CAPITULO UNO - LA LLUVIA
Era unos de esos días en los que nadie sale a la calle, hacia mucho frío y llovía como si no hubiera mañana. Me encontraba sentado en el suelo sin poder moverme, llorando, sintiendo el frío atravesarme la ropa.
Siempre he estado solo y siempre lo estaré, mi madre murió cuando yo solo tenía cuatro años, mi abuela me mostraba fotos de ella era igual a ella o eso decía ella. Mi padre y mi abuela fueron los que me criaron y la única familia que tenia, el día que cumplí mis catorce años, abuela murió de un infarto. Por ese motivo mi padre comenzó a odiarme más, el primer motivo fue la muerte de mi madre y el segundo el de mi abuela.
Nunca me llamaba por mi nombre, las únicas veces era cuando recogía mis notas y me "halagaba" delante de los profesores, después llegaba a casa y me decía:
- Cuanto antes te mueras mejor, escoria del demonio- . Lo último siempre lo decía escupiendo al suelo o incluso hacia mi cara.
En fin...
Mi vida desde los catorce años para delante ha sido gran mierda, ahora estoy aquí llorando y llorando gracias a mi "mejor amiga" por decir que era gay a mi padre.
-FLASH BACK -
Era las siete y media, mi despertador como siempre sonó causándome un gran dolor de cabeza. Lo apague tirándolo contra la pared, me quite el pijama y me metí en el baño con la intención de darme una ducha tranquila cosa que no ocurrió por que mi padre me había quitado el calentador.
Después de esa ducha, me puso el chándal por que hoy tenía Educación Física, desayune una chocolatina que tenía encima de mi escritorio, me lavé los dientes y termine de peinarme.
Las chicas decían que era muy apuesto y que tenía cara de niño, que los muchachos de dieciséis años no tenían. Mi pelo era negro con flequillo, tenía la cara redonda y la piel pálida como un vampiro, lo que más llamaba la atención eran mis ojos verdes esmeralda.
Medía un metro setenta y cinco, era delgado aunque tenía el abdomen fuerte y la espalda ancha como los nadadores, que es lo que era, me encantaba la natación y era el único medio para despejarme.
Salí de mi habitación para irme directo cuando escuché a mi padre levantarse del sofá:
-Eh mocoso, hoy ven temprano que después a las siete me voy, ¿entendido?- .
-Vale, me voy a clase... Adiós- respondí sin mirarle a la cara , ya que sabía que siempre me miraba con asco .
Entre en clase , sacando de la mochila el libro de Literatura, estaba cursando el primer curso de Bachillerato y era noviembre , estaba lloviendo mucho por eso sabia que la profesora María una mujer mayor tardaría. Estaba tan distraído mirando por la ventana que no me dí cuenta de que mi mejor amiga Sara me estaba llamando.
-Uriel, oye Uriel, tierra llamando a ¡URI!-me gritó al oído.
-Ay, perdón Sara estaba en Martes -la mire con dulzura, era la única amiga que tenia, ya que no me gustaba relacionarme.
-No pasa nada son las ocho de la mañana, ¿Quién está despierto a estas hora en?-.
-Yo señorita Martin, por favor siéntese-dijo María, mi profesora de Literatura.
La mañana transcurrió tranquila, demasiado tranquila, los idiotas de mi instituto no me habían insultado ni nada por el estilo. Al salir de clase, Sara me estaba esperando en la puerta de la piscina a la que yo iba.
-Uri, ¿Vienes hoy a mi casa a dormir?- me pregunto sonrojándose.
-MM. Se lo tendría que preguntar a mi padre, sabes cómo es el con esas cosas-.
Era muy estricto con que durmiera fuera de casa, decía que dormir fuera era de mayores.
Llegamos a mi casa, mi padre estaba sentando en el sofá con una cerveza en la mano izquierda y en la derecha el mando del televisor, me puso cara de "Que coño hace tu amiga aquí”.
-Buenas tarde padre - siempre le llamaba padre, porque una vez dijo que lo llamara así.
-Hola, ¿Qué quieres niñato?- pregunto con arrogancia.
-¿Podría dormir hoy en casa de Sara? , mañana es Sábado- dije señalando a Sara y seriamente.
-No-.
-¿Por qué padre? Usted se va esta noche-levante la voz un poco eso hizo que se levantara de donde estaba.
-Porqué esta es mi casa y aquí mando yo, seguro que te la quieres follar mocoso-.
Me irritaba.
-Guapa, te cuidado con el que a lo mejor la tiene muy pequeña-rio con malicia.
Me humillaba.
-Los tíos que solo quieren hacerlo son los peores, lo hacen bruto y sin condón-.
Me sacaba de mis casillas.
Mire a Sara que estaba a punto de explotar, quería pararla cuando de repente dijo:
-¡SE QUIERE CALLAR, USTED QUE SABE, URIEL ES GAY Y UN CHICO BUENO!- grito.
La cara de mi padre fue primera de impresión, después de ira. Agarro a Sara del brazo y la saco de mi casa, vino hacia mí me agarro del cuello empujándome contra la pared, no sentía el aire, me estaba ahogando y los ojos me pesaban...
¿Por qué? ¿Por qué dijo que era gay?, le dije que mi padre era homófono y no soportaba a los gais.
¿Por qué? Era su hijo aunque me odie no debería haberme tratado así.
Veía oscuro, seguramente estaría muerto pero no, no lo estaba.
Estaba en mi habitación, en mi cama para ser exacto, mi padre estaba de pie observándome. El salto que di hizo que me cayera de la cama, Roberto que es como se llamaba mi padre se empezó a reír y yo con los nervios empecé a llorar.
-No llores - dijo serio.
-Vale...-respondí.
-Uriel vas a coger tus cosas y te vas a ir de esta casa, no quiero a compartir esta casa con una "persona" como tú- las comillas las hizo con los dedos y riéndose - te he hecho la maleta con las cosas tuyas y ahora te daré dinero -explico y prosiguió- ya te buscas tu solito el sitio donde dormir y esas cosas, maricona -eso ultimo me dolió demasiado.
-Pero...-no me dejó seguir.
-Pero nada, no te quiero y nunca te quise, naciste porque tu madre quiso, por mí ya estarías muerto gilipollas -.
El colmo de los colmo, estas cosas no deberían de afectarme pero es mi padre y lo quiero, quiera o no.
Me levante de la cama, recogí las dos maletas que contenían mis cosas y vi por última vez mi cuarto en el no quedaba nada solo el recuerdo de una foto mía en la que salía mi madre mi abuela y yo. La dejaría allí para que mi padre viera que ya no le quedaba nadie, yo tenía otra guardada en la carpeta del colegio.
-Adiós padre...Espero que te vaya bien- dije como despedida.
-Adiós- respondió firme , pero en sus ojos había algo que no me cuadraba, un brillo como si estuviera a punto de echarse a llorar.- subnormal...-vale era todo mentira no me tenía nada de cariño .
Salí de casa y empezó a llover otra vez como esta mañana.
-FIN FLASH BACK-