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PIEL DE ÁNGEL. por Sangre Samurai

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Notas del fanfic:

Les presento a mi nueva criatura, como ya saben, escribo Thorki y esta vez, compartiré el fic en varias páginas al mismo tiempo.

 

Este AU es totalmente de mi imaginación y siempre en homenaje a los personajes de marvel y de la mitología Nórdica que tanto amo.

 

Los derechos a quien corresponda, solo es publicado con fines recreativos.

 

Espero les guste.

Notas del capitulo:

Thor ha rescatado a Loki de la oscuridad y perdición en las que se hundió tras conocer su origen verdadero y aliarse con enemigos de Asgard, en su rencor y ambición.


Por tres años ha vivido una discreta relación con el rubio, sin escándalos, sin ostentación, aceptando que su magia estuviese restringida por orden expresa de Padre de Todo... pero en una sola noche, todo cambió...

1.- FELICES.

 Ruidos de pasos, marciales botas militares, lanzas y espadas desenvainándose... ese era el sonido habitual que despertaba al heredero de Asgard, los rayos solares apenas rompían el horizonte con un cálido tono amarillo, casi del mismo color del cabello de Thor, que caía descuidado sobre su rostro y sobre la blanca almohada. Gruñó con disgusto, el comienzo del día significaba solo una cosa: Su amado compañero se deslizaría fuera de la cama, le daría un beso mientras sonreía y acariciaba su rostro y saldría de la alcoba por el pasadizo secreto que unía con la alcoba de él...


-Oh, por favor. Mi amor... no te vayas...- solicitó mientras intentaba retener al esbelto pelinegro que apresuradamente se colocaba la bata de seda verde y las zapatillas del mismo color- ¿Qué importa que te vean despertar a mi lado?


Todas las mañanas Thor suplicaba lo mismo y la respuesta siempre era igual, Loki no cambiaba de opinión. Prefería mantener su relación en un perfil bajo y discreto, no era relevante que todos lo supieran, que incluso Odín conociera que desde tres años atrás, su hijo primogénito y su hijo adoptado, habían dejado de considerarse hermanos para convertirse en amantes. El obstinado ojiverde prefería ausentarse del momento en que, como cada mañana, la guardia de Einherjar acudía hasta la alcoba del Príncipe para saludar su despertar, reportar la guardia y recibir las primeras órdenes del día.


-Te veo en la terraza para desayunar- dijo Loki, mientras empujaba un enorme mueble de madera labrada para dejar a la vista el pasadizo y adentrarse en él... justo a tiempo, pues una voz se dejó escucha solicitando permiso para entrar.


Aún dentro del túnel, Loki escuchó la voz refunfuñona del rubio autorizando la entrada de sus guardias. Tenía al menos una hora antes que reclamara su presencia en la terraza, así que se metió directo a la ducha... Un largo baño caliente le caería muy bien, aunque borraría de su piel el aroma de Thor... sus besos, sus caricias... arrugó el ceño al notar, frente al espejo, que lo que no se borraría fácilmente serían esas huellas de mordidas en la blanca piel de su cuello... era una costumbre que en tres años no había podido (ni querido) erradicar... Thor le marcaba cuando menos lo esperaba, en medio de las noches de amor, cuando lo sentía más vulnerable... era su forma de macho de decirle al mundo a quien pertenecía en cuerpo y alma.


Loki sabía que podía disimular las huellas con magia... si acaso tuviera un átomo de magia para ejercer, miró con molestia el brazalete de su muñeca izquierda... el maldito brazalete impuesto por Padre de Todo como condición irrevocable para permitir su definitiva salida del cautiverio.


-Debo amarte demasiado, Thor Odinson- murmuró mientras terminaba de vestirse- Para aceptar esta restricción de mis poderes...


Casi de inmediato olvidó la molestia. Después de todo, al rubio le había costado mucho tiempo, perseverancia y amor, conquistarlo y convencerlo de regresar a Valhalla para vivir con él. Sonrió al recordar el mal rato que pasó el Rey cuando se enteró y el valor de su hijo al desafiarlo e imponer su amor por encima de cualquier protocolo, conveniencia o disposición del Soberano de Asgard.


Por eso y por muchas cosas más, Loki de Jotunheim era feliz. No se cuestionaba si merecía o no tanto amor, prefería no recordar sus ambiciones y sus empresas fallidas, que tan altos costos habían tenido en su momento… en vidas y en bienes. Lo único importante para él era la paz y la protección que sentía al lado de Thor.


2.- ESCUCHANDO A ODIN.


Aún no pasaba una hora, de manera que si Thor no estaba en la terraza, no se enfadaría ni le reclamaría su impuntualidad. Además ¿Quién tenía ganas de pelear, cuando pasar el tiempo a su lado era la mejor parte del día? Loki caminó a buen paso para llegar a su cita, aprovecharía para que las servidoras le llevaran té caliente y eligiera él mismo la fruta que adornaría el centro de su mesa.


-Es ocioso seguir discutiendo, Thor- exclamó la voz dominante de Padre de Todo, haciendo que Loki se frenara en seco y se resguardara tras una gruesa columna, donde podía seguir escuchando sin ser visto- Te he pedido que cumplas con las costumbres de buen modo, te has negado una y otra vez, pero si lo deseo será una orden y entonces no te atreverás a desobedecerme... Entonces, te doy tres días de plazo para recibir tu respuesta, la cual, por tu bien y el de Asgard, espero sea positiva.


-Puedo responderle ya, Padre... No tengo ningún interés en sus propuestas... y a decir verdad... las costumbres se pueden ir un poco a Hel.


-Si puedo tener un poco más de tolerancia contigo, hijo mío, diré que no escuché tus palabras... Te debes a Asgard, te debes a tu pueblo que te venera y espera que seas un buen Rey en el futuro... Y por supuesto, esperamos que tu sangre continúe en el trono.


Loki se incomodó ante las últimas palabras escuchadas, ahora sabía por donde iba la discusión entre padre e hijo: La costumbre decía que una vez emparejado el heredero, debía dar descendencia antes de tres años o por Ley era obligado a tomar una concubina que diese el hijo que la esposa legítima no había podido dar.


-Como usted guste, Padre- dijo Thor, haciendo una inclinación respetuosa antes de alejarse de su progenitor- Dentro de tres días volverá usted a escuchar mi respuesta. Lamento de antemano que no sea de su agrado.


Frigga se acercó a su esposo una vez que el mayor de sus hijos se alejó lo suficiente, y con dulzura, estrechó la poderosa mano que sostenía la lanza Gungnir y que temblaba de rabia contenida. La hermosa dama, sonrió y se acercó hasta besar la mejilla del Rey, murmurando con su voz suave y modulada las palabras exactas que requería el atribulado padre.


-Dale tiempo a Thor, querido mío... Tu hijo es prudente y sabe cual es su responsabilidad... Solo dale tiempo para que pueda acomodarse a la idea de tener un heredero propio. Thor no desea contrariarte, pero tampoco desea tener problemas en su relación...


-¡Pareciera que solo se une a parejas problemáticas! ¡Amora, esa bruja sin principios! ¡Sif, guerrera dominante y celosa! ¡Esa mortal sin clase, Jane Foster! ¡Jostenson, ese pretencioso guerrero! Y ahora Loki... Aunque de toda esa legión de amantes que Thor ha paseado por su cama, solo Sif es digna de dar un heredero...


-No lo obligues, querido o terminará odiando a quien aún considera una buena amiga y leal guerrera. Sif y Thor tuvieron su tiempo y si ya terminó, no lo obligues a volver a un pasado que no lo hace feliz. Loki es su felicidad en el presente y si ha pasado mas de tres años a su lado, considero innecesario que lo acoses constantemente con su obligación de dar hijos...


Loki asintió, por eso amaba a la reina como a una madre... Frigga era sabia y conocía la forma de atemperar el carácter de su esposo y Rey.


3.- NO QUIERO TRISTEZA EN TUS OJOS DE ZAFIRO.


Ni Loki ni Thor dejaron ver esa mañana los pensamientos que llenaban sus cabezas, el rubio se puso de pié para recibir a su compañero, lo enlazó por la cintura y le dio un largo y tierno beso en los labios. Si, la noche anterior estuvieron juntos  y la otra y la otra, y no se cansaban de demostrarse amor. Thor sostuvo el rostro del pelinegro entre sus grandes manos, agradeciendo a todo lo sagrado la oportunidad de sentirlo una vez más, muy cerca y muy suyo. Loki suspiró enamorado, sabía que aquella mirada estaba llena de tristeza, y que las palabras de Thor encerraban sus miedos y dudas, así como la insoportable certeza de que tenía que obedecer las costumbres... tarde o temprano.


-¿Tardé mucho en llegar? Perdí tiempo buscando mi antigua armadura.


-¿Y por qué razón quieres tu armadura, Loki?


-Hoy sale la caravana del Rey rumbo a Vanaheim... ¿No es así? Es un viaje que se ha planeado desde hace meses... y yo...


-Loki...- interrumpió Thor, tajantemente- De ninguna manera deseo contrariarte, pero sabes que Padre no aceptará que nos acompañes... he tenido un enorme disgusto con él por la misma causa hace apenas unos minutos...


Loki sonrió, evidentemente Thor estaba entre dos aguas cuando los intereses de su Padre y los de él no congeniaban, pero gracias a todo lo eterno, en esa ocasión no se trataba de quedar mal con ninguno.


-Yo no deseo ir con ustedes, cariño- susurró el de ojos esmeraldas, acercándose hasta juntar su frente con la atribulada frente del rubio- Ya que te ausentarás por una semana, quiero obtener tu permiso para viajar a Nornheim.


-¿A Nornheim?- preguntó entonces el otro, abriendo los ojos con sorpresa- Padre prohibió que viajes con las Nornas, ¡Oh, Loki, Loki!


-Te doy mi palabra, si la palabra del Dios de las mentiras vale algo para ti, que no viajo con la intención de que mi brazalete sea retirado... pero si, deseo ir con Karnilla y hablar con ella... ¿Tengo tu permiso?


-No... no tienes mi permiso, no puedo darte mi permiso… pero sé que harás lo que consideres correcto y confío plenamente en ti.


-Gracias...- respondió Loki, olvidando el desayuno para sentarse en las piernas de Thor y volver a besarlo... largamente... lentamente... al tiempo que con sus manos largas y finas acariciaba el poderoso pecho cuya respiración comenzó a hacerse más profunda y su beso, más demandante...


Un ademán del príncipe a espaldas del menor y todos los guardias, servidoras y mayordomos que los asistían se evaporaron de la soleada terraza, en pocos segundos ambos amantes quedaron a solas y entonces Thor abandonó los labios frescos de Loki para devorar su blanco cuello y sus manos se afirmaron sobre las caderas, acariciándolo y colando casi de inmediato su diestra a la entrepierna del pelinegro, eso bastó para que ambos soltaran un gemidito de complicidad y de placer.


Thor continuó besando la piel del cuello, de la marcada línea del mentón, subiendo a las sonrosadas orejas para atrapar el lóbulo tierno y succionarlo con fuerza, hasta dejarlo de un rojo casi sangrante... Loki cerraba los ojos para disfrutar más del amor de su compañero, rodeando el fuerte cuello con sus brazos y acomodándose para que el rubio continuara trabajando en su entrepierna, frotando y apretando deliciosamente el miembro que ya estaba mucho más que endurecido.


-Levántate un poco...- gruñó Thor, liberando su propio y monumental instrumento para que Loki se sentara sobre él. Bajó el pantalón del menor hasta la mitad de los blancos muslos, los que acarició suavemente y metió su mano para ir directo al orificio que deseaba ya penetrar, Loki se dobló de placer al sentir un par de dedos masajeando, entrando y saliendo con premura... también él deseaba sentir ya a Thor dentro... muy dentro...


Por varios deliciosos minutos continuaron así, Thor con la mano derecha dilatando y preparando su entrada, mientras con la mano izquierda masturbaba con fuerza el miembro de su amante... Loki aferrado al cuello del mayor, jadeando y pidiéndole que ya le permitiera acomodarse y encajarse sobre su pene. Entró hasta el fondo de un solo empuje, y comenzaron ambos un vaivén que los elevó al cielo. Thor le permitió moverse en círculos pequeños, subirse y bajarse a su antojo, frotar su miembro contra el abdomen marcado y firme, hasta que creyó que no soportaría más. Entonces se puso en pié, levantando a Loki por las nalgas y sin permitirle que se saliera de su estocada, lo colocó con ligereza sobre la mesa, la cual despejó con un movimiento de su brazo, arrojando al suelo la fina vajilla de cristal y los alimentos, provocando tal estruendo que creyó por un segundo que alguien podía entrar e importunarlos.


Pero los asistentes cercanos a la pareja ya conocían sus arranques pasionales a cualquier hora y en cualquier lugar que el amor los encendiese.


Con la espalda de Loki bien apoyada sobre la mesa, con su cuerpo bien sujeto por su abrazo y sus labios prendidos de los propios, el rubio entró hasta casi partirlo en dos, haciendo tal esfuerzo que comenzó a sudar copiosamente, dejando caer gruesas gotas sobre el rostro de Loki y subiendo la temperatura hasta colapsar en un orgasmo doble que los hizo gritar de placer.


-Te amo, Loki...


-Y yo te amo tanto, Thor... Juro que haré siempre lo posible por verte feliz...


4.- LA ADVERTENCIA DE KARNILLA.


Loki rió de buena gana cuando la Reina Norn le propuso retirar el brazalete que restringía el uso de su magia. Luego negó con un movimiento de cabeza y apuró el vaso de vino que ambos bebían mientras conferenciaban.


-¿Será cierto acaso que el gran Dios Embaucador es ahora el tierno corderillo que Thor devora noche tras noche, hasta dejar sus huesos y que revive cada amanecer para volver a devorarlo cuando el sol se oculte?


-Karnilla, no me compares con Tanngrisnir y Tanngnjóstr, solamente es que no deseo retirarme el brazalete... Lo he prometido.


-¿Y desde cuando cumples una promesa?


-¿Estás decidida a tentarme? Puedo advertirte que no lo lograrás...  amo demasiado mi libertad y mi relación con Thor para arriesgarla por obtener mi magia. Es el precio que he pagado y asumo sus consecuencias...


-Bien...- sonrió Karnilla, con algo de ironía que no pudo evitar- Veamos entonces los resultados de tus preguntas, Loki. Sin duda los oráculos estarán dispuestos a responderte.


La reina Norn realizó algunos pases mágicos, recitó un par de conjuros y el oráculo mostró algunas imágenes algo confusas que Loki no pudo interpretar del todo, pero la hechicera sí lo hizo... y tras mirar atentamente, levantó su mirada de ojos negros como carbones para hacer un gesto de pícara complicidad con el ex Dios del caos.


-¿Es cierto lo que veo, Loki? ¿Estás arriesgándote a tal grado para tener al hijo de Thor?


-¿Lo he logrado?- preguntó el otro, haciendo brillar sus ojos verdes con ilusión.


-Ciertamente... ¡Es una locura! Deliberadamente has buscado engendrar un hijo... Loki... ¿Un hijo del Dios del Rayo? ¡Por todo el fuego de Hel! No eres por mucho el favorito de Odín, ni de los Ministros de Asgard... ¿Por qué?


-No importa, Karnilla... tan solo dime si he logrado concretar el embarazo.


-Al parecer... Lo has logrado.- Loki sonrió, ahora, podía dar a su compañero el heredero que tanto necesitaba y de esa forma, estaba seguro, dejarían de presionarlo con el tema de tomar una concubina.- Thor no lo sabe... ¿Verdad?


-Será una sorpresa...


-Lo será, puedes jurarlo... El oráculo te advierte algo, sin embargo y es mi debes decírtelo: No informes a nadie tu estado de gestación hasta que cumplas tres lunas llenas, sobre todo... no informes a Thor... Por ningún motivo...


-¿Por qué? ¿Qué advierte el oráculo? ¿Existe acaso una amenaza sobre la vida de Thor o del hijo que espero?


-Loki Laufeyson... recuerda que no tienes enemigos pequeños... y que muchos aún buscan ajustar cuentas contigo... La vida de Thor no corre riesgo, si eso te preocupa... pero sobre el futuro del hijo que llevas ahora contigo... la visión no me muestra nada… no todavía... no antes de tres lunas... regresa entonces y hablaremos.


Cuando Loki abandonó el palacio de las Nornas, seguido de la guardia personal asignada por Thor para que le cuidara, su estado de ánimo era tan exultantemente feliz, que no podía visualizar nada que no fuera ventura para su futuro. Le molestaba sobremanera que las costumbres asgardianas obligaran al heredero a dar descendencia, que Thor fuese requerido una y otra vez para tener hijos y que presionaran hasta el grado de obligarlo a tomar una concubina... la sola idea de imaginarlo yaciendo en su cama, con una mujer a quien por deber estaría obligado a embarazar le molestaba terriblemente, le llenaba de celos.


Pero había pasado meses estudiando a su pueblo, a los Jötnar, los Gigantes de hielo... sus costumbres, sus ceremonias, sus leyes... Conocía que su naturaleza de cambia-formas le daba la enorme ventaja de transformar su cuerpo a su antojo... podía, si quería, convertirse en una amable y delicada doncella y dar a Odín el gusto de que Thor se casase con una dama... Pero en ninguna de sus formas podía convertirse en hembra fértil, a menos que ejerciera sobre él mismo poderosos hechizos para preparar su cuerpo y lograr que en él anidara una nueva vida.


Su tesoro restante, dos piedras norn, de gran poder, regresaron a su origen en manos de la Reina Karnilla, ese fue el pago para que Loki pudiera obtener transitoriamente, los accesos a magia y fuentes de energía capaces de obrar el cambio en su cuerpo. Se había arriesgado, ya no dominaba la magia, estaba a merced de los grandes poderes nórdicos, pero lo había logrado... ahora su vientre albergaba un hijo... el hijo engendrado como fruto del amor entre Thor y él...


Apenas regresara a Asgard el Dios del Trueno, se le daría la noticia venturosa... no se creía capaz de esperar las tres lunes llenas requeridas, ya había pasado una, pero dos meses más eran eternos para ocultar su felicidad... seguro se le notaría antes, sobre todo si su vientre comenzaba a crecer... pero Loki era feliz.


La comitiva se detuvo casi en las fronteras, la noche había caído y todos tenían hambre y cansancio. Buscaron un lugar apacible para montar un campamento y descansar... las orillas de un lago que parecía un espejo de plata, reflejando la luz de las estrellas nocturnas, fue elegido. Las tiendas se levantaron en pocos minutos, lo mismo que el fuego y los aromas de la carne sobre las brasas llenaron el ambiente... Loki y sus guardias cenaron con excelente apetito, bebieron mesuradamente y se dispusieron a dormir.


-Hasta mañana, amor mío...- murmuró el pelinegro antes de entrar a su tienda, suspirando y mirando hacia el cielo nocturno, con la esperanza de que quizá, Thor se encontrase mirando también en ese momento y ambos encontraran la misma estrella parpadeante, y en ella viajara su corazón llevando el amor que sentía para depositarlo, como un tierno beso, en sus labios- Tendremos un hijo... Thor... ¡Tendremos un hijo! Será fuerte y rubio como tú... quizá tenga el alma un poco poeta como yo... pero te lo juro... moldearé su corazón justo igual al tuyo... Valiente y honesto, como correspondería a un futuro Príncipe heredero...


5.- EL ATAQUE.


La orden era tajante: El prisionero no recibía visitas de ningún tipo, bajo ninguna circunstancia. Pero ninguno de los guardias, ninguno de los oficiales Einherjar, nadie, ni siquiera el propio Balder fue capaz de detener al rubio enorme que se abría paso hacia las mazmorras, empuñando a Mjölnir con amenazadora actitud, con el rostro transfigurado y la mirada lanzando miradas asesinas... Ni una palabra era necesaria que saliese de su boca, todos le abrían paso sin oponer la menor resistencia.


Cuando Thor estuvo frente a la iluminada celda, sintió que el corazón se le partía en dos... Loki estaba ahí, sucio, mostrando las huellas de una terrible batalla, mostraba golpes en el rostro y seguramente también los tenía por todo el cuerpo... vestía una sencilla túnica color verde, calzas negras y estaba descalzo, sin botas ni sandalias, el negro cabello revuelto y endurecido por la sangre seca... ¿Por qué, por la gloria de Asgard, le habían impedido asearse y curarse? Un tropel de emociones se agolparon en su rostro... ansiedad, dolor, ira, deseos de venganza... amor... y fue esto último finalmente lo que prevaleció, cuando los ojos esmeraldas le descubrieron y se pegaron lo más que pudieron a la barrera de energía que impedía su salida de la infame celda.


-Thor...- murmuró Loki, colocando temblorosamente su mano abierta sobre la invisible pared, de la que recibió al instante una descarga que le hizo retirar los dedos con una quemadura añadida a las heridas previas.


-No temas, amor- le dijo el rubio, observando fijamente cada gesto del menor- Yo te sacaré de aquí... te lo juro... no temas...


-Soy inocente... No sé que sucedió, en verdad... Pero yo no hice nada de lo que me acusan... te lo juro... soy inocente...


Thor apretó los puños con rabia, buscando de inmediato la forma de entrar a la celda y sacar de ahí a su amado compañero.


-No te atrevas a sacarlo de prisión- resonó a sus espaldas la voz contundente y poderosa de Padre de Todo, quien a pesar de las heridas recibidas en el ataque a su comitiva en las fronteras con Vanaheim, se había puesto en pié dispuesto a impedir que su hijo liberara al principal sospechoso y hasta el momento, único acusado.


-Loki no es culpable del ataque... Padre, no va a ser prisionero injustamente...


-Silencio, Thor... Todas las pruebas lo acusan. Esta vez, no tendré piedad con esta serpiente mentirosa, que pacientemente esperó el momento para vengarse de mí... Lo siento si te causa dolor... pero Loki recibirá el castigo que merece.


-¡No! No lo permitiré... Padre, escúcheme... Loki no tiene responsabilidad alguna en este ataque... me lo ha dicho y yo le creo...


-No habla tu razón, hijo mío... ni siquiera creo que hable tu corazón... me parece que habla tu deseo, la pasión insensata que profesas a este maestro del engaño. He dicho mi última palabra, Thor- concluyó Odín, reclinándose en el hombro de Balder, evidenciando así que sus heridas le producían dolor y que el esfuerzo de bajar hasta las mazmorras había sido muy grande- Loki recibirá su castigo y tú, cuando domines el calor de tu entrepierna, entenderás del riesgo del que te salvas y del que salvas a Asgard.


Odín regresó a descansar en el cuarto de sanación, mientras Loki palidecía dentro de la celda y Thor se mordía el labio inferior con rabia... Todos sabían que nadie se atrevería a contradecir al Rey y que las evidencias del ataque incriminaban notablemente al pelinegro...


Loki bajó el rostro con pesadumbre. Por primera vez estaba seguro de su inocencia y nadie parecía creerle... nadie, excepto Thor. El estruendo del poderoso Mjölnir golpeando la barrera de energía sorprendió a todos. Sin embargo la barrera no cedió. Un nuevo golpe, acompañado de una feroz exclamación del Dios del Trueno hizo saltar millones de partículas brillantes por todas partes... dos golpes más, la pared cedería a un tercer golpe y entonces, el hijo de Odín cometería la terrible traición de faltar a su palabra de obediencia a su Rey.


-Basta, Thor...- suplicó Loki, con terror reflejado en su gesto- ¡Basta, mi amor, te lo imploro! No causes tu desgracia intentando salvarme por la fuerza... ¡Aún en medio de todo lo que me acusa, Odín no dejará de realizarme un juicio justo! ¡Ahí demostraremos mi inocencia! Por favor...


-Loki tú no estás hecho para suplicar a nadie...- exclamó Thor, haciendo un esfuerzo por controlarse y no terminar de derribar la barrera de energía.


-Tienes razón en eso, hermano...- Agregó una voz varonil y conocida, Balder regresaba para asegurarse que su medio hermano y heredero, Thor, no cometiera la insensatez de libertar a Loki- Me insulta y me ofende ver a nuestro hermano adoptivo tras una prisión, pero también creo que nuestro Padre realizará un juicio justo si sabes pedírselo de acuerdo a las leyes…


-Loki es mucho mas que mi hermano adoptivo y lo sabes... No pretendo que todos en Valhalla sean ciegos y sordos a nuestra relación... Yo lo amo, Balder. Y mi orgullo y mi corazón no soportan verlo preso nuevamente, en estas condiciones...


-Ten paciencia... Sabes que tampoco yo soporto verlo así...- dijo Balder, insertando un dispositivo dorado que llevaba al cuello, semejante a una rosa de los vientos, en una ranura sobre la pared.- Abriré los anexos de la celda... hay un baño y un camastro dentro de un cuarto privado... Al menos nadie los molestará esta noche...


Thor agradeció a su medio hermano, hizo un saludo marcial y entró con paso firme dentro de la celda, dirigiéndose de inmediato hasta Loki, quien esperaba en silencio. Lo tomó de las manos, mirándolo a los ojos con toda la fuerza de su devoto amor. Llevó las manos heridas del menor a sus labios, besándolas tiernamente y después, ambos caminaron hacia el privado que Balder les mostrara…


El resto de la noche, Thor se dedicó con infinita paciencia, a lavar cuidadosamente cada herida en el cuerpo de Loki, así como el resto de su piel, lavó también el largo y negro cabello, liberándolo de la sangre que según los especialistas, era la propia sangre de Odín. Le mudó de ropas y preparó la minúscula cama para su descanso... Después de ser apresado y encarcelado, Loki apenas había comido o dormido, pero el rubio se encargó de que hiciera todo eso... sentado a su lado, casi como si se tratara de un niño pequeño, lo obligó a comer un poco de queso y pan, a beber agua pura y poco a poco, el cansancio fue dominando al pelinegro.


-No quiero dormir, Thor...


-¿Por qué no? Te hace falta y es casi la media noche, además, gracias a Balder, dispones de una cama y la luz permanecerá entornada para que puedas descansar.


-Si, pero... si me quedo dormido, al amanecer... tú ya no estarás a mi lado...


-Debo preparar tu defensa... Padre tiene la obligación de hacerte un juicio justo... y tengo muy poco tiempo para buscar pruebas en tu favor. Lo que sea que haya sucedido en realidad, amor... yo lo averiguaré y te sacaré de aquí con tu nombre limpio y con tu cabeza en alto...


-No será así y lo sabes...


-Tu mismo mencionaste lo del juicio...


-¡Lo hice para que no te comprometieras desobedeciendo! Pero no creo ni por un momento que seré juzgado... simplemente seré ejecutado para complacer la sed de mi muerte que muchos en Asgard tienen... es el fin, Thor... es mi fin...


-No digas eso... Padre no es un asesino, tendrás un juicio justo y si no...- Thor guardó silencio, besando los labios de su compañero con desesperación- Loki... recuerda en todo momento, pase lo que pase... que yo te amo.


Loki intentó decirle que estaba demasiado preocupado por el bebé que esperaba, que serían padres, que debía redoblar su esfuerzo por el bien de su hijo... Pero también pensó en la advertencia de la Reina Norn: Nadie conocería su estado antes de tres lunas llenas... Quizá a Thor no le sentaría nada bien enterarse ahora de la novedad, y al final, resultaría un arma secreta por si las cosas se ponían difíciles en su defensa ante Odín. Se decidió por el silencio y cediendo a los mimos del rubio... se quedó dormido.


Cuando abrió los ojos, con las voces de los guardias que solicitaban a los prisioneros ponerse visibles para la diaria toma de lista, Loki comprobó que en efecto, Thor ya se había ido, que estaba solo dentro de aquella jaula indigna, que su rubio amado no se enteró que iba a ser padre y que él no tenía idea de sus planes... esperaba dejar en claro que no confiaba en Odín... y así debía ser cuando, al ponerse en pié y colocarse las botas, el brazalete de restricción resbaló por su mano hasta caer al suelo... de alguna forma, Thor se las arregló para quitárselo.


Ahora, Loki estaba en posesión de toda su magia y su poder nuevamente.

Notas finales:

Como ven, no puedo estar lejos de mis historias... tengo varias al mismo tiempo en varias páginas, pero en esta tengo puesto mi empeño... es nueva, de mi imaginación total y pues espero que les guste...

La dejo aqui antes que en otra parte porque aqui publiqué por primera vez y espero no dejar de hacerlo.

Gracias anticipadas por leerme y sus reviews son bienvenidas!!!

 

Sangre Samurai.


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