La estación lluviosa llego para hacerle la vida imposible a muchas personas ¿Cómo a quienes? *suspiro*, corro tan rápido que siento que en cualquier momento despegare de la acera, la lluvia me golpea con fuerza el rostro, como castigándome por haber despertado tan tarde, no es mi culpa, la cama se sentía tan bien quien puede negarse al calorcito de la cama con aroma a suavizante de telas. Había perdido el autobús de las 7:30 y no podía esperar al siguiente. Llegue a la entrada cinco minutos antes pero juro que veía todo borroso debido a la agitación, llegue al salón y al instante escuche risitas burlonas de mis compañeros.
-Oe Naruto! ¡¿Que no te habias bañado antes de salir?! –un chico con las manos en las caderas de forma autoritoria se dirigió a mí -O es que querías probarnos que si te bañas-rompió su molesto discurso con una risa estridente que contagió a los demás.
-Solo no quiero que la gente dude de mí, como lo hacen de ti-le enseñe el dedo del medio y a continuación nos dimos la mano entre risas.
La puerta chirrió por segunda vez desde que entre y apareció la hermosa profesora de Ciencias, Kurenai -Dejenme adivinar…-suspiro de manera drámatica y cómica-Kiba y Naruto montando otro espectáculo-los alumnos rieron y se lanzaron miradas cómplices.
-¡Buenos Días señorita Kurenai!- dijeron todos, la profesora Kurenai siempre ha tenido la simpatía de todos.
-Profe, ¿qué le hace pensar que fui yo?-dije en un tono de molestia fingida
La profesora decidió seguirme el juego-Lamento haberlo ofendido Uzumaki-san, ¿me equivoque?-guiño su ojo hacia mí.
-Que va, profesora-dijo el más listo de la clase, llamado Shikamaru-Nadie puede con esos problemáticos-dijo poniendo los ojos en blanco.
Temari, la chica que se siente detrás de mí, trató de reírse de manera discreta pero yo pude escucharla, siempre se ríe cuando Shika dice que algo es problemático mas bien siempre se ríe cuando él dice algo, me pregunto porque.
La profesora le dedico una sonrisa emblemática.-Bueno para comenzar hoy tenemos un alumno nuevo que fue transferido, ya que tuvo un pequeño accidente en su colegio anterior, debido a que recién ha empezado a descubrir su poder.-Nos miró de manera severa como diciendo “Espero que le den su apoyo”-Ahora mismo debe estar por llegar.
Kiba tocó mi hombro.-Pfff! Novato-Y pusó lo ojos en blanco. Por suerte Kurenai no lo escuchó.
Alguien toco la puerta.-Pasa-lo invitó la profesora-Bienvenido a tu nuevo colegio, espero que se convierta en tu segundo hogar-el chico se colocó al frente del salón, tenía la vista clavada en el suelo como si este fuera un millón de veces más interesante que nosotros, era casi de mi misma altura, con cabello de color azabache con lo que parecían destellos de color azul.-Jóvenes este es su nuevo compañero-nos comentó, luego dirigiéndose a él: Por favor preséntate.
Levanto un poco la cabeza no lo suficiente para apreciar todo su rostro pero sí para notar que había cerrado los ojos, me pregunté que estaba pasando por su cabeza mis débiles intentos de descifrar emociones fueron interrumpidos cuando habló con voz profunda.-Mi nombre es Uchiha Sasuke, tengo 16 años y espero que nos llevemos bien.-Luego levantó por completo su rostro y abrió los ojos, pude notar muchos suspiros y gritos ahogados al notar lo guapo que estaba el tipo, no sé por qué pero sentí que fui el único en notar la profundidad de sus ojos, ya se… dirán tiene ojos profundos, no, sus ojos tienen profundidad, me clavé sin darme cuenta en ese abismo y Sasuke me mantuvo la mirada hasta que la desvié porque sentí una corriente que me bajo desde la cabeza y se depositó en mi pecho haciendo que por una extraña razón me sonrojará. Tinieblas. Me dije a mi mismo, Sasuke era del dominio de las tinieblas, lo deduje en el tiempo que sostuve su mirada, que se me hizo eterno.
-Tinieblas ¿no es así?-dijo Shikamaru-Es evidente-Y ahí vino Shika otra vez haciendo parecer que mi sentido de la percepción es tan escaso como el pelo en el trasero de un mono.
Sasuke alzó las cejas como diciendo: no se a que te refieres.-Eso es correcto Shikamaru tu sentido de la percepción es excepcional-¡Auch! ¿Y yo que?-Sasuke luego se te explicara a que se refiere con tinieblas, por favor toma asiento por aquí-indicó un asiento frente al mío. Genial alguien más a quien fastidiar, ya me estaba comenzando a aburrir.
La profesora Kurenai empezó la clase, sus clases siempre son muy dinámicas y entretenidas, aunque paso la primera mitad de la hora explicando al estudiante nuevo las reglas de su clase y las más básicas del instituto, por lo tanto Kiba y yo nos lanzamos varias miradas de completo aburrimiento durante ese tiempo. La clase terminó, en este instituto los estudiantes deben trasladarse de aula en aula y están separados en grupos de 30 a 35 estudiantes, nuestro grupo es el A-113 así que la siguiente materia es Matemáticas con Asuma, el profesor más sexy del instituto para mi gusto.
Entramos al salón y el profesor estaba de espalda, escribiendo en el pizarrón, mi vista se dirigió de manera instantánea a su trasero, ¿Cómo rayos un profesor podía tener el trasero tan firme?
-Buenos Días chicos-dijo el profesor aun de espalda, reaccioné al instante y aparté mi vista-Por favor tomen asiento.
Corrí a mi asiento en el primer puesto, la única clase donde me sentaba de primero y Kiba al pasar se inclinó y me susurró:-Límpiate la baba, pervertido-me sobresalté, pero le estoy muy agradecido, siguió siendo mi mejor amigo incluso después de enterarse de mi sexualidad, luego de haberlo besado un día que no resistí esos típicos impulsos de cuando te gusta alguien. Le tomó su tiempo asimilarlo y ahora disfruta de mi sexualidad para hacerme bromas sobre ella cada vez que puede.
Hice como si me limpiaba la boca y Kiba se sentó detrás de mí riéndose como idiota.
-Muy bien-Asuma le dio por fin la espalda al pizarrón-Uchiha Sasuke por favor toma asiento al frente, no quiero que te quedes atrás en la lección. Me pareció ver una sonrisa arrogante en la cara de Sasuke, como diciendo, yo jamás me atrasaría.
-Hai- dijó y tomó asiento al lado mío. Sentí que se me quedó mirando por largo rato.
-Naruto préstame un lápiz-susurró Kiba. Me giré y le di el lápiz él a su vez me paso una nota. Parece que tienes nuevo admirador XD.
No le respondí ya que Asuma comenzó su clase y estando al frente resultaría difícil continuar con el juego. Miré a mi lado derecho y vi a Sasuke. Dios. Ahora si noté lo bueno que estaba, recorrí la mirada de arriba abajo y quedé en shock. Sasuke parecía tener un problemilla, miré al frente y traté de imaginar la longitud de su miembro cuando me di cuenta, me había pasado lo mismo. ¡Rayos!
-Asuma-sensei, ¿puedo ir al baño?-casi grité
-Lo siento, conoces las reglas-respondió con una expresión de disculpa.
Tuve que respirar hondo hasta que se calmó. La clase terminó y reí por dentro al ver que el Uchiha salía corriendo.
Las demás clases hasta el receso fueron siempre de lo mismo con excepción de que cada profesor tomaba algo de tiempo de su hora para dejar en claro las reglas al Uchiha.
-Ahhh, al fin receso creo que me comería un manatí-comenté haciendo sonrojar a mi amiga Hinata, tuvé que rechazarla el año anterior porque me importaba demasiado como para ilusionarla.
-Lo mismo digo-comentó Chouji sacando un bento con tanta carne que casi me da una parálisis.
-Oye hermano ¿te comeras todo eso?-le pregunté con estrellas en los ojos.
-¡NO!- mi cara se iluminó-no pienses que te daré-casi me caigo hacia atrás.
-Por eso es que estas tan gorr…-Shika tapó mi boca.
-shhh… quieres morir con el estómago vacío o que-me susurró.
-¿Ibas a decir algo?-los ojos de Chouji se pusieron violetas y sentí escalofríos en mi espalda-Naruto…-No iba usar su domino solo por eso ¿verdad?
-Que espera que te sientas en la gloria con toda esa carne- interrumpió Kiba.
La atmosfera pesada que sentíamos se despejó y el siguió hartando. Suspiré y cerré mis ojos cuando los abrí me encontré con Sasuke a lo lejos almorzando solo, muchas chicas lo miraban con ganas de acercársele. Pero yo lo notaba, está usando sin querer las tinieblas y eso alejaba a los demás tal vez está tan nervioso que no lo noté. Me levanté y me acerque rápidamente con paso decidido hacia él. No sabía que esa era una decisión crucial que me llevaría a una nueva manera de ver el poder de mi dominio.