Irritante, molesto, cansador. Si a Shinobu Takatsuki le preguntaran cuáles eran los adjetivos que utilizaría para describir el dormir con ese hombre, definitivamente serían esos.
No es que lo odiara, el problema era el hecho que roncaba. Si alguien le hubiese dicho que pasaría eso antes de que se fuese a vivir con Usami Akihiko, probablemente se lo hubiera pensado, mínimo dos veces. Pero supuso que sería un pequeño precio a pagar, después de todo, recibía cariño, y buen sexo. No olvidemos eso.
En los pequeños momentos en los que Akihiko no roncaba, y él tenía insomnio, solía pensar como había terminado ahí.
Quizás todo había comenzado cuando Miyagi You le había dicho que ya no sentía lo mismo por él. Shinobu, con todo el dolor del mundo, comprendió que ya no servía de nada retenerlo a su lado.
El rubio sólo quería que Miyagi fuese feliz, incluso si no era con él.
En esos momentos había considerado el mandar todo a la mierda y volver a Australia, pero nada de eso haría que Miyagi regresara a su lado.
Fue entonces que en medio del intento de olvidar salió a tomar unas copas. Justo en ese bar había visto un hombre, bastante lindo, sentado a la orilla de la barra. Tenía un semblante triste y depresivo.
Shinobu comenzó a recordar cómo se habían conocido.
Había ingresado al pequeño bar, buscando con su mirada algún lugar libre, preferentemente cerca de la barra. Pero en lugar de eso, se encontró con algo que llamó su atención.
Un hombre, de cabellera gris plata sentado a espaldas de la entrada, cerca de la barra de tragos. A pesar de estar de espaldas, se veía que era bastante masculino, el rubio tuvo la tentación de ir a hablar con él, pero luego se recordó que venía a ahogar sus penas. No a ganarse unas nuevas.
Quizás, por obra del destino, el único asiento libre cerca de la barra era el que estaba junto al hombre de cabellos plata.
Caminó despacio hasta aquél asiento libre y se sentó. Esperó a que el barman pasara por ese lado de la barra, pero tal parece que se había olvidado de aquella zona.
Tal vez su deseo de ser atendido era demasiado obvio, pues el hombre a su lado silbó y, tal perece que ya conocía al barman, ya que lo llamó por lo que parecía ser su nombre.
─¡Hey, Dylan!─ El barman se giró hacía dónde estaba el hombre─Tráele una bebida al joven─ El hombre lo señaló suavemente con la cabeza.
Shinobu parpadeó algo confundido, y agradecido. Dylan se acercó y luego de preguntarle que deseaba beber y, lo prepararó, se marchó.
─Gracias por llamarlo─ Le agradeció Shinobu al chico de cabellos plata.
─No es nada, me presento, soy Usami Akihiko─ Usami le tendió una mano a Shinobu en señal de saludo, y éste le correspondió.
─Soy Shinobu Takatsuki─ Le respondió él.
Y así había comenzado todo.
Shinobu se giró un poco en la cama, mirando a Akihiko, quien dormía plácidamente. El rubio mostro una pequeña sonrisa.
Cuando habían adquirido suficiente confianza, su relación pasó de ser encuentros casuales, a una de amistad. Fue entonces cuando Akihiko le contó lo sucedido con su anterior pareja.
Tal parece, que ambos habían vivido historias semejantes. La anterior pareja de Usami correspondía al nombre de Misaki Takahashi, habían estado juntos algún tiempo. Pero un día, Misaki decidió acabar con la relación, y por más que Usami le rogó que se quedara, Misaki se marchó sin más.
La única razón que Misaki le dio fue que ya no lo amaba.
Fue entonces que Shinobu se permitió contarle también parte de su vida amorosa. Entiéndase, su relación con Miyagi.
Con el paso del tiempo, su relación cambió de amistad a sentimientos amorosos, de repente, Usami deseaba proteger cada vez más y más a Shinobu. Éste por su lado, deseaba pasar más tiempo con Akihiko,
Luego de confesarse sus sentimientos en un parque al atardecer, decidieron darse una chance. Una chance para volver a amar.
Apenas unos seis meses habían pasado desde que se había mudado con Akihiko, después de todo, ya llevaban tres años saliendo. Ambos supusieron que ya era hora de dar otro paso. Juntos como pareja.
Tan perdido estaba en sus pensamientos, que no se dio cuenta de que Usami había comenzado a roncar un poco más fuerte aún. Harto de esto, Shinobu se enderezó en la cama, tomó su almohada y la golpeó fuertemente en la cara de Usami, sin medir las consecuencias que esto traería.
─¡Oye, conejo idiota, deja de roncar! ¡Me tienes harto!─Le espetó Shinobu.
Usami se incorporó lentamente en la cama y se acomodó, mirando fijamente a Shinobu, mientras que éste sólo tragó grueso. Usami tenía una mirada sombría en su rostro, que se podía distinguir aún en la penumbra.
─Tú me despertaste, ¿Sólo para decirme algo tan absurdo?─ Preguntó calmadamente
─¡¿Absurdo!? ¡Déjame decirte que tus ronquidos son bastantes molestos!─ Contestó Shinobu
─Me las pagaras─ Habló Akihiko, mientras se acercaba peligrosamente al rubio y devoró sus labios.
Shinobu abrió los ojos sorprendido, pero luego los cerró siguiendo el ritmo del beso. Los labios expertos de Usami se movían con agilidad sobre los labios del rubio, mientras que éste trabajaba por mantener el ritmo de su amante. Shinobu soltó un leve gemido cuando su lengua se unió a la de Usami.
Pronto el aire escaseó y se tuvieron que separar, pero esto no significo que Akihiko perdería tiempo. Descendió a lo largo de su cuello, recorriéndolo con su lengua. Aspirando su aroma. Shinobu soltaba pequeños gemidos que sólo hacía que Akihiko se excitara más. Dejó el dulce cuello del rubio y volvió a su boca, mientras lo recostaba con algo brusquedad sobre la cama.
Akihiko deslizó su mano bajo el pantalón de dormir de Shinobu, acariciando su miembro por sobre la tela del bóxer. El rubio gemía entre el beso y con sus manos recorría la espalda del mayor. El chico de cabello plata cortó el beso y comenzó a retirar las prendas inferiores de Shinobu. Tomó el miembro del rubio y lo introdujo en su boca.
Comenzó a lamerlo de arriba abajo, lentamente, como si quisiera torturar al lindo rubio. Los gemidos de Shinobu eran música para los oídos de Akihiko, éste aceleró un poco su ritmo causando unos gemidos y jadeos más audibles.
─M-me vengo, i-idiota─ Pronunció Shinobu entre jadeos. Al escuchar esto, Usami detuvó totalmente lo que estaba haciendo.
Shinobu lo miró enojado, haciendo una pregunta muda.
─Te dije que las pagarías-
Dicho esto, Akihiko se deshizo de sus prendas inferiores, mostrando su miembro erguido. Y sin ningún tipo de lubricante más que su líquido pre seminal, se acomodo mejor entre las piernas del rubio y lo penetró.
El rubio soltó un ligero gritó, que mezclaba dolor y placer. Akihiko esperó unos momentos a que se acostumbrara a la intromisión, para luego comenzar con las estocadas. Al comienzo, eran suaves para luego tornarse más rudas y placenteras.
Shinobu gemía y jadeaba, soltó un pequeño grito cuando Usami rozó ese punto que lo volvía particularmente loco. Akihiko tomo de nuevo el miembro del rubio y comenzó a masturbarlo. Pronto sintieron ambos como el orgasmo los alcanzaba.
Akihiko se vino dentro de Shinobu y, éste último entre ambos. El chico de cabellos plata se acercó a los labios de Shinobu y los besó, para luego dejarse caer al lado del rubio. Ambos se giraron para fijarse el uno en el otro.
─Te amo─ Susurró Usami mientras lo atraía hacía su cuerpo.
─Yo a ti, sólo deja de roncar─
Akihiko soltó una pequeña risa y acomodó mejor a Shinobu entre sus brazos.
Usami Akihiko podía roncar, ser insoportable, pero lo amaba igual. Y ningún ronquido por las noches, ni discusiones sin sentido haría que se separaran, tal vez Misaki haya dejado a Usami y, a él lo haya dejado Miyagi. Pero de lo que no había duda era que el amor los había tocado de nuevo. Lo único que ambos deseaban era no tener que sufrir más, y por el momento, ambos tenían la certeza de que eso no ocurriría, tal vez, y no volverían a sufrir.