Mar de deseo.
Sentía la misma mirada de siempre encima suyo, escaneandolo, de arriba a abajo. nunca había intentado averiguar a quien pertenecía. Trató de concentrar su vista en la pizarra, donde el viejo calvo de su maestro escribía mil y un cosas en ingles, cosas que él sabía y entendía a la perfección mientras que otros simplemente las ignoraban.
Remojo sus labios y mordió la cola del lápiz que tenía en mano, de alguna manera esa mirada que estaba sujeta a él le gustaba y mucho, le encantaba llamar la atención de esa manera, le calentaba saber que había alguien ahí que no chistaría si le pedía algo indecente a vista moral, pero la moralidad le valía un jodido comino, él solo quería una cosa y la conseguiría no le importaba como.
Volteo solo un poco para verificar que esa mirada no se hubiese marchado, que siguiera igual que minutos antes, igual de intensa, y si la encontró aunque no le gusto de quien se trataba, era la mascota de bolsillo del grupo, el chico de peinado horrible y ojos de cachorro caliente, aunque su mirada más bien parecía de perro rabioso, peor no le importaba mucho por que aun así le gustaban esos ojos.
***
estaba acorralado contra la esquina más distal de baño, ¿como había llegado ahí? ni él mismo tenía idea solo sabía que había pedido permiso de ir al baño, solo eso y luego llego ese chico que hasta el momento en que lo vio frente a frente supo que no era tana lato como aparentaba, aunque su cuerpo si era tan fuerte como lo presumía y le encantaban esos músculos hipertrofiados en sus hombros, su espalda ancha y la fuerza que ejercía al tomar su cadera sin nada de consideración, con salvajismo extremo y nada de cuidado.
Y ahí estaban restregando sus lenguas una contra otra, saboreando la saliva del otro, sintiéndose dueños del otro cuando ni siquiera habían cruzado una palabra, cuando apenas ese chico lo único que pronuncio fue "princesa" y él un simple "idiota", aunque las palabras salían sobrando en el ambiente totalmente erótico en el que se encontraban ambos, perdidos en un mar profundo de deseo.
--Jonghyun. --habló de repente separándose del beso húmedo.
--Key --correspondió el otro apretándose un poquito más para obtener más placer, para sentir más,´para dejar salir un gemido que dio rienda suelta a los deseos más bajos de Jonghyun.
-- mejor larguémonos de aquí antes de que nos expulsen, a mi me falta poco para eso.-- advirtió jonghyun.
--¿quieres venir a mi casa? no está lejos. -- el otro asintió.
Kibum simplemente se había puesto el sweater alrededor de la cadera para simular su estado y Jonghyun solo se encorvaba un poco más para que pasara desapersivida su prominente erección, por que debía admitir que ese rubio teñido si que lo ponía caliente y sinceramente solo quería follarlo en ese mismo momento.
***
Se desnudo con la mirada de perro encima suyo, y eso solo lograba excitarlo un poco más a cada minuto, las manos toscas le estrujaban la piel de la espalda, amasaban sus nalgas sin nada de prejuicios, sin nada de respeto, aunque él respeto ahí salía sobrando, por que estaba claro que no existía en ninguna de las dos partes.sin previo aviso dejo entrar un par de dígitos, y eso lo crispo un poco, lo hizo arquear la espalda, sin duda jonghyun era un sádico sexual, y de una manera muy descabellada encontraba atractivo a ese tipo de personas, personas como Jong que parecían tan tiernas por fuera, y por dentro eran unos pervertidos.
-- ¿Te parezco tierno? -- cuestionó su voz aterciopelada, agradable al oído humano.
--no, me pareces sexy -- aclaro el punto y continuaron los besos mojados, necesitados, los apretujones de genitales, los graznidos.
La pared rugosa recibía gustosa a sus manos apoyadas en ella, esperando al intromisión de Jonghyun, ni siquiera lo había preparado y ya estaba por entrar con su enorme cosa, esa que esperaba con ansias, aunque sabía que le dolería demonios, que gritaría, que lloraría pero simplemente ansiaba tenerlo dentro, y por un momento agradeció al condón por tener lubricante, pero eso no le quitaría el dolor, igual lo abrirían mucho...
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la introducción de Jonghyun, dejando el glande dentro, adentrándose más dentro con cada pequeña embestida, salía un poco y otro más entraba, mientras el mismo Key mordía sus labios con fuerza para no gritar del dolor que sentía, nunca antes le había dolido tanto, nunca antes había sentido morirse.
--tranquilo Key, --susurró en su oído, como si de verdad le importara.
--continua... no detengas -- suplicaba por que quería sentir placer más que dolor y solo lo lograba si jonghyun se movía.
--estás muy apretado, me encanta...-- ese era su cielo, ninguna de las chicas con las que había estado era tan apretada como ese rubio que apenas acababa de conocer, ese rubio caliente que caminaba como modelo de pasarela o peor, más bien caminaba como un minino mimado, como un gato horrible, y aunque le parecía feo aun así le gustaba y no negaba que le encantaba su físico delgado a pesar de que no tenía pechos ni caderas anchas, aunque esos suaves pezones parecían tan apetecibles, quería comprobar si eran tan dulces como aparentaban pero no tenían tiempo, ademas parecía que ese Key no era del tipo de personas que andan con rodeos.
Los testículos de jonghyun chocaban una y otra vez contra la terminación de los glúteos de Key ocasionando un ruido por lo más de Jong, mientras sus oídos se deleitaban con los múltiples gemidos que dejaba escapar ese gato que lo recibía gustoso, ese que no paraba de hacer caras orgasmeantes y llenas de deseo.
--más...más duro...Ah~ ahí... --gemía para complacer a los oídos de Jonghyun y este solo aumento el ritmo a uno más descontrolado, más enfermo, a uno que satisfacía ambos.
-- me estoy viniendo... --advirtió antes de aventar un poco las caderas y escuchar el orgasmo de su compañero, antes de venirse en el plástico del condón.
--¿quieres tomar algo? -- cuestionó Key.
--mejor luego, mejor vístete y vamos a comer algo, tengo hambre. -- luego su estomago corroboro lo que sus labios decían.
--Tu pagas.
--claro que si gatita...