I Always Be With You.
Oh Sehun. Un chico guapo, hermosos ojos y sonrisa, un chico alto de cabello castaño, 18 años de edad con un hermoso rostro que representa un tanto más cuando está serio, ósea, siempre.
Oh Sehun es un chico tímido, distraído y vergonzoso —a primera vista—, pero cuando lo llegas a conocer —realmente bien— Él, se convertía en un chico bromista, directo y con mucha iniciativa. Pero al parecer nadie quería dedicar su “preciado” tiempo para descubrir aquella personalidad oculta.
Sehun, siempre había estado buscando alguien que al menos se diera el tiempo de intentar conocerlo, un amigo de verdad. Sehun, hace poco había terminado el instituto y había cumplido la mayoría de edad, junto con cumplir los 18 años, Sehun se había independizado y se fue a vivir solo a un cómodo departamento que él mismo y sin tanto esfuerzo pagaba. Había entrado a una prestigiosa universidad gracias a sus buenas calificaciones. Él pensó que en aquella universidad podría encontrar al menos una persona que quisiera compartir con él, de cualquier forma, a esas alturas ya nada importaba. Pero al igual que en el instituto, nadie quería acercarse a él…
Sehun, ya estaba empezando a hacerse a la idea de que nunca conseguiría un amigo y comenzó a centrarse en los estudios y en el baile, su gran pasión. Sehun dedicaba los recesos que les daban en la universidad para ensayar un par de coreografías de grupos que a él le gustaban, también para repasar materias. El tiempo a él le sobraba.
— P-perdón —se disculpaba un chico medio rubio, un poco más bajo que Sehun y muy guapo, ya que había empujado sin querer a Sehun y con eso había tirado todos sus libros y también los propios.
— Descuida, fue culpa mía —respondió Sehun levantando sus libros y los del chico.
— Gracias —aquel chico, se inclinó más o menos unos 90º agradeciéndole a Sehun por levantar sus libros, Sehun sonrió. Quizás esta era su oportunidad para conocer a alguien.
— Me llamo Sehun ¿Y tú? —le preguntó Sehun mientras le entregaba sus libros y se fijaba que en algunos papeles habían notas y algunas canciones.
— L-Luhan… —respondió el chico vergonzosamente.
— ¿Cantas? o ¿tocas algún instrumento? —preguntó nuevamente Sehun.
— Y-yo… sólo es un pasatiempo…
— ¿Eres extranjero? —dijo Sehun, notando el extraño acento de Luhan.
— Vengo de China… gané una beca en canto…
— ¿Así que un pasatiempo? —ambos rieron.
Sehun y Luhan estuvieron hablando un buen rato, y al día siguiente y al siguiente. Ambos se hicieron muy amigos, Luhan era la primera persona que realmente valoraba a Sehun. Tenían muchas cosas en común, por ejemplo la música y el baile.
Luhan era un chico guapo, amable y gentil. Él era unos cuantos centímetros más bajo que Sehun, pero era mayor que él por un poco más de cuatro años. Sehun se sorprendió mucho cuando se enteró de la edad de Luhan, ya que Sehun desde que lo vio por primera vez pensó que él era mayor, ya que Luhan tenía una tierna y hermosa carita de bebé.
A pesar de que no tenían ni una sola clase en común en la universidad, se juntaban todos los recesos a conversar, estudiar, bailar o a cantar. Ambos disfrutaban mucho la compañía del otro, en especial Luhan, ya que desde que había llegado de China nadie se le había acercado.
Luhan en corea se quedaba en un pequeño departamento que la universidad le había arreglado por un mes, mientras conseguía donde arrendar y un empleo de medio tiempo, pero Luhan estaba muy ocupado con la universidad y algunos papeles que tenía que tener en orden como para buscar donde vivir o un empleo, y cuando Sehun se enteró de aquello le ofreció vivir con él ya que un poco de compañía no le haría nada de mal y mucho menos si esa compañía era Luhan.
Sehun pasó al menos tres días convenciendo a Luhan de irse con él, ya que el mayor decía que era un aprovechamiento de su parte irse a vivir con él. Al final terminó accediendo, mientras que Sehun le dejara pagar la mitad del alquiler.
Ambos chicos se encontraban sentados en el sofá de la sala del departamento de Sehun, mientras veían la tele. Luhan estaba poniéndole atención a la tevé mientras que Sehun solo pensaba.
— Hyung… —decía Sehun, quien ya se había acostumbrado a llamarle así a Luhan.
— ¿Hmm?
— Tú en China o aquí en corea… ¿Tuviste alguna novia? —preguntó Sehun mirando fijamente a Luhan, aquella pregunta la venía pensando hace días.
— No. —respondió inmediatamente Luhan. — ¿Te puedo decir un secreto? —dijo Luhan arrodillándose en el sofá, mirando directamente a Sehun quien simplemente asintió con la cabeza, mientras que sonreía. — Mmm… no sé si deba… —Luhan apoyó su cabeza en el hombro de Sehun, ambos se habían vuelto muy cercanos, incluso, dormían juntos.
— ¡No me dejes con la duda hyung! —reclamó Sehun, levantando la cabeza de Luhan, quien lo miraba con un puchero.
— ¿Y si después ya no me quieres hablar? —decía Luhan con un tono de tristeza, mientras que Sehun solamente sonrió.
— Como voy a dejar de hablarte hyung —Sehun abrazó a Luhan, quien quedó acostado sobre el cuerpo de Sehun. — Prometo no hacerlo…
— Es que… —Luhan se dio vuelta, abrazando también a Sehun, escondiendo su cara en el estómago del menor. — A mí no me gustan… las mujeres…
Desde aquel día la relación entre los chicos cambió mucho, Sehun había prometido no dejar de hablarle a Luhan y cumplió su promesa, ya que ni él mismo tenía sus gustos bien definidos, pero él no podía negar que cuando Luhan le confesó sus gustos, él se sorprendió, pero aquella noticia no le importó mucho… solamente lo hiso confundirse… ahora ni Luhan ni Sehun sabían que era lo que sentían el uno por el otro…
Sehun y Luhan se comenzaron a distanciar cada vez más, utilizando como escusas los trabajos que tenían que hacer en la universidad. Y Sehun dejó de cumplir aquella promesa que le hizo a Luhan. Ambos ahora tenían más amigos, más chicos con los que hablar y juntarse en los recesos. Sehun no podía negar que cada vez que veía a Luhan hablando con otro chico que no fuera él se ponía celoso. Y Luhan tampoco podía negar que odiaba a uno de los amigos de Sehun, que se la pasaba el día entero toqueteando y abrazando a Sehun.
Ambos ardían de celos, pero ninguno hacía nada para cambiar aquel hecho. Sehun, fue el primero en aceptar que se había enamorado de Luhan, y lo supo cuando por primera vez escuchó a Luhan cantar, en esos momentos su hyung era el ser más hermoso pisando la tierra, y se odió por no darse cuenta antes.
Luhan siempre supo que sentía algo más que amistad por Sehun, pero nunca aceptó completamente el hecho de que se había enamorado, pero cada día que veía a Sehun en la universidad, o en casa ese sentimiento crecía, cada vez más y más, al final Luhan lo supo. Él se había enamorado de Sehun.
— Hyung… tengo algo que decirte… —decía Sehun mientras se paraba atrás de Luhan, quien se secaba las manos luego de lavar la loza, pero al sentir la voz y la respiración de Sehun en su cuello se giró rápidamente, encontrándose con Sehun, quedando ambos muy cerca el uno del otro.
— ¿Q-qué c-cosa…? —preguntó Luhan sonrojado, mientras que Sehun tomaba delicadamente la cara de Luhan en sus manos.
— Luhan… tú me gustas… —dijo Sehun y enseguida besó a Luhan, quien se sorprendió por la repentina confesión del menor y no alcanzó a corresponder el beso, ya que Sehun se separó de él, mirándolo a los ojos. — Perdóname por no habértelo dicho antes hyung… perdóname por no cumplir mi promesa… perdóname por ser un idiota —decía Sehun mientras abrazaba a Luhan por la cintura, quien enseguida rodeó con sus brazos el cuello de Sehun.
— Sehun… —dijo Luhan y enseguida Sehun levantó su mirada, apoyando su frente con la de Luhan. — Tú también me gustas… —Sehun sonrió y nuevamente se besaron, esta vez ambos se correspondieron…
Sehun y Luhan habían comenzado una relación ese mismo día, y ya nadie los podría separar, ellos se amaban y de eso no cabía duda alguna. Al pasar unos días se presentaron a sus amigos y recién ahí Luhan se enteró que al amigo de Sehun que él tanto odiaba, Baekhyun, tenía novio y se llamaba Chanyeol el cual también iba en la universidad y era uno de los amigos de Sehun. Todos se hicieron muy amigos ya que todos tenían una cosa en común, la música.
Sehun y Luhan hicieron su relación oficial frente a sus amigos y se presentaron a sus padres, los cuales estaban felices con las decisiones de sus hijos. Después de todo, si ellos se amaban, sus padres no tenían por qué oponerse a la felicidad de sus hijos.
— Sehun… —hablaba Luhan, apoyado en el pecho del menor.
— ¿Hmm? —respondió Sehun acariciándole el cabello a su hyung.
— Te amo… —dijo Luhan, mientras depositaba un beso en el cuello de Sehun, quien enseguida lo abrazó aún más a su cuerpo.
— Yo también te amo Luhan. —Sehun besó la frente de Luhan y ambos se quedaron dormidos…