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El secreto de mis hermanos por NaniNan_chan

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Notas del capitulo:

Emm, pues es la primera vez que publico y me gustaría que me dijeran que les pareció.

Hola! Me llamo Lya, bueno mi nombre de verdad es Nalya, pero siempre me han llamado así y no me molesta. Tengo 14 años, recién cumplidos, y guardo un secreto del cual ni siquiera los implicados saben y que quiero compartir porque siento que si nadie más lo sabe explotare. Ese secreto trata sobre mis dos hermanos mayores. Leo, el mayor, y Miguel (Mimi de cariño), que es el mediano. Leo tiene un carácter muy altanero a primera vista, pero luego es dulce y tranquilo, solo cuando y con quien quiere (normalmente con Miguel) o si esta muy feliz. Es alto (1,83), de cabello negro y con rizos no muy echos que caen un poco sobre sus hombros ya que lo lleva largo, ojos negros muy profundos, de piel canela y trabajada. Ahora tiene 19 años. Mi otro hermano, con 16 años, es más rebelde. Es más bajito (1,78), pero es el vivo retrato de nuestra madre en todo. Su cabello es más lacio y castaño. Tiene unas orbes color miel que lo hacen ver como niño bueno, junto a unos labios rojizos gruesos pero lindos, incitantes a morderlos. Pero de niños buenos ellos no tienen nada, y es que aunque se comporten bien delante de nuestros padres, saquen buenas notas en todo y no desobedezcan a los mayores, hay algo que descubrí (por error). ¡¡¡Son novios!!!

Eso lo supe apenas la noche pasada, cuando acabó mi cumpleaños y...

 

FASHBACK

 

Estaba muy enfadada porque hoy mismo acababa de cumplir mis 14 años y mis malvados hermanitos me habían gastado una broma nada más despertar. Al abrir mis ojos, unos flashes me cegaron. Note algo espeso sobre mis labios, por debajo la nariz. También por encima los ojos, casi tocando la frente y algo muy pegajoso en las mejillas que resbala por mi cuello. Me toqué para ver que era. Al parecer lo que resbalaba era sirope de fresa y lo que tenia en el bigote era nata. Seguía oyendo las estruendosas risas de Leo y Miguel a mi lado, en la cama, mientras seguíansacándome fotos y intentaban cantarme "Cumpleaños feliz" sin mucho éxito por el ataque de risa. Me incorpore mientras intentaba quitarme todo lo que me habían puesto en la cara, pero estaba muy pegajoso y solo conseguía pringarme más.

 

-¡Imbéciles! ¡Qué me habéis echo!- les recriminaba mientras veia como sus risas se apaciguaban o eso intentaban.

 

-Es nuestro regalo de cumpleaños- decía Miguel mientras rodeaba la cama, poniéndose al lado contrario a donde estaba antes. Genial, ahora estaba rodeada. -Encima que te traemos la tarta a la cama- y las risas de los dos volvieron a explotar.

 

Se acercaron lentamente a mi rostro. Empezaron a darme dulces besitos sobre todo el sirope, susurrándome felicidades. Una tonta sonrisa salió de mis labios, ellos podían ser dulces, aunque me acabaran de hacer eso y ahí fue donde reaccioné de nuevo y mi enfado volvió. Pero entonces, sin más, empezaron a lamer mi cuello, por encima del pringoso líquido. Me ruborice.

 

-¡¿Qu-qué hacéis?! Apartaros- y se alejaron entre risillas bajas que creían que no podía escuchar.

 

Ellos tenían esa faceta conmigo. Eran buenos y ejercían su papel de hermanos mayores, pero a veces también me hacían esas bromas pesadas, a las que al final solo deje ser. Total, en algún momento se aburrían, y como solo lo hacían para picarme, nunca fueron a más.

Iban a salir de la habitación cuando Miguel se giró.

 

-Espero hayas disfrutado tu delicioso almuerzo, porque será tu regalo por parte de ambos- Me sacó la lengua- Y gracias por las fotografías, las colgaré hoy mismo en mi twitter para que todos los pobres estudiantes deprimidos se alegren al ver tu cara-

 

¿¿¿WHAT???

 

-Noooooooooo.- Me levanté corriendo y fui hacia él. -Mimi, hermanito querido, tu no le harías eso a tu hermanita pequeña, a la que aprecias taaanto, ¿o sí?- casi me ponía a llorar.

 

-Eso dependerá de si nos das el 75% de todo lo que saques por tu cumpleaños- me decía bribón, con una sonrisa traviesa atravesándole el rostro.

 

Lo sopesé. Un tanto por ciento tan alto influiría en mis planes de derroche total en ropa que tenia planeado hacer con el dinero que recibiera. Pero era eso o mi cara de dormida decorada como pastel.

 

-Está bien- dije resignada.

 

Durante el resto de día no me molestaron más, pero al llegar la noche, antes de irnos a dormir, vinieron a "visitarme" a mi habitación, móvil en mano, con las fotos de mi en él.

 

-Venimos por nuestro 75%- dijeron al unisono al entrar.

 

-Lo sé- cogí los 175€ y les dí 131. Que mal, todo lo que podría ver comprado con ese dinero.

 

-Dejanos ver la caja de bombones que te regaló papá.- pidió Leo. El muy goloso, no me digas que tambiénquería el 75% de eso?

 

-No- me negué rotundamente, mientras Miguel me enseñaba el móbil entre sus manos y me mostraba las fotos. Definitivamente salia horrible en ellas.

 

-¿De verdad quieres que estas fotos queden inmortalizadas en mi cuenta?- La sorna en la voz del castaño se me hacia insufrible.

 

-Ok- y fui a coger la caja de entre el armario y la pared, donde la había escondido conociendolos y sabiendo que me pedirían.

 

-Jajaja, mírala. Si hasta la habíaescondido.- el moreno me la arrebató de las manos. -Bueno el Ipod no lo podemos dividir pero confío nos lo dejes- y salieron llevándose la caja entera.

 

-¡¡Espera, espera!! Me pertenece una parte de los bombones- les decia haciendo puchero.

 

-Ya no, por la resistencia opuesta- volvió a intentar irse.

 

-¡No! ¡Dámela! ¡Leo, dámela!- pegaba botes intentando cogerla pero era muy alto. -Sois un maldito caso perdido. ¡¡Escuchasteis?!- Nivel de enfado del 1 al 10: 100.000.000

 

-Hablo la tonta- se burlaba Miguel mientras cerraba la puerta en mi narices. No fue hasta entonces que me había dado cuenta que estábamos discutiendo en el pasillo.

 

Volví a mi habitación mientras pensaba como vengarme. En verdad no es que fuera muy original en eso. Tal vezinfluía que todas las ideas diabólicas para fastidiar ya habían sido utilizadas en mi contra. Entonces se me iluminó la bombilla. Los espiaría y de allí buscaría cualquier punto débil para atacar. ¿Os había dicho que yo era algo así como medio hacker? ¿No? Pues ya lo sabéis. Digamos que con solo un red inalambrica compartida o una dirección podia entrar en el ordenador de cualquiera.

Después de quince minutos yo ya tenia el total control de su ordenados. Había sido muy fácil poder controlarlo porqué utilizábamos el mismo servidor, aunque a distancia.

Lo primeo que hice fue encender su webcam y desconectar la luz para que no supieran que los espiaba. Pero en cuanto la imagen apareció por la pantalla me dieron ganas de ir a reclamarles. Se estaban comiendo MIS bomboncitos en la cama de Leo, juntitos, hablando animadamente. Conecte el sonido y seguido los cascos, no fuera caso que me pillaran.

La cama de Miguel se veia solitaria, al lado contrario de la de Leo, a su vez tocando ventana oeste, en comparación. Frente a cada cama había un closet y entre ellos, el escritorio donde siempre reposaba su portátil, para buena o mala suerte siempre abierto.

 

-¿En verdad crees que le deberíamos guardar?- sonaba sorprendido Miguel. Soltó una risita. -Tiene gracia que lo digas tú, que eres quien se la has quitado. Te viene de tarde el instinto de hermano mayor.

 

-Ya pero...

 

-Mirame- le ordenó el castaño a la par que el moreno se llenaba la boca con otros tres bombones seguidos. -Ahora son nuestros- y allí estaba su archifamosa sonrisa de lado, que ponía cuando algo malévolo le pasaba por su pequeño cerebro.

 

-Quefhgjafhpasaghdyhdcabezafhsgd- ininteligible, para ser el mayor.

 

-Traga, tonto.- el bajo soltaba risitas mientras esperaba que el alto acabara.

 

-Decía que qué pasaba por tu cabeza- le dijo Leo.

 

-¿Quieres saber?- le contesto retadoramente.

 

De golpe el castaño fue a sentarse sobre las piernas del moreno, apartando la caja y empezando a besarle. Le rodeaba el cuello con los brazos, igual que hacia con sus piernas entorno a las caderas de Leo. Este le agarraba con una mano de la cintura, para que no cayera mientras con la otra empezaba a subirle la camiseta.

 

-Mimi, hoy también quieres tema?- dijo besando, mordisqueando y lamiendo el cuello.

 

-Sabes perfectamente como me sienta el chocolate. Y tú aquí, robandole la caja a Lya para dármela. ¿Cómo querías que reaccionara?- Cierto, si le dabas chocolate a Miguel ya podías buscarle chica, aguantar sus bromitas o rociarle con agua bien fría, porque se ponía de un pesado.

Volvieron a besarse, esta vez más intensamente. El moreno le quitó del todo la camiseta del menor y pude ver como, después de mandarla al carajo, iba descendiendo con su boca, dejando besos por el cuello, clavícula, pecho, deteniéndose ahí, donde de repente empezó a lamerle un pezón mientras tocaba el otro con la mano que no sujetaba su cadera. Escuchaba los gemidos bajos de Miguel y veía como movía sus caderas, restregándose contra el otro cuerpo igual de excitado que él, a juzgar por el zoom que yo acababa de realizar para , no se porque, ver mejor.

No podía creerlo. Mis hermanito se traían algo entre sí. No me dejaron seguir pensando cuando caminaron posiciones: Leo agarró a Miguel, girándolo, y lo dejo tumbado sobre su cama. Se quitó él también su camisa y dejó ver sus abdominales marcadas, igual que sus trabajados pectorales. En cuanto el mayor se posicionó encima del bajo, este empezó a acariciarle el torso, mientras que al alto descendia dejando marcas rojizas que mañana seguro seguirían ahí, recordando sus pecaminosos actos. Subió a besarlo, mientras con una mano aguantaba su peso y la otra iba desabrochando los pantalones del castaño. En un abrir y cerrar de ojos, estos ya no estaban, igual que los del moreno. Volvieron a restregarse y soltar gemidos ahogados por los besos que se proporcionaban.

Allí fue donde cerré el ordenador de golpe, me metí a la cama e intenté tranquilizarme y olvidar lo que había visto. Cosa difícil.

 

END FLASHBACK

 

Y así están las cosas. Hoy conseguí evitarlos y ellos estaban demasiado bien en su mundo happy que ni notaron la ausencia. Yo solo quería saber sus puntos débiles y me encuentro con esa relación...porque ¿era una relación o solo sexo? No lo se. Creo que seguiré investigando la situación.

Notas finales:

Pues lo deje muy lime porque nunca he ecgo emon y aún me cuesta.

Nos leemos 


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