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Espiando a mi vecino (Chunjoe). por Jacquie118

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Notas del fanfic:

Posibles apariciones de: ChungRick, C.A.P, Baekyeol, Kyumin, 2min etc.

Notas del capitulo:

¡Hola preciosuras! Como veran, soy nueva en todo esto de amor.yaoi y no se mucho, no sabía como publicar un fanfic hasta qué lei alla arriba huehuehue. Esto es facil, es un fanfic de Chunjoe.

 

A C L A R A C I Ó N: En muchos fanfics de Chunjoe, usualmente Chunji es el uke y L.joe el seme, o eso creo. El punto es, en este fanfic L.joe seraa el uke, y Chunji el seme. Ocea, Chunji el activo L.joe el pasivo. Creo qué quedo mas que claro.

 

Chunji: Lee Chan Hee.

L.joe: Lee Byung Hun.

’’Piensa bien las cosas…No quiero a un hijo gay…Si no, estas puertas están cerradas para ti’’, aquel chico de cabellos naranjas se quedo mirando a un lugar fijo, pensando en aquellas ultimas duras palabras que su padre le había dicho, sabía que lo decía porque ya no lo quería en su casa, y es qué días antes, para ser exactos 2 días, el le había confesado su atracción hacia su mismo género.

-Byung...Byung... ¿Me estas poniendo atención?... ¡Lee Byung Hun! ¡L.joe! - fue la mano de su amigo la que hizo que dejara de fantasear en su 3er mundo y volteara a verlo despistado.

-¿Q...Qu…qué pasa?- pregunto sin entender el porqué su amigo había hecho eso.

-Me preocupas Byung Hun, te quedas ido y no haces caso a lo qué estaba diciendo, pensé que era algo que te importaba- suspiro y dejo de tomar el café sabor a vainilla del Starbucks en el que estaban llevando a cabo una conversación, pero que parecía que solo uno era el que hablaba, y hablaba solo.

-Perdóname Niel, es qué la verdad..Las palabras de mi padre fueron algo duras...- se aclaro la garganta y dio un sorbo al café de su amigo, recibiendo el quejido de aquel rubio.

-L.joe, yo te voy a ayudar…Podrías vivir en mi depar…- antes de qué este pudiese terminar la oración el naranjazo  lo interrumpió, casi exaltado.

-¡NO! Niel, eres mi amigo y lo aprecio mucho, pero no voy a independizarme de nadie…- le dio pequeños golpes en la espalda entendiendo sus palabras.

-Bueno, al otro lado de la calle...Hay un edificio, puedo preguntar ahí…Preguntaría en el edificio en donde yo vivo, pero hace unas semanas anunciaron que ya no habían habitaciones disponibles- asintió rápidamente y abrazo a su amigo de labios gruesos.

-Enserio te lo agradecería mucho amigo labios de salchicha- bromeo a lo qué el de cabello dorado solo empezó a reír al unisonó de él.

 

Luego de aquella amistosa conversación Byung Hun ya se hallaba sentado en una banca del parque más cercano a la casa de su amigo Niel, marcando con un rotulador  color naranja el posible trabajo al que podría acudir. Mientras qué por otro lado su amigo de cabellos dorados buscaba informes de aquel edificio.

El celular sonó con descontrol haciendo qué Byung Hun se sobresaltara un poco, sacando su celular y viendo a quien le pertenecía aquel numero, logrando ver en letras negras y grandes el nombre de ’’Niel’’. Respondió en cuando abrió aquel viejo celular que cualquiera podría decir que lo tenía desde hace años por algunos rasguños y raspones qué sobresalían.

-¡JOE!- alejo el celular de su odio por el grito qué Niel había dado, dejándolo casi sordo de un odio, mientras que después de unos segundos cambio el celular a su otro oído –Adivina qué- Byung Hun se quedo con la palabra en la boca ya qué el chico alto de cabellos amarillentos lo había interrumpido –La señora la qué alquila la habitación es una amiga de mi madre, me conoce desde que era un bebé, así que me dice qué siendo tu mi amigo podría ayudarte con los gastos del departamento, que solo necesitas tu hacer el aseo, ¿qué te parece?- no lo veía, pero adivinaría que estaba sonriendo en ese momento.

-¡Me parece perfecto! Enserio muchas gracias Niel, eres un gran amigo ¿Estás en tu casa? Voy para allá- Byung Hun, sabía desde un principio que Niel era la persona más indicada, con la qué iba a poder confiar y el sabría cómo arreglar y ayudarlo.

-Sí, de hecho, acabo de salir del edificio estoy fuera del mío- afirmo la pregunta qué había hecho el de cabello exótico.

Antes de qué pudiese contestar colgó y se levanto de aquella banca corriendo lo más pronto posible a el edificio en donde su mejor amigo, su idea de sentarse cerca del edificio de Niel había sido acertada y no tendría que caminar tanto

En cuestión de segundos L.joe ya estaba frente a su amigo, recibiéndolo con una linda y sincera sonrisa y un abrazo de agradecimiento.

-Me dijo la linda viejita que enserio ibas a disfrutar la estancia ahí, que no perdieras tu tiempo-se despego de su amigo y lo tomo de los hombros.

 -Enserio muchas gracias Niel, no se como pagártelo- el chico mencionado sonrió, fue entonces que sus ojos tomaron un brillo especial.

-No tienes que agradecérmelo, con verte sonreír tengo suficiente- la sonrisa de Byung hun se hizo automáticamente sin que él lo notara, mientras que sus mejillas empezaban a arder y se ponían de un color rojo carmesí muy típico en el –Tienes qué ir ya, hay un límite para entrar ahí…A las 8 cierran el edificio, creo qué tengo que tenerlo en cuenta cuando te quiera ir a visitar, aunque siendo yo no creo que me digan que no…- la expresión de su rostro cambio drásticamente, esa sonrisa se fue y su rostro palideció, estaba arrepintiéndose de todo lo qué había hecho y ahora quería volver con su familia, el más alto noto esto y acaricio su mejilla ¿Por qué Byung Hun se ponía así de repente?.

-Pero… ¿Si no me aceptan?- soltó una leve carcajada abrazando otra vez a su amigo, el cual ahora estaba algo asustado y presionado, era algo qué a Niel le causaba algo de risa.

-Byung Hun...No es un casting…Solo vas, pides informes dices que es de parte mía y te dan la habitación, es todo ¿Por qué no te aceptarían?, es una conocida, ya te lo dije- acaricio el cabello de su amigo como si esto ayudase a que se calmara un poco.

-Enserio muchísimas gracias Niel- beso la mejilla de su amigo y cruzo la calle llevando un leve trote. Sintió nervios por alguna razón, pero no era nada en especial.

Al entrar se sorprendió al ver el edificio por dentro, aquel toque rustico que le daba la elegancia a ese lugar, unos aparadores color marrón que yacían frente suyo y detrás de aquel aparador estaba una señora de edad mayor, su cabello color de plata y aquella forma de vestir que la hacía ver tierna en cierta manera. Byung Hun, no se imaginaria qué por fuera un edificio tan indiferente de otros, por dentro sería una de las cosas más bellas que pudo haber visto sus ojos, no se podría decir qué era una de las 7 maravillas del mundo, pero era algo qué a él le acogía mucho, lo hacía sentir mucha confianza.

-Veo qué te gusto el lugar cariño- hablo aquella señora, podría notarse en su débil voz que estaba algo acabada.

Por otro lado Byung Hun se vio sorprendido ya qué no se había percatado de la presencia de la viejecilla.

-E…e...es un lugar muy lindo y pintoresco- sonrío, dejando ver sus lindos colmillos blanquecinos.

-¿Vienes a pedir informes?-  se levanto de la silla en donde estaba y se acerco lentamente al chico, teniendo así una mejor vista de él.

-Un amigo me dijo qué viniera aquí...-empezó a jugar con sus dedos, estaba nervioso solo por una razón. El pensar que iba a ser rechazado, pero no había razón alguna por la que seria rechazado.

-Ah ya veo…- se devolvió al lugar de origen y se sentó, saco una grande carpeta y se coloco sus lentes de fondo de botella a mediados de la nariz, leyendo cada una de las palabras que estaba impreso en aquella libreta ¿Qué es lo que tanto buscaba? –Oh, la habitación 24b está desocupado, hace unas semanas que el joven  ya no vive ahí, así que podría darte esa habitación- sonrió mirándolo de reojo.

-Niel también me di...- antes de qué sus palabras fueran terminadas aquella señora de cabello de plata lo interrumpió.

-¿Niel? ¿Ahn Daniel? ¿Tú eres el chico del que Niel me hablo?- aquella sonrisa de par en par se hacía cada vez más grande según pronunciaban el nombre del amigo del de cabello naranja y amarillo.

-S...sí...- pudo apenas articular, antes de qué la señora casi saltara de su lugar y lo tomara de los hombros.

-¡Habérmelo dicho antes!- acaricio su mejilla apreciando la belleza del chico.

-Me había contado todo lo qué te ha pasado- un nudo en la garganta hizo qué L.Joe no pudiese hablar sobre su situación, pues las palabras de su padre atravesaban por su cabeza –No te preocupes cariño, yo aquí te cuidare como a mi hijo…No discrimino por nada- dijo para luego atrapar con sus brazos al pequeño Byung Hun.

-Ejem…- un carraspeo se escucho desde el otro lado de la recepción, pero Byung Hun no pudo voltear por el abrazo de aquella anciana.

-Aish...Ahí están las llaves- apunto solo con una mano a la pequeña mesa de noche qué yacía en una esquina junto a una planta. Luego de aquello solo se escucho como tomaban las llaves y salían del edificio.

-Bueno querido, te doy enseguida tu habitación y puedes ir ya...Es algo tarde y supongo qué tienes que descansar- se acerco al aparador, tomo unas llaves del friso pegado a la pared lleno de estas mismas y se lo entregaba en la mano a Byung Hun –Espero qué Daniel te allá comentado qué lo único que tienes que hacer es recoger y hacer el aseo…Lavar tu propia ropa…Y cosas que se hacen en una casa normal, yo pagare los gastos principales, espero qué no sea por mucho tiempo- asintió aquel chico.

-Sí sí, no se preocupe encontrare trabajo lo mas antes posi...- nuevamente su oración fue interrumpida por la viejita que lo abrazo con tanto amor posible, podría decirse que a tan solo horas de conocerlo ya lo quería y podía llegar a quererlo más y es qué aquel chico era tan noble.

-No te preocupes precioso- lo tomo del brazo y empezaron a caminar –Te llevare a tu habitación- entraron al elevador el cual los llevo a el piso 3, al salir se encontró con un largo pasillo, del cual por cada puerta de habitación había una diferente planta. El lugar parecía ser muy ecológico pero demasiado acogedor, al menos eso fue lo qué pensó Byung Hun.

-Esta es tu habitación- saco la llave del bolso de su abrigo colorido y se la entrego al joven qué yacía algo distraído con la decoración, pero al escuchar a la señora decir aquello las tomo sin hacerla esperar –Lo otro será parte tuya pequeño…Instalarte… ¿No tienes cosas?- dijo al ver como el chico no portaba nada en aquel momento –Bueno, mi hijo, se fue desde hace mucho a el servicio militar, eres más o menos de su medida..Podría prestarte ropa- su intención era la mejor, podría decirse qué la señora si lo estaba empezando a querer como un verdadero hijo.

-No..Es demasiado..Podría ingeniármelas y comprarme algo de ropa cuando consiga trabajo..- la viejecilla de cabellos plata negó con la cabeza, ignorando las palabras del chico.

-Te traeré la ropa mañana por la mañana, espero pueda ayudarte- se acerco a el y deposito un beso en su por ahora despejada frente –Qué tengas buenas noches cariño- L.joe yacía con una sonrisa de par en par en su rostro, podría sentir el cariño, el amor qué la señora le brindaba ahora.

Luego de esperar qué la mujer de edad avanzada se fuera por el elevador entro a aquella habitación. Sus ojos se salían casi de su órbita y su boca estaba redondeada con una perfecta ‘‘O’’.

Aquel apartamento era más que bello, algo qué lo identificaba a él, un color café y blanco que inundaba la habitación y los muebles que combinaban a la perfección con este. Colores oscuros como café, negro y uno que otro color claro, pero muy poco. Al entrar al departamento podría verte a simple viste la sala, pequeña sin lujo alguno, pero elegante y un toque de juventud en ella, claro, era obvio que la señora de edad avanzada sabia sobre combinar colores.

-Wow- salió inconscientemente de su boca, estaba solo...No podría preocuparse de mucho.

De pronto, su celular emitió un sonido haciéndolo entrar en razón, cuando saco su celular dio un pequeño pulso al botón verde, ignorando y pasando por completo el nombre que en ese momento estaba en la pantalla.

-¿Bueno?-  contesto para luego seguir mirando por todo el departamento, qué podría decirse que parecía una mini casa.

-¿Hijo?- se detuvo en seco y miro el identificador de llamadas, ‘‘mamá’’.

-¿Mamá? ¡Mama!- su voz se volvió alegre de un momento a otro, después de todo, su madre era la que más lo había apoyado en ese momento.

-¡Hijo! Me tiene muy preocupada, ¿Dónde estás? ¿Estás bien?, hijo por favor respóndeme- sus palabras transmitían  desesperación, solo quería saber cómo estaba su hijo.

-Mamá, tranquila… Estoy perfecto, tengo un lugar en donde dormir, puedo independizarme. No soy el niño pequeño que era antes, es por eso que tomo mis propias decisiones…Si no te molesta madre es tarde y quiero dormir- dijo, finalizando dio un bostezo fuerte, dándole a entender a su madre que realmente tenia sueño y se encontraba muy cansado, ya qué el tener que dormir 2 días en bancas de parques siendo un intruso, fue algo pesado para él.

-Hijo…Te quiero con toda mi alma- a Byung Hun en ese momento se le había hecho un nudo en la garganta, la última vez que su madre le había dicho aquello, fue hace más de un mes, y es que la relación entre ellos se había hecho más pesada porque su padre influía mucho en  su madre.

Un silencio se escucho en la línea, su madre ya había colgado, pero el pequeño chico aún seguía con el celular en su oído. Le lastimaba demasiado que su madre hubiese estado de acuerdo en la decisión que su padre había tomado

-Yo también..- susurro, estando consciente de que ella no lo había escuchado –Yo también..- en sus ojos, lagrimas se acumularon amenazando por salir, pero este no las dejo salir, tratando de ser fuerte, segundos después las lagrimas cayeron por si solas, Byung las retiro rápidamente.

Luego de unos segundos de nostalgia empezó a inspeccionar el nuevo departamento adquirido, mientras miraba por todos lados, examinando cada rincón de aquel acogedor lugar.

Abrió su boca en su totalidad, para poder dejar salir un bostezo, tenía sueño…Y al fin podría dormir otra vez en una cama, se sentía emocionado y cansado al mismo tiempo.  Se dejo caer en la cama llena de almohadas grandes y chicas y en cuestión de segundos concilio el sueño.

Pequeños rayos del sol iluminaban el rostro, haciendo estremecer al chico de cabello dorados naranjas y una rara combinación de amarillo. 

-Aish- bufó para levantarse, exactamente sentarse en la orilla de su cama mientras oia como la puerta sonaba.

Se levanto colocando unas pantuflas de cortesía del hotel y camino hasta la puerta, al abrir esta el chico de labios gruesos salto casi encima de el.

-¿Te gusta el departamento pequeño?- sonrío mientras lo abrazaba –Por cierto, buenos días- solto una carcajada, antes de que el mas bajo de ambos pudiese hablar Niel lo interrumpió –Te traje algo..Un regalo- extendío sus manos, dándole un retrato de ellos –Ahora me tengo que ir, porque estudio..Pero cuélgalo en una parte que se vea- beso su frente para luego salir con una sonrisa de mejilla a mejilla.

¿Ahora qué tenia que hacer Byung Hun con ese retrato?. Miro todas las paredes hasta qué encontró una perfecta, coloco un clavo e inserto el retrato. Lo admiro por unos segundos para luego percatarse de algo ¿Qué era?...

Se trataba de un pequeño hoyo en la pared, podría verse perfectamente el departamento del lado. Se quedo observando unos 5 segundos y vio como un chico guapo, con solo una toalla rodeando su cintura entraba a esa habitación, se separo de sorpresa y volvío a mirar, logrando ver la imagen tan sensual que apreciaban sus ojos, si que tenia un buen cuerpo…El chico al otro lado sintío una mirada y volteo a la pared de donde provenía esa mirada, L.joe se alejo al instante, sintiendo como su corazón casi salía ¿Cómo es qué sintió la mirada? ¿Lo abra visto?..En ese momento, Byung Hun ya tenia un problema..

Notas finales:

¡ESPERO QUÉ LES HAYA GUSTADO! La verdad es mi 1era vez escribiendo fanfics de Chunjoe, y más con Lemon. El lemon no empezara aún, si no creo que en unos capitulos más. 

Cuando tenga el lemon espero no me den una patada aisdhuasdjasd D:.

Por cierto, si quieren saber como estan los looks, son así:

L.joe Niel <3

Entonces..¿Les gusto?.

¡G R A C I A S! 


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