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Monochrome por g00gle_16061996

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Notas del fanfic:

yo: buaaaaa no puedo creer que no puedo entrar a mi cuenta TT_TT

giriko: mocosa descuidada...¬¬

justin:no seas malocon ella

yo: justin *ojitos brillosos* ere un santo...

justin: ya es mala escritora y si la deprimes lo será mucho mas..

yo*deprimida en un rincon* :TT_TT

Notas del capitulo:

espero que les guste :3

Te gustaría escuchar una historia? Tal vez sea algo aburrida para alguien como tu…

 Es una historia que escuché en un lugar hace mucho tiempo…la historia de un hombre que estaba vacío por dentro…

A veces  me pregunto ¿como hubiera sido si las cosas hubieran sido al revés?

Si  no hubiera estado en ese lugar………..

En ese momento………..

 ¿Qué hubiera pasado?

Ahora, mirando atrás…..si ese día el padre  Oswald hubiera ignorado a ese pequeño niño que abandonaron en las puertas de la iglesia de una aldea de república checa…

¿Qué parte de esta tragicomedia hubiera cambiado?

Podían escucharlos, estaban cerca, esos barbaros habían atacado la pequeña aldea robando lo poco que poseían los habitantes.

Ahora se encontraban en la iglesia

-¿Qué es lo que buscan? Esta aldea es muy pobre y no poseemos nada de valor…-trataba de razonar el padre oswald con los ladrones.

Con 70 años él era un hombre de edad avanzada, tenía el cabello gris y cubierto de canas, piel morena típica de esas tierras.

-Revisen el lugar…-ordenó un hombre de unos 28 años

La iglesia llamada shibusen  había sido fundada por los habitantes para honrar a su dios  shinigami-sama y era liderada por el anciano sacerdote.

Era cierto, no tenían oro, ni joyas  y lo único que se encontraba en ese lugar era…

-Noah-sama  mire esto…-llamó con una sonrisa uno de los hombres a su líder.

Rompieron las puertas de esa habitación revelando aquello que el anciano había tratado de ocultar distrayéndolos.

-Vaya…vaya…vaya…así que esto es lo que escondías…-aquella habitación estaba llena de persona cubiertas con capas rojas.

Todas se encontraban de rodillas mirando el suelo y las capuchas impedían ver sus rostros, pero, esos hombres sabían perfectamente quienes eran esas personas.

Y las sonrisas que se dibujaron en sus rostros indicaban que no tramaban nada bueno.

Un  soldado obligó a uno de los individuos a levantarse haciendo que se quitara la capa, el largo cabello castaño callo en hebras en los hombros de la mujer, los ojos igualmente marrones estaban cubiertos por unas largas pestañas y la piel delicada y fina sin ninguna arruga o marca que arruinara la estética de esa bella mujer.

-Entonces es cierto…-rio el hombre- Nos habían dicho que en esta iglesia solo había un sacerdote y que estaba lleno de sacerdotisas…jejejeje ¡Nos sacamos el premio!-grito mostrando a la joven. -Jefe usted elige primero…-dijo a su líder.

El hombre llamado noah comenzó a caminar entre las figuras cubiertas con aquellas capas color carmesí, usadas por los sacerdotes y sacerdotisas que entregaba su vida a aquel dios enemigo del que ellos adoraban.

Todos estos hombres ciertamente no robaban o destruían  solo por gusto aunque no negarían que disfrutaban el hacerlo, No, había más……..ellos hacían eso para castigar a aquellos paganos que osaban abandonar  la religión del dios o también considerado por muchos como demonio………Asura.

Quitaba las capuchas a algunas….todas hermosas mujeres morenas, pero él quería el mejor premio.

-¡No pueden cometer esa atrocidad!-gritó el anciano pero solo recibió un golpe en la cabeza cayendo inconsciente.

Una de las personas se levanto rápidamente y corrió hacia el anciano que yacía en el piso y se arrodilló junto a él.

-¡Hey tú! ¡No te dimos permiso para levantarte!-gritó uno de los bandidos y jaló a esa persona haciéndola levantarse-parece que debemos enseñarte modales…-dijo y acto seguido la golpeó en el estomago.

Permanecía con la mirada gacha lo que hacía enojar al soldado que molesto la golpeo con su arma en la cabeza. Al caer al piso la capucha se deslizó mostrando a la persona escondida bajo ella.

La sorpresa se hizo presente en los ojos de todos los hombres al apreciar que a diferencia de las veces anteriores  no había una larga cabellera castaña o negra debajo de esa capucha sino una cabellera rubia.

Entre todas esas sacerdotisas se encontraba oculto un joven de unos  16 o 17 años, cabello corto rubio ligeramente ondulado, piel blanca y unos grandes y hermosos ojos color cielo.

-Creí que en este lugar solo había un sacerdote…-comentó uno de los soldados, noah sonrió………había conseguido su premio.

-¡Elijan a la que quieran!-anuncio con una estridente carcajada

Los soldados sabían porque su líder había elegido esa opción de todos modos hasta ellos admitían que el joven de cabello dorado era una presa digna de probar pero el líder lo había elegido.

De todos modos la mayoría de ellos nunca había visto cabello u ojos de ese color, no era común en una tierra donde casi todos poseían piel morena.

Pero ahora era momento de disfrutar.

 

****************En otra sala*******************

 

Noah sujetaba con fuerza el brazo del joven.

-¿Cómo te llamas?-preguntó el moreno mientras arrastraba al menor.

-…-

-¡Contesta cuando te hablo!-lo tomó del cabello

-Mi nombre es Justin-contestó cerrando uno de sus ojos por el dolor del agarre.

El mayor lo soltó-¿De dónde eres?-interrogó aunque más bien sonó como una orden. El rubio no contestó.

El sonido de una fuerte bofetada hizo eco en el silencio de la habitación.

-Tal vez con eso se quite tu obstinación…-masculló con el seño fruncido-…Ahora contesta…-ordenó.

-No lo sé, fui abandonado en las puertas de esta iglesia cuando tenía 8 años y desde entonces he estado aquí…-contestó cubriéndose su mejilla que comenzaba a ponerse morada.

-…Ya veo… -amplio su sonrisa el moreno- Entonces seré el primero en disfrutarte…

Acto seguido sacó una navaja, cortó la capa del joven y lo arrojó  al suelo.

-¡…!-eso alertó al rubio e intentó levantarse pero el moreno se colocó entre sus piernas evitando que se incorporara-¡Quítate!-gritó

-Dentro de unos minutos lo único que saldrá de esa boquita serán gritos y suplicas…-aseguró con una sonrisa-…aunque si cooperas tal vez te duela menos…-rio con burla.

Con su mano izquierda inmovilizó las manos del rubio encima de su cabeza, mientras con la otra sostenía la navaja e iba cortando la sotana lentamente desde el cuello hasta el estomago.

Se levantó y el sacerdote pensó que se había salvado…pero…

-Desvístete…-ordenó con la sonrisa mas prepotente que el joven había visto en su corta vida.

-q-que…-debía haber escuchado mal.

Otra fuerte bofetada resonó en el aire.

-…Desvístete…-repitió con más firmeza.

Justin quería llorar ¿Por qué les ocurría esto? Tenía miedo ¿Qué ocurriría con ellos después? ¿Los matarían?

Miró al moreno, este lo observaba con el seño fruncido, se le estaba agotando la paciencia. Noah jaló del cabello al rubio y lo arrojó en dirección al altar en el cual había una cruz de madera donde normalmente las personas iban a rezar incluyendo al rubio.

El mayor caminó hacia el joven sacerdote-¿obedecerás?-preguntó

-…-permaneció en silencio

Noah comenzó a golpear al joven que aun se encontraba en el suelo.

-¡Lo hare! ¡Lo hare! ¡Pero detente!-se rindió el menor

 El moreno sonrió mientras veía como el sacerdote se tragaba su orgullo y después de incorporarse comenzó a quitarse la sotana. No necesitó mucho esfuerzo ya que estaba cortada.

Apretó los ojos con fuerza,  se sentía humillado, terminó de desvestirse quedando solamente en ropa interior.

Noah lo examinó con la mirada, esa piel tan lisa aunque cubierta de moretones resultados de los golpes era realmente apetecible.

Nuevamente empujó al rubio hacia el altar y se colocó entre sus piernas, comenzó a acariciar cada centímetro de su cuerpo…su cadera, su espalda, sus muslos…

Observó el rostro del menor, este tenía los ojos cerrados con fuerza-¿tienes miedo?-preguntó burlonamente aunque no esperaba respuesta, solo quería humillar al rubio,  que llorara que suplicara eso solo lo excitaría mas…

Quería probar algo. Así que bajo su mano hacia la entrepierna de rubio y comenzó a apretar, el sacerdote abrió los ojos de par en par y se mordió el labio, no le daría el gusto de oírlo gritar.

-Veamos cuanto te dura esa actitud cuando destroce todo tu interior…-le susurro con malicia al oído al tiempo que manoseaba cada centímetro de su cuerpo.

Quería llorar…quería gritar y pedir ayuda, deseaba que alguien lo salvara. Escuchó llanto…gritos y suplicas, al parecer él no era el único que estaba pasando por este ultraje.

Sintió como el moreno  le quitaba la ropa interior dejándolo completamente expuesto….totalmente a su merced…Noah se mordió las labios al observar el apetitoso cuerpo  definitivamente disfrutaría de este lindo rubio.

Justin vio como el moreno se quitaba el cinturón pero nada lo prepararía para los planes que el pelinegro tenia para él.

Noah levantó su brazo y asestó el primer golpe. Uno, dos, tres y no supo cuantos más fueron los golpes que recibió con el cinturón del moreno y que laceraban su hermosa piel saliendo rápidamente sangre de esos profundos cortes.

 Dejó de golpear al rubio, ahora estrenaría su premio se bajó  los pantalones con la ropa interior mostrando su gran erección  y después  le separó las piernas.

Justin cerró fuertemente los ojos y apretó los dientes, sabía que dolería, tenía miedo,  siempre le había tenido miedo al dolor.

 La repentina intromisión del miembro del moreno en su hasta ahora virgen entrada rápidamente provocó que salieran hilillos de sangre.

Todos e incluso él mismo les decían a las jóvenes que pasaban por esto que fueran fuertes, que confiaran en dios y que este castigaría a los que les habían hecho daño. Pero nadie mencionaba ni conocía el dolor y la humillación que se sentía al pasar por esta clase de experiencia.

-¡Sácalo! ¡Duele!-suplicaba el rubio-¡Por favor! ¡Basta!

Tal y como había dicho el moreno, podía sentir como se desgarraba su interior con cada penetración.

Era el peor dolor que había sentido en toda su vida, lagrimas caían de sus ojos fruto del  dolor, el odio y la impotencia  por no poder defenderse ni a él ni a las sacerdotisas que eran como unas hermanas para él o el anciano que lo había cuidado todos estos años.

¿Qué es lo que había hecho para merecer  tal martirio? ¿Por qué les pasaba esto a ellos que habían decidido entregar sus vidas a shinigami-sama  para adorarlo y ayudar a sus hermanos de este pueblo?

Cada envestida hacia que saliera más sangre de su entrada-¡Basta!-suplicó pero solo recibió una risa burlona como contestación.

-¿Por qué no te comportas como la zorra que eres? De esa forma disfrutarías mas…-comentó el moreno.  

-¡Basta!  ¡Nosotros no les hemos hecho nada! ¡¿Por qué nos hace esto?!-Cuestiono con uno de sus ojitos cerrado debido al dolor por la intromisión en su interior.

-Porque ustedes son unos herejes que deben ser  castigados por darle la espalda a kishin-sama ¡Ah!-gimió debido al placer que le provocaba el sentir como la entrada del sacerdote apretaba su miembro tan deliciosamente ¡Joder que se sentía bien!

-¡Ah!-gritó Justin cuando el pelinegro mordió fuertemente su cuello dejando una gran marca de la que comenzó a sangrar también.

Ya no sabía exactamente que le dolía, le dolía todo: su espalda, su rostro su cuello y lo abiertas que le obligaba a tener  las piernas.

Podía hacerse una idea de que tantos moretones, arañazos y cortes tenia por todo el cuerpo y no quería imaginar que tan lastimera era su apariencia.

-¡Dios!-gritó al sentir una estocada aun más fuerte que las demás, a esta altura su orgullo se había ido al diablo, sentía que si seguía gritando se quedaría sin voz.

-jejejeje ¿Por qué nombras a dios en este momento?-dos embestidas mas igual de fuertes.

Justin no supo exactamente cuánto tiempo duró esa tortura pero pareció una eternidad después sintió como el ritmo de las embestidas aumentaba al igual que su intensidad después finalmente el moreno se vino en su interior.

Un terrible escozor se hizo presente  en su entrada cuando la esencia del pelinegro invadió su interior.

El mayor salió de su interior y comenzó a vestirse. Justin permaneció en el suelo, no tenía fuerzas para levantarse, temblaba violentamente,  le dolía todo y sentía unas terribles ganas de vomitar, se sentía totalmente asqueado….totalmente SUCIO.

La mirada del sacerdote estaba apagada, parecía ausente y ya había dejado de llorar.

Sentía algo pegajoso entre sus piernas, seguramente una mescla entre su sangre y el semen del pelinegro.

Noah se agachó a su lado –…No te muevas…-le sujeto las muñecas con una mano y con la navaja escribió en el pecho del rubio.

Justin no pudo evitarlo y gritó desgarradoramente aunque no supo diferenciar si lo que le había dolido mas había sido esos cortes o su garganta lastimada por tanto gritar-…ahora  tendrás mi marca en tu piel para toda tu vida…recuerda que siempre serás mío-le murmuró al oído y si allí estaba…en grandes letras de las que chorreaba sangre estaba escrito NOAH…. - ¡Siempre serás una puta que solo está para que la follen! Y tal vez regrese para repetir esta experiencia…-colocó un de sus manos en su mejilla y después simplemente se fue dejando al pequeño con el miedo de que algún día regresara y volviera a hacerle daño.

Pronto, todos los hombres se retiraron pero el daño que habían hecho en la aldea y en las vidas de estas personas repercutiría por mucho tiempo después.

Pero este era solo el primer acto de esta tragicomedia que entrelazaría la vida de muchas personas más…

Notas finales:

:3


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