Por la mañana de un viernes…
-Oye Aoi, levántate, tienes que ir a la escuela-
-hmmm, cinco minutos más…-
-no, recuerda que yo también tengo trabajo y mientras que estas en la escuela yo cumplo con él…-
-Bien, bien ya voy-
- Ese es mi mocoso…-
-No me llames así Kyo-kun-
-como quieras, vendrán por ti a las diez como siempre…-
-Ya no quiero ir a casa, todos los fines de semana lo hago y me aburre, no hago más que pelear con mis hermanos, es muy malo ser el hijo menor…-
-Te comprendo, pero eso no justifica que no puedas sobrellevar la situación, yo también pasé por lo mismo, pero mi problema fue que mis dos hermanas no me dejaban en paz cuando solo quería tener un momento de hombre…-
- ¿Tienes hermanas?-
-Dos mayores, que por cierto también me apuraban para ir a la escuela, tal como yo lo hago, así que dejémonos de charlas y mejor levántate de una vez…-
-Ya voy-
Después de batallar como todas las mañanas de los viernes, Kyo acompañaba a su niño Aoi a la cocina y después lo lleva a la escuela como su rutina. Al llegar la tarde, kyo vuelve a la escuela por Aoi, pero el pequeño se da cuenta que Kyo está acompañado por una chica, no habló nada hasta llegar a casa, donde al parecer la chica se acercaba “demasiado” a Kyo, la hora de comer no se hizo esperar y la chica los acompañó hasta que…
-Vaya Aoi-kun, nunca te había visto, Kyo me cuenta mucho de ti ¿Aún estas en primaria?-
-Si-. Dijo molesto…
-¿Y usted continúa como nueva en el acilo?-
-Aoi, eso no está bien, habla con respeto, ella no te ha ofendido-
-Lo hizo con sólo venir a casa para pasar más tiempo contigo-
-¿De qué hablas? Sólo es mi editora-.
-no me importa lo que sea, no me gusta esta persona.-
-tienes que disculparte-.
-Lo siento…-
-Eso está mejor…-
-¡SIENTO QUE SEA LO DEMACIADO IDIOTA COMO PARA ENTROMETERSE ENTRE NOSOTROS!-
Aoi salió a toda prisa hacia su habitación dejando a Kyo helado y un poco frustrado, sorprendido y avergonzado por lo que su pequeño había dicho y hecho, o almenos su vergüenza se vio más notoria cuando su editora realmente sorprendida preguntó…
-¿Qué relación tienen?- ¿Tienes tiempo para acosar niños? ¿Eres gay?-
-N-no tenemos ninguna relación, solo lo cuido, y no, no tengo tiempo y sobretodo ¡NO SOY GAY!...-
-Es bisexual, chica tonta…-
-¡AOI!-
Dijo Kyo ya exaltado por todas aquellas declaraciones explicaciones y por el mal momento que estaba pasando todo en manos del chico, el que se hizo presente al momento de escuchar el interrogatorio al que estaba sometido el mayor, Kyo vio con un poco de molestia a Aoi, quien le devolvió la molesta mirada un poco más seria y amenazadora.
A los pocos minutos de silencio incómodo que se presentaron en aquella escena, donde Kyo y Aoi se miraban molestos y la editora se ponía cada vez más tensa que parecía que tendría que ponerle fin a ese penoso episodio…
-En ese caso… creo que tienen problemas por arreglar… está bien si solo me das la mitad de tu trabajo por hoy, mañana terminaras ¿vale?-.
Kyo volvió en sí y acomodando sus anteojos se dirigió a la sala de estar para entregarle unas hojas que tenía en un escritorio, las cuales estaban un poco incompletas, lo cual con tal de ya no ocasionar más problemas no dijo nada al respecto.
-Bien, ahora que recuerdo lo de hace unos momentos… gracias por tu comprensión ¿Necesitas que te lleve?-
-No, déjalo así, nos vemos en la oficina…-
La chica salió casi a la velocidad de la luz de la casa en la que pronto comenzaría una pequeña discusión, Kyo, mientras tanto, volviendo a intentar calmarse y moderar su tono con el que dirigiría al chico y tratando de mostrarse amable y paciente comenzó…
-¿Por qué dijiste todo eso?-.
-Porque es verdad…-
-No, no lo es, nosotros solo tenemos una relación amistosa y nada más-…
-¿Qué quieres decir con eso?-…
-A que solo somos amigos, eres como mi hijo o mi hermano menor, así que yo nunca podría tener algo contigo del modo en el que tú lo imaginas…-.
- ¿Qué es lo que necesito?-.
-… ¿Para qué?-…
-Para que me am…-.
-¿Para qué dices?-…
-¡Para que me ames ¿Qué es lo que necesito para que te fijes en mí?!-.
El timbre sonó en ese momento y Kyo revisó su reloj para comprobar que era el hermano de Aoi, entonces cambiando el tema contestó…
-Han llegado por ti…-.
-antes respóndeme…-.
-Necesito pensarlo, ¿Está bien si te lo digo cuando vuelvas?-.
-No tengo opción, pero prométeme que me dirás y que no trataras de evitarme como las veces pasadas de cuando te digo que me gustas-.
-Lo prometo-.
Aoi salió mientras que Kyo solo despidió al conductor del auto que al parecer era un amigo suyo de casi toda la vida. Al cerrar la puerta de su casa encendió un cigarrillo y se recostó en un sillón y comenzó a hablar para sí (algo muy común en él).
-Por Dios, que chico tan pesado ¿Qué le diré? Nunca había pensado en el tipo de personas que me gustarían como pareja, ni mucho menos para aclarar algo con alguien con quien no tengo nada que ver… ¿Por qué me meto en estos problemas?-
Después de casi cinco cigarrillos seguidos, se dispuso a intentar de adelantar el trabajo que había dejado incompleto, algo que por supuesto le costó mucho por falta de concentración, en las cuales sólo terminaba por escribir algunas de las cosas que le gustaban de la gente, algo que al momento de hacerlo frustrar decidió dejarlo para el día siguiente, mientras tanto, en el proceso para ir a dormir revisabas las hojas que inconscientemente había escrito, tomando en cuenta algunas de las cosas que había escrito le servirían para quitarse de encima el problema que tenía sobre de él: Aoi. El fin de semana (no era mucho el tiempo que tenía para pensar) pronto llegó a su fin, trayendo consigo de vuelta a Aoi, era la noche de un domingo en el cual se hizo presente el adormilado chico, quien después de que Kyo se despidiera de su amigo comenzó…
-¿Me dirás lo que he estado esperando estos días que no te vi?-.
-Tranquilo mocoso, solo ha sido casi un día y medio, no seas dramático, y si más no recuerdas, es hasta el día de mañana, ahora sólo ve a dormir-
-Pero me dirás verdad-
-Sí, si te diré todo, por ahora solo ve a dormir-
Diciendo esto Kyo mandó a dormir a Aoi, quien le hizo caso con un poco de molestia, mientras tanto, ahora sólo Kyo debía pensar en cuáles de las razones que tenía le diría al chico sólo para que lo dejara en paz. No pudo dormir esa noche, no por completo, así que se dispuso a intentar nuevamente a trabajar para llevar algún avance en su trabajo, algo que después de media hora lo dejó realmente cansado, y en lugar de llegar a su habitación sólo apoyó su cabeza en sus brazos para dormir, y al amanecer, fue despertado por su lino acosador de apenas doce años…
-¿Me dirás lo que llevo tanto esperando?-
-Primero he de saber, ¿Qué tipo de respuesta es la que esperas?-.
-Una sincera por supuesto-.
Dijo sonriente el chico, sin importarle lo que fuera a decir el hombre, al cual llevaba tiempo acosando…
-Bien…
CONTINUARÁ…