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Marioneta De Cristal por Satan666

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Notas del capitulo:

Espero que les agrade esta historia, es completamente original. Fue editada, por lo que si la seguías hace unos años, te recomiendo que las vuelvas a leer.   

Si me quieren apoyar en wattpad también subo mis historias en la plataforma.    https://www.wattpad.com/user/karenvruz  

También hice un trailer para esta historia en la plataforma de tiktok, espero les guste.    https://vm.tiktok.com/ZMeykhEHp/  

Mis otras historias están en proceso de edición. 

Capítulo VIII. (Marioneta)

POV Adrián

— Estoy seguro de que quiero quedarme contigo.

— ¿Estás completamente seguro? Sé que crees saber lo que quieres, pero sé que mi mundo no es el adecuado, no quiero que salgas corriendo sintiendo mucho dolor.

— No importa lo que deba ver o soportar, porque voy a quedarme. – Sé que no se puede dar nada por hecho, pero estoy seguro de que ahora mismo lo único que quiero es quedarme con él y no creo que esa idea cambie más adelante.

— Adrián, me gustaría que me hables un poco sobre tus amigos.

— No estoy seguro de que puedo decirte, más que sus personalidades no sé cómo es su vida en la zona roja, siempre me tuvieron alejado de todo, el día que nos vimos la primera vez en la cueva pude conocer a los que imagino son los halcones, y recuerdo muy poco de ellos, tal vez sus nombres.

— ¿Los recuerdas?

— Bueno, recuerdo a unos cuantos.

— No repares en detalles, puedes describir lo que recuerdes de forma superficial. – Me sostuve con firmeza de su ropa mientras intente buscar en mi memoria.

— El primero que llamo mi atención fue un tipo llamado Bruno, la verdad es que su cuerpo era amenazante, me intimido con la mirada, también estaba Benjamín, este parecía no poder hacerle daño a nadie, los otros eran Camilo y Darío, uno era alto y también algo intimidante y el otro bastante pequeño, afeminado.

— ¿Y tus amigos?

— George y Jacobo.

— ¿Conoces sus habilidades? ¿En que son buenos?

— Sé que son buenos peleando, pero no puedo decirte que hacen con exactitud, como te dije, ellos evitaron revelarme detalles de cómo es su vida dentro de los Red K, nunca mencionaron a los halcones.

— Las personas de la zona roja no hablan de su vida con frecuencia, la mayoría de la gente tiene identidades falsas, vidas inventadas, aspectos falsos, simplemente no es parte de nuestro mundo el mostrarse ante los demás. – Susurro.

— Puedo entender que es un mundo con sus propias reglas, un mundo muy distinto a lo que yo conozco, pero ¿Realmente son enemigos los Red K y los halcones?

— La pregunta correcta seria si somos enemigos de ellos, eres parte de nosotros ahora, no olvides la cadena en tu cuello.

— Si...

— La respuesta es sí, somos enemigos.

— Pero ¿Por qué? No entiendo porque no pueden convivir en paz.

— Adrián, nosotros no comenzamos con esta ridícula rivalidad, fueron ellos, mejor dicho fue el halcón, y todo se trata sobre tomar territorios, y demostrar quién es el más fuerte, es un juego de supervivencia.

— Supongo que hay muchas cosas que debo entender. – Suspire.

— Lo más importante que deberías entender desde ahora es que, no hay buenas personas dentro de la zona roja, todos son malos y asesinos, no puedes darle la espalda a nadie, porque van a apuñalarte, yo mismo soy cruel.

— Sé que eres malo, pero eso no me asusta.

— Olvide que eres el chico que no me tiene miedo. – Pude imaginármelo sonreír, intente verlo.

— Sin importar lo cruel que puedas ser, no puedo cambiar lo que siento y tampoco puedo retirar mis palabras.

— Eres un chico valiente, y ahora, debes saber que aunque esos chicos sean tus amigos ellos nos odian, harán lo posible por tenernos bajo su poder, son un grupo de idiotas, pero son el único grupo de idiotas que saben hacer las cosas medianamente bien, nos dan pelea, tienen el valor de enfrentarnos, por supuesto, eso dependiendo de a quien se enfrenten ya que si una persona como Ronald les da la cara...

— ¿Ambos son realmente importantes ahí no?

— Yo no intento ponerme en una posición superior al resto, pero supongo que las acciones y el tiempo hacen que se gane cierta reputación dentro de los territorios, y eso es lo que sucedió conmigo, no soy el más fuerte, simplemente hago lo que considero necesario para sobrevivir, y ahora tengo otrarazón para hacerlo.

— ¿Y cuál es? – Susurre.

— Eres tú. – Mi cuerpo se estremeció y abrace su espalda.

— Sabes, cuando estas con un Red K hay tres cosas que deberías tener en cuenta.

— ¿Cuáles son?

— La primera es que me pueden matar en cualquier momento. – Pase saliva nervioso, y odio esa primera condición.

— ¿La segunda?

— La segunda es que pueden ir detrás de las personas que más nos importan, y tú eres la única persona que me importa. – No sé si sentirme bien o asustado.

— ¿La tercera?

— La tercera es que si un Red K se mueve a la derecha, todos se mueven a la derecha, si tengo que huir o escapar muy lejos de este lugar...

— Voy a ir contigo. – Le dije sin dudarlo un solo momento.

— ¿Seguro?

— Completamente.

— No quiero meterte en mi mundo de mierda Adrián, pero me siento incapaz de dejarte ir o pedirte que te vayas, estoy siendo demasiado egoísta, pero siento que te necesito.

— No importa, me gusta que seas egoísta, yo no me quiero alejar de ti.

— Estoy lidiando con sentimientos que no puedo entender del todo bien, no quiero herirte, pero es mi naturaleza.

— No te preocupes por mí, si me quedo aquí es bajo mi consentimiento.

— Deberías alejarte de mí mientras no es demasiado tarde.

— No puedo. – Me mordí el labio inferior.

— Esto es muy complicado. – Susurro.

— La primera noche que me dejaste en mi casa tuve un sueño, no estoy seguro del lugar en el que estaba, pero recuerdo mis emociones, porque fueron algo impresionante, todo paso de la adrenalina a la rabia, en cuestión de segundos y no sé porque tuve la impresión de que esos sentimientos no eran míos, sino tuyos.

— La noche que te deje en tu casa la primera vez fui a trabajar con los chicos, entramos a un almacén, necesitábamos algo dentro de ese lugar y se presentó un obstáculo, un guardia ¿Me dices que pudiste haber sentido lo que yo sentí esa noche?

— Sé que no es coherente, debo estar completamente loco. – Mire los árboles que pasábamos tan velozmente, que se convertían en una sombra borrosa.

— No digas eso, pienso que algo nos mantiene unidos, porque yo tuve un mal presentimiento todo el día y mira lo que paso. – Dijo por lo bajo.

— Ahora que lo pienso, ya estamos bastante lejos ¿Para dónde vamos?

— Vamos al páramo, tenemos que hacer una entrega.

— ¿El páramo?

— Es un barrio, se puede ver cuando uno comienza a salir de la ciudad.

— ¿Y les pidieron traer en encargo hasta ese lugar? – Pregunte bastante sorprendido.

— Nosotros tampoco entendemos porque, ya que se supone que la entrega es para una persona con muchos billetes en los bolsillos, pero ya veremos que quién se trata.— Estaciono la moto, pude ver un enorme letrero con el nombre del barrio "El páramo."

— ¿Por qué te detienes?

— Vamos a esperar al resto, no es inteligente entrar en este barrio en estas condiciones.

— ¿Es peligroso?

— Nos tienen fichados aquí, ya hicimos alborotos en otras oportunidades, además, entre asesinos no hay amigos.

— Eso suena bastante duro.

Me baje de la moto para estirarme, mi cuerpo se entumeció por el viaje, aspire el aire ya que es bastante fresco en este lugar y me coloque delante de la moto, para poder mirar a mi novio, justo como quise hacerlo todo el camino mientras hablábamos.

POV George

— ¿Creen que puedan apurarse? Me tienen nervioso. – Me queje entre dientes, sé que están lo suficientemente cerca para escucharme, a pesar de que el viento y las motos hagan ruido.

— George vamos lo más rápido que podemos, tienes que calmarte, sé que él va a estar bien. – Dijo Jacobo, intentando mantener la marcha a mi lado.

— ¿Eres consciente de las personas con las que está? Le pudieron hacer algo, se lo llevaron porque de alguna forma averiguaron su conexión con nosotros, si le pasa algo a Adrián vamos a ser los únicos culpables Jacobo.

— Yo también estoy preocupado por él, pero no podemos perder el control, podemos matarnos. – Y sé que tiene razón, estas carreteras están llenas de curvas y obstáculos de camino, como basura, posibles clavos o cosas que produzcan un daño permanente en las motos.

— ¡Estoy asustado! – Le confesé, alzando un poco la voz.

— Yo también, hay que pensar en una imagen positiva, en algo bueno. – Suspire.

— De acuerdo.

— ¡Deténganse un momento! – Escuchamos una voz detrás de nosotros y ambos nos vimos obligados a frenar, tal fue la violencia que por poco derrapamos en la carretera.

— BRUNO NO ES MOMENTO DE... — Puso una mano en alto para callar queja y me mostro su teléfono.

— Me está llamando el halcón.

— Contéstale para ver que quiere entonces, tenemos prisa.

Me baje de la moto y comencé a caminar de un lado para el otro, sin poder creer el retraso y lo que estaba pasando, me arrodille en el piso y coloque la cabeza entre mis piernas, enseguida pude sentir la mano de Jacobo sobre mi rodilla, lo mire para darme algo de tranquilidad y en realidad funciono mejor de lo que pensé. Tome un poco de aire y me puse de pie con su ayuda, mire hacia los alrededores para averiguar nuestra posible ubicación.

— ¿Este no es el camino hacia el páramo? – Pregunto Darío, parándose a un lado de nosotros.

— Parece que sí. – Confirmo Jacobo.

— ¿Por qué los Red K traerían a Adrián tan lejos? – Pregunto Camilo, acercándose también.

— No tengo la menor idea, pero esa basura no está tramando nada bueno. – Gruñí por lo bajo.

— Sé que Adrián está bien, es más fuerte de lo que piensas. – Me dijo Jacobo, nadie puede controlar mejor una situación desesperante que él.

— Vamos, veamos que le dice el jefe a Bruno, de nada nos vale discutir ahora. – Dijo Darío, comenzando a caminar hacia Bruno, quién justo en ese momento terminó la llamada.

— ¿Qué quería? – Pregunte de mala gana.

— El jefe quiere que hagamos un trabajo. – Nos miró a todos.

— ¿Justo en este momento? Debes estar bromeando. – Puse los ojos en blanco.

— Tenemos que ir por Adrián. – Le dijo Jacobo, antes de colocar una mano sobre mi hombro, advirtiendo mi posible reacción.

— Bueno, creo que ambos están de suerte, porque si mis deducciones son ciertas su amigo debe estar con nuestra presa, los Red K también venían por este camino.

— ¿Están buscando lo mismo que nosotros, cierto? – Pregunto Darío.

— Se llama Bartolo Reyes y es un político millonario al que le fue muy bien haciendo negocios sucios de tráfico y prostitución, al parecer es la clase de hombre que se puede limpiar el culo con dinero.

— ¿Y qué debemos hacer? – Pregunto Benjamín, hablando por primera vez, normalmente se mantiene apartado de mí cuando estoy de mal humor.

— Secuestrarlo.

— ¿Y qué está haciendo un sujeto tan importante en el páramo? – Pregunto Jacobo, quitándome las palabras de la boca.

— Al parecer se asegura de cerrar sus negocios sucios muy lejos de dónde lo puedan reconocer, el tipo es político, ustedes también vieron que uno de los Red K tenía un paquete, y eso es posiblemente lo que está por buscar Reyes. – Dijo Bruno, terminando de aclarar nuestras dudas.

— Entonces vámonos, si es que queremos rescatar a Adrián más vale que lleguemos al mismo tiempo que suceda ese intercambio. – Dijo Darío, antes de subirse a la moto.

— La princesa tiene razón, los necesito a mi lado, así que George y Darío a mi derecha, Benjamín y Jacobo a mi izquierda, armas en mano, no se confíen.

— Por favor, nadie podría confiarse enfrentándose a los Red K. – Le di un golpe brusco a la moto y arranque de regreso al camino.

POV Adrián

— Entonces ese es el plan, se supone que te hicimos subir a la fuerza, para sacarte información de ellos, de alguna forma nos enteramos de que el príncipe y los halcones tienen una conexión importante, debes lucir asustado, también despéinate un poco. – Puso la mano sobre mi cabeza y me despeino el cabello.

— Bastan basta. – Me queje.

— ¿Estás de acuerdo con el plan?

— Creo que es lo más inteligente que puedo decirles, él que me hará todo tipo de preguntas sin detenerse es George, pero creo que puedo llegar a convencerlo. – Le dije a mi novio, lleve las manos a mi cuello para sacarme la cadena y ponerla en mi bolsillo.

— No vayas a entrar a la zona roja sin eso, podría ser una sentencia de muerte. – Advirtió.

— Me la voy a volver a poner cuando terminemos con todo esto.

— No estás lo suficientemente despeinado. – Levanto las manos y de inmediato puse los brazos sobre mi cabeza.

— Basta, ya me despeinaste bastante. – Comencé a rodear la moto, para alejarme de él, pero me espero por el lado contrario, como si fuera un cazador, para intentar agarrarme.

— ¡Puedo ver a los chicos! – Le dije para que se detuviera, y la verdad es que si estaban llegando y deteniéndose a un lado de nosotros.

— ¿Los perdieron? – Pregunto S.

— No fue fácil, pero sí. – Dijo Ronald.

— Entonces es momento de entrar.

— Espera un momento S. – Dijo Ronald y me miró fijamente, luego se sacó el suéter, uno lo suficientemente grande como para que entren tres iguales a mí dentro.

— ¿Qué estás haciendo? – Le pregunte.

— Debes ponértelo.

— ¿Por qué?

— Es un barrio peligroso y la verdad es que desentonas un poco Adrián, tú llamas mucho la atención, de buena y mala manera, debemos pasar desapercibidos. — Su comentario me hizo sentir apenado, pero me puse el suéter sin protestar.

— Estamos listos, vamos a entrar, si alguno muere los otros sigan.

— ¿Si alguno que? – Me comencé a sentir mareado, una mano me sostuvo y de un momento a otro estaba nuevamente sobre la moto, entrando al páramo, con el corazón en la garganta.

— Te ves adorable con ese suéter.

— Eso no es gracioso. – Gruñí.

Pero claro, todos me tienen de arriba para abajo como un muñeco, de alguna forma termine involucrado en un mundo y en el otro, el único problema es que no siento que la burbuja dejara de protegerme, más bien siendo que creció de tal tamaño, que ahora no puedo controlarla. Sé que cuando decida lo que quiero y tome mis propias decisiones, podré hacer que por fin explote, dejándome respirar. Lo que no creo que desaparezcan son los hilos que parecen unirme al hombre de ojos fríos que tengo tan cerca de mí. Puedo verlos, finos y brillantes, rojos como la sangre. 

Notas finales:

Les agradezco por leer, espero que disfruten esta historia. Preguntas, dudas y sugerencias en los comentarios.


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