Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cosas del destino por TrancyAlois

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Disclaimer: Los personajes de Kuroko no Basket le pertenecen a Fujimaki Tadatoshi-sensei

 

 

Notas del capitulo:

Aquí usalmente nunca digo nada, pero esta vez es diferente, la historia va narrada en primera persona, nunca antes lo había hecho así y la verdad que resulto dificil. 

Cuando escribí POV (point of view) antes del nombre de Kise, significa que el va a narrar.

 

Espero que les guste y sin más las dejo leer :3

POV- Kise Ryouta.

Estoy sentado al lado de la ventana, la clase de japonés antiguo es muy aburrida y ciertamente el profesor tiene una voz que dormiría a cualquiera. Me empecé a distraer con lo que sucedía en el patio, ¿cuántas veces he pasado por lo mismo?; sonreí de forma irónica, pues la escena que presencie fue el rechazo de la confesión a una chica.

Por ser modelo muchas niñas del instituto me persiguen, pero mi política es no aceptar los sentimientos de ellas, es molesto y además tengo otro motivo que tiene nombre y apellido, y está en esta misma clase; por lo que no quiero aceptar ni probar suerte con alguien que se me proponga; no, si no es él. Esa persona es todo lo contrario a mí, excepto por una cosa; él también es hombre.

Él es serio, inteligente, aplicado, excelente en todo lo que hace, acertado en todo lo que dice y tiene una personalidad arrolladora que capta mi atención sin mucho esfuerzo; sin embargo estoy plenamente consciente de él es demasiado para mí y completamente inalcanzable, y por tal motivo he de guardar estos sentimientos hasta el día en que me muera… Deje de ver aquella pareja, pues me si hay algo que me destroza es ver llorar a las chicas.  

Quizá el profesor notó que no estaba poniendo atención a su clase, y al pasar a mi lado se aclaró la garganta. Aun así seguía igual de aburrida y si no encontraba con que distraerme, seguramente me terminaré durmiendo.

 Después de que el maestro se alejara un poco, mira al chico que tiene cautivo mi corazón. Ese aspecto  es perfecto; su piel, incluso más blanca que la mía, se nota tan suave y tersa que me cuesta creer que es un chico; sus sedosos cabellos rojizos le van perfectos a ese tono de piel. Sus ojos del mismo tono de su cabello son simplemente preciosos, y lo que definitivamente me enamoró de él es esa sonrisa tierna y dulce que solo de vez en cuando aparece en su rostro pálido.

Su cuerpo pequeño y delgado  estoy seguro de que encaja perfectamente bien entre mis brazos, pero es solo una suposición pues nunca he tenido ni siquiera la oportunidad de tocar una sola parte de él.

Estaba tan embobado con su figura que ni siquiera me di cuenta cuando nuestras miradas se cruzaron.

-¡Kise!, ¡Kise! – escuche a lo lejos, y reaccione hasta que me llamaron por mi nombre completo. -¡Kise Ryouta!- exclamo el maestro desde el frente del salón por lo que me hizo ponerme de pie enseguida -¿Puede leer el último párrafo?- me miró molesto.

-¡¿Eh?! Disculpe, no estaba poniendo atención- admitió ruborizado haciendo una reverencia mientras me rascaba la nuca.

-Si tiene algo que hablar con el joven Akashi, hágalo en su tiempo libre o fuera del instituto. Por favor ponga atención- sentencio y siguió leyendo el libro.

Me senté de nuevo totalmente avergonzado. Miré por el rabillo del ojo mi pelirrojo compañero, que sin deuda estaba sonriendo por la reprimenda del profesor.

Las siguientes clases pasaron un poco más rápidas, sin mencionar que eran menos aburridas y me encontraba ansioso por las prácticas de baloncesto. Pronto sonó el timbre de salida y todos se dirigieron a la puerta, yo corrí tras Kurokocchi; pero antes de poner un pie sobre el pasillo, alguien me tomó del saco haciendo que parara en seco.

-Kise-kun, hay algo de lo que quiero hablar contigo- sin mirar, reconocí al instante la melodiosa voz de Akashicchi que se dirigía ¿A mí?

-¡¡¿Eh?!! Pero… vi como el peli celeste se alejaba sin haberle importado que lo hubiera seguido. -¡¡Ah~!!- suspire un poco decepcionado; me sentía muy nerviosos, pues con él nunca en mi vida había hablado fuera del club. Para ser sinceros, él solo me daba e menú de entrenamiento y yo me limitaba a hacerlo sin poner queja alguna.

Por su mirada presentía que se trataba de algo diferente, algo que incluso no tenía que ver con los deportes o las clases. En dado caso si alguien tenía que hablar de eso con Akashicchi era yo, pero prefiero mil veces platicarlo con Midorimacchi que con el peilrrojo.

-Akashicchi… yo…- ¿qué demonios estaba haciendo? Mi cuerpo entero empezó a temblar y no podía pensar con mucha claridad -… este… de que…-

-¡Me gustas!- confeso mi acompañante sin pena alguna.

-¿G-gracias?- dude en responder ya que ni idea tenía de qué se trataba aquello. –Supongo que te gusta mi trabajo de modelo. En realidad cualquiera lo puede hacer…- empecé a hablar un montón de cosas sin sentido pues mi cerebro no terminaba de procesar esa pequeñita frase.

-¡¡Kise!!- me dijo en tono imponente haciendo que me callara y abriera los ojos como platos. –No me gusta tu trabajo, de hecho es algo que odio- sentencio mirándome fijamente con esos hermosos ojos carmesí.

-Yo… no entiendo, AKashicchi- murmuré desviando la mirada.

-No es muy complicado, solo dije que me gustas- repitió cerrando la puerta del salón.

-No soy alguien que merezca esas palabras de ti­- admití poniendo las cosas en orden. –De hecho no es como si hablara contigo y no te conozco ni un poco- dije con mucha más firmeza que antes.

-Eso no importa, por el contrario yo sé mucho de ti y por eso odio tu trabajo- se cruzó de brazos y luego se recargo en una mesa.

-¿Qué tiene de malo mi trabajo?- lo miré confundido acercándome a él.

-Es complicado, pero en resumen, me molesta que las chicas te persigan por todos lados y que cualquiera pueda ver tu linda cara en las revistas- admitió sereno.

-Pero…-

-Ya sé que me vas a decir que es normal, pero es también normal sentir celos de la persona que te gusta ¿no?- arqueó una ceja y sonrió de lado. Luego tiro de mi corbata hasta quedar pegado a él. Primero m invadió una sensación incomoda, pero luego de mantenernos así un corto tiempo me tranquilice; su pequeño cuerpo era tibio y de un momento a otro lo tenía rodeado con mis brazos.

-Tú también me gustas- le confesé apretándolo a mí con más fuerza. –Desde hace mucho me empezaste a gustar-

-Yo creí que Aomine y tú…- dijo bajito y dudoso de lo que continuaba a la frase.

-Solo es un tipo que persigue a chicas con pechos enormes, me divierto con él jugando básquet, pero nada más- le aseguré mirando lo a los ojos con dulzura; verlo hacia abajo lo hacía lucir más pequeño de lo que en verdad era; pero simplemente parecía adorable tenerlo abrazado de eso modo.

Acerqué mi rostro al suyo y deposite un suave beso en sus finos labios, él al inicio apretó los mismos impidiendo que lo besara con profundidad, pero al notar que no cedería, abrió un poco la boca y nos besamos apasionadamente hasta que nuestras lenguas se encontraron.

Coloqué una de mis manos en su cadera, y hasta que ambos decidimos terminar  con el beso pude lamer su sensible cuello. Afloje un poco su corbata y desabroché cuidadosamente el primer botón de su blanquecino saco hasta haberlo despojado de él.

Akashicchi se contiene de emitir algún sonido cuando mi lengua roza su piel, pero se estremecía hasta el punto de buscar desesperadamente mi boca para robarme otro beso. Tal parece que lo pretendo hacer no era del todo extraño para él, pues en ningún momento intentó detener mis ávidos movimientos.

Después de haber desabrochado su camisa hasta la mitad, soltó mi cara más a fuerza que de gana. Descendí lentamente hacia su cuello y luego un poco más hasta llegar a sus delicados pezones y con mi boca, jugué un poco con ellos.

Todo lo que hacía le gusta a Akashicchi, ni siquiera había necesidad de preguntarle ya que su cara reflejaba el placer que sentía en ese instante.

-Ki…Kise… detente- dijo entre titubeos jadeantes, pero no mostraba señas de que en verdad quisiera eso. Opté por obedecer y despegue mi lengua dejando un hilo delgado saliva entre su cuerpo y mi rostro.

-¡Hmh! Pensé que lo disfrutabas- dije arrogante quitándole el cinturón.

-¿Qué haces?- preguntó apenado luchando por quitar mi mano del botón de su pantalón.

-Bueno, es evidente… Yo te quiero solo para mí- dije con tono y mirada perversa.

-Pero… es… diferente… murmuró mientras en mi mano ya tenía su erección.

Con sutileza lo recosté en la mesa donde antes se había recargado. En verdad que estaba loco, la puerta ni siquiera tenía seguro y encima de que era la primera vez que hablaba con el pelirrojo y ya le estaba haciendo este tipo de cosas. “Que hombre tan terrible soy”  me reprimí para mis  adentros pero aun así no me detuve.

Empecé a propinarle un poco de placer con movimientos lentos y circulares, a él definitivamente le gustaba; aunque me apretaba con demasiada fuerza sus labios fue fácil que dejara salir el primer suspiro de placer.

-¡¡Aahhh!!- gritó bajito pues en el pasillo se escuchaban algunas voces.

A mí me importaba poco que alguien quizá entrara al salón, continué con aquellos movimientos un poco más acelerados para darle más satisfacción a mi compañero.

Sentía calor, muchísimo calor… De mi frente brotaban pequeñas gotas de sudor, sin mencionar que también estaba demasiado excitad. Akashi me ayudó un poco, aflojo mi corbata y me desabrochó la camisa. El ligero aire que entraba por la ventana no era suficiente, sentía que el calor quemaba mi cuerpo y yo deseaba algo más.

Besé profundo al de ojos rojos, busqué desesperadamente su lengua para jugar con ella; y hasta que nos faltó el aire le dejé de besar. Estaba muy complacido, pues aun besándolo el emitía alguno que otro gemido y otros ahogados con el beso.

Me relamí los labios y los posé en su cuello para hacerle una marca notable.

-Akashicchi es solo mío- lamí el lóbulo de su oreja y luego descendí hasta quedar frente a su miembro erecto. Volví a enjugarme los labios, como cuando un niño está a punto de comer un dulce.

-Ki…Kise, n-no lo h-hagas- suplicó el capitán con voz temblorosa. Esta ocasión hice caso omiso e introduje su miembro en mi boca; primero fue solo un poco porque el pelirrojo intentaba inútilmente alejarme de él, aunque fuera mi capitán de equipo  yo era más grande y más fuerte, así que aleje sus manos sosteniéndolas por la muñeca.

-Akashicchi tiene que ser bueno- sonreí tranquilo pero travieso y continúe con la maniobra.

-¡¡Nhg!! ¡¡Ah!!! … ¡Mmmmh!- era todo lo que se oía en el abandonado lugar.

Seguí dándole placer y con la lengua rozaba su erección.

-Ya… n-no… puedo…-¡Agh!- dijo entre suspiros ahogados y al instante un líquido blanquecino inundo mi cavidad bucal.

-Eso fue rápido- dije divertido lamiendo mis labios y dedos para luego tragarme lo que tenía en la boca.

-¡¡Cállate!! Eso es asqueroso- hizo un puchero de molestia con un sonrojo inocultable.

-Solo es el comienzo- me acerqué a él y lo besé de nuevo.

Akashicchi seguía intentando apartarme de él pero simplemente se dio cuenta de que era imposible. Ágilmente con una mano lo tomé por la cintura y lo levanta hacia mí; y  con la otra empezaba a explorar su zona hipersensible.

-¡¡AAAHHHH!!- gritó al sentir mis dedos dentro de su cuerpo. –Ki-Kise…- murmuraba entre gemidos y titubeos.

-¿Duele?- pregunté en tono dulce y calmado, aunque deseaba que fuera solo mío tampoco quería lastimarlo.

-U-un poco- admitió avergonzado ocultando la mirada con sus manos.

-¿Puedes aguantarlo?-en verdad me preocupaba que algo malo le fuera a pasar; hasta que a mi mente llegó el hecho de que Akashicchi  posiblemente era virgen.

-S-si- me obligo a que lo abrazara y con fuerza apretaba mi espalda.

-Solo un poco más…- mi cuerpo, al igual que el suyo se encontraba en el límite pero aun así faltaba lo mejor. Cuando sentí mis dedos completamente húmedos sabía que estaba listo, y si no lo hacía, para ambos sería muy doloroso.

-Voy a entrar- le avisé dejando al fin notar mi miembro excitado. Suavemente me introduje un poco, esperando a que su cuerpo se acostumbrara al mío.

-¡Agh!- gritó a mi oído cuando entre por completo; me quedé un momento quieto, la tibieza de su cuerpo hacía que el calor aumentara en mí y el deseo de hacerlo mío era lo único que cruzaba por mi cabeza.

-Hazlo des-despaci…o- dijo casi inaudible y supe que podía empezar a moverme. Lo hice tal como dijo, las embestida eran suaves y ligeros a un ritmo desacelerado. Por lo estrecho que estaba confirme que era yo el primero en tener su cuerpo y eso me alegró bastante.

Abrazados aún y con sus piernas enredadas en la parte baja de mi espalda, aumente el ritmo de las embestidas.

Ahora Akashicchi ya no se contenía en absoluto en gemir de goce.; lo que provocó que al igual que él, yo empezara a soltar pequeños suspiros de satisfacción. De nueva cuenta lo besé, nuestras respiraciones eran agitadas y los besos duraban poco. Me encorvé más hacia él y con la mano libre que tenía le ofrecí placer a su cuerpo; inicie con movimientos más rápidos que la primera vez sobre su miembro, y entra la penetración y aquel acto el pelirrojo tuvo que apretar los labios hasta que una gota de sangre broto de ellos.

-Te amo… Seijuuro- me atreví a murmurar a su oído con palabras entre cortadas pero dulces.

-Y… y yo… a ti… Ryouta- admitió sonrojado pero mostrando esa sonrisa que me fascinaba de él.

Dejé de masturbar su miembro para buscar su mano y entrelazarla con la mía. Ambos  sonreíamos con inocencia. Con una mirada gentil y dulce le anuncié que pronto iba a terminar.

-Quiero que lo hagas dentro- dijo con firmeza sin borrar aquella sonrisa. Solo asentí, aumente el ritmo de las embestidas y en pocos minutos llené su interior. Al mismo tiempo de él salió el líquido tibio que antes había tragado; sin embargo esta vez salpico todo entre nosotros dos.

*~*~*~*

Varios días después, luego de todo regresara a la y de que le pidiera mil disculpas al pelirrojo;  Akashicchi decidió salir con Murasakibara, mientras que yo empecé a perseguir a Aomine con más insistencia.

Aun así, no olvido la cálida y suave piel del capitán y estoy seguro de que ese chico de expresiones frías sigue pensando en nuestro primer y único encuentro. También estoy seguro de que así como estamos es lo mejor, quizá el destino no quiso que estuviéramos juntos. 

Notas finales:

Y bueno.... ¿Que les pareció? ¿Les gusto? ¿El lemon fue de su agrado? ¿La historia es aburrida? ¿La pareja demasiado crack? 

 

La verdad es que estoy muy preocupada porque nunca había escrito lemon y menos en primera persona n//n Tambien me siento un poquito agobiada por la historia, por la pareja que use (se es que imposible, pero de algún modo me gusta) y por los errores que pueda tener. Sigo sin beta-r  así que oficialmente declaro que necesito a alguien que me ayude -llora-

 

En fin, si quieren decirme algo no duden en dejar un review, me hace muy feliz leerlos porque así se si les gusta o no lo que escribo. Nada de insultos por favor porque esta vez no lo hice tan dramatico como los dos anteriores. Sus criticas me ayudan a crecer como persona y como escritora.

 

Muchas gracias por tomarse la molestía y nos vemos en algun otro trabajo que escriba  <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).