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Si la vida fuese una canción (Kaisoo) por Valery Rs

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Notas del capitulo:

Este es mi primer fanfic, muchas gracias por leerme -hace una reverencia de 90 grados- Espero que lo disfruten, se aceptan criticas constructivas :)

Kyungsoo caminó hacia la acera de la casa color turquesa, dejó su pequeña cajita a los pies de la puerta y levantó la mano para alcanzar el timbre. Esperó unos minutos hasta que un señor calvo de mirada intimidante abrió la puerta, mirándolo de arriba hacia abajo.  Kyungsoo sonrió al mismo tiempo que cerraba sus ojos y abrió su boca para dejar salir una perfecta melodía.

A la mitad de la canción escuchó la puerta cerrarse mientras una pequeña brisa golpeaba su rostro. Kyungsoo sólo permaneció fuera unos minutos contemplando la puerta fijamente, con la esperanza de que el hombre saliera para terminar su canto. Al cabo de un tiempo, Kyungsoo  regreso de su trance, recogió la caja y caminó hacia la calle desierta.

Algunas veces solía suceder eso, personas a las que la música no las tocaba, se sentían molestas cuando las interrumpían de sus actividades. Kyungsoo lo entendía, pero a la vez sentía pena por ellas. Cuando era pequeño su padre le cantaba canciones, pero ahora que él no estaba poco a poco se iban borrando de su memoria, lleno de pánico, comenzó a cantar esas mismas canciones para no olvidar el último legado de su padre.

Kyungsoo se estremeció al sentir una oleada de viento recorrer su cuerpo, se envolvió con la desgastada chaqueta café y al momento que determinó volver a tocar otra puerta su estómago rugió. Suspiró y divisó un pequeño puesto en la esquina de la calle. A regañadientes, metió sus manos en sus bolsillos probando su suerte, nada. Enojado por su constante apetito, Kyungsoo abrió su preciada cajita sacando el efectivo que considero suficiente y se encaminó a la tienda.

Había una mujer enfrascada en una conversación por teléfono. Kyungsoo preguntó débilmente sobre el alimento más barato que vendían y la mujer, a la vista de un nuevo cliente, despidió a la persona de la otra línea. Al levantar la cabeza, la mujer miró a Kyungsoo con una mirada que él conocía muy bien.

El hecho de ser pobre hacia que las personas te menospreciaran, lanzando miradas hirientes y tratando de no rozarte, como si tu toque quemara. Eso era justamente lo que Kyungsoo vivía.

Con desprecio, la señora respondió a Kyungsoo, acercándole con cuidado una torta de relleno desconocido. Agradeciendo, Kyungsoo entregó el dinero y caminó hasta una banca cercana, abrió el pequeño bollo y Kyungsoo pensó que se había sacado la lotería. Sonriendo, dio una mordida a su asombrosa torta de carne.

 

•••

 

Jongin estaba aburrido.

La noche anterior sus padres se habían enojado con él por haber salido de fiesta, ahora estaba castigado.

Cómo obra de salvación, Sehun envió un mensaje a su teléfono avisándole que irían a tomar unos tragos con unas chicas nuevas. Sonriendo, Jongin subió corriendo a cambiarse para salir. Estaba castigado pero que importaba, no era como si no lo hubiera hecho antes. Al terminar, corrió rápidamente fuera de la casa antes de que alguien llegara a verlo. Con las llaves de su carro en mano, echó a andar con prisa su Mercedes Benz cortesía de sus padres.

Al salir de la calle, Jongin maldijo cuando unas gotas de lluvia golpearon el cristal delantero. Metiendo velocidad, Jongin se dirigió al bar más exclusivo de la ciudad.

Al llegar, Jongin divisó a Sehun y Chanyeol flirteando con las tres chicas que los veían divertidas. Sonrió y puso su cara más seductora.

Se acercó a la mesa y las chicas lo voltearon a ver como si un ángel hubiera caído del cielo. Jongin sabía que era muy atractivo. Sus amigos lo miraron irritados, por haber conseguido en cuestión de segundos lo que ellos habían tratado de hacer desde que llegaron.

—Al fin llegas—se quejó Sehun.

—Lo siento, no encontraba las llaves de mi Mercedes—Jongin sonrió.

Las chicas abrieron los ojos emocionadas por el hecho de que tal sexy chico fuera rico. Chanyeol rodó los ojos.

Jongin pidió una cerveza, aun siendo menor de edad pasaba por alguien mayor, por lo que no pedían su identificación.

La reunión pasaba entretenidamente, aun siendo Jongin el único objetivo de las chicas, ya que Sehun y Chanyeol habían pasado a segundo plano. De un momento a otro terminó, las chicas se despidieron, dando a Jongin su número telefónico y él, Sehun y Chanyeol tomaron rumbos diferentes.

La lluvia había cesado pero quedaban gigantes charcos de agua sucia, evidenciando que había llovido. Jongin subió a su auto, esperando en su casa una reprimienda por parte de sus padres. Mientras pasaba por una calle salpicó en un gigante charco de agua, saltándole encima a un pobre chico que esperaba cruzar la calle. No le dio importancia y siguió su camino.

En la esquina de la calle Kyungsoo resopló, sus ropas mojadas en su totalidad. Se escondió entre las sombras antes de que cualquier persona pudiera verlo y así no pasar vergüenza.

No consiguió nada de fondos hoy, es más, los perdió al comprar esa torta.

Y ahora esto.

Genial.

Este seguramente era el peor día de su vida hasta ahora.


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