Allen corrió al terminar las clases de la universidad, Kanda, después de tanto tiempo, le había enviado un mensaje pidiéndole que se juntaran en el cafe en el cual acostumbraban sentarse a comer o tomar algo; el albino estaba emocionado, hace unas semana que no se veían por el trabajo del moreno y los exámenes y esas cosas de la universidad, cosa que había desanimado levemente al albo ya que su mente se mantenía ocupada por Kanda, aquel ser frío, antisocial, amargado, arrogante del que, por una extraña razón, terminó enamorandose perdidamente, cabe decir que al momento en que Allen se le declaró, se sorprendió de sobremanera al saber que le correspondía. Ya había subido al bus que le llevaría al lugar de encuentro, tardaría unos 15 minutos sin tráfico, no tuvo noción del cuando subió al bus, pero estaba satisfecho ya que llegaría pronto a verle... Llegaría, le bucaría, le abrazaría, lo besaría y... Pensamientos no aptos para menores pasaron por la cabeza del chico e innevitablemente sus mejillas se encendieron levemente mostrando un adorable rubor recorrerle su rostro.
Vio al bus parar frente al cafe, la ilusión era presente en esos ojos grises. Entró y comenzó a buscar con la mirada el lugar donde se encontraba el peliazul, al no verlo se preguntó si se había equivocado de lugar, pues, el moreno siempre era muy puntual.
-¿Usted es Allen Walker?-
-Si, soy yo.-
-El señor Kanda me ha dejado una nota para que se la entregue - Levanto un sobre blanco de tamaño medio en el cual se podían distinguir claramente las palabra: "Para el Moyashi" - Tenga, no lo eh leído, no se preocupe.-
-Ah - recibio el sobre y sonrió al ver aquel apodo escrito en sobre el papel, tendía a reclamarle a Kanda por llamarle así aunque debía admitir que de vez en cuando le gustaba- Muchas gracias- Hizo una pequeña reverencia para despedirse de la garzona que le habia servido de intermediaria.
Abrió el sobre y sacó el papel beige que se encontraba adentro, procedió a leerlo expectante:
Moyashi:
Me imagino que en este momento estarás buscando, pero esto fue una pequeña broma, ve al parque... Ya sabes cual, no creo que olvides esa noche facilmente. Te estaré esperando asi que no exageres enojandote o comenzar a correr hacia el lugar, aunque no creo que me hagas caso... Ah, y por último: no te pierdas.
Atte.- Kanda
Su rostro se volvio rosa al recordar la noche a la cual se refería Kanda... Aunque lo que más le avergonzaba era el hecho de hacer "aquello" en un parque... ¡UN PARQUE! Cualquiera podría haberlos visto en ese momento pero al japonés le daba igual y lo tomo ahí mismo hechandole la culpa a el por provocarle, cosa que aun no entendía como.
Tal como decía la nota fue corriendo a ese parque, prefirió ir a pie ya que no lejos, solo unos 5 minutos caminando pero el lo hizo en menos ya que no aguantaba más. Quería ver al peliazul.
Al llegar al parque vio al moreno sentado en una banca sin fijar su vista en nada hasta percatarse de que el peliblanco ya había llegado, por lo cual se levantó y se dirigió hacia Allen que le mirada algo nervioso por alguna extraña razon.
-...Kanda- Dijo el albo con una sonrisa en su rostro mientras se acercaba, también, hacia su amante.
-¿Que pasa, Moyashi? - respondió deteniendose frente a él y tomando su rostro con las manos acariciandole sus mejillas.
-Te.. te extrañe mucho- pequeñas lagrimas se comenzaron a formar en sus ojos, estaba muy emocionado, lo había extrañado tanto y ahora por fin, después de semanas lo volvía a ver.
-Idiota- susurró acercando su rostro al rostro del menor juntando sus labios en un beso marcado por la necesidad de los labios del otro; primero fue suave pero comenzó a demandar más pasando su lengua por los labios del otro exigiendo que le permitiese la entrada para explorar su cavidad, cosa que el peliblanco permitió gustoso ya que él extrañaba aquellos besos del moreno, como hacía que cada fibra de su ser se resintiera cayendo en los brazos de su amor que en algún momento habían pasado a la cintura del albino. Separó el beso viendo la cara jadeante y ruborizada del menor - También te extrañe y... no tienes por que llorar, no pasará nada malo.-
-Pero...-
-Che, deberías evitar hacerlo - tomó del brazo izquierdo al menor y comenzó a caminar en dirección al edificio que se cernía frente a ellos.
-¿Adónde vamos?-
-A mi departamento.-
Allen siguió en silencio al mayor despues de la corta respuesta de este, aunque el ya estaba bastante acostumbrado a esas respuestas, así que prefirió ignorarla e ir con el mayor... Ya se imaginaba que era lo que iba a pasar en aquel lugar causandole anhelo pero nerviosismo, después de todo, puede que extrañara la forma en que el moreno le tocaba y besaba pero podía llegar a ser muy brusco si lo quería y el afectado de eso era su pobre trasero.
Llegaron al edificio y procedieron a subir las escaleras hasta llegar las 3º piso que era el lugar donde estaba ubicado la vivienda del pelinegro, este saco unas llaves de su pantalón y abrio la puerta entrando seguido del ojigris que le miraba expectante.
-Elige el lugar- dijo Kanda con tono serio
-¿Lugar?- Peguntó Allen poniendose un dedo en los labios y ladeando la cabeza levemente mientras se preguntaba a que se refería Kanda cuando le hablaba del lugar.
El japonés se acerco el británico tomándole del mentón con su mano izquierda para así levantarle el rostro y besarlo fieramente tomando por sorpresa al albo pero aun así este le correspondio dejando entrar su lengua formando una pequeña batalla que era dominada por el peliazul causando estragos en el sentido común de su amante. Kanda tomó a Allen en brazos estilo princesa y mietras le besaba lo llevo al dormitorio depositandole en la cama sin separar sus labios mientras se posicionaba arriba suyo.
Comenzó a bajar sus manos sacandole la camisa que llevaba puesta el albo para bajar sus labios por el cuello de este dejando pequeñas marcas y lamidas por esa piel que tantas veces había marcado como suya escuchando los suspiros y jadeos que salían de la boca del menor excitando aun más al mayor. El peliazul bajó su boca por el pecho de su pareja y desviarse hacia su pezón derecho mordiendolo, lamiendolo, succionandolo y con su mano derecha estimulaba el pezón izquierdo causando que los anteriores suspiros y jadeos se convirtieran en gemidos.
-Ka... kanda... ¡Ah! - Gemía Allen retorciendose de placer ante el contacto que le ofrecía el otro.
Bajo su mano derecha que se encontraba en el pezón del ingles hacia su entrepierna pasando esta por encima de la ropa del albo.
-¿Tan bien te haggo sentir?- Preguntó sonriendo soberbiamente.
-Kanda... ¡Kanda! - No podía acallar su voz por mas verguenza que le causaba, por muchas veces que había hecho el amor con Kanda aun no se podía acostumbrar a las sensaciones que le ofrecía por lo que normalmente el peliazul le molestaba diciendole cosas como que reaccionaba como su primera vez y cosas por el estilo.
El nipón se levanto dejando a un Allen estupefacto pero al verle desabrochar su pantalón liberando su erecto miembro ante el chico provocando que su rubor aumentará pues... ¿Era su idea o hoy "esa cosa" se encontraba mas grande?
-Ven aquí- le ordeno ojiazul a lo que el albo accedío y acercó su rostro al miembro de Kanda dandole una pequeña lamida en la punta originando un estremecimiento en el mayor - No me dejes esperando- dijo impaciente motivando a su amante a que entrará el miembro del peliazul en su boca sacando un gruñido de este. Comenzó a engullirlo a un ritmo mediano parando de vez en cuando en la punta para lamer con su lengua, despues de tantas veces practicando eso ahora podía hacerlo fácilmente sin atragantarse.
Kanda sentía que pronto se vendría así que separo la boca de Allen de su pene para besarle otra vez mientras se recostaba y colocaba al menor encima suyo; al cortar el beso dirigío 2 dedos hacia la boca del chico que comenzo a lamerlos como si de un dulce se tratara hasta que el moreno penso que ya estarían listos así que adentro en Allen un dedo entero para dejarlo quieto esperando que, por la expresión del albo, dejara de doler; cuando vió que esto paso comenzo a moverlo incitando al menor a mover levemente las caderas... Adentro un segundo dedo y después un tercero conforme a lo que el albino le pedía y lo que el podía aguantar claro está.
- Kanda... te... te quiero dentro... - dijo desviando la mirada hacia un lado por la verguenza que le causaba decir esas palabras, pero el siempre expresaba lo que sentía sencillamente y estos momentos no eran una excepción cosa que le encantaba a Kanda - Por... favor-
El aludido saco los dedos del interior del chico y lo posicionó arriba de su miembro bajandolo de golpe para que el dolor pasara más rápido, si bien el rostro de dolor que ponía Allen en esos momentos eran algo molestos para él, sabía que depués todo eso se olvidaría conveniente al movimiento de caderas que hacían entre ellos.
Allen se comenzó a mover dando a entender que el dolor ya era casi nulo provocando la perdida del poder sobre sus acciones comenzando a embestir desde abajo al menor quien gemía por la intensidad de los golpes que sentía dentro suyo. En un momento el albo soltó un sonoro gemido dando a entender que el japonés había encontrado aquel punto que hacíaa desfallecer al chico. Siguió embistiendole en ese punto provocando grandes gemidos y movimientos en el británico.
Pronto el menor llego al climax gimiendo el nombre de su amado mientras que las paredes que envolvían el miembro de este se estrechaban y apretaban con mas fuerza haciendo que despues de un par de embestidas Kanda se viniera dentro del albo. Lo levanto con cuidado sacando su pene de él y lo recosto a su lado.
-Moyashi- le llamó pero el aludido aun se encontraba jadeando costandole hablar.
-¿Si?-
-¿Estas bien?-
-Si.- Sonrió como un niño pequeño despues de esta respuesta- Ya comenzaba a exrañar cuando me tocas.-
- Idiota, descansa, aun es temprano yo te despertare para que puedas ir a casa.-
-Pero yo me quiero quedar contigo esta noche.-
-Solo por que se que debo controlarme no te hare mio otra vez, asi que duermete.-
-Ok- cerró los ojos y se acurrucó en el pecho de Kanda, era una de sus partes favoritas al dormir, el calos que este desprendía le hacía sentir muy bien.
-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-º-
Ya amanecía y un peliblanco jugaba con los mechones de cabello de su amante que se encontraba dormido junto a él.
-¡Kanda!- Grito el albino acercandose al aludido.
-¿Qué quieres, Moyashi?-dijo desperezandose al ser despertado por el albo.
-¿Qué es lo que más te gusta de mi?- Pregunto ilusionado esperando la respuesta de su amante.
-Eso esta más que claro...-
-Si no me dices no lo sabre- fruncio el ceño e inflo sus mejillas creando una imagen bastante tierna a vista del japonés.
-Es fácil... - subió una mano a los labios de Allen y los fue bajando a medida que nombraba las partes del cuerpo- tus labios... tus pechos... tu abdomen... tus brazos... tu cuerpo y - su mano se detuvo en el trasero del menor- sobre todo esto- comenzo a masajear ese lugar lentamente mientras veía al chico sonrojarse.
-¡Ah!- soltó este involuntariamente por lo que llevó sus manos a su cara tapando su boca.
-Che-
Kanda se lanzó encima del albino devorando sus labios en un demandante beso haciendo que el menor se comenzara a excitar levemente, miro directamente al moreno cuando este se separo de él.
-De esta no te escapas, Mi Moyashi-
-º-º-º-º- Fin -º-º-º-º-