Hace 18 años
- Mikoto no puedes pedirme esto- dijo el hombre pálido a su hermana menor.
- Por favor Orochi- le rogo a su hermano mayor.
- Es tu hijo, aparte, que clase de vida le daría yo- se quejo el hombre.
- Esa mujer a pedido la cabeza de mi bebe, solo me ha dejado tenerlo para arrebatármelo-
Su hermana estaba afligida, pero que podía hacer, acecinar al estúpido ingles que la embarazo, no, no podía, ella lo amaba.
- ¿Y tu adonde iras?- podía ser el criminal más buscado pero era un buen hermano.
- A Hokkaido, zarpo mañana, por favor hermano cuida de mi bebe- rogo al borde de las lagrimas.
- Lo hare, será mi hijo, pero él sabrá la verdad- abrazo a su hermana con mucho amor.
Vio como se alejaba la mujer, su pequeña hermana, vio como temblaban su hombros por el llanto, suspiro profundo, miro sus brazos ahí estaba, un pequeño bulto, un niño, no, un bebe, el hijo de su hermana, un pequeño doncel, era hermoso. Sonrió, él quería un heredero ahora lo tenía.
- Yo soy Orochimaru, el rey del bajo mundo- el bebe lo miro como si entendiese- y tu Sasuke eres mi hijo- el bebe rio.
La risa del bebe inundo toda la oscuridad del palacio oscuro, un heredero, para el mejor acecino y ladrón de los tiempo.
- Mi rey ¿ que tiene ahí?- pregunto un niño de anteojos de unos siete años-
- A tu príncipe Kabuto-
Hace 10 años.
- Escúchame bien pequeño Sasu- dijo el rubio de trece años- no tienes que llorar, yo me casare contigo- sonrió alegremente.
- ¿Enserio?- pregunto un pequeño azabache de ocho años.
- Si, a partir de ahora eres mi prometido, y serás mi esposo, asique no te preocupes y cumple tu sueño- dijo el rubio.
- Gracias Naruto- dijo el menor quitándose las lagrimas- entonces tu también cumple tu sueño- le sonrió al mayor- yo me convertiré en el mejor príncipe del mundo- dijo feliz.
Naruto saco un anillo de su bolsillo y se lo puso en la mano al pequeño Sasuke, pero obviamente era grande para el niño, asique tomo el lazo de su chaleco y se lo coloco como un collar, el menor se sonrojo.
- Y eso ¿para qué?- pregunto Sasuke.
- Es tu anillo de compromiso- sonrió el rubio al azabache e le ilumino el rostro.
- Espera aquí- y salió corriendo-
Al minuto volvía el pequeño con una objeto envuelto en un pañuelo, una esclava.
- Este es el primer objeto robe, tenía seis, no tengo un anillo asique- le dio la escava al niño.
- Me encanta- sonrió el rubio.
De pronto dos hombres y un adolecente entraron en la habitación.
- Naruto nos vamos, despídete-
- ¡Si capitán!-
Naruto se despidió, para no volver.
Hace 5 años
- Un ingles arribo hace trece años en un viaje de negocios, junto con su esposa e hijo, su nombre era Fugaka Uchiha, el se enamoro perdidamente de una de las sirvientas del lugar donde se hospedaban, y él era correspondido en sentimiento, estuvieron viéndose alrededor de un mes, ella quedo embarazada, el tubo que decirle a su esposa, él deseaba hacerse cargo de su amante y su segundo hijo, pero su esposa no lo permitió, espero a que el niño naciera y le ordeno a la mujer deshacerse de él, o ella misma lo mataría, y luego que ella misma debía desaparecer…- hiso una pausa ya que Sasuke lo miraba horrorizado, pero asintió queriendo saber cómo terminaba la historia- … así lo hiso la mujer llevo al recién nacido con su hermano y tomo el primer barco a la isla de Hokkaido, su hermano le prometió que le contaría toda la verdad al niño, que sería como su hijo, el ingles se fue se fue, pensando que su hijo había muerto igual que su amante, el niño creció y se convirtió en un excelente príncipe heredero- concluyo la historia Orochimaru.
- Entonces, no soy más que un bastardo- afirmo el pequeño doncel.
- ¡Claro que no, eres mi hijo!- dijo molesto el mayor- serás el mejor acecino de todos, ¿acaso ese no es tu sueño?- dijo el mayor de pie.
- Pero yo… acaso mi madre…- quedo mudo, bajo la mirada, pasaron unos segundos- seré el mejor, mejor que los demás- levanto la mirada y Orochimaru se sorprendió los ojos del niño eran rojos- ¡seré el mejor destajador y honraré a mi madre!- dijo el chico fervientemente.
Orochimaru había decidido contarle la verdad ese día, el mismo que los cerezos florecían. No hubo más que decir, el niño era hábil mucho más que cientos de hombres, a pesar de tan solo tener trece años, era un erudito, ya había aprendido 5 idiomas, solo escuchando a los hombres que le rodeaban, a pesar de ser doncel lo habían entrenado como a cualquier varón, y aunque muchos aun dudaban, el sabia que sería el mejor.
Hace tres años
Un azabache vestido de azul y blanco corría por el bosque bajo la lluvia, esta la mojaba el cabello y la ropa, llevaba la espada desenvainada su velocidad para ir a pie era sorprendente, pero los otros iban a caballo lo alcanzarían pronto, asique simplemente busco un terreno que le favoreciera, y lo encontró.
- ¡Maldito doncel!- grito el primero en llegar.
- Te haremos pagar mocoso- grito otro
El doncel quedo rodeado, pero aun así sonrió, lo cual dejo sorprendido a los hombres que lo perseguían, sus ojos se tornaron rojos, y comenzó la matanza, igual que hacia momentos antes el doncel demostró un excelente manejo de la espada, los acecino a todos, golpes certeros, rápidos, carentes de compasión y por sobre todo inevitables, nadie podría escapar de esa espada. Quedo uno con vida.
- Dile a tu señor, que esto es solo una advertencia, nadie de atreverse a amenazar al rey del bajo mundo- dijo secamente.
- Me…. ¿perdonas la vida?- dijo sorprendido el otro, tendría seguramente la misma edad que Sasuke.
- Sí, pero solo porque llevaras mi mensaje- dijo arrogante y aun con el tono rojizo en los ojos.
- ¿De parte de Orochimaru?- pregunto el joven.
- Si- dijo Sasuke antes de voltear y comenzar a perderse en el bosque- y de parte de el príncipe destajador-
Desapareció entre las sombras y la lluvia. Había tenido éxito, oficialmente ahora era el mejor destajador y digno heredero de su padre. Esa noche se celebro, todos alabaron al príncipe Sasuke cuya habilidad e inteligencia eran solo igualadas por su belleza.
Actualmente
En la tarde
- Señor, un hombre desea verlo, dice tener información sobre su hijo-
- Hágalo pasar-
- Si señor-
Hacia medio mes había llegado Fugaka a Japón, había puesto en el diario que había recompensa por la entrega inmediata de su hijo desaparecido, del cual omitió informar sabia hacia tan solo tres meses, en su testamento su difunta esposa dejo en claro que su hijo segundo no había sido acecinado, solo dado en adopción, por lo cual pasado el luto el Duque Uchiha había tomado el primer barco a Japón a buscar a su hijo. Lo cual había resultado más difícil de lo que creyó, en apenas dos semanas había visto a uno treinta jóvenes que decían ser su hijo, a este paso creía que ya todo estaba olvidado.
De pronto vio como un hombre alto de cabello largo y negro de rostro alargado y muy pálido, con ropas raras entraba a su muy improvisada oficina.
- Buenas tardes Duque- dijo el hombre al Duque no le pareció nada un hombre con quien tratar.
- Buenas tardes señor, hagamos esto rápido muéstreme al chico, hubo muchos antes de usted y hay muchos esperando- dijo serio el azabache.
- Hay hay hay… ustedes los ingleses siempre queriendo que todos se muevan a su ritmo- dijo pavoneándose por la oficina, mirando y tocando todo.
- No tengo tiempo señor, si no tiene muchacho el cual enseñarme retírese- dijo frio el ingles.
- Vera señor si tengo un muchacho pero no aquí, si no en casa, pero este todavía no sabe que lo voy a entregar… ni yo estoy seguro de hacerlo- dijo al fin sentándose en la cilla frente al otro.
- Explíquese señor- ya estaba perdiendo el temple después de tantos jóvenes este idiota.
- Vera señor, su nombre es Sasuke así le puso mi querida hermana menor Mikoto- los ojos de Duque se abrieron al escuchar ese nombre ya que él no había dado ninguna información- ella me encargo el cuidado del niño cuando su esposa la amenazo de matarla a ella y al niño recién nacido, obviamente el niño en cuestión creció sano fuerte y es extremadamente listo y conoce la forma de su concepción- miro la reacción del otro, y era la que esperaba- quiero a este chico como si fuera mi hijo- el rostro de Fugaka se mostro incrédulo a las palabras de afecto- ¿ porque pone esa expresión?-
- Sabrá disculparme espero, pero me cuesta creer que hable de querer al muchacho cuando solo ha venido por el dinero- dijo frio.
- Se ve que no me ha escuchado, yo no voy a vender a mi hijo- dijo mordaz- pero se acerca una guerra y solo quiero que el este seguro cuando esta ocurra- dijo el hombre con preocupación.
- ¿guerra? Explíquese-
- Vera señor, emperador desea exterminar a todo el bajo mundo y este no desea ser exterminado, si me comprende- sonrió al ver la expresión del otro- vera soy Orochimaru el criminal más buscado de todo Japón y rey del bajo mundo y Sasuke su legitimo o ilegitimo hijo como prefiera usted es el criminal que se conoce como el príncipe destajador – el rostro del Duque mostraba espanto- esta es una guerra que esta pérdida desde antes de empezar y mi gente lo sabe, si fuera segura la muerte de Sasuke no habría venido, pero el sobrevivirá hasta el final, lo conozco yo lo crie, pero Sasuke es un doncel jamás lo enviarían a la cárcel o acecinarían, lo mandarían de concubino de algún general del emperador y eso es para mi querido hijo es peor que la muerte- suspiro resignado- si Sasuke se va con usted y se lo lleva a Inglaterra el estará a salvo ¿verdad?- termino al fin
- …- pensó esto cambiaba las osas él quería recuperar a su hijo pero un acecino- si, a pesar de ser un criminal sí, me lo llevare y lo protegeré, y nadie sabrá su pasado, será un doncel común y corriente, bueno lo que se dice entre duques, será mi legitimo hijo, y nadie lo juzgara- dijo al fin, lo haría por Mikoto.
- Otra cosa- Fugaka lo miro- no le busques esposo, ni lo comprometas, conozco al chico y por más que trate de adaptarse el no querrá a un pomposo petulante con aire de superioridad, lo mataría antes de la boda y no es broma, el se comportara, tiene modales y es educado, lo único que pido a cambio es su protección absoluta- dijo resignado no quería entregar a su bebe.
- Si- dijo, su corazón dio un brinco, al fin lo había encontrado.
- Bien prepare su barco para zarpar que cuando esté listo vendrá el chico-
- ¿por qué recién cuando zarpe el barco?- dijo levantando una ceja.
- Porque el chico es de lo más buscados por la guardia imperial- sonrió socarrón.
El hombre pálido se fue, aunque hubiera deseado jamás aceptar marchar a su pequeño destajador, no podía exponerlo a ser el maldito concubino de algún general el chico decidiría primero morir, ahora tenía que convencerlo de que era lo mejor para él, que siguiera su vida, que se convirtiera en un joven decente, alguien respetable, que se case y tenga hijos, si eso quería él, tanto quería al chico que lo mandaba lejos siendo el único capaz de ayudar en la victoria.
Llego a un castillo de gran tamaño con un enorme jardín, lúgubre pero a pesar de eso cada tanta distancia se encontraba un jarrón con una o dos malvas de un rosa vivo, sonrió, desde niño Sasuke había tenido cierta atracción por las flores silvestres y siempre le gusto llenar el palacio con estas, tal vez solo mostrara pequeños gestos delicados de doncel, pero eran perfectos, el despertar antes que todos solo para llenar el enorme palacio de flores, acostarse ultimo para desearles buenas noches a todos y cada unos de los ocupantes del palacio, el cual era el único momento en el que todos podían verlo sonreír, a pesar de ser frio y calculador jamás trato mal a los niños, es mas todos los niños del palacio lo adoraban ya que el cambiaba drásticamente con ellos.
Llego a la puerta que buscaba, trago seco y abrió la puerta, ahí estaba sentado sobre un enorme sillón ruso leyendo un libro bastante grueso de tapa roja, vestido con un kimono azul con flores negras, a pesar de saber que había entrado su padre el no levanto la vista ni se movió del sillón, Orochimaru vio el florero llenos de malvas y sonrió melancólico, Sasuke levanto la vista estaba acostumbrado a que cuando su padre entrara a cualquier habitación su presencia se sentía, imponente, poderosa, atemorizante, y todos menos el agachaban la cabeza ante su paso.
- ¿Qué sucedió padre? – dijo cerrando el libro y poniéndolo sobre su regazo.
- Fui a ver a fugaka- dijo sentándose frente a su hijo, quien lo miro feo- no me mires-
- Dijiste que era decisión mía- se paro con indignación- dijiste que no insistirías mas-
- Te irás con él cuando su barco zarpe- dijo serio- ¡por amor de dios niño no me mires así!- le grito cuando vio la cara de odio.
- ¡Me entregas al demonio solo porque le temes a la guerra y su desenlace!- le grito Sasuke.
- ¡Es lo mejor para ti y lo harás fin de la discusión!- se paro y pareo la silla donde estaba sentado.
- ¡No lo haré y no puedes obligarme!- le tiro el libro por la cabeza el cual Orochimaru logro esquivar- ¡soy el príncipe destajador y guiare a mis tropas a la batalla y si pierdo lo hare con honor!- los ojos del menor se estaban tornado rojos o eso decían todos los que lo veían en ese estado de furia.
- ¡Y yo soy el rey del bajo mundo! ¡y si no obedeces a tu padre orecerás a tu rey!- le grito.
- Yo…- lo miro con horror- no puedes hacerme esto- su vos sonó casi como un susurro- por favor padre no me hagas esto- se acerco y lo tomo del brazo.
- Mocoso ahora vienes y me ruegas- le acaricio el cabello- me encantaría que te quedaras, pero es mejor para ti- lo abrazo fuerte.
- Jamás me habías abrazado antes- susurro el chico.
- Jamás había tenido que separarme de ti- le acaricio la cabeza.
- Entonces no me alejes, déjame pelear, déjame enfrentar la guerra a tu lado- lo miro insistente.
- No, empaca tus cosas, que cuando este el barco te marchas, te quiero camino a Inglaterra antes de que empiece la guerra- se separo.
Salió de la habitación, Sasuke se quedo parado, suspiro profundo, comenzó a empacar sus cosas en un par de baúles, uno para su ropa y joyas perfumes, otro para sus libros, mapas, ropa de cama, un par de cuchillos de luna. Luego de terminar de empacar se acerco a un enorme espejo de cuerpo entero de marco de oro grabado y decorado con joyas, se miro.
- Serás el mejor duque que haya existido, nadie se comparara contigo, y enorgullecerás a tus padres- se dijo.
Cubrió el espejo con una tela blanca y la amarro en los pies del espejo, esa noche no deseaba salir de su alcoba a saludar a nadie asique prefirió salir a caminar, sin que nadie lo vea salió del palacio vestido listo para acecinar, tenía todo el torso vendado y parte del hombro derecho, con la camisa japonesa blanca abierta, y el pantalón azul oscuro y calzado ninja, atado a la cadera con un cinturón violeta donde por la espalda cruzo su espada (a lo Naruto shipuden).
Caminaba por el bosque quería pensar, escucho un ruido a su espalda.
- Muéstrate Kabuto se que estas ahí- dijo sin voltearse.
- ¿Realmente te irás?- se acerco por la espalda y cruzo un de sus manos por la cintura del azabache y la otra acaricio su cuello.
- Si- el menor suspiro. El otro acariciaba sus caderas.
- No me dejaras pasar de esto ¿verdad?- suspiro resignado el peliblanco.
- No, asique suéltame- lo miro el menor- ya deberías haber entendido que no me intereso en ti de esa forma- lo miro a los ojos.
- Uno jamás deja de albergar un esperanza príncipe- dijo el mayor.
- ¿Quién te enseño esa estupidez?- pregunto alzando una ceja.
- Tu idiota, siempre esperando al pirata- sonrió socarrón.
- Yo no espero al pirata- lo miro indignado.
- Entonces ¿qué esperas?- no comprendía al menor.
- Un giro de trescientos sesenta grado, a alguien que me quite el aliento, y que con solo verme me erice la piel- vio la tristeza en el rostro del mayo- atrápame- le sonrió- atrápame y te daré un beso, te daré mi primer beso-
Salió corriendo, para desgracia de Kabuto no logro atrapar a Sasuke. Al día siguiente busco flores y las coloco en los floreros, parecía como si el chico estuviera en modo automático, todos los hombres que servían a rey se sintieron tristes por él, por el destino que le aguardaría si peleaba en la guerra y por el destino que le esperaba en Inglaterra.