Fuiste tu por Betico

De nuevo aquí en mi pueblo natal de donde, por fin, hace tres años logre escapar buscando un lugar donde la gente no te juzgara por tus gustos o por simplemente pensar diferente, se preguntarán que paso con migo y para contarles tendré que remontarme a 6 años en el pasado 3 años antes de salir de este pueblo desamparado llamado Westernbile un pedazo insignificante del estado de Texas en EUA donde toda la gente parece sacada de el mismo molde excepto yo que soy alta de cabello obscuro y de ojos azules una combinación un poco rara para este pueblo donde la mayoría de la gente es de pelo castaño y ojo café obscuro. Todo empezó el primer día de clase cuando la vi por primera vez y era imposible no verla ya que cualquier cara nueva resaltaría en esa bola de caras conocidas y monótonas con las que había crecido toda mi vida, pero no sólo era eso lo que la hacía destacar, era toda su presencia; su belleza innata que relucía a la distancia sin que ella necesariamente pusiera mucho empeño en lo que vestía o en su maquillaje ligero que acentuaba sus grandes ojos color miel y sus muy delicadas facciones. Cuando la maestra López, la única que había para primer semestre de bachillerato en todo el pueblo, la presento enfrente de la clase yo ni siquiera pude escuchar su nombre ya que estaba muy distraída admirando su cuerpo esbelto y muy atlético. No se cuánto tiempo pase contemplando su cuerpo pero en cuanto la maestra pronuncio mi nombre logre salir del trance en el que me encontraba para enterarme de que la nueva estudiante, cuyo nombre era Mirielle, se sentaría al lado de mi ya que no había ningún otro lugar vacío en el salón de 20 pupitres  en el que tomábamos todas nuestras clases del curso. Al enterarme de esto me llene de una gran felicidad que no supe de donde provino y a la felicidad le siguieron nervios al verla dirigirse hacia la banca situada justo al lado de la mía. Cuando por fin se sentó me dijo " Hola soy Mirielle y tu eres?" Tarde un poco en recuperar la habilidad para respirar ya que su voz me había dejado sin aliento y todavía un poco más de tiempo  en responderle con un muy tímido "Hola soy Marcia".  Yo nunca había sido tímida en mi vida podía hablar con cualquier persona de cualquier tema y siempre había sido muy extrovertida, pero no se qué me paso con ella que sacó mi lado tímido. Después de esa presentación la maestra nos puso a trabajar en parejas por el resto de la clase y me vi forzada a intentar sonar como un ser humano pensante cada vez que le dirigía la palabra a mi nueva compañera de equipo cosa que no era fácil cuando me seguía distrayendo con ese cuerpo tan esbelto. Después de esa clase seguía el receso que nos daban cada día para ir a comer Mirielle me pregunto que si podía comer con migo ya que no quería sentarse sola y yo por supuesto le dije que si. Quien sabe que tenía ella que logró atravesar la gruesa barrera que pongo entre las personas y yo. Nunca he tenido amigos y no es que no pueda conseguirlos pues como dije antes soy una persona bastante extrovertida es sólo que no me llama la atención ninguna de las pretenciosas personas que se hacían llamar mis compañeros de grupo, no había mucho de donde escoger y yo siempre me había sentido diferente. Desde qué tenía 13 años sabía que me gustaban las chicas y claro al principio lo ignore pensando que ya cambiaría en un futuro pero nunca cambio así que me vi forzada a aceptarlo y claro nunca se lo dije a nadie porque en este pueblo cualquier persona gay es vista como pecador o un castigo de dios y yo no quería ser tratada como si tuviera la peste o algo por el estilo, así que nunca abrí la boca y no pensaba hacerlo hasta que lograra independizarme de mis padres. Durante el receso le mostré la cafetería de la escuela la cual era muy pequeña pero aún así no se llenaba de tan pocos alumnos que había , le mostré que cosas debía comprar y de que platillos debía mantenerse por lo menos a un metro de distancia y después compramos cada una 2 pedazos de la pizza de peperonni que por tradición se hacía cada año al principio del ciclo escolar y nos dirigimos a una mesa completamente vacía en una de las esquinas de la cafetería. Ese día aprendí que Mirielle venía de Austin, que amaba a los perros, que tocaba el bajó en una banda punk rock y que sus padres habían decidido enviarla aquí después de que se enteraron de que era lesbiana. Cuando me confeso eso último se veía muy nerviosa como sí pensará que yo reaccionaria de mala manera, pero, como se imaginaran, fue todo lo contrario, en cuanto me lo dijo yo le confesé entre susurros que también lo era y le aconsejé que no lo fuera gritando por ahí pues en este pueblo nadie reaccionaria de la misma manera que yo. Al final del día yo le había contado todo sobré como me había dado cuenta de que me gustaban las mujeres y que mis padres no lo aceptarían con nada ya que eran muy religiosos y cerrados de mente. Ella me contó sobre como sus padres se enteraron por mensaje de texto  equivocado que les había enviado por accidente en lugar de a su novia y también me dijo que todo eso pasó el día de su cumpleaños, 16 de marzo, y que desde entonces sus papas ya habían hecho planes para que viniera a vivir con su abuela al inicio del próximo año escolar. Una vez salimos de nuestra última clase le pregunte en donde vivía su abuela y resulto que vivía justo en la casa atrás de la mía así que caminamos juntas. Al llegar a mi casa no me sorprendió encontrarla completamente vacía ya que era hija única y mis padres trabajaban todo el día en el hospital, mi mama como enfermera y mi papa como doctor. Invite a Mirelle a pasar y ella me dijo que si así que entramos a la casa pequeña de dos pisos a la que llamaba mi hogar en ese entonces, ya dentro le pregunté sí quería algo de beber y me respondió que un vaso de agua estaría bien así que me dirigí a la cocina tome dos vasos del fregadero donde estaban todos sucios y apilados, los lave y los llené con agua del garrafón que se encontraba al lado de mi viejo refrigerador. Regrese a la sala en donde encontré a Mirielle merodeando entre los discos de vinilo que tenía mi mama guardados, le pregunte que si le gustaban y ella me respondió que siempre le habían llamado la atención por el sonido tan puro que tenían. "Tengo más en mi cuarto y son de mejores bandas que las que mi mama escucha por sí quieres escuchar uno " le dije y ella rápidamente respondió que si, vi como se le ilumino la cara a la expectativa de verlos y de poder escuchar alguno. Subimos rápido a mi cuarto el cual era un verdadero desastre con ropa tirada por todas partes. Al ver esto me regañe a mi misma por no haber pensado en que tenía un desorden antes de invitar a una chica tan linda a ver mi cuarto pero después pensé que ya no podía hacer nada para mejorar la situación así que con un ademan apunte a la puerta y la invite a pasar. No creo que ni siquiera se haya percatado de mi desorden ya que sus ojos yacían fijamente en una de mis posesiones más preciadas, un bajó autógrafiado por uno de los mejores bajistas de todos los tiempos Steve Harris de Iron Maiden, una de mis bandas favoritas, al darme cuenta de su fascinación con el bajó lo tomé ente mis manos y le explique que el bajó era de mi tío quien había ido en tour con la banda cuando esta ni siquiera era famosa y que al enterarse de que yo amaba a la banda le pidió a Steve que se lo firmara y me lo dio a mi . Al escuchar mi historia se le abrió la boca muy grande y cuando se dio cuenta de lo estúpida que se veía compuso su postura y me pregunto si podía tocar una canción en el, yo le dije que sí y ella se acerco a donde yo me encontraba sosteniendo el bajó en mis manos, pero en el trayecto se tropezó con algo que estaba tirado en el suelo y callo directito hacia mi. Mi primer instinto fue salvar mi bajo haciéndolo a un lado y fue lo único que pude hacer antes de que su suave cuerpo impactará contra el mío haciendo que me fuera de espaldas contra mi cama, cuando me recupere del shock me di cuenta de lo cerca que estábamos la una de la otra y de lo sabrosos que se veían sus carnoso labios desde esa perspectiva y de pronto como sí me leyera la mente ella cerró el espacio que separaba sus labios de los míos y me beso. Fue un beso tierno pero lleno de pasión y cargado de electricidad, pronto su lengua traviesa se abrió pasó entre mis labios para disponerse a explorar cada centímetro de mi boca. Sus labios tenían el mejor sabor que había tenido el gusto de probar sabían como a una combinación de cítricos y quemaban mi garganta. No se decir cuanto duro el beso solo se que ese, mi primer beso, había sido el mejor beso del mundo y que nada se podía comparar con toda esa electricidad cargada que se desprendió por todo mi cuerpo al contacto con esos labios sabor a cítrico. Cuando nos separamos las dos teníamos la respiración agitada y nos miramos directo a los ojos por un largo tiempo quedando atrapadas en un trence, hasta que me atreví a hablar. Le pregunte por que había hecho eso y ella me dijo que se dio cuenta de como la observaba como si fuera un pedazo de carne, me sonroje tremendamente ante erre comentario ya que nunca pensé que mi mirada me delatara. Le dije que ese había sido mi primer beso y que me había encantado. Después de eso vi como ella abría la boca para decirme algo más pero fue interrumpida por mi madre que iba entrando a la casa y que me gritaba preguntando si había preparado algo de cenar. Le conteste rápidamente que no y le explique que teníamos visitas, esto le extrañó bastante ya que como explique yo nunca había tenido muchos amigos y mucho menos amigos que pudiera invitar a mi casa. Al ver a Mirielle mi mama se puso muy feliz e incluso se ofreció a hacernos la cena a las dos pero Mirielle comento que ya se tenía que ir porque si no su abuela se preocuparía. Lo cual era ridículo porque podría haberle ido a avisar a su abuela en donde estaba pero supuse que sólo utilizo eso como una excusa para quitarse de encima a mi madre  y no la culpo porque a mi también me daban ganas de poder hacer eso de ves en cuando. Esa noche no pude dormir pensando en ella y en aquel beso y en que me aseguraría fuera sólo el primero de muchos.