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Un Millón de Wons por theaureasempai

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Notas del fanfic:

Denle chance, este one shot me gustó mucho como quedó x3

Notas del capitulo:

Escribí este one shot hace un tiempo, lo publique en facebook en la página A mi me gusta el GTOP, lo publique como la CDC *Aurea* asi que si les suena igual es porque es el mismo y no, no lo plagie, es mio de mi x3 

UN MILLON DE WONS

 

Mi nombre es Choi Seung Hyun, soy heredero de la fortuna de la familia Choi. Nunca he tenido problemas económicos o siquiera he necesitado trabajar como la gente común para tener lo que deseo, tengo todo lo que todos quieren, mujeres dispuestas a estar conmigo por una noche o cuando yo quiera, sirvientes, ropa, dinero, todo. Una vida fácil podría decirse, sin embargo, pese a todo el dinero que tengo hay algo que aún no logro conseguir, y eso es a ese pequeño bastardo de nombre Kwon Ji Yong…

 


Recién salía de una cena con la hija mayor de la familia Park, tanto mis padres como los suyos habían insistido tanto en esta cena, pero al parecer tanto ella como yo no estábamos dispuestos a que algo entre nosotros sucediera. Inmediatamente después de cenar ambos nos despedimos con toda formalidad posible y tratar de no relacionarnos personalmente o podría causar la gracia entre nuestros padres, habíamos quedado en un acuerdo durante la cena “No hay conexión alguna entre nosotros, esto no funciona” Esa sería la respuesta cuando nuestros padres preguntaran. 


Salí del restaurante y subí a mi Lamborghini negro, aun no quería ir a casa así que decidí dar un paseo para que todos admiraran mi vehículo y supieran que no pueden tener mi suerte. Estaba conduciendo tranquilamente cuando de pronto vi algo que me llamo la atención, tal vez un pobre vago o mendigo, o quizá algún herido, estaba sentado abrazando sus rodillas y junto a él había una mochila de viaje. Sin pensarlo aparque cerca y baje del auto acomodándome mi traje de Louis Vuitton color negro, me acerque al desdichado individuo y mi sorpresa fue que esa persona al levantar la cabeza y mirarme, tenía una mirada hermosa, sus ojos marrones y sus delicadas facciones le hacían parecer de esos hombres andróginos que bien podrían arrasar en los hombres y tenerlos a sus pies.

Me miró seriamente y sin apartar la mirada se puso de píe, me encontraba realmente sorprendido, ese chico no parecía real, debía estar soñando.

¿Porque mi corazón sintió como una corriente le oprimía y aceleraba? 

- ¡Hey, tú! Luces como un niño rico de esos que viven solapando a papá, pareces interesado en mí y yo necesito dinero. ¿Necesitas algo? ¿Quieres algo? Solo dilo y lo haré, siempre y cuando tú me pagues.

Quede en shock ante sus palabras, su voz era fina y aguda, un timbre no muy común en los hombres jóvenes, era de noche y había frío. Al parecer él tenía mucho tiempo sentado en el piso abrazándose a sí mismo, junto a él estaba la mochila, probablemente sea un viajero que se extravió o perdió su billetera, o simplemente lo echaron de casa. 

Sin pensarlo más, mis labios se movieron por sí solos…

- ¿Cuánto necesitas para acceder a cenar conmigo esta noche?

En realidad yo ya había cenado con esa chica Park, sin embargo este chico no lo ha hecho, ¿cierto? ¿Cuánto dinero puede necesitar para ofrecerse de esta manera a un extraño?

- Un millón de wons….

¿Un millón de wons? ¿Es enserio? ¿Qué tipo de vida ha estado llevando para necesitar un millón de wons solo por cenar conmigo? Aunque realmente esa cantidad no es preocupante para mí, sin embargo, me sorprende que un sujeto como él necesite tanto. 

- ¿Un millón de wons? –soltó una risilla y se acomodó el cabello-

- Tú tienes suficiente dinero, solo viendo tu auto es suficiente, yo no tengo dinero y tú tienes de sobra, tú quieres cenar conmigo y yo quiero un millón de wons ¿Problem? 

- ¿Para qué quiere tanto dinero un chico como tú? Con 2 mil wons es suficiente ¿No crees?

- Un niño de papi como tú, no entendería para que quiere tanto dinero “alguien” como yo. Necesito un lugar para dormir temporalmente y necesito dinero para eso ¿contento? ¿Vas a pagar sí o no? 

Volví a reír en lo bajo, y le mire, sonreí satisfecho con sus palabras y regrese a donde estaba mi auto, abrí la puerta del copiloto y le hice la seña de que subiera, él despreocupadamente tomo su mochila y subió sin cuidado alguno.

Subí al auto y encendí el motor, voltee a mirarle de reojo y me fije que él solamente miraba al frente mientras abrazaba posesivamente esa vieja y sucia mochila. Baje mi vista y observe detalladamente su vestimenta. Llevaba una fea sudadera gris y unos pantalones rasgados, su rostro era hermoso, pero vestía horrible, sus cabellos lucían sedosos y de un color chocolate brillante, me aventure a bajar más la vista para inspeccionar su calzado y como era de esperarse unos tenis viejos con suelas desgastadas. 

Suspire y él lo noto, me miro de nueva cuenta inspeccionándome como yo lo hice con él. 

- ¿Qué me miras? ¿Soy algún tipo de espécimen exótico? O ¿Nunca habías estado tan cerca de alguien perteneciente a la prole? 

- Digamos que para mí la prole son de una especie rara y exótica, sin embargo tú eres diferente a la clase de proletariado normal con la que me he topado antes.

- Déjame adivinar, ¿La clase que te lame las botas y te halaga o se hace la persona “humilde” para que tengas compasión de ellas y les des las sobras de tu plato?

- Esa misma…

Después de decir esto puse en marcha mi Lamborghini, pero en lugar de dirigirme a algún restaurante, desvié un poco el camino y me dirigí a una tienda departamental de ropa, al llegar baje del auto y espere a que ese chico bajara por sí solo. 

- No sabía que la clase alta comía ropa en la cena. 

Soltó una risa que me pareció linda, negué con la cabeza cuando me di cuenta de mis pensamientos, comencé a caminar y el me siguió. 

- Que gracioso. En realidad no puedo dejar que me vean contigo en esas fachas.

- Entonces vas a comprarme ropa para no avergonzarte. 

- Así es.

- Espero que eso vaya por tu cuenta, porque a mí me pagas un millón o te desfiguro tu apuesto rostro.

- Huy que salvaje resulto el niño, bien. Después de todo tengo que hacer valer mi millón de wons. Te verás bien en traje.

El chico no dijo nada y simplemente me siguió, escogí un traje color rojo carmesí y zapatos negros, sabía que iría bien con su imagen, a juzgar por su estatura tuve cuidado en encontrar una talla que se ajustara a su cuerpo. Le di el traje y le mandé a cambiarle. 

Mientras él se cambiaba de ropa, escogía unas cuantas mudas de ropa casual, y le pedí a la encargara que cargara todo a mi cuenta. A los pocos minutos ese chico del cual aún desconocía su nombre, salió del probador, luciendo tal y como me lo imagine; Perfecto.

- Te vez bien en traje.

- También me veo bien sin él. Pero si quieres verme así, te costara otro monto.

- ¿Mmm? Y ¿Cuánto quieres por una noche de “pasión”? 

- Un millón de wons. 

No pude contener mi risa, este chico era sorprendentemente loco, pero aún si estuviera loco, yo debía estarlo más por preguntar.

Subí al auto y espere que el subiera de igual modo para poder dirigirme a un restaurante italiano que quedaba cerca. Al llegar al restaurante no baje del auto, sino que mire nuevamente a mi acompañante, él se dio cuenta y me miro también. 

- ¿Cómo te llamas? 

- Le has comprado ropa de marca a una persona que encontraste en la calle, y ¿hasta ahora preguntas su nombre?

- Le has vendido tu cuerpo a alguien que te pagara dos millones de won y ni siquiera le has preguntado su nombre.

- Eso es porque no necesito saberlo, basta con que pague en efectivo y luego nos despedimos.

- Ya veo. Entonces es verdad lo que se dice entre la prole. 

- Y según tú ¿Qué es lo que se dice entre la prole?

- Con dinero baila el perro. 

- Entonces ¿Yo soy un perro?

- Y yo te pago por bailar. Así que dime tu nombre. 

- Je… eres rudo, me gusta. Mi nombre es Kwon Ji Yong.

- Un placer JiYong, conoce a tu comprador Choi Seung Hyun.

- Te equivocas, no me estas comprando, simple y sencillamente me estas “rentando” yo no le pertenezco a nadie.

- Por ahora.

Este chico es desafiante, salvaje, libre. Me llama mucho la atención, algo me dice que el dinero no será un medio sencillo para hablar con él, aunque aún me pregunto para que necesita tanto dinero, necesita donde dormir ¿Cierto? Y ya le he afirmado que le pagare 2 millones de wones. 

Nunca me he acostado con un chico, jamás pensé si quiera en esa posibilidad, pero este joven Jiyong no me es desagradable en absoluto, al contrario, me hace sentir atraído. 

Entramos al restaurante, le deje escoger lo que él quisiera, y nuevamente me sorprendió, ¿Realmente este chico es pobre? 
Vitello tonnato, Gnocchi, Spaghetti alla puttanesca, Torta di riso y vino tinto. ¿Cómo puede alguien de su tamaño comer todo eso? 
Me dedique a mirarle comer mientras degustaba una copa de vino tinto, parecía sofisticado hasta en la forma de tomar los cubiertos, este chico hacia aumentar mi curiosidad.

- ¿Qué te paso?

- ¿A qué te refieres?

- Dijiste que no tienes donde vivir. ¿Dónde has estado durmiendo entonces?

- Donde mis pies me lleven. 

- ¿Porque estas solo?

- Porque nadie quiere estar conmigo.

- ¿Qué paso con tu familia?

- ¿Qué paso con la tuya? Para que un niño de papi siga fuera de casa a estas horas, debe pasar algo.

- Piensan que estoy en una cita con la chica que ellos quieren como mi prometida.

- Entonces el niño de papi está siendo limitado. Típico.

- Así es, típico de la clase alta. Pero yo no te puedo decir “Típico” de la clase baja. 

- Eso es porque yo no soy una copia de las dos terceras partes del mundo.

- ¿Y qué hay de la otra tercera parte?

- En esa otra tercera parte te encuentras tú y los tuyos.

Interesante. ¿Sera posible que este chico sea normal? Lo dudo. Sin embargo, ya era hora de salir de lo rutinario.

Después de que terminó de cenar y pague la cuenta, salimos del restaurante, le pedí que subiera al auto mientras yo hacía una llamada telefónica, llamé a recepción de un hotel perteneciente a mi familia, le pedí reservar mi suite especial. Después subí al auto y conduje hasta llegar al hotel. Bajé del auto y el me siguió, por primera vez vi en su rostro una expresión de sorpresa.

- Realmente, espero que tú pagues por esto.

- Dije que iba a hacer valer mis dos millones de wons.

- Realmente despilfarras dinero. Pero qué más da, al fin y al cabo, ambos disfrutaremos esto. 

Nos adentramos a la recepción donde me concedieron la llave, después abordamos el elevador y pulse el botón del piso más alto, el piso cien en donde únicamente se encontraba mi suite. Mientras el elevador subía piso por piso, sentí como el tacto del chico roso mi pierna.

- ¿Ansioso?

- Solo quiero aligerar el ambiente.

- ¿Te confieso algo?

- Si vas a decir que te sientes atraído por mí, olvídalo. Si es así págame la cena para que pueda largarme de aquí. 

- Eres tan arisco como un pequeño zorro.

- Prefiero solo ser precavido como un dragón. 

- Te das mucho aire de grandeza.

- Y tú de muy experimentado. Anda, dime que es lo que quieres confesar.

- Me das curiosidad, así que estoy dispuesto a pagar otro bono extra por una charla antes del sexo. 

- ¿Cuánto estas dispuesto a pagar?

- ¿Cuánto por robarte el sueño toda la noche? 

- ¿Un millón de wons?

- Hecho. 

En ese momento, sentí como aquel chico me miró a los ojos y ágilmente se alzó hasta mi rostro dándome un beso en los labios, por inercia posé mis manos en su cintura y el rodeo mi cuello. Mis labios se movieron solos y abrí paso a su cavidad bucal, comenzamos con duelo de lenguas envolviendo la una a la otra y mezclando nuestra saliva. Sentí una oleada de calor recorrer mi pecho y un bochorno en todo mi rostro.

Hubiéramos podido seguir enfrascados en aquel húmedo y exquisito beso sino fuera por el timbre del elevador que indicaba ya había llegado a nuestro destino. Él se separó de mí y acomodo nuevamente su traje, me sonrió y salió de aquella cabina, del mismo modo me acomodé mi costoso traje y le seguí. 

- ¿Qué ha sido eso?

- Un pequeño “gracias por su preferencia”.

- ¿Tendré que pagar por eso también? 

- Descuida, cortesía de la casa.

- Entonces debo felicitar al dueño, los servicios son muy buenos.

- Eso solo fue una muestra, el producto es mejor. 

Abrí la suite y en seguida ese bribón se adentró de manera escurridiza, tomo asiento con toda la libertad y seguridad y cruzó las piernas mientras me miraba. Caminé hacia él y tome asiento al frente suyo.

- ¿Quién eres?

- Kwon Ji Yong.

- Sé que ese es tu nombre, pero ¿qué es lo que pretendes? ¿Cuántos años tienes? ¿Por qué estabas en la calle? ¿Qué te paso?

- Muchas preguntas. 

- Entonces contesta una por una. 

- Bien. No pretendo nada en específico. Tengo 22 años. Estaba en la calle porque me echaron del departamento donde vivía. Y paso que la perra que me había acogido se hartó de su juguete y lo tiró a la basura.

- Entonces si tenías un dueño, ¿No se supone que no le pertenecías a nadie?

- ¿Quién dijo que le pertenecía? Te lo dije antes, no me vendo, me rento. Pero esa maldita rompió el contrato y me hecho antes, ni siquiera me pago la muy estúpida. 

- ¿Entonces te revuelcas con cualquiera que te muestre su chequera?

- ¿Estas bromeando? Esos servicios no se le da a cualquiera. 

- Y ¿Cuántas personas no han sido “cualquiera” hasta ahora? 

- Contándote a ti, dos.

- Entonces ¿Qué te parece si ahora me das tus servicios solo a mí? 

- ¿Para qué cuando te aburras me eches a la calle y sin pagarme? Vete al diablo.

- Antes hablabas de manera muy cortes y sofisticada, pero ahora destilas veneno en tus palabras.

- La puerta está cerrada, nadie nos ve, ¿Qué esperabas? No soy una muñequita de porcelana que solo habla cuando otros le ordenan hacerlo.

- Y es por eso que quiero que solo me des tus servicios a mí. Me gusta tu personalidad rebelde.

- Tienes gustos raros.

- Y tú eres el raro. Así que ¿Qué dices? ¿Es un trato?

- ¿Qué tengo que hacer? 

- Primeramente venir y sentarte en mis piernas, del resto yo me encargo.

Y así como le ordene el pequeño dragón se montó sobre mi regazo, le tome del mentón y explore cada línea facial. Le toque los labios con delicadeza, este era un descubrimiento para mí, era como una de esas flores silvestres, esas que los campesinos cortan sin cuidado alguno porque sus espinas no permiten que la flor sea tocada. 

Me acerque a él y atrape sus labios. Sus labios eran suaves, su aliento era cálido, sus manos posadas en mis hombros se sostenían con firmeza cada vez que por instinto movía mis caderas. Nuestros labios encajaban a la perfección, mis manos rodeaban sus caderas con precisión haciéndome sentir realmente excitado. 
¿Qué me ha hecho este chico? Es como si desprendiera algún tipo de… no se ¿Hormonas?

Me siento realmente atraído, excitado, ansioso… 

Le acaricie las caderas y masajee sus muslos, subí un poco por el borde de sus pantalones y quitándole el cinturón, abrí aquel botón y baje el cierre de su pantalón, introduje mis manos dentro y sentí su suave piel, le acaricie cada poro de su zona baja, rodee su cintura y me escabullí dentro de la camisa blanca de algodón marcha Channel,. Su cuerpo estaba ardiendo, su espalda era delgada pero firme y definida.

Nuestras bocas no se separaban pues sentíamos que ambos nos complementábamos a la perfección, intercambiábamos fluidos en aquel beso apasionado, mis caderas se movían cada vez con más frecuencia, y la pelvis de ese pequeño zorro incitaba rozarse en mi miembro que ya estaba más que animado. 

Le mordí el labio y el gimió mientras se abrazaba a mi cuello, aproveche que se había aferrado a mí y baje por su cuello besando su manzana de Adán haciéndole estremecer, abrí rápidamente los botones de su camisa y baje por su pecho mientras cambiaba de lugar mis manos y le abrazaba en la espalda baja, él se aferró a mi nuca y enredo sus dedos en mi cabello. Este chico me está enloqueciendo.

- Espe-espera angh… -el chico tembló al sentir la mano del mayor deslizarse hasta su parte delantera y escabullirse en su ropa interior-

- No permitiré que te arrepientas. 

- No es eso… 

- ¿Entonces? 

- No me gusta ser el sumiso. 

- Lo siento, el cliente siempre tiene la razón. 

- Tsk… ahm…

Gimió nuevamente cuando envolví su miembro entre mis dedos y comencé a jugar con su glande, sus palabras me hicieron pensar por un momento ¿Realmente lo había hecho antes con un hombre? Él dijo que solo lo había hecho este tipo de tratos con dos personas incluyéndome a mí. Pero esa otra persona era ¿Un hombre? O ¿Una mujer?

- Ah… ¿Qué diablos haces? Eso du-duele mgh… -el mayor había apretado el miembro del menor al pensar en el hecho de que ese pequeño bastardo se hubiera acostado con otro hombre-

- La otra persona con quien te acostaste… ¿Fue hombre o mujer?

- ¿Qué clase de pregunta es esa? Las preguntas eran antes del sexo, eso fue hace varios minutos, ahora ¿Vas a follarme o me largo?

- Tus labios son hermosos y deliciosos para que hables de una forma tan ruin. 

Estoy consciente de que esto es ridículo ¿Por qué preguntarle eso? Decidí olvidar eso por el momento y me dedique a recostar a mi pequeño juguete en aquel amplio sillón, monte sobre él y le quite por completo las prendas dejándolo a mi merced. 

- Tienes un hermoso cuerpo.

- Te dije que el producto era el mejor.

Él se reincorporo y me tomo del hombro comenzando a jugar con los botones de mi camisa Louis Vuitton, bajo con sensualidad la prenda y me observo con las mejilla coloradas y los ojos llorosos por la excitación.

- ¿Te gusta lo que ves?

- ¿Gustarme? ¿Bromeas? Creo que estoy empezando a amar este contrato.

- Entonces quédate conmigo. 

Su mano en mi entrepierna se movía justamente en donde quería, de pronto su mano se introdujo dentro en mi ropa interior y de la forma en que lo hice con él, comenzó a masturbarme. 
De un momento a otro yo me encontraba sentado con la cabeza de ese chico entre mis piernas, él había lamido mi glande y jugueteado con mis testículos, sentía como su lengua se enredaba en mi miembro y luego lo cubría con su boca. No pude evitar soltar unos gemidos, como él es hombre igual que yo ha de saber dónde se siente mejor, esa es una ventaja en esta loca relación carnal.

- Veo que eres un hombre al que le gusta que otro hombre se la chupe. -soltó con una risa socarrona mientras movía su mano de arriba a abajo-

- Y veo que a ti te gusta chupársela a ese hombre.
Sonreí triunfante al ver como los labios de ese chico se torcieron en una mueca de desacuerdo, pero inmediatamente cambio de nuevo a una sonrisa.

- Me gusta. ¿Algún problema?

- Para nada.

Volvió a retomar aquella experta felación, mientras movía inquieto las piernas y las encogía un poco dejando su retaguardia al aire, succiono mi glande y gemí de placer, instintivamente llevé mis dígitos hasta su zona trasera y comencé a jugar a su alrededor, le palpaba superficialmente y por instantes le presionaba, él soltó un gruñido, tal vez de molestia al sentir que yo solo jugaba con él.

- Ah… maldición. Es suficiente.

Gruño mientras un hilo de saliva y líquido pre-seminal se deslizaban por la comisura de sus labios, me empujo para quedar recostado y se montó sobre mí, comenzó un movimiento de pelvis que nos hizo a ambos suspirar, le tome de las caderas y me acerque a su oído para susurrarle, a las mujeres les gusta que les susurren al oído mientras están tienen sexo, él es tan atractivo como una chica, me preguntaba si funcionara, le mordió el lóbulo y su cuerpo tembló, suspire y luego susurre con voz ronca.

- Creí que no eras pasivo.

- Dijiste que el cliente siempre tiene la razón. Además, que otro hombre te penetre no te hace pasivo del todo. 

- ¿Cuál es tu definición de pasivo?

- Estar abajo, gemir por más, y no sé qué otras cursilerías.

- Entonces al estar arriba ¿Yo soy el pasivo?

- Lo siento, pero tengo que romper tu ilusión, entre nosotros no hay pasivo.

Dicho esto tomo mi miembro posicionándolo en su entrada y con ayuda de mis manos que sostenían sus caderas, dejo caer su cuerpo sobre mi erección auto penetrándose y soltando un quejido desgarrador para sus cuerdas vocales, una oleada electrizante recorrió todo mi cuerpo, su interior era tan estrecho y caliente que sentí que si ese chico se movía en ese momento podía correrme y llenar su interior. 

- Ah… mal-maldición… -su cuerpo tembló y bajo la cabeza-
La imagen que mis ojos vislumbraban era simplemente magnifica, su piel perlada con sudor, sus hombros bien moldeados, sus manos posadas en mi pecho y presionando ligeramente ante la tensión que sentía por mi infiltración en su interior, sus cabellos marrones cubrían su frente y él se mordía el labio tratando de resistir. 

- Esto duele más de lo creí… maldición.. ah… pero… se… se siente ngh… bien…

Suspiro un poco más relajado, este chico me encendía como ninguna chica había hecho en toda mi vida.

- Creí que estabas acostumbrado a que hombres te dieran por detrás. 

- No seas idiota, Ah… esto es increíble…

- Suena como si realmente disfrutaras de esto. 

- ¿Acaso tú no lo haces?

- Lo hago ngh… -gimió al sentir como el contrario comenzó a moverse-

- Ah…. Mmm esto se siente genial… no creí que se sintiera de esta forma…

- Creí que estabas acostumbrado a que otros te follaran. 

- ¿Quieres morir? ¿Cómo podría acostumbrarme ngh a esto? En mi vida había sido penetrado.

- Entonces yo… ¿Soy el primero?

Sentí un latido al ver a ese pequeño bastardo asentir con la cabeza, eso quería decir que la otra persona con la que se había acostado era la mujer que lo corrió de su casa. Me abalance sobre el dejándolo debajo de mí, tome sus piernas y las coloque sobre mis hombros, él estaba sorprendido ante mi acto de rudeza, me miro incrédulo y luego soltó un rugido de dolor ante la fuerte estocada que le di. 

Me acerque a morder sus labios y el paso sus manos en mi espalda, se aferró a mí y comenzó a clavar sus unas al momento que maldecía en lo bajo.

- Maldito animal, ah duele, ¡ya para! 

- Si paro ahora entonces dile adiós a tus tres millones de wones.

- Tsk… te o-odio ahngm… ah… allí mm..

- Ahora te has vuelto sumiso. 

- ¿Sumiso? Ahm deja de decir idioteces. ¡Ah! Maldición ¿Cómo haces eso?

- ¿Hacer qué? –le dio otra estocada tocando su punto G- ¿Esto?

- Mmm otro ngh… 

- ¿Quieres más? –le volvió a dar otra estocada con mayor fuerza-

- ¡Ah! ¡Sí! ¡Otra! Me gusta… 

Este chico me volvía loco, en este momento tenía tantas ganas de repetirle su propia definición de pasivo, pero si lo hacía probablemente me tire del sillón y se vaya de la suite. En lugar de eso atrape sus labios de nuevo devorando aquella cavidad que en tan solo unas horas me había memorizado, mientras le besaba y embestía, lleve mi mano a su miembro y le apreté, esto hizo que mi juguete se estremeciera y arqueara la espalda tensando sus músculos y apretando mi miembro dentro de él. Suspiré roncamente y di una estocada más profunda que hizo a mi dragón correrse en mi mano. 

Si creía que su interior estaba suficientemente estrecho como para casi hacerme eyacular, estaba equivocado, cuando él se corrió me apretó aún más, deje de besarle en los labios y me apodere de su cuello mordiéndole al tiempo que me corría en su interior, el soltó un grito desgarrador y nuevamente se corrió.

Salí de su interior y me recosté aun lado de él, le mire mientras ambos tratábamos difícilmente de regular nuestra respiración, mi mano inconscientemente se dirigió a su mejilla y le acaricie para luego besarle en los labios con gentileza, creí que me rechazaría pero el solo cerro los ojos y poso su mano sobre la mía. 

Al separar nuestros labios le mire sin apartar mi mano de su rostro, el tampoco aparto su mano de la mía y me miro a los ojos.

- ¿Cuánto vale recibir tu amor?

- Por una noche, un millón de wons. 

- Hecho.

Sonreí y le abrace, él también me abrazo y se resguardo en mi pecho plasmando pequeños besos. Mis manos en su espalda le acariciaban tratando de memorizar cada línea, cada poro, cada fibra de su piel. Nos quedamos recostados por un rato haciéndonos mimos y caricias, luego me levante y puse mis pantalones y la camisa sin cerrar, fui por una botella de vino y dos copas, las deje en la mesa y luego saque una cajetilla de cigarrillos, le ofrecí uno y él lo acepto gustoso. 

El seguía semi desnudo solo usando sus boxers y la camisa de algodón que le compre, me senté junto a él y encendí mi cigarrillo, lo coloque entre mis labios e inhale, él se acercó a mí y encendió su cigarrillo con el mío mientras se restregaba en mi costado. Si esto sigue así me volveré loco. 

Exhale dejando salir aquella nube de tabaco, él lo hizo segundos después, algo estaba mal conmigo, necesito que alguien me detenga o arruinare todo.

- Dime Ji Yong… -inhala de nuevo el cigarrillo- ¿Cuánto vale tú corazón?

Exhale de nuevo y luego voltee a mirarle, al ver mi rostro serio y verificar que no estaba bromeando, exhalo de igual forma y apago el cigarrillo en el cenicero de cristal que estaba junto a las copas.

- Un rembolso a tu dinero y una despedida de tu vida....

Se puso de pie y tomo los pantalones para vestirse, se colocó los zapatos y estaba a punto de marcharse, me apresure y le tome de la muñeca haciéndole mirarme a los ojos.

- ¿Realmente es tan fácil rembolsar el dinero que no eh pagado?

- Entonces págame para poder devolvértelo en este instante.

- No entiendes, entre nosotros hay una conexión, lo sabes ¿Cierto?

- Creo que estas malentendiendo el asunto. ¿Es porque te bese primero? ¿Es porque fui amable? Oh ya se ¿Fue porque te dije que eras el primero en follarme? Deja de jugar, esto solo es un “Ne-go-cio”.

- Creo que el que está malentendiendo aquí eres tú ¿Realmente crees que si no hubiera sentido algo me hubiera acercado a ti? Y encima ¿Aceptar pagar un millón de wons solo por cenar contigo? ¿O comprarte ropa? Pagarte comida italiana en un restaurante costoso, aceptar pagar otro millón por acostarme contigo. acostarme con un hombre, ¡Jamás en mi vida se me ocurrió siquiera el follarme a un hombre! Incluso estaba dispuesto a pagar otro millón por hablar contigo, y uno más por tener tu “amor” por una noche. ¿Estás tratando de agotar mi paciencia? Si te sigo pagando por cada pequeña cosa de ti, estaré en las ruinas y aun así ¿me dices que deje de jugar?

- Oye chico hijo de papi, en primera aun si perdieras todo tu dinero no lo sentirías porque realmente nunca has hecho algo para ganarlo apropiadamente, en segunda hago lo que yo quiero, y en tercera esa es la razón por la cual no puedo aceptar que haya “algo” más entre nosotros. Lo admito me atraes, pero ¿Te has puesto a pensar un poco?

- ¿A qué te refieres? 

- Es verdad que te pedí dinero para cenar contigo, es verdad que me insinué a ti, eso fue en parte por el dinero y en parte por mi capricho, pero te la has pasado preguntándome “¿Cuánto cuesta robarte el sueño? ¿Cuánto cuesta tu amor? ¿Cuánto cuesta tú corazón?” Mi cuerpo es una cosa, mi corazón es otra. No puedes comprar amor, no puedes comprar el corazón de una persona. ¿Satisfecho? Odio ese tipo de personas, y al parecer eres una de ellas.

- Lo siento. Por eso, pero ¿Qué más podía decir? 

- Bastardo…

- Bien soy un bastardo, y ¿Qué hay de ti? ¿Eres un interesado?

- No sabes para que necesito el dinero.

- Te eh preguntado, si necesitas donde vivir quédate aquí, yo te cuidare.

- ¿Crees que un simple techo es suficiente razón para que yo rente mi cuerpo?

- ¿Hay otra razón?

- La hay…

- Entonces dímela y te ayudare.

- ¿Quieres intentar comprarme?

- Tú no te vendes, te “rentas”. Pero quiero que eso acabe y dejes de malgastarte.

- Me repugnan esas palabras viniendo de un niño de papi.

Estaba enojado, estaba consciente de que ese chiquillo tenía parte de la razón, sin embargo no quería que ese cuerpo volviera a estar en manos de otra persona, aun si pierdo toda la fortuna de mi familia, no podre evitar pagar un millón de wons por cada uno de sus caprichos….

Después de aquel día ese pequeño zorro y yo llegamos a un acuerdo, el viviría en mi suite, yo pagaría todo lo que él quisiera, sin embargo yo trabajaría para conseguir ese dinero, a cambio él debe satisfacerme siempre que quiera… 


Siempre que le hablo de nuestra relación, intenta escapar, aun no entiendo que hace con todo ese dinero, pero algún día lo descubriré, tal vez si lo descubro pueda llegar a su corazón y hacer valer “un millón de wons… “

Notas finales:

y cha chan! les gustó?? -se escuchan grillitos- :'c

 

ñaa solo espero que los que hayan leido lo hayan disfrutado n.n hasta luego, bye bye


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