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Échame a Tu Hermana por ELF_Cinthya_Liu

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Notas del fanfic:

En realidad no hay nada que decir xd

Notas del capitulo:

Hola, soy Liu~~ 

Este es mi primer fanfic de SHINee y es una respuesta a 5kn_akatsuki, es algo random, y a pesar de que en género dice Humor, no estoy tan segura de haberlo logrado, aunque se hace el intento xd

De todos modos, a leer (?)

-¿Entiendes lo que digo?-Nichkhun le dio la espalda al pizarrón para voltear a ver al moreno que miraba por la ventana desde su pupitre-¿MinHo?

-¿Perdona qué?-Sus ojos lo enfocaron durante un segundo, pero regresó su vista a la ventana.

-Es la quinta vez que te explico, pon atención, ¿o quieres que te eche de clase?

-Échame a tu hermana-Un chiste que soltó sin pensar, queriendo terminar la clase de tutoría de una vez.

-¿En verdad crees que mi hermana te haría caso? -Nichkhun se cruzó de brazos, olvidando la lección por unos momentos- Dejemos la clase por hoy, no estás concentrado.

-¿Tu que sabes Nick? –Se levantó de su pupitre, guardando sus libros y cerrando un cuaderno en blanco- Yo podría hacer caer a tu hermana en cualquier segundo.

-No hablaba en serio, mis hermanas ni siquiera están en Corea.

-¿Quieres apostar? -Nichkhun negó suavemente, con una leve sonrisa en el rostro

-No digas tonterías, la clase terminó.

Tal vez si no fuera Choi Minho, líder del equipo de futbol del campus y no tuviera esa vena competitiva, lo hubiera dejado pasar. Sin embargo ese tema lo mantuvo inquieto el resto del día, tal vez Nichkhun fuera un idiota, pero era su tutor de diseño fotográfico. Minho no era feo, eso lo comprobaba su casillero lleno de cartas y dulces, tampoco es que fuera inseguro, pero ¿cómo podría hacerle ver a Nichkhun cuan equivocado estaba al dudar del encanto de Choi Minho? Porque no pensó mucho cuando se presentó al día siguiente en su mesa del almuerzo con aquel volante en sus manos. Tampoco pensó en una excusa valida del porqué hacer esa reunión tan absurda, por lo que una vez dio el aviso salió huyendo de la cafetería.

-¿Reunión de trae a tu hermana?-Changmin fue el primero en tomar el volante, masticando aún un bocado que tenía en la boca- ¿A qué viene esto?

Changmin era el número uno en todo, literal, en todo. Siendo hijo del director y de la orientadora escolar, su status era alto, además de que sus notas eras bastante envidiables y su apariencia era agradable a la vista. Según las chicas, el número dos en la lista de los más buenos.

-¿Trae a tu hermana? ¿Por qué de repente quiere conocer a nuestras hermanas?- Si Changmin era el número uno, Kyuhyun era el número dos, siendo el líder de los mate-atletas su lugar dentro del círculo fue garantizado, además de ser la pareja actual de Changmin, claro.

-Yo no tengo problema con ello, estoy seguro que si menciono tan siquiera el apellido Choi, noona estará más que encantada de ir – Collin era el guitarrista estrella de la universidad, su aspecto según las mujeres, era de un dios. Había compuesto varios temas para artistas locales y eso lo llevó a firmar con una disquera que le compra las canciones - ¿Qué piensas hacer tocayo? ¿Tienes una hermana que llevar?-  Collin también se llamaba Jonghyun.

Eso nos lleva a la persona recién admitida en aquel círculo denominado “Minho line”, Kim Jonghyun. No tenía un apellido reconocido, pero sí que tenía una gran voz. Después de pasar desapercibido un par de semanas, cuando se unió al club de canto por recomendación de un profesor, los rumores se esparcieron rápido y se convirtió en un objeto a desear de las muchachas del campus, algo que le seguía incomodando. Su reclutamiento no tardó en llegar, cuando el mismo Choi Minho le esperó después de una práctica para invitarlo a dar la vuelta, todos sabían lo que eso significaba. Sin embargo Jonghyun sentía que constantemente estaba aprueba a pesar de tener ya varios meses con ellos. Al momento de unirse al grupo, su popularidad voló por los cielos, los caza talentos no tardarían en llegar si sabía relacionarse con las personas correctas, y estas lo eran, sobre todo si quería terminar su último año con gloria.

-Claro, tengo una hermana que llevar- Estaba mintiendo, eh intento que su voz no sonara nerviosa. Lo único que tenía lo más cercano a una hermana era Taemin, su pequeño hermano cinco años menor que él, su verdadera hermana mayor estaba casada…y en Londres.

Sonrió de manera tranquila cuando las tres personas delante de él lo miraron con anticipación, y no dejó de hacerlo hasta que se encogieron de hombros y continuaron con su almuerzo. Era solo una noche, estaba seguro de que Taemin podría hacerle ese pequeño favor.

***************

-Taemin, hermanito, tengo que pedirte algo…

La reunión era el viernes por la noche y ya era jueves por la mañana. No recuerda un solo instante en el que haya parado de pedirlo, lo seguía al instituto, lo asaltaba en la cena y no le dejó dormir tranquilo las últimas tres noches, Taemin se estaba hartando de tanta insistencia. Sus negativas eran claras y concisas, nunca caería en el mundo doble cara en el que su hermano mayor se había metido y el cual el repelía mucho. ¿Por qué disfrazarse de Taeyeon noona cuando simplemente podría decirles que ella estaba casada? ¿Por qué no solo dejar de insistir cuando Taemin llevaba ya casi cuatro días negando su petición?

-No Jonghyun, no voy a hacerlo.

Pero cuando Jonghyun lo mira con aquellos ojos caninos que rara vez usaba en su contra y que era altamente efectiva en su persona no tuvo más coraje para decir que no. Suspiró cansado cuando cerró la nevera y lo encontró recargado a la derecha de esta.

-Tendrás que comprarme un nuevo teléfono, perdí el anterior y no quiero que mamá lo descubra- La mirada de Jonghyun cambió dramáticamente cuando Taemin pronunció aquellas palabras. Una sonrisa efusiva adornó su rostro, haciendo que un escalofrío recorriera su espina dorsal en un instante, ¿en qué lío se estaba metiendo?-  y tienes que jurar que nunca hablarás de esto con Taeyeon noona, se enojará si descubre que me hice pasar por ella.

Jonghyun habló atropelladamente mientras negada energéticamente y le tomaba las manos para moverlas de un modo brusco. Taemin estuvo a punto de arrepentirse, pero cuando ve la sinceridad en las palabras de su hermano no tuvo otra más que resignarse.

-Juro que no diré nada, prometo comprarte hasta dos teléfonos si quieres, me has salvado la vida.

¿Salvado la vida? Como si esa dichosa reunión fuera tan importante. Taemin consideraba que su hermano debía ordenar sus prioridades. El aún asistía a un instituto, siendo menor por 5 años a Jonghyun y 10 de su hermana Taeyeon. Sus hermanos se habían  decidido por el canto mientras que él se había desviado a la danza, practicaba muy duro cada tarde para poder obtener esa beca en la universidad a la que habían sido aceptados sus hermanos mayores. Lee Taemin, tercer año de instituto, 16 años, aspiraba a ser bailarín profesional.

-Tendrás que dejarme ir a la facultad cuando yo quiera, sus salas de practica son mejores que las del instituto.

-Lo que tú quieras.

Esa tarde se dedicaron a buscar un vestido bonito, lencería y maquillaje para hombre que lo hicieran lucir bonito. También compraron una peluca del color de cabello de Taemin, le llegaba un poco más debajo de las clavículas y parecía natural. Después de trabajar en su aspecto por más de 4 horas, Jonghyun finalmente estuvo convencido que lucía como una chica, una chica bonita. Taemin no podía estar más avergonzado, y cada segundo que pasaba siendo maquillado por la amiga más cercana de su hermano, era un segundo más en el que se arrepentía. Sin embargó se tragó su orgullo cuando se dio cuenta de lo importante que era ´para su hermano mantener sus amistades, ciertamente si él se encontrara en una situación similar, sabía que su hermano haría lo mismo. Con un vestido blanco y con toques de rosa pálido, unas medias de color negro para disimular un poco y para parecer conservadora pero con un toque de lindura, junto con los tacones de plataforma que le había prestado la misma persona que lo maquillaba, fue como estuvo listo para enfrentarse a poco más de 4 horas en esa absurda reunión. Suspiró frustrado cuando su hermano bajó la escalera con una camisa y pantalón mientras él tenía que pasearse por ahí con un vestido. Jonghyun susurró un “lo lamento” que le hizo ganar una mirada enfurecida. Fue un poco menos de treinta minutos los que tardaron en llegar a la casa –por no decir mansión- de los Choi. Taemin miró asombrado los enormes jardines de la entrada principal, pero su quijada casi se descoloca cuando, después de que Jonghyun le ofreciera el brazo para entrar juntos, observó el servicio de camareros y las pequeñas pero abundantes mesas de bocadillos. No eran más de ocho personas en la estancia, pero el salón parecía una pequeña fiesta de alto status. Las tres chicas que estaban ahí voltearon a verle con una sonrisa cuando él y Jonghyun entraron al salón de reuniones “semi-informales”.

Como si a esto pudiera llamarle informal.

Lo saludaron con la mano y el hizo lo mismo, sonriendo un poco incómodo por miedo a ser descubierto, pero tras un “Tranquilo, luces bien” de su hermano, relajó los hombros y dejó que lo presentara a esas personas que Jonghyun tanto admiraba.

-Muchachos, señoritas, buenas noches –Jonghyun se escuchaba seguro, pero por dentro estaba nervioso. Sus compañeros le habían presentado a sus hermanas en ocasiones anteriores, pero él nunca a la suya, por obvias razones. Miró a Taemin y luego a los chicos- Ella es Taeyeon, mi hermana menor.

-Encantada –Algo que pareció más un saludo asustado que uno genuinamente agradecido. Taemin los miraba con curiosidad, su hermano nunca mencionó lo bien parecidos que eran, se sorprendió un poco cuando observó las manos de dos ellos, estaban tomados de la mano y sin pena alguna frente a sus hermanas.

Por supuesto recibió muchos halagos de lo bonita que era, del bonito vestido que traía puesto y sobre todo quejas, del porqué Jonghyun nunca la había presentado. Taemin pudo jurar que fueron los 20 minutos más agobiantes de su vida, sus manos sudaban mucho y temía que el brillo de labios se borrara por la frecuencia en la que mordía sus labios. Jonghyun le soltó en cuanto se puso cómodo con sus conocidos mientras que Taemin se alejó un poco, tomando asiento en un pequeño sofá a un lado de la mesilla de pasteles. Estaba por tomar un pastelillo de chocolate cuando le vio.

Era alto, con el cabello enmarañado y castaño, largo pero no al punto de parecer un vago, sus ojos eran grandes, casi fuera de lo común en Corea del Sur, y su sonrisa, vaya. No supo en qué momento se quedó estático, ni se dio cuenta cuando fue que el alto ya estaba a su lado, sonriendo de esa manera que le había causado interés.

-Me dijeron que el de fresa tenía mejor sabor, creo que deberías tomar ese y no el de chocolate.

Taemin no supo que decir cuando el alto le guiñó un ojo antes de retirarse hacia el centro de la sala para poder saludar a los presentes. Pudo escuchar un “Quien” e inmediatamente supo que se refería a él. Taemin tomó el pastel de frutillas, tal como el chico le había dicho y en efecto, al probarlo su sabor no le decepcionó. Jonghyun fue a por él unos instantes después. Supo de inmediato que aquel muchacho alto era el dueño de la casa, y el responsable de aquella reunión, también se dio cuenta de que lo miraba como si hubiera logrado algo, ¿Le habría descubierto?

-Minho, ella es Taeyeon, mi hermana menor.

-¿Menor eh? ¿Por cuánto tiempo?

-Cinco años, cumple 17 el año que viene.

Minho, como lo había llamado Jonghyun, le miró aprobatoriamente antes de dirigir su atención a otro lado. Taemin estaba nervioso, bastante. ¿Tenía que juzgar cada cosa que hacía? ¿Aprobar su aspecto? Se notaba a millas que era presuntuoso. Sin embargo sus mejillas se tornaron rosadas cuando el alto se acercó a hablar con él mientras Jonghyun estaba en el baño.

-Jonghyun no mencionó que tenía una hermana, pensé que faltaría hoy.

Taemin tragó saliva. La mirada de radar de Minho era amenazante, sabía que cualquier cosa que dijera ahora se reflejaría en su hermano, y esperaba poder hacerlo bien.

-Es porque voy en instituto, dice que soy pequeña para relacionarme con muchachos de universidad- Le resultaba muy extraño hablar de sí mismo con si fuera una fémina, pero le salió tan natural que Minho no dudó ni un segundo de aquello.

-No te pareces mucho a el

-Es porque me parezco a mi madre, él es más bien una copia de Papá.

No supo mucho, ni de cuando la conversación se volvió tan entretenida que ambos soltaban pequeñas risas en ocasiones, ni cuando fue que los demás se retiraron para darles privacidad. Las protestas de Jonghyun fueron acalladas por sus compañeros mientras los encerraban en aquel salón.

-Quizás Minho hizo esta reunión para conseguirse novia.

-Lo dudo mucho Collin, el conocía a nuestras hermanas y solo parece estar interesado en la joven Taeyeon.

Eso hizo que Jonghyun se pusiera un poco más nervioso, estaba tan entretenido observando a un muchacho que se paseaba por el segundo piso, que no se dio cuenta cuando fue que Minho comenzó a interesarse tanto en Taemin.

Pero fue justo cuando ya no escuchó la voz de Jonghyun, que Taemin se dio cuenta que algo estaba mal. Por primera vez dio un vistazo alrededor, percatándose de que solo estaban ellos dos presentes, ¿Dónde estaban los demás? Su rostro se deformó en una mueca de disgusto cuando comenzó a atar cabos. Iba a matar a Jonghyun, iba a hacerlo. Pero cuando regresó su vista al rostro del alto, y lo encontró sonrojado, con las pupilas dilatas y observando su hombro, fue cuando comenzó a espantarse. Solo un pequeño tramo de piel estaba expuesto, pero eso basto para poder calentar a Minho.

Changmin le había puesto un afrodisiaco en aquella bebida que le había llevado, habiendo planeado todo rápidamente con Collin una vez se dieron cuenta de la química entre ellos. Un afrodisiaco llamado Popper, que estaba haciendo efecto desde ya, porque Taemin no supo qué hacer cuando el alto comenzó a acariciarle el hombro, ni tampoco cuando se inclinó lo bastante cerca como para robarle un beso, un beso que fue inicialmente lento pero que con el tiempo se volvió algo brusco.

-Oye, quiero mostrarte algo.

 Taemin no puso mucha resistencia cuando el alto lo tomó de la muñeca para llevarlo casi a rastras al segundo piso. Porque puede que algo de ese afrodisiaco haya entrado a su sistema cuando Minho le dio a probar “esa cosa tan deliciosa de color azul”. Taemin se lamió los labios, buscando un poco de ese líquido restante en ellos. Minho le llevó a una habitación, que por instinto dedujo que era la suya.

-¿Qué quieres mostrarme?

-Nada, en realidad, sólo quiero estar a solas contigo por un minuto.

Taemin nunca creyó esas leyendas sobre el famoso “flechazo” hasta que lo vivió.

-¿En serio?

 -La próxima vez solo diré: "Taeyeon, subamos un momento a mi cuarto, que quiero besarte."

¿Taeyeon? ¿Por qué lo llamaba con el nombre de su hermana?

Estuvo a punto de protestar cuando lo recordó “Le estoy haciendo el favor a mi hermano, soy una chica hoy”.

La boca de Minho volvió a atacar la suya, viéndose en una situación comprometedora. La habitación estaba a oscuras, y las manos del moreno estaban moviéndose por todos lados, tratando de subirle la falda.

Maldición.

Taemin tenía una emergencia ¿Cómo hacer que Minho no se diera cuenta de cierto problema? Jonghyun le había explicado sobre drogas, muchas de las cuales Taemin nunca había escuchado o visto, pero Jonghyun sí, y quería asegurarse de él no las consumiera cuando se las ofrecieran como “dulces”. La bebida debía tener de una de esas drogas que te ponen cachondo, porque Taemin ciertamente lo estaba también. Tuvo que tomar el control de la situación, volteando las cartas y recostando a Minho en la cama, sentándose encima, quedando su trasero encima del miembro del Minho, que estaba más que excitado.  El alto gimió en cuanto Taemin comenzó a frotarse contra él, disfrutando de la situación.

Bien sabía que ya estaba dilatado, efecto secundario de ese tipo de drogas. Por lo que fácilmente –o no tan fácil en realidad- podría quitarse las medias y ese calzón tan raro que Jonghyun le puso. Sin embargo Minho quería tocar, intentó abrirle el vestido en dos ocasiones. Taemin agradeció que este fuera ajustado, no permitió entrar a los dedos de Minho por cualquier lado. Taemin le tomó las manos y las llevó por encima de su cabeza bajó las instrucciones de “Si me tocas, paramos”. Minho estuvo por protestar cuando Taemin se apartó, pero abandonó la idea al sentir sus manos abrir su pantalón.

Si bien Taemin primero quería ver que tanto se cargaba Minho, también quería experimentar hacer un oral por primera vez. Vale si, Taemin era virgen. Pero eso no significaba que no supiera como hacerlo. Las películas porno de su hermano, esas que “escondía” de Taemin, le estaban sirviendo de guía. Taemin comenzó a acariciar por encima de la tela, escuchando leves gemidos de Minho en respuesta a sus acciones. Terminó bajando la tela del bóxer en unos instantes después, observando casi extasiado como era el pene de Minho. Estaba hinchado, con algunas venas resaltando y un poco mojado. Con su mano comenzó a masturbarlo, no sabiendo exactamente cómo debía hacerlo -las películas no te enseñaban con que fuerza hay que apretar, ni de qué manera mover las manos-. Pero lo intentó, moviéndola hacia arriba y después hacia abajo, apretando suavemente al hacerlo, fijándose con cuidado en el rostro de Minho.

La habitación se llenó de roncos gemidos  y de tímidos jadeos cuando Taemin se colocó encima de Minho.  Con las medias y las bragas de un lado, Taemin se sentó en la pelvis del alto, rozando su trasero con el miembro del chico. Minho no entendió al principio, ¿Por qué una chica querría hacerlo por el trasero? Después comprendió “ah, no debe querer quedar embarazada”, no tenía preservativos en la habitación, y era más que obvio que la chica no había ido a su casa para terminar acostándose con él. No opuso resistencia cuando Taemin tomo su pene, dirigiéndolo a su ano e introduciéndolo con cuidado. Dolía, oh claro que dolía, le dolía más de lo que imaginaba, pero no podía sacárselo ahora, Minho querría hacerlo por la vagina y Taemin…bueno, era Taemin. Se aguantó el dolor un buen rato, derramando unas cuantas lágrimas cuando Minho comenzó a moverlo por la cintura. Ese pequeño movimiento distrajo un poco a Taemin, y temiendo que Minho encontrara cierta sorpresa, le recordó sus instrucciones de antes.

-Si me tocas, paramos.

Taemin comenzó a moverse por sí mismo, empujando sus caderas adelante y atrás. El primer gemido de Taemin no fue de gozo o placer, fue un gemido de dolor. Siendo su primera vez, las cosas estaban resultando un poco bruscas, podía sentir lágrimas en sus mejillas y un leve ardor en su trasero. Había procurado llenar de saliva el miembro de MinHo, para que sirviera de lubricante, pero era obvio que necesitaban uno. Pensó en que debía haber traído alguno. Pero también pensó que no había ido a esa reunión para tener sexo con el anfitrión.

Decidió relajarse, relajar los músculos era algo que siempre funcionaba. Taemin se seguía moviendo, esperando el momento en el que comenzaría a sentir placer. Podía notar que el otro lo estaba disfrutando, pues tenía las manos firmemente sujetas a la cabecera de la cama y no paraba de soltar gemidos. Taemin se puso a pensar si le gustaba aquello, decidió que eso no le gustaba. Pero entonces, Minho dobló las rodillas, moviendo un poco a Taemin, logrando tocar un lugar que hizo a Taemin gritar en respuesta.

Si eso era lo que significaba tener sexo, entonces querría hacerlo de nuevo. Buscó de nuevo aquel lugar, queriendo sentir de nuevo aquella sensación tan nueva en su cuerpo.  Tras un arrebato de adrenalina, Minho volvió a tomarlo de las caderas, ayudándole a moverse, y en el camino, encontrando de nuevo aquel punto que hacía gritar a Taemin. ¿Cómo fue que una simple reunión había terminado de esa manera?

Taemin tuvo que agarrarse el vestido cuando sintió que se iba a correr. Tuvo éxito al encubrir esa reacción en un momento de distracción de Minho. Sintió extraño cuando este se vino dentro de él. Minho prendió la pequeña lámpara que estaba al costado de su cama, encontrándose con una escena erótica en frente de él. Taemin respiraba con la boca abierta, el sudor le corría por el rostro y su vestido estaba desordenado, una manga le colgaba por el hombro. Taemin observó la habitación por primera vez, había algunos trofeos y diplomas, pero sobretodo había fotografías pegadas en todas las paredes. Quedó fascinado con la belleza de algunas y la extravagancia de otras. Sabía que Minho era estudiante de fotografía, pero no sabía que era muy bueno en ello.

Tuvo que tomarse unos minutos para recuperar el aliento antes de levantarse. Le dolía el trasero, y sus piernas no dejaban de temblar. Sin embargo, caminó hasta la puerta del costado con mucha fuerza de voluntad, resultó que ese era un baño. No lo había dudado, pues Minho debía tener uno en su habitación, y si el closet estaba a la vista, la única puerta disponible debía ser un baño. Corrió a sentarse en el inodoro, expulsando todo rastro de semen que quedaba en su trasero. Pidió perdón mentalmente cuando tomó una de las toallas de mano del espejo y la utilizó para limpiarse con cuidado las piernas, el trasero y su pene, que aún escurría un poco de semen. Intentó limpiar el vestido en las partes donde el semen era muy notorio, después de todo era prestado. Taemin pensó que mejor debía comprarle otro a la amiga de Jonghyun.

Mientras “Taeyeon” estaba en el baño, Minho pensó que debía llevarle pruebas a Nichkhun. Después de todo ese había sido el fin de la reunión. Subió su ropa interior, pero no se molestó en acomodarse el pantalón. Encontró las bragas de Tae tiradas a un costado de su cama, eso podría servirle, aunque si ella descubría que las había tomado lo tacharía de pervertido y tal vez nunca querría volver a salir con él. Aunque a estas alturas ya debía considerarlo uno. Cuando escuchó la cadena del baño y el agua del lavamanos correr, Minho decidió que esa sería su prueba, se sentía un poco mareado y estaba cansado, así que volvió a acostarse después de tomar la ropa interior de la chica, ocultándola en su puño.

Taemin salió a buscar su ropa interior, pero no la encontró por ningún lado. Estuvo por preguntarle a Minho si sabía dónde estaba, pero lo encontró dormido y decidió no molestarlo. El vestido era lo suficientemente largo para cubrir unos bóxers, así que después de pensarlo mucho caminó hasta el closet del moreno, donde tomó un par de calzoncillos para poder salir. Estos tenían una gran “M” marcada en la banda, y eran de un color aqua, no combinaban para nada con la ropa de Taemin, pero era mejor que nada. Besó a Minho por última vez antes de salir silenciosamente de la habitación. Su teléfono había permanecido en silencio durante la noche, y cuando miró la hora tuvo que reprimir un grito de sorpresa, pasaba ya de la media noche y tenía más de veinte llamadas perdidas de su hermano.

Estaba llamándolo mientras salía por la puerta por la que había entrado antes, guiándose tan solo con sus vagos recuerdos puesto no había servidumbre que le ayudara en el camino. Estaba saliendo de la propiedad cuando unos brazos lo jalaron a un lado del camino.

-¡¿Se puede saber dónde estabas y por qué no me contestabas las llamadas?!

-Jonghyun…-Taemin suspiro de alivio, por un momento había pensado lo peor.

-¿Dónde estabas?

-Por…ahí…

-No importa, tenemos que irnos ya, le prometí a nuestros padres que estaríamos en casa temprano.

Sus padres estaban fuera ese fin de semana, habían ido a la boda de una tía en Busán, así que cuando llegaron, Jonghyun los llamó desde el teléfono de la casa, para hacerles saber que estaban bien, y dentro de la propiedad. Taemin sonrió desde lo alto de la escalera al ver a su hermano reír al teléfono. Lo dejó solo en la sala para ir a su habitación, se sentía pegajoso y una ducha era necesaria.

Esa noche no pudo dejar de pensar en Minho.

************

-¡HERMANO, TENGO UN PROBLEMA!

Esa mañana había sido mala desde el principio.

Para empezar, Taemin despertó con un dolor de cabeza horrible, estaba sudando y la maldita peluca no quería dejar su cabeza. Jonghyun dijo que había utilizado un pegamento temporal para que esta no se cayera de su sitio, “por si las moscas” había dicho. Sin embargo, cuando Taemin quiso ducharse, la peluca no quería salir, y tuvo que ducharse con ella encima, pensando que tal vez con un poco de agua el pegamento se caería y sería más fácil quitarla, mas no contaba con que eso endureciera más el pegamento. De última instancia, tuvieron que ir al centro comercial, a una estética especialista para así poder removerla sin dejar calvo al pobre Taemin.

Jonghyun iba muy guapo, varonil y muy bien arreglado, pero por otro lado, Taemin iba en ropa deportiva y con la capucha puesta, su ropa normal se veía extraña cuando la peluca aún estaba en su cabeza. Habían creído que el asunto terminaría en cuanto llegaran a la estética dentro del mal, pero se llevaron una –no tan agradable- sorpresa, al ver que esta abriría en dos horas más. Había calculado mal el tiempo y terminaron yendo muy temprano. Taemin estaba que se lo llevaban los mil demonios.

En un intento por animarlo, Jonghyun lo llevó a una tienda de ropa, le prometió comprarle la ropa que quería. Eso animó a Taemin un poco, pero ese poco buen humor fue mutilado por una vendedora que le recomendó la sección de mujeres. Se aguantó las ganas de gritar de desesperación. Estaba por irse de la sección cuando, por casualidad, volteó a ver la ropa de “rebajas” y en ella estaba el vestido que había estropeado la noche anterior.

Tuvo que recordar la talla del vestido para que la señorita le llevara el correcto, y “solo para estar seguros” lo obligó a probárselo. Jonghyun no hizo nada para detenerla, y quiso golpearlo cuando al salir, lo encontró meneando otro vestido frente a su probador.

-Pruébate este también, h e r m a n i t a.

Y  con una señorita aún más emocionada al ver a “un hermano tan bondadoso”, Taemin volvió al probador de ropa. Cuando salió para buscar la aprobación de la vendedora y del idiota de su hermano, no los encontró por ningún lado. Supuso que se habían cansado de esperar, y consideró la opción que volver a cambiarse, pero eso significaría un Jonghyun en plan “Póntelo de nuevo que no te he visto”, así que fue a la columna con espejo que estaba a un lado de los probadores de chicos. Estaba observando su figura, si lo veía de esa manera, en realidad parecía una chica, pensó que debía ganar músculos.

-Bienvenido, ¿busca algo en especial?

-Sí mire, vengo por .el pedido #36576

No le tomó mucha importancia, era muy temprano, y la gente que conocía no se levantaba temprano para ir al mal a comprar ropa, las probabilidades de que alguien conocido lo reconociera con ropa de chica era 1 en un millón. Siguió mirando su reflejo, comenzando a admirar el vestido que estaba usando. Era azul aqua, y tenía listones en la espalda, casi como un corsé.

Consideró que 5 minutos era bastante tiempo para verse de mujer durante toda una vida, así que decidió regresar a su probador. Pero al momento de dar vuelta, no pudo avanzar más. Frente a él estaba Choi Minho, de pié y observándolo de la misma manera en la que Taemin creía que lo estaba viendo. No pasó mucho tiempo antes de que él se acercara a saludar.

-Taeyeon, hola. No esperaba verte por aquí.

“Ciertamente yo tampoco Choi” Taemin no podía contestar, ayer había música, y Minho tenía una bebida adulterada encima, pudo fácilmente no haber notado su voz. Pero ahora no había música en altos volúmenes, ni siquiera en un nivel lo suficientemente alto para disimular su voz. Así que solo sonrió como lo había hecho la noche anterior, inclinándose levemente para saludarlo.

-¿Está Jonghyun contigo?–Asintió levemente- No lo veo, ¿sabes dónde está en este momento? –Negó de igual manera, aunque si hubiera sabido que Minho iba a hablar de ese tema, hubiera dicho que sí.

-Mira, aprovecho que no está tu hermano para pedirte disculpas. Ayer estaba bajo el efecto de una droga, por lo que no estaba con mis cinco sentidos alerta. Sé que ayer me propasé contigo, y lamento mucho que nuestro primer encuentro haya terminado de esa forma. Jonghyun es mi mejor amigo, y no quiero decepcionarlo de esa manera, así que te pido de favor que, esa noche de quede entre tú y yo.

-Tienes mi silencio-Taemin le sonrió inocentemente, de repente recordando el asunto de sus bragas, al salir del baño no las había encontrado y si bien no las necesitaba más, preguntar por ellas era algo que las chicas harían ¿verdad?- Eso me recuerda a que ayer olvidé algo en tu habitación.

-¿Qué se te perdió?

-Algo importante -Taemin se acercó a Minho, poniendo su mano derecha sobre el hombro de este-Verás, ayer que salí del baño, después de todo lo que hicimos, no pude encontrar mi ropa interior, pensé que tu podría haberla visto hoy por la mañana…

Minho tragó saliva. Sus panties, claro que sabía dónde estaba sus panties, el mismo se las había embolsado para poder tener pruebas para Nichkhun, y esperaba que ella estuviera en el mismo estado que el para no darse cuenta, pero al parecer Taeyeon estaba más consciente de lo que creía.

-¿Sabes algo, no? Te noto nervioso –Con ambas manos, se apoyó sobre los hombros del mayor, poniéndose de puntitas para poder susurrarle al oído- ¿o es que te excita pensar que tuve que irme sin panties a casa? Caminando sola por las calles sin nada bajo la falda…

Bueno, no había pensado en eso. Simplemente las había tomado sin importarle las consecuencias.

-¿Qué hubiera pasado si me encontraba con un pervertido a esas horas de la noche? ¿Y si hubiera querido mirar debajo de falda? ¿O tocar…como tú quieres hacerlo?

Las manos de Minho ya estaban sobre la cintura de Taemin, acariciando suavemente en la zona. Ambos se miraron a los ojos, y después de dudar un par de segundos, se besaron. Ese beso representaba todo lo que sentían en ese momento, calentura. A ojos ajenos, ese beso podía parecer brusco, e incluso un poco grotesco, pero a ninguno de los dos le importaba. Pero cuando una de las manos de Minho comenzó a bajar hasta colarse debajo de su vestido, Taemin supo debía detener eso, tan solo lo pensó un segundo cuando la mano de Minho le acarició el muslo. Dejó salir un suspiro en la boca del moreno.

-Señor Choi, tenemos su pedido.

La voz de la vendedora que le llamaba desde el mostrador les hizo regresar a la realidad. No era el momento, y sobretodo no era el lugar adecuado para ese tipo de escenas, así que se apartaron para poder acomodar sus ropas y peinados antes de mirarse y reírse de forma cómplice.

-Tienes que irte…-Taemin se mordió los labios, deseando seguir besando a Minho. Tuvo que recargarse sobre la columna donde estaba el espejo para poder seguir de pie. Los besos de Minho le habían dejado con las piernas temblando.

Minho estaba sonrojado, pero sus ojos reflejaban deseo. Maldijo mentalmente, deseando que la vendedora se tardara más.

-Sí, debo irme. Salúdame a tu hermano, dile que pasé por aquí, y toma…-Le extendió una tarjeta de presentación- llámame cuando tengas tiempo libre. Nos vemos por ahí Taeyeon.

Dio media vuelta y tras recoger un par de bolsas del mostrador, se fue. Taemin miró su espalda hasta que una columna se interpuso entre él y su vista. Suspiró.

Pensó que el día no sería tan malo después de todo…

Sin embargo, su tranquilidad no duró mucho, porque al girar para ir por su ropa, se encontró con una mirada furiosa. Jonghyun abrió la cortina del probador varonil para mirarle con enojo.

-¿Qué hiciste ayer Taemin?

Definitivamente ese día iba a terminar mal.

Notas finales:

Las actualizaciones serán un poco irregulares xd pero no dejaré de actualizarlo, solo les pediré paciencia.

Dejen rw (?) y hasta otro día~^^


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