veces no era tan dulce… pero así lo amaba.

 

-¡Cenemos lo antes posible! –lo jaló rápidamente a la cocina. Perdiéndose así otra vez en las garras de su Key.

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Awww que lindo ¿verdad?

Noten lo sarcastico del titulo lol Key siendo dulce... <3

Espero les haya gustado y mas a sus mentes pervertidas Q__Q jajaja

Tambien espero hayan notado la inocencia de Key desde el inicio, y sobre todo de mi "no" fetiche por el JongKey en la piscina <3 awww que lindos son ^Q^

Byeeee


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