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Tu sirviente del Mal. por Babi Neko-chan

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Notas del fanfic:

Resubiendo el fanfic e.e por cosas de la vida me mande una embarrada xD y elimine el fanfic pero aqui se los traigo de vuelta TwT lo lamento soy muy idiota!

*Disclaimer: Free! no me pertenece!!!!!!

 

Notas del capitulo:

Hola! les traigo otra vez cada uno de los capitulos del fic que por accidente borre TwT lo lamento!

Capitulo 0.

Hace mucho, mucho tiempo, en un poderoso reino llamado Iwatobi vivía la familia real, los llamados ‘’reyes’’. La familia Nanase era aquel gobernante que mantenía el reino en la paz. La reina y el rey tuvieron un hijo, al cual llamaron Haruka, el próximo heredero al trono. Al mismo tiempo, una de las sirvientas importantes de la reina había tenido a su hijo, al cual nombro Makoto que ya estaba destinado a servir al joven heredero del trono y bridarle total protección.

Los años pasaron y los jóvenes tenían ocho años cumplidos, el joven príncipe y su mejor amigo disfrutaban de la amplitud del gran castillo cuando el heredero al trono no tenía deberes, eran pocas pero felices las veces que podían jugar juntos, ya que los egoístas reyes se negaban a esa amistad naciente.

-Makoto, ¿conoces el pueblo? –Pregunto el joven mientras jugueteaba con el agua en la pequeña fuente. –Yo nunca eh salido.

-Si lo conozco, mi madre compra las verduras de la cena allí. –Dijo Makoto con una tierna sonrisa, característica de él. –Si vas a ser rey algún día, debes conocer el pueblo, Haru-chan.

-Lo sé, se lo diré a mi madre y mi padre cuando ellos salgan. –Dijo el joven ojiazul mientras se alejaba de su amigo. –Cuando sea rey, quiero que tú siempre estés conmigo Makoto.

Makoto solo asintió y siguió al joven heredero de ojos azules, Makoto y Haruka estaban más que convencidos de que siempre estarían juntos, ellos sabían que el destino los había unido para acompañar al otro.

Pero mientras pasaba el tiempo, el joven heredero debía aprender a gobernar aquel poderoso reino. Cumplidos los once años, los padres de Haruka debieron atender un asunto de suma importancia en un reino lejano, al cual se llegaba en barco, su estadía allí duraría un mes, aquel mes Haruka debía reinar.

-Hijo, confiamos en ti. –Dijo la Reina mientras besaba la frente de su hijo.

-Debes ser un buen gobernante, tu eres el que manda aquí… -Dijo el Rey mientras abrazaba a su hijo. –Cuídate y cuida el reino…

-Si padre, nos vemos en un mes… -Dijo el joven de mirada oceánica con una sonrisa.

Los reyes de Iwatobi subieron al barco dejando a su único hijo a cargo, Haruka suspiro y volteo, cruzando la mirada con su mejor amigo y sirviente personal, Makoto.

-Makoto, ¿Qué haces aquí? –Pregunto un tanto intrigado el joven heredero.

-Hola, su majestad… -Dijo la madre de Makoto acercándose al heredero. –Yo acompañare a los reyes, por si sucede algo. –Dijo con una sonrisa idéntica a la de Makoto, llena de amor y sinceridad.

-Muchas gracias. –Dijo Haruka con una leve sonrisa.

La sirvienta abrazo a su hijo y le pidió que cuidara bien al joven príncipe, subió al barco y ambos mejores amigos se despidieron de sus respectivos padres.

-Haru, vamos a casa. –Dijo Makoto con su hermosa sonrisa, sonrojando al heredero de Iwatobi.

Tomados de las manos, ambos caminaron nuevamente al castillo dejando atrás a sus padres que se alejaban en aquel barco de madera.

Llegaron al castillo y el joven sirviente le pidió a Haruka que lo esperara en su habitación, él le llevaría algo para cenar.

Haruka solo asintió y fue a su amplia habitación, digna de un heredero como él, se lanzo a la cama y levanto su mano como si quisiera tocar el cielo.

-Me gustaría gobernar junto a Makoto, el es una persona amable, el reino necesita alguien así a su mandato… -Haru suspiro y se sonrojo. –Tal vez si me caso c-con el…

La puerta se abrió dejando ver al joven castaño con una bandeja de plata en sus manos, unos bocadillos estaban sobre esta, Haruka se levanto y quiso ayudarlo pero Makoto se negó, dejando la bella bandeja sobre la cama de Haruka.

-Mañana será un largo día, debes recibir a los aldeanos con problemas económicos o de salud, debes ser un buen príncipe. –Dijo Makoto con un tono serio, Haru solo lanzo una leve risa.

-Estaba pensando en casarme con alguien amable, alguien preocupado por los demás. –Dijo comiendo una galleta, su amigo lo miro un tanto sonrojado. - ¿Conoces a alguien así Makoto?

-¿Q-quieres comprometerte? S-si quieres yo p-puedo… -Makoto estaba nervioso, sentía que iba a llorar, no quería que su mejor amigo se casara, le provocaba un dolor extraño. –H-Haru…

-Yo quiero casarme contigo, nunca podría gobernar solo, me ayudarías con esas cosas, con los habitantes… de verdad yo… -Haruka dijo todo esto con un gran sonrojo que cautivo al ojiverde.

-Acepto… -Dijo Makoto con una sonrisa mientras besaba su mejilla. –Siempre voy a estar para ti Haru… siempre te cuidare, lo prometo. –Ambos se abrazaron, comenzando a sentir esa calidez emanar del cuerpo del otro…

Pasaron dos semanas, Haru cumplía bien su trabajo como futuro rey junto a su sirviente y futuro esposo Makoto, aquel día Haruka y Makoto estaba en el salón de música tocando una melodía en el piano cuando uno de los guardias entro junto a un par de sirvientes, parecían preocupados. Haruka con inquietud se acerco a esas personas, uno de ellos dio un paso adelante, firme y con sus manos de tras de su espalda dijo:

-La embarcación en la que viajaban el Rey y la Reina se hundió en el océano, no hay sobrevivientes. –Dijo el guardia que se digno a hablar. –Lo lamento, su majestad.

Haruka quedo en shock, su corazón no podía creerlo, sus padres estaban muertos… De rodillas cayó al suelo mientras cubría su rostro con las manos, leves lágrimas comenzaron a caer. De tras de él estaba Makoto, dejando caer lagrimas más notorias, un sollozo se escapo de sus labios y comenzó a llorar más fuerte, Haruka se levanto y abrazo a su mejor amigo para llorar junto a él la muerte de sus padres mientras la servidumbre dejaba caer lagrimas silenciosas ante tal escena…

El funeral se llevo a cabo dos días después, Haruka mantenía una expresión seria que ocultaba un gran dolor, a su lado estaba su amigo para apoyarlo. Makoto tomo la mano de Haruka con cierto cuidado pero minutos después el futuro Rey se soltó y miro a su amigo.

-Seré el Rey, yo seré quien mande aquí… -Dijo serio pero decidido. –Mi padre deberá sentirse orgulloso de mí…

-Haru… -Makoto susurro, Haruka se dio media vuelta y comenzó a caminar para alejarse del joven de ojos verdes.

-Yo me hare cargo de Iwatobi…

Makoto lo miro preocupado, Haruka tenía una mirada llena de furia, de dolor y tristeza. Ese definitivamente no podía ser su Haru pero lo entendía, el también había perdido a su madre, la única familia que tenia y a pesar de que había llorado toda la noche anterior, aun quedaban lagrimas que comenzaban a asomarse en sus ojos verdes, el dolor seguiría presente por mucho tiempo más…

Y el tiempo paso, Haruka Nanase, el único heredero al trono paso a ser el rey de Iwatobi pero algo cambio, el joven de ojos azules era frio, era egoísta y lo único que le interesaba era mantener el orden en el reino que antes era prospero. Makoto seguía a su lado como el fiel sirviente que era. Pronto los habitantes comenzaron a temerle al Rey de aquel reino, al cual llamaron ‘’hijo del mal’’.

-Makoto, tengo hambre. –Dijo el joven mientras miraba por el balcón hacia el reino.

-En seguida te traeré algo Haru. –Dijo Makoto con su tierna sonrisa, la única que podía derretir el helado corazón de hielo del Rey.

Makoto pensaba que si Haruka era llamado ‘’hijo del mal’’ por ser un Rey autoritario, egoísta y frio, el debía ser llamado ‘’sirviente del mal’’ por cumplir cada capricho que su mejor amigo pedía además de no regañarlo cuando debía, solo por ser a quien más amaba…

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