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Orfanato Konoha por luunaru

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Notas del fanfic:

Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto

Disfruten

Orfanato Konoha.

-¿Están por pasar la lista?

-Sí, manténganse callados

Pasaban de cuarto en cuarto, cada uno con 10 camas. Miraron el reloj que marcaba las 19:30 horas, siempre a la misma hora pasaban la lista como si de una cárcel se tratase, ya iban por el último dormitorio donde siempre estaban los más desordenados y traviesos.

-Levántense – La voz demandante de aquel hombre retumbo por toda la habitación.

-¡Sí!

Todos los niños se pusieron de pie, el paso de la lista no duro mucho ya que solo era darle una hojeada a los presentes y la lista se resolvía pero lamentablemente se tenía que seguir un protocolo. Cuando iba a salir el encargado de esa área uno de los niños jalo un listón que dio como resultado un globo de agua en la cabeza del mayor. Todos los niños comenzaron a reír en son de burla, hasta que la mirada enojada los callo a todos

-Doy tres para que salga el responsable de esta idea – hablo firme y es que no solo era agua, era harina y confeti, al ver que ni uno hablaba comenzó a contar – uno… - los miro a todos – dos… Si no me dicen se quedaran si cena por una semana – amenazo – y…

-Él fue – grito un niño señalando al que tenía en frente cerrando los ojos fuertemente

-Maldito – susurro el otro pequeño

-Naruto acompáñame – dijo reclamante y el pequeño miro al pequeño acusador con odio pues quien sabe que le harían aquellos sujetos – apresúrate – lo jalo un poco

Los demás niños vieron mal al niño que lo delato

-Eres un idiota Satori fue culpa de todos y dijimos que no diríamos nada – lo aventó un niño

-Cállate – se levantó molesto – ¿Quieres que te de una paliza, Sai?

-Déjalo – Comentó otro niño poniendo una mano sobre el hombro de Sai – Deberíamos dormir, sino, nos castigaran también

-Tienes razón – ignoraron al otro niño y se fueron a sus camas – Buenas noches – se despidieron todos esa noche

Naruto iba caminando por los largos pasillos del orfanato rumbo a la oficina principal con la mano del adulto en su hombro para que no se escapara, estaban a unos metro y el rubio ya se sentía temeroso.

-Adelante a tu castigo – Dijo siseante el mayor

Naruto no respondió y entró se quedó quieto frente al director hasta que se diera cuenta de su presencia. El otro se encontraba revisando unos papeles con una mirada que daba miedo.

-Naruto, de nuevo tú – levantó la vista – ¿Ahora qué hiciste?

-Nada, solo tipos que son demasiado aburridos – desvió la mirada – no toleran ni una broma

-Acércate muchacho – estiro la mano

-Aquí estoy bien gracias – sonrió nervioso

La mirada amenazante del mayor lo hizo avanzar sin querer, llego hasta la mesa del escritorio y lo miro directamente a los ojos, un niño de 12 años no podría hacer mucho contra uno señor de 40 años ¿o sí?

-¿Cuántas veces tengo que repetirte que no molestes a Kabuto?

-Sí… bueno… vera… jeje – metió sus manos en los bolsillos de su pantalón nervioso y con miedo– Debería pensar sobre mis actos, tiene razón

-No tan rápido – lo sujeto de la mano – ven

Lo dirigió hasta que quedara a un lado de él, lo sentó en sus piernas y lo miro lascivamente, Naruto temblaba ante los contactos del mayor, sabía que ese sujeto era demasiado aprovechado, quería huir de él y poder también huir del orfanato para así hacer al menos ser libre, sintió la lengua del mayor en su mejilla, sus ojos demostraban pánico; abiertos de par en par

-Orochimaru – su voz temblaba – Deje... de hacer eso

Sin hacer caso el mayor continuo, metiendo la mano por debajo del pantalón para excitarlo, siempre que hacia una travesura sus castigos no pasaban de dejar la cena o el desayuno, o limpiar los baños y esos trabajos, ¿Por qué ahora era diferente? Cerró sus piernas cuando el contacto frío de las manos ajenas tocó su miembro

-¡Noo! – gritó asustado

-Cálmate – lo apreso contra la mesa y comenzó a besar todo el cuerpo del menor hasta que los toques de la puerta lo interrumpieron – Adelante – contesto una vez que acomodo la ropa del rubio – Y espero para la otra dejes tus bromas, limpiaras los baños

-S… Sí – agacho la mirada, no iba a ceder a llorar en frente de él – Con permiso

-¿Qué pasa Kabuto?

-Quería hablar sobre el niño que llegará mañana

-Ah sí – extendió unos papeles que estaban acomodados a un lado – Es éste – señalo a un pelinegro de mirada pérdida

-¿Dónde lo acomodaremos? Creo que queda un lugar en la habitación donde está Naruto

-Pues ahí ponlo

-De acuerdo, con su…

-Espera – lo interrumpió – Ven - Kabuto se acercó y miro el duro miembro de su mayor – Hazte cargo

-Como ordene Orochimaru

Sin perder tiempo se agacho y comenzó a hacerle un oral para calmar las ansias del mayor

>>En otro lado fuera del orfanato<<

-¡Es tú culpa! – El gritó de la mujer se escuchaba hasta la calle – Maldito mocoso, desde mañana no estarás aquí te irás lejos y nunca volverás – le dio una cachetada provocando que el menor cayera al piso

-Ma… Mamá – se tocó el lugar afectado – Lo… lo siento… yo…

-¡No quiero escucharte! Si no fuera por ti tú padre me haría más caso ¡Maldigo el día en el que naciste! – lagrimas salían de los ojos de la mujer, se tapó con las manos y el pequeño se quiso acercar pero ella lo aventó – ¡No me toques! Ve a preparar tus cosas mañana te vas

-Pe… ¿Pero a dónde? – luchaba con las ganas para no llorar

Su madre lo ignoro, se levantó del piso y camino hasta la habitación del menor para empacar sus cosas que se llevaría el día siguiente, el pequeño se quedo mirando por donde se había ido la mujer

>> A la mañana siguiente<<

-Apresúrate – jaloneaba la madre para llevarlo al carro

-¡No quiero! – Decía fuertemente - ¡Padre se enojara! – grito

Su madre le soltó otra cachetada pero esta vez fue más fuerte que la de horas atrás en la noche

-No vuelvas a mencionar a tu padre – Gruño sarandéandolo – Él no se enterará, ni siquiera le importará

Las lágrimas del menor salían como si se tratase de un grifo de agua abierto, quería suprimir el sollozo que se ahogaba en su garganta pero no podía, todo le dolía pues no entendía porque su madre lo odiaba si él no tenía la culpa de nada, nunca hizo algo para que lo trataran de esa manera, siempre fue un buen niño e intentaba siempre ser feliz y ayudar a su mamá en todo ¿Entonces por qué lo odiaba?

Subió a la parte trasera del automóvil junto con sus cosas, tenía entre sus brazos un oso de felpa que le había regalado su hermano mayor hace ya varios años; lo extrañaba demasiado, hace dos años se había ido a estudiar a otro país y fue cuando sus padre comenzaron a cambiar con él odiaba demasiado esa situación pero no podía cambiarla. El camino fue largo, estaban en un lugar a las afueras de la ciudad que el pequeño no conocía

-¿Dónde estamos madre?

-No me digas madre, no soy tu madre – lo miro con odio

El pequeño se contrajo en su asiento, se sentía triste

-Lo siento

-Bájate ya llegamos

Ella salió del auto y camino hacia la entrada esperando a que su abominación la siguiera y así lo hizo mirando todo a su alrededor y entonces entendió que lo abandonaría en ese lugar, que su vida cambiaría en un lugar que no conocía, un lugar que no sabía si sería bueno o malo, pero él a pesar de todo no quería dejar a su familia, los quería a todos, preferiría ir con su hermano a estar en un lugar desconocido

Caminaron dentro del lugar, el pequeño miraba todo con intriga, llegaron a una esquina y dieron vuelta, en la puerta se encontraba un señor de aspecto extraño, casi tan blanco como el papel, una cabellera negra, lacia y larga y unos ojos amarillos en forma de serpiente y tan delgado que parecía romperse

-Mikoto, bienvenida – la saludo

-Orochimaru, hola – contesto el saludo – aquí traigo al mocoso, encárgate de él

-Claro – le echo una mirada furtiva y se relamió los labios – es bello ya veo por qué…

-No lo digas – lo miro malhumorada y con una voz repugnante

-Entiendo

-Sasuke – el nombrado dio un brinquito en su lugar – él es Orochimaru, de ahora en adelante esta será tu casa

Ante lo dicho el menor dio un paso atrás

-No quiero, me niego

-No está en discusión – dijo tajante Mikoto

Sasuke corrió a toda prisa buscando un refugio pero la verdad era que no conocía nada en ese lugar.

-Ese idiota – susurro la mujer

-No te preocupes de aquí no saldrá

-Lo dejo en tus manos

-De acuerdo

Le extendió un sobre y el otro lo agarro gustoso pues sabía lo que era; el pago por tener a esa cría ahí, no era el primero que dejaban así con pago de soborno, pero sí el primero con el que le dejaban una jugosa cantidad.

La mujer salió del orfanato para ir a su carro con la vista en alto y satisfecha por su acción así nadie se interpondría en su camino para estar con su marido, no por algo había mandado a su hijo mayor a estudiar al extranjero. Mentiría y diría lo mismo de ese hijo suyo

Los sollozos se escuchaban en todo el lugar de aquel cubículo de baño, el rubio se acerco con miedo pues había varias historias que relataban sus mayores que decían que en los baños existían muchos fantasmas y el que viera uno sería maldecido para toda la eternidad

-Hay… ¿Alguien ahí? – pregunto asustado acercándose a la puerta del cubículo, pero nadie respondió el sollozo se calló y un ruido extraño se escuchó, tomo el palo de la escoba con la que limpiaba como símbolo de protección y se aproximó más hasta quedar en frente de la puerta – Sí hay alguien salga

-Miau, miau – se oyó un mal fingido maullido de gato

-Deja de fingir y sal – dijo ya más tranquilo al escuchar eso supo que era algún niño del lugar

-Miau, miau – seguía insistiendo

Naruto se metió al otro baño y se subió al inodoro para poder ver hacia el otro lado, se paró de puntitas y pudo alcanzar a ver que era un niño que jamás había visto de cabellera negra, tez blanca y ropa negra era lo único que podía ver desde ese lugar, recordó algo que hace mucho había platicado con un niño mayor que él, y era que los fantasmas tenían ese aspecto

Dio un gritito y un paso para atrás dando como resultado que resbalará dentro del inodoro mojando su pie y casi cayera de lleno al piso sino era porque el espacio era muy reducido y se pudo sostener de la pared

Sasuke al escuchar el grito y el escándalo del otro lado se asustó y salió a ver que sucedía, lo que encontró fue a un rubio extorsionado por querer sostenerse para no caer y su pie uno dentro del agua y el otro en la pared haciendo fuerza para detenerse

-Dobe – musito divertido sonriendo aun con los ojos húmedos por el llanto anterior

-¿Eh? – Voltio hacia donde escucho la voz y parado frente a él estaba el otro niño que vio dentro del baño – No me digas así bastardo, mejor ayúdame – refunfuño

Sasuke lo ayudo un poco para que se incorporara, Naruto agradeció haber lavado los baños antes de ese suceso sino tendría que tirar sus preciados tenis

-Sí que eres tonto – seguía picando el pelinegro – mira que caer dentro del escusado

-Idiota estaba preocupado por qué estabas llorando y no sabía quién eras – Hizo puchero infantil inflando el cachete, cruzando los brazos y desviando la vista – pensé que eras un fantasma

Ante dicho comentario Sasuke no aguanto la risa

-Sí que eres idiota – se burlaba

-Ya me canse de ti – lo miro mal – me voy

-Oye espera no conozco este lugar guíame

-No

-Anda dobe

-Deja de decirme así teme

Comenzó a caminar y detrás de él un azabache, llegaron a la puerta del director, tocaron y esperaron respuesta, una vez autorizado entraron

-Encontré al chico nuevo

-Gracias puedes retirarte

-Prefiero esperar aquí

Dijo después de ver como lo miro tan lujurioso y pecaminoso

-Como desees – Lo miro retador pero no podía darse el gusto de que lo delataran en la siguiente visita de recursos humanos para ver cómo iba todo – Sasuke, él es Naruto, serán compañeros de habitación. Naruto muéstrale la cama disponible y lleven sus cosas – señalo a un lado de la puerta donde estaba la maleta del azabache y su oso de felpa sin señales de la mujer

-Como ordene – tomo la maleta y con la cabeza le indico a Sasuke que lo siguiera

-Yo puedo hacerlo

-Déjamelo a mí – sonrió ampliamente

-Como quieras – se sonrojo, hace mucho que nadie le sonreía de esa manera.

Cuando llegaron a la habitación el rubio le presento a todos sus amigos para que también se volvieran amigos del azabache pues no le gustaba cuando la gente lloraba y prefería que sonrieran

Un niño llegó lanzándose a los hombros de Naruto para colgarse de él y el rubio rio ante lo hecho por su amigo, Sasuke se mantenía al margen mirando todo en silencio, al parecer no sería tan malo estar ahí. Quería pensar eso, pero al recordar a su familia se entristecía.  

 

Continuara... 

Notas finales:

¡Hola! ¿Qué les pareció? 

Espero que haya sido de su agrado y sus Rw x3

¡Saludos!


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