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"Detrás de un gran escritor.... por Anttara

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Notas del fanfic:

Pues si, heme aqui reportandome  con mi ardillita mental después de varios años sin escribir.

Junjou Romántica y Sekaiichi Hatsukoi no me pertenecen, los créditos son para su respectiva autora, la cuál desde que los creo me hizo muy feliz.

 

 

Notas del capitulo:

Pues si, de nuevo yo aqui y mi ardillita mental con un nuevo escrito en lugar de actualizar uno de los tantos fics pendientes que tengo.

Ya lo sé, años que no me aparezco y peor aún escribo otra historia, pero sino le daba gusto a mi ardillita de públicar esta idea que meses atrás nos anda rondando la cabeza es muy posible que llegue al fin de su coordura y de por si que ya tiene problemas...¿Que haría yo con un  ardillita mental pervertida y loca? ¡¿Qué haria el mundo?!

Aunque espero que no haya perdido su toque lesmonesco.

Por cierto, si alguien aún me recuerda, sabrá que esta es la primera vez que escribo sobre Sekaiichi Hatsukoi, asi que si ofendo alguna fan con mi forma de redactar, tome en cuenta no tengo mucha experiencia con los carácteres de los personajes.

Siempre hay una primera vez para comenzar

En fin...

 

Cierto día, la editorial Marukawa realizó de imprevisto una  gran fiesta de  celebración para algunos escritores que días atrás habían obtenido  premios en un conocido concurso de literatura.

 

Un concurso bastante reconocido a nivel mundial, donde figuran los nombres de los escritores contemporáneos más famosos de los últimos tiempos  y se encontraba por supuesto el Gran Usami Akihiko que con su obra maestra “Los secretos detrás del listón rojo  de un oso”

 

La reunión se llevó a cabo en el lujoso Hotel Teito, invitando a todos las celebridades del medio, escritores, mangakas, admiradoras, empresarios y autoridades de Japón.

 

Una magna celebración elegante y formal digna de presenciar, así como de presumir  para muchos de  los presentes. Pero no para un novelista de cabellos plateados que, a pesar de ser  uno de los  invitados especiales y más aclamados por la audiencia, se encontraba aturdido por tanta gente que solo lo felicitaba “por compromiso”.

 

-Vamos Akihiko no te pongas así... ¡Tienes que  celebrar!- Mencionó sarcásticamente el Director General de Marukawa al ver la cara de pocos amigos que tenía el novelista.

 

-No tengo nada que celebrar ¡Esto es una exageración!- Correspondió Usagi de mala manera mientras buscaba con su mirada a su inquilino, mismo que no le era permitido acercársele.

 

-Vamos no seas aguafiestas. Saluda a tus admiradoras-

 

Por su parte Misaki estaba más que aburrido.  Aunque era una gran fiesta con muchos invitados y comida por todos lados, no conocía  a nadie. Aikawa-san había salido de viaje, Usagi estaba ocupado saludando de mala gana a los invitados y los Mangakas eran en su mayoría escritoras de novelas Shojo, además no tenía muchas ganas de ser parte de la mercadotecnia de la editorial para mostrar una imagen del novelista que no era.

 

Si no fuera por qué el astuto Director de Marukawa lo había chantajeado para que asistiera el peli-plata, de ninguna manera había asistido.

 

-¿Ocupado?- Preguntó atentamente un escritor de cabellos negros con una gran sonrisa mientras se le acercaba.

 

-¡Ijuuin sensei! Para nada… No pensé que estuviera también aquí- Contestó el menor amigablemente

 

-Shizuku me obligó a asistir,  Pero parece que tú no te estás divirtiendo ¿O me equivoco?- Quiso hacer conversación el mayor, tratando de acercarse más a Misaki y buscar una oportunidad  de agradarle.

 

-No es eso… solo no me gustan este tipo de fiestas- Correspondió el menor, sonriendo tratando de mantenerse al margen  de la conversación, pues  a pesar de que no pudiera acercarse al escritor, no era un secreto que no le caía bien a Akihiko.

 

-Ya somos dos… nunca me han gustado este tipo de fiestas ¿Puedo sentarme junto a ti?-

 

- Por supuesto-                              

 

De inmediato Ijuuin se sentó a un lado de Misaki y aprovechando que nadie se había percatado de su presencia, comenzó a hacerle platica al universitario.

 

Sabiendo que era fan  de  “The Kan” le comentó  avances de la historia y novedades haciendo que poco el menor se sintiera más que en confianza con su presencia. Sin duda una astuta manera de acercarse y  tratar de conocerlo para que saliera con él.

 

Lentamente la plática fue fluyendo y como era de esperarse Misaki se fue acostumbrando al escritor a tal punto de aceptar las constantes copas de vino que este le ofrecía con el fin de  “relajarlo”.

 

Más al paso de unos horas la conversación subió de tono...

 

-¿Y te gusta estar con Usami-sensei?- Pregunto sin preámbulos Ijuuin-sensei, al ver que su acompañante poco a poco perdía la conciencia por el alcohol.

 

-Él es  muy amable…- Balbució el menor

 

- ¿Ah sí? ¿Y besa bien?- Sonrío Ijun

 

-Un poco-

 

- Ah ¿Tu sabes besar?-

 

-No  mucho ¿Usted si?- Contestó francamente el menor mientras servía su 6 vaso de bebida.

 

-No tanto, pero  me gustaría aprender…  ¿Crees que podíamos algún día practicar juntos? Ha de ser interesante besar a Misaki-kun - De nuevo sonrío el mayor  aparentando estar ebrio y tratando de convencer al  castaño. 

 

-Ammm… yo -

 

El menor no pudo responder su propuesta cuando de repente escucho la fuerte voz de Akihiko interviniendo su conversación. De inmediato volteo su cabeza y se encontró de la imagen del escritor con una cara de pocos amigos mirando desconfiadamente al otro novelista que aparentemente conversaba con él.

 

-Buenas noches Usami-san Misaki y yo…-

 

-¡Vámonos!-

 

Sin siquiera intentar devolverle el saludo, Usagi-san rápidamente  tomó la mano de su inquilino y se dirigió a las afueras del salón. Más al dar unos pasos, notó que Misaki estaba bastante aturdido así mismo con dificultad de caminar.

 

Prontamente el aroma al alcohol llegó al oji-violeta, descubriendo que el joven estaba  ebrio.

 

No cabía duda que el estúpido de ese mangaka había emborrachado al oji-verde para aprovecharse de él. ¡Maldito!

 

Prontamente el mayor tomó de la cintura a su inquilino y sin importarle la gente de lo miraba saco a Misaki del salón principal del hotel para dirigirse a la habitación que se había reservado previamente a su nombre para la fiesta.

 

-¿Qué estabas haciendo con él?- Preguntó enojado Akihiko mientras lo llevaba a su habitación para que descansará.

 

-Solo pláticamos…-

 

-¿Sobre qué?-

 

-Nada-

 

De  inmediato llegaron a una lujosa habitación en el último piso del hotel. Sin descuidar  al castaño el mayor abrió la puerta e introdujo a su ebrio acompañante al interior de la habitación llevándolo directamente  a una gran cama matrimonial que había en la habitación contigua. No obstante, al  momento de ingresar Misaki quedo bastante asombrado con la lujosa habitación.

 

-Wow- Sólo alcanzo a decir menor al ver el interior que era bastante ostentoso y grande; mas regreso a la realidad al notar el semblante enojado de su casero.

 

Sin duda el mayor se encontraba bastante celoso, jamás le había gustado que Misaki viera a ese tipo y después de observar como lo había emborrachado para aprovecharse de él menos. Además el hecho de que estuviera tan lejos de él lo tenía bastante molesto. ¡Estúpida fiesta!

 

Prontamente el menor se sentó en la cama y quedo mirando el techo  obscuro de la habitación. Estaba algo aturdido y no comprendía mucho la situación pero sin siquiera pensarlo un momento le dijo al novelista sorprendiéndolo...

 

- Usagi-san quiero aprender a besar como tú…- Mencionó el menor con una risita bastante nerviosa al tiempo que miraba curiosamente al escritor -… ¿Me puedes enseñar?-

 

Por un momento el mayor cerró sus ojos y  suspiró… Tanta inocencia debería ser un pecado.

 

 

 

“¿Cuánto autocontrol creía Misaki que tenía?”

 

 

 

En ese momento se encontraba más que celoso por pensar que si no hubiera llegado en el momento oportuno esa persona se hubiera aprovechado de él ¿y de momento le pedía lo anterior?

 

Infinidad de veces le había peleado por tratar de tener intimidad, acusándolo de pervertido, resistiéndose a sus caricias,  y ahora con un par de copas parecía hacer pedir algo totalmente imposible para el menor. Cuatro años de relación no había podido una botella de alcohol.

 

-¿Qué estabas hablando con Ijuuin-sensei?- Desvió la preguntará Akihiko, tratando  de una forma un poco más amigable que su uke le contestará y calmara sus celos.

 

-Solo hablamos…  Me pregunto de ti, Tu sabes besar muy bien ¿Me puedes enseñar?- Contesto  de una forma tan natural mientras se sentaba en  el borde de la cama esperando respuesta del mayor   

 

Akihiko sonrió al instante y prontamente olvido su enojo. ¿A Misaki le gustaban sus besos y se lo había dicho a ese mangaka?

 

“Solo él podía hacerlo estremecer con un par de palabras”

 

Tratando de no parecer aturdido por la ingenua mirada de su acompañante ni mucho menos por lo dicho, Akihiko sonrío seductoramente y tranquilamente se sentó a la orilla de la cama junto al oji-verde.

 

-¿De verdad te gustaría aprender a besar Misaki?-

 

-Si-   Respondió  firmemente el castaño con un gran sonrojo en una cara, mismo que el mayor no distinguió si era por su proposición o por lo alcoholizado que se encontraba.

 

-Entonces te enseñare…  -  De nuevo sonrío el escritor, al tiempo  que lo mira detenidamente    -… pero tendrás que hacer todo lo que yo te diga sin escusas ni preguntas ¿Correcto?-

 

Era un hecho que Misaki iba a rechazar su oferta, si era tan obvio lo que el mayor intentaría con él tan vulnerable, pero por el contrario  el universitario asintió decididamente a su propuesta y esperó a las órdenes de su ahora “instructor”.

 

- Lo primero que tienes que hacer es sentarte sobre en mis piernas-

 

Lentamente el menor se acomodó a un lado del escritor y con mucho cuidado se subió en su regazo, colocando cada una de sus muslos en los costados  del peli-plata  y su rostro  viendo hacia él.

 

-Listo-

 

Sin perder mucho tiempo, el mayor con delicadeza  rodeo con su brazo la cintura del castaño y le susurró… - Abrázame-

 

Las cosas estaban un poco extrañas para el universitario pero aparentemente todo estaba bien. No pensaba mucho, solo actuaba y sonreía como si estuviera haciendo algo normal.  La vergüenza y los nervios de acercársele a su casero habían desaparecido y por el contrario el alcohol le estaba dando cierta valentía que anteriormente no tenía.

 

Misaki correspondió enredando sus brazos en el cuello del peli-plata, provocando que sus cuerpos se juntaran y sus rostros quedaran  a pocos centímetros.

 

Con delicadeza así como  decisión el mayor se acercó  al castaño y en un tono bastante seductor le ordeno que saboreara un poco sus labios para besarlo.

 

De inmediato el oji-verde siguió la indicación. Suavemente  tocÓ sus labios con su lengua y después de humedecerlos se dejó llevar por las palabras del mayor para empezarlo a besar tímidamente.

 

Más de una vez el castaño probó al escritor, quien tratando de sentir la astucia de su niño lo dejó que prosiguiera llevando el rito del beso. Sin embargo, después de unos segundos Usagi  se percató de que por el beso, el castaño ya estaba excitado y  su cuerpo lo estaba delatando con la erección debajo de sus pantalones que chocaba contra su cuerpo.

 

Sin separar sus labios de su inquilino, este profundizó el beso al tiempo que sus manos frías empezaron a recorrer el cuerpo del menor.

 

Aprovechando lo oscuro de la habitación, rápidamente una  mano del escritor se coló por debajo de su camisa acariciando lascivamente todo rastro de piel del universitario mientras que la otra comenzaba a desabrochar la camisa de este para  dejar a vista su hermoso cuerpo.

 

Ya sin poderse contener más, Akihiko se separó de los labios de su pequeño y con un movimiento rápido y fuerte acostó al menor sobre la cama para después ponerse  arriba de él.

 

 

 

-…Eres demasiado irresistible ¿lo sabes?- Suspiró el peli-plata al contemplar como el menor yacía recostado debajo de él suspirando agitadamente y con sus mejillas coloradas al igual que sus labios.

 

Prontamente el mayor empezó a aflojar su corbata y los botones de su  traje como camisa para estar en iguales condiciones que su acompañante.   

 

Ya no podía resistirse, su  cuerpo ya le pedía  a gritos  a Misaki  y aunque estuviera todos los miembros de la editorial reunidos a escasos  metros de su habitación tenía que  ya saciar sus deseos con su adoración.

 

Después de unos minutos se acercó al cuerpo de su pequeño y  hambrientamente comenzó a besarle  una y otra vez su cuello para estimularlo.

 

Akihiko sabía perfectamente que Misaki había tomado mucho, no coordinaba sus ideas, la sumisión de su cuerpo ante sus caricias era parte de eso  y era posible que no recordara nada el día siguiente; pero por  no podía controlarse por más que intentará.

 

Se suponía que solo traería a Misaki a su habitación para que el estúpido del mangaka no se aprovechara de él y era justamente lo que oji-violeta estaba haciendo, pero después de estar tan tranquilo y dejarse acariciar como más de una vez había deseado Usagi,  no podía dejar a  su pequeño  en esa condición.

 

No era un secreto que Misaki le costaba aceptar su relación y tener intimidad con él desde el principio había sido un problema. Se resistía y luchaba a tal punto de algunas veces tenia Usagi que obligarlo a tener sexo y aunque  con el tiempo había cedido un poco a sus caricias todavía no era lo suficiente para que este le demostrara abiertamente deseo por hacerlo suyo.

 

Quizás en mucho tiempo sería la única oportunidad del mayor de tener intimidad con su amado de una forma casi normal, sin resistencia de parte de su uke y sin sentirse como un violador cada vez que su cuerpo necesitaba llenarse de Misaki.

 

Prontamente los besos del escritor bajaron por todo el pecho del universitario  llenándolo de fuertes marcas rojas, así  hasta que llegó a uno de los pezones de Misaki.

 

 Sin pensarlo mucho Akihiko eróticamente se humedeció sus labios  y prosiguió a  saborear esa parte tan sensible de su niño.

 

 -¡Ahhh!-

 

Gimió Misaki  al sentirlo en esa parte, jugando con su lengua varias veces en su pequeño botoncito, besándolo y mordiendo una y otra vez hasta conseguir que se  endureciera.

 

Con la fuerte mezcla de emociones y el alcohol obstruyendo sus habituales acciones  Misaki se fue perdiendo en el mayor, sintiendo como lo tenía a su merced, lentamente estimulándolo y preparándolo para adentrarse y amarse  toda la noche.

 

Los besos bajaron por el cuerpo del menor hasta llegar a la parte baja de su abdomen donde el escritor tomo su tiempo para quitarse su traje y se desabrochar los pantalones del castaño. Sin embargo, no fue directo a devorar el miembro del universitario como era su costumbre. 

 

Notando que Misaki estaba bastante erecto,  el mayor decidió  proseguir  y  lentamente se dedicó  a estimular a su pequeño para adentrarse ya en él.  

 

Alzo un poco su cadera e introdujo  un dedo  en su cuerpo para prepararlo. Lo movió de izquierda a derecha sintiendo como con cada acción Misaki se contraía y suspiraba fuertemente. Él no era el único que ya estaba desesperado por unirse.

 

Con suma delicadeza el mayor se acercó  al oído del menor y con una voz bastante erótica así como un tono de voz sugestiva lo empezó a llamar una y otra vez por su nombre dándole saber que al igual que él también se encontraba  bastante excitado.

 

-Misaki… Mi Misaki-

 

Cuando sintió que el menor ya se estaba listo y sus gemidos eran constantes, Akihiko retiró sus dedos, levanto un poco las caderas de Misaki para poder desabrocharse su pantalón y sosteniendo su fuerte erección para que no hubiera problemas entró en el cuerpo de su pequeño.

 

-Ahh ¡Espera Usagi-san!- Gritó el castaño al sentir como, sin haberlo hecho venir antes, el escritor comenzaba las penetraciones.

 

-¿Crees que puedo detenerme? ¿Cuánto autocontrol crees que tengo? - Contesto fuertemente  el escritor al tiempo que sentaba a Misaki sobre él y mordía suavemente un parte de su cuello para estimularlo.

 

  - Ahhhh yo… no… ahh – Quiso justificarse el menor mientras sentía como en su  cuerpo recorrían los fuertes espasmos de cada embestida que el novelista le daba; sin embargo no pudo proseguir con su frase. De un momento a otro el peli-plata tomo presos sus labios y los hizo callar. No estaba para explicaciones, necesitaba saciarse  de él

 

Por unos instantes lo único que se escuchó en la habitación fueron los  gemidos de placer que Misaki tenía con cada penetración.

 

Sentía como el  miembro del escritor se adentraba en él varias veces con movimientos firmes y como el peli-plata sostenía su trasero con una mano para permitir fácilmente su entrada.  Así mismo como este, múltiples veces le repetía que era muy lindo y  que esa noche quería hacerlo suyo completamente importándole poco todo lo demás.

 

No podía negarlo Misaki cada vez que el novelista lo tocaba perdía un poco de él, el mayor sabia como acariciarlo durante la intimidad. Sin duda era un experto que lo llevaba a la locura con cada beso y envestida.

 

Los besos se hicieron apasionados una y otra vez el escritor recorrió el cuello de su niño haciendo que este temblara por las caricias. Así mismo este también estaba extasiado por tener a Misaki tan sumiso entre sus brazos.

 

De un momento a otro el menor sintió como los fuertes espasmos de las penetraciones recorrían por completo su cuerpo y  lo llenaba de placer, a tal punto que su cuerpo no podía  separarse del peli-plata por más que lo intentaba.

 

Akihiko era tan certero con sus movimientos que  en más de una ocasión logró  el menor  gimiera desesperadamente su nombre, arqueara su espalda por las fuertes corrientes eléctricas en su cuerpo y pidiera entre suspiros que el  mayor lo abrazara.

 

-Mmmm  Usagi-san Ahhh ¡espera! ¡Detente!- Gritó Misaki  después de unos minutos de fuertes penetraciones de parte del escritor.

 

En un instante trato de zafarse de su brazos dejando totalmente sorprendido al mayor quien disfrutaba como nunca el contacto con Misaki. ¿De nuevo tendría que forzarlo para estar junto de él?

 

- Ah ¿Pasa algo?- Pregunto agitado el mayor  tratando de  hacer un esfuerzo para bajar las penetraciones y temiendo que Misaki hubiera recobrado su acostumbra cordura e intentara alejase de él.

 

- ¿podemos cambiar de posición?… Ah esta es incomoda- Menciono el oji-verde sin titulación sorprendiendo  al escritor.

 

-Por supuesto- Sonrió ampliamente Akihiko  y fuertemente lo abrazó de su cintura ¿Cuándo volvería  oír a su amado decir que quería  “algo” en la intimidad? Bueno algo que no fuera que lo dejara libre.

 

Seductoramente se acercó a su oído y suavemente le susurro... - ¿Cómo quieres que te haga mío Misaki?-

 

Con esas palabras de inmediato el menor suspiro fuertemente. A pesar de que no coordinaba bien sus ideas tenía que aceptar que fuera sobrio o ebrio el escritor podría hacerlo derretirse con tan solo una palabra y más cuando lo decía con ese tonito varonil y erótico que Akihiko utilizaba para ponerlo nervioso.

 

- M- me quiero recostar- Solo pudo decir

 

Prontamente el mayor, tomó a su adoración entre sus brazos y sin salirse de él, con mucho cuidado, lo recostó en la gran cama que tenían a sus espaldas.

 

Durante unos minutos se le quedo observado, admirándolo como si fuera la primera vez que estuviera con él en esa posición.

 

“Lindo… Misaki era sumamente lindo cuando estaba ebrio”

 

El castaño estaba muy agitado por la actividad, sus mejillas estaban totalmente coloreadas  así como sus labios, su cabello despeinado y su virilidad totalmente erecta por culpa de sus caricias. No podía desear el novelista ninguna otra posición para amar a su pequeño.

 

Después de unos minutos de admirarlo en silencio, el peli-plata se acostó  detrás del universitario, dulcemente le beso la parte posterior de su hombros, suspiro su nombre y con delicadeza volvió a penetrarlo para continuar su noche de amor, solo que esta vez un poco más lento disfrutando al máximo la cooperación de su pequeño.

 

Al sentir como Akihiko continuaba con su anterior actividad, el oji-verde nuevamente suspiro y arqueo su espalda. Ya hacía años que le hacia el amor Usagi pero no sabía porque cada vez que lo  embestía  se sentía inquieto como si poco a poco el oji-violeta lo consumiera con cada beso.

 

Poco  a poco las penetraciones volvieron a continuar, el escritor metía y sacaba su miembro  en su pequeño, mas esta vez  lo hacía de una forma profunda  y tranquila, dando  a Misaki a que disfrutara del contacto.

 

Pero al paso de unos minutos Misaki exigió más del novelista dándole a saber al escritor que su cuerpo necesitaba movimientos más veloces y  certeros que lo hicieran  gritar de locura.

 

Entiendo de inmediato, el mayor fuertemente lo abrazo por detrás de su cintura y empezó a penetrarlo como le pedía, haciendo que sus cuerpos se unieran en uno solo.

 

Prontamente los labios del mayor volvieron a  asechar la ya roja piel de Misaki, apasionadamente volvió a besar a su pequeño, repartiéndolos varios veces en la parte posterior de su cuello hombros y espalda.  Así mismo empezó a  decirle frase eróticas al menor en el oído para que solo el supiera lo loco que se encontraba por tenerlo entre sus brazos.

 

-Misaki… ¿Acaso te gusta provocarme?...- Pregunto el mayor aprovechando lo sumiso que se encontraba su amado -… ¿Qué  no te das cuenta que no puedo  resistirme cuando estas  así de vulnerable?-

 

-Ahhh yo… Ahhh- No pudo contestar el menor, el mayor lo penetró profundamente para que no pudiera hacerlo.

 

- Me pides que te enseñe a besar  ¿Te burlas de mí? ¿Cuánto crees que lograría soportar sin atacarte Misaki?-

 

-Ahhh… yo… no pensé que … ahhhhhhhh-

 

Volvió a penetrarlo al paso que seguía devorando su piel y  embriagándose con su aroma. Ya no era Misaki el único que no coordinaba.

 

Esa noche el mayor le haría una y otra vez el amor sin importarle nada más que eso. No obstante, algo estaba pasando por alto el mayor.

 

Mientras él estaba hipnotizado con el cuerpo de su pequeño niño, en la fiesta de la editorial comenzaba a hacerse evidente su ausencia…

 

-¡¡¡¿DONDÉ  DEMONIOS ESTA  ESE BASTARDO DE AKIHIKO?!!!- Gritó enojadamente Isaka-san,  al ver que el escritor  estaba haciendo esperar a  los empresarios y admiradores que habían venido a felicitarle.

 

-Lo siento Ryuichiro-sama, Akihiko-sensei no se encuentra por ningún lado, no sé a donde se pudo a ver ido- Contesto su asistente

 

-¡¡MALDITO  AKIHIKO IDIOTA!!! ¡¡ ¿DONDE SE PUDO HABER METIDO?!!... Espera ¿Y Chibi-tan?I ¡¿ ESTA CHIBI-TAN AQUI?-

 

-No,  tampoco se encuentra-

 

-¡¡Maldito!!  Debe estar devorándoselo!!  ¡¡Lo voy a matar!! ¡¡Más le vale que traiga su trasero en este momento…  ¡Ve por ellos Asahina!-

 

-Como ordene -

 

Sin duda el Director de Marukawa estaba totalmente  enojado por la ausencia del invitado principal. ¡¿Cómo era posible que en cada evento el escrito se le escapara?! Sabía que no era buena idea haber traído a su inquilino. No obstante recapacito su orden.

 

-¡Espera Asahina! Mejor ve y distrae a los empresarios, que vaya él- Inmediatamente señalo a un joven editor de cabellos castaños y ojos verdes que platicaba con una mangaka shojo – ¡Hey tu! Ve a la habitación 206 y trae al  bastardo de Akihiko. ¡No me importa como lo hagas pero tráelo y tu acompáñalo!- Señalo a Takano-san.

 

Sabiendo que lo mejor era cumplir la orden de Isaka-san, Onodera y su Jefe se dispusieron a cumplir la indicación. ¿Qué tan difícil era traer al escritor de su habitación?

 

El castaño ya había trabajado con él y aunque sabía que tenía un carácter algo especial, seguramente si le exponía la situación no habría ningún problema. No tenía que ir Takano-san con él, el solo podría solucionar la situación sin su ayuda.

 

Sin embargo, en el camino el menor pensó ¿Cómo era posible que un escritor, en una fiesta de premiación se fuera? ¿Acaso no era lo más norma que estuviera con sus invitados y festejando su triunfo? Tenía que haber un problema bastante fuerte para apartarse de su ceremonia de premiación y hacer enojar de esa manera  Isaka-san

 

Prontamente el peli-negro y el editor llegaron a la  habitación descrita por Isaka pero notaron que la puerta se encontraba abierta. 

 

-¿Crees que este Usami-sensei aquí? - Preguntó curiosamente el castaño al mayor, pero este no contestó, solo entró a la habitación sin decirle nada.

 

-¡¡Heyyy!! No deberíamos entrar así Takano-san, sensei se puede molestar-

 

-¿Acaso eres idiota?  Aquí  no hay nadie, además  solo venimos a cumplir nuestro trabajo-

 

Con su ya acostumbrada altanería, el  más alto entró a la habitación sin permiso, la cual era un lujoso Penthouse y tenía, una amplia  sala, dos dormitorios, baño, jacuzzi, cuarto de entretenimiento, piscina privada y cuarto de estudio.  Sin duda toda casa dentro de un hotel.

 

Por un momento Ritsu quedo sorprendido, pero inspeccionándola de momento Takano tenía razón. No había nadie y las luces estaban apagadas,  había una botella de Champage cerrada  en medio de la sala, con un mensaje de felicitación del hotel a Usami-sensei por su premio  y todo estaba en perfecto orden. Era un hecho que no había nadie.

 

No obstante en el silencio de la habitación, el mayor empezó a notar unos leves quejidos de una habitación contigua… no se  alcanzaban a distinguir pero era una voz  un poco aguda como de un joven de 18 o 20 años.

 

Sin pensarlo dos veces más Takano se dirigió hacia la habitación, de nuevo la puerta estaba abierta y entro sin ninguna preocupación con la curiosidad de saber que era el causante de esos extraños ruidos.  Sin embargo al contemplar lo que había dentro de la habitación tanto Onodera como el  quedaron paralizados.

 

A mitad de la oscura habitación  el gran Usami Akihiko-sensei estaba teniendo sexo con un joven de cabellos castaños mucho menor que él.

 

Los dos  estaban recostados en la cama, cubriéndoles  la mitad sus cuerpos desnudos una delicada sábana blanca. El novelista con los ojos cerrados abrazaba por detrás a su acompañante y al tiempo que le susurraba varias veces  “Te amo Misaki... me tienes totalmente rendido a tus pies” y  lo llenaba de besos  en su espalda.

 

Por su parte el menor sonrojado y con la boca  un poco entre abierta  gemía y decía tenuemente “Usagi-san” disfrutando cómodamente los mimos que el escritor le dedicaba

 

“¡¿Qué estaba pasando?!”

 

-Takano…- Susurró Ritsu al presenciar la escena que tenía enfrente; sin embargo fue interrumpido por el peli-negro ordenándole que guardara silencio. 

 

Ni el escritor ni su acompañante, habían notado su presencia pero estaban en una posición bastante comprometedora para hacer cualquier movimiento en falso. No podían simplemente interrumpir al escritor y decirle “Sensei deje de estar haciendo eso y venga con nosotros a la fiesta para que Isaka san le grite” Lo mejor era salir lo más pronto posible de ahí y no comentarle  a nadie que el Gran Usami sensei, famoso escritor admirado internacionalmente y amor platónico de miles de mujeres era gay y estaba en ese instante teniendo sexo con un joven mucho menor que él.

 

Sin embargo justamente cuando los dos editores intentaban salir de ahí, Misaki abrió los ojos dejándolos totalmente congelados.

 

“¡¿Qué demonios?!”

 

Por varios instantes el universitario los miro fijamente intentando saber porque había 2 hombres en medio de su habitación.

 

Quizás ya estaba alucinando por tanto placer que su casero le estaba dado o quizás era por las 6 copas de vino que había tomado antes y su mente le estaba dando una jugada de ver dos intrusos delante de él.

 

Lo mejor era en ese momento comunicárselo a su amante pero por alguna extraña razón a Misaki no le pareció problemático que lo hubieran  descubierto en esa posición con uno de los hombres más famosos de Japón.

 

Así que mientras sentía como Usagi- devoraba su cuerpo y lo penetraba una y otra vez, sin darse cuenta de lo ocurrido, Misaki se quedó observando a los intrusos, intentando descubrir si eras reales o no.

 

Con su profunda mirada color verde llena de placer por estar en intimidad con su “novio”, y aunque no lo digiera públicamente “amado”, se quedó mirando  los profundos ojos cafés de Takano. ¿De verdad era real?

 

Por su parte el peli-negro correspondió la mirada, perdiéndose al momento en ella. A pesar de que estaban Ritsu y el en una situación bastante incomoda, el que lo viera de esa forma ese joven lo intrigaba. Ya antes la había visto esa mirada, tan hipnotízate, expresiva y  llena de cariño así como amor.

 

“¿Qué le estaba pasando?”

 

Por unos instantes Takano y Misaki compartieron una especie de comunicación inexplicable pero fácil de entender cada uno en su posición de seme y uke.

 

No obstante, al percatarse que los gemidos de Misaki habían bajado de intensidad y se distraía en otra cosa, Akihiko abrió sus ojos para descubrir ¿Por qué su amado  no estaba concentrado con sus caricias? Más al hacerlo descubrió la presencia de los hombres, los cuales por su aspecto eran trabajadores de Marukawa.

 

Sn pensarlo dos veces el peli-plata, rápidamente tomó la sabana que cubría la mitad  de su cuerpo, envolvió a  su adoración para que no pudieran ver su desnudez  y detuvo todas las caricias hacia Misaki, haciendo que este se quejara a momento por tan abrupta acción.

 

Así mismo de inmediato gritó, estremeciendo al joven editor de ojos verdes, que por el aspecto enojado del novelista juraba que sería su último día de vida…

 

-¡¡¡¿QUIEN DEMONIOS SON USTEDES?!!! -

 

De inmediato Ritsu, se puso nervioso. No sabía contestarle al escritor que estaba más que enojado por ser interrumpido en esa situación.  ¡Iban a morir!

 

-B-b-bueno… s-sensei  nosotros venimos a…. Isaka-san  quiere verlo y nos e-e-envió- Contesto totalmente nervioso el castaño  tratando de no verlo a los ojos  y quedarse paralizado por miedo que en ese momento infundía el novelista.

 

Más de nuevo el escritor gritó:

 

-¡¡¡¡LARGO DE AQUÍ!!!!-

 

Akihiko estaba totalmente fuera de sí ¡¿Cuánto tiempo llevan ahí?! ¡¿Cómo habían entrado a su habitación?! Y peor aún ¡¿Cómo se habían atrevido a interrumpirlo mientras tenia intimidad con su Misaki?! Iba a matar al estúpido de Isaka-san por eso, ¡¡¡Juraría que lo mataría!!!

 

De un momento a otro el ambiente de la habitación cambio completamente, una aura negra rodeó al escritor y una cara totalmente amenazadora  se hizo presente en el peli-plata.

 

Prontamente el escritor se subió sus pantalones y sin importarle nada se dispuso a  levantarse de la cama para ir a matar aquellos que habían osado molestarlo; más antes de que lo hiciera Misaki le tomó su mano y le miro directamente a los ojos hipnotizándolo con su mirada y preguntándole ¿No iban a  continuar?

 

Ante esta mirada, Akihiko calmó un poco de su ira… El ir a matar a Isaka-san, haría que se apartara de su pequeño y eso era lo último que quería a hacer.

 

Tratando de controlarse de nuevo Akihiko, grito para que se fueran  de su habitación y lo dejaran continuar amando a su pequeño. Más Takano seguía perdido en sus pensamientos  y Ritsu estaban totalmente paralizado para moverse haciendo que el escritor se desesperara y de nuevo gritará.

 

Las cosas ya se estaba calentando mucho y el menor en su inconciencia por el alcohol y las perturbadoras caricias de su seme no comprendía lo que pasaba ni mucho menos las consecuencias de haber encontrado a uno de los escritores más famosos de Japón teniendo sexo con él. En un día normal la vergüenza lo hubiera invadido, hubiera negado con todas sus fuerzas lo ocurrido y no saldría de su casa por varios días, más por una razón el castaño en ese instante el castaño pensó que el enojo de Usagi no era por sus “alucinaciones” sino era su culpa.

 

Gritaba mucho Usagi-san… generalmente el castaño era el que gritaba en el sexo. Algo debía estar pasando. ¿Había hecho algo malo el para que Usagi-san se enojara?-

 

De momento el alcohol recordó varias escenas donde su seme le pedía que le demostrara más cariño. Quizás por eso estaba enojado Usagi; hacía mucho tiempo que él no lo hacía y quizás su paciencia estaba llegando al límite.

 

 De momento Misaki se quedó callado ante la furia de su casero  pensando ¿Cómo hacerle para transmitirle sus sentimientos sin tener que decirle una palabra?.

 

Después de unos instante Misaki miro tiernamente el furioso rosto del escritor, bajando la cabeza y sin decir nada al respecto, escuchando como seguía gritándole a sus alucinaciones, se recargo suavemente en el hombro derecho del novelista y entrelazo sus mano derecha con la de este a manera de que el pudiera también corresponder la acción y supiera de una forma simple que lo quería.

 

Con esta acción Akihiko calló por unos instante… voltio incrédulo a ver a su adoración y se encontró con la imagen de su uke semi desnudo sonrojado acurrucado sobre él y tomándolo de la mano por su propia voluntad.

 

Por un momento al mayor se le detuvo su corazón y suspiró… Después de unos segundos regreso a la realidad.

 

-¡¡TIENEN TRES SEGUNDOS PARA LARGARSE DE MI HABITACIÓN… ANTES DE QUE YO MISMO ME DESHAGA DE USTEDES!!

 

Después de esto Takano reaccionó…

 

-Mil disculpas Usami-sensei, le diremos a Isaka-san que esta indispuesto. Con  su permiso-

 

Rápidamente  contestó el pelinegro, tomó a Ritsu de la mano  y salió de la habitación velozmente.

 

Gracias a Isaka-san acababan de meterse los dos en un gran problema

 

CONTINUARA….

Notas finales:

Este fic tiene 2 cápitulos más, los cuales espero actualizar pronto. Aunque he de confesar que los reviews ayudan mucho a mi ardillita mental a imaginar  y a su servidora a escribir, por lo que no se repriman, comenten.

Por cierto, si alguien pensó en una pareja alternativa para Misaki que no fuera Akihiko, no se ilusionen.

Mi pervertida ardillita mental, es miembro oficial  y adoradora permante del club de fans de Akihiko Usami, asi que le guste o no a Misaki, será acosado infinidad de veces por el escritor y sólo por el escritor hasta que lo haga feliz.

 

Bueno me despido, dejándoles esta bonita y poética frase...

 

¡¡QUE VIVA EL LEMON!! 

 


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