Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi mejor amigo. por Lizama24

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hum de nuevo me ha llegado la inspiración pero ahora traté de que tuviera las menos faltas de ortografía posibles(?
En mi opinión me gusto mucho este one-shot, hasta lloré escribiendolo xD

Notas del capitulo: Gracias por estar aquí apuntó de leer xD las faltas de ortografía bueno no sé si aún tenga /:

¡Lean!
" —Eres mi mejor amigo. —me dijo con una radiante sonrisa en su rostro. Y yo sólo reí ante ese comentario que en tal momento me paresia de poca importancia."

Y ahora que estoy pasando por todo esto, me doy cuenta que sus palabras eran verdaderas.


¿Cómo imaginar que de un momento a otro algo así podría llegar a suceder? Sin que la vida te dé la mínima pista sobre tu futuro destino.
Todo era perfecto, todo era tal y como siempre había soñado pero no duró mucho. Mi felicidad no duró el tiempo que hubiera querido.

Todo lo que había conseguido: mi trabajo deseado como un escritor y ser reconocido, vivir entre lujos y sobre todo tener a la persona amada la cual juró mantenerse a mi lado durante el resto de su vida.
Todo esto que había conseguido... ya no eran nada, ya no podía disfrutar. Si no tengo salud no tengo nada.

" —Usted tiene cáncer señor Takanori. —me dijo el doctor con una cara de tristeza, a él le cuesta dar noticias así —. Lo siento, posiblemente muera."

En el momento en que recibí tal noticia sentí un gran deseo de reír, pensaba ciegamente que era una broma... deseaba que fuera una broma.

"Posiblemente" ¿Qué tan posible? Con ésa sola palabra podía garantizarme que no viviría tanto como había deseado. 
Cuando le dí la noticia a mi esposa ¿Cuál fue su respuesta? Irse mientras negaba con la cabeza con un aire de decepción ¿Decepción de qué?

" —No puedo gastar mi vida cuidando a un enfermo."

Fue lo que dijo antes de coger sus cosas y marcharse, para nunca saber más de ella. Realmente ya no quiero saber de ella. Yo soy el decepcionado no sé como pude casarme con una persona tan falsa que primero me juró estar siempre conmigo y apoyarme y sin embargo se largo cuando yo más le necesitaba.

Si pudiera cambiar todo lo que tengo por un día más de vida no tardaría en hacerlo.

" —Estoy enfermo, no tengo a nadie ¡Voy a morir! ¡No quiero morir! —dije entre lágrimas a mi amigo Uruha, necesitaba que alguien me escuchara, necesitaba de alguien.

—Ruki... —susurró mi nombre al momento que su semblante se volvía preocupado —. Ruki, no estás sólo. Yo estaré siempre contigo y no permitiré que mueras. —me tomó en sus brazos estrechándome con fuerza mientras yo lloraba en su hombro desahogándome."

Shima se volvió desde ése momento en mi único apoyo, en mi consuelo y en la persona que más podía confiar. Me cuido en todo momento cerciorándose de que todo en mí marchara bien.
Nada marchaba bien en mí desde ése momento; mi salud empeoro, enfermaba constantemente, no tenía energías, todo iba empeorando. 
Sentí como mi vida se resbalaba de mis manos sin que yo pudiera hacer nada, sin poder detener el jodido tiempo.
Uruha se volvió mi todo, mi mejor amigo.

Ni con todo el dinero que poseo podría pagarle todo lo que ha hecho por mí ése castaño.

Como era de esperarse por mi enfermedad tuve que abandonar mi trabajo, tuve que dejar lo que más amaba hacer.
Tuve que cortar mi cabello que tan vanidosamente amaba.
Tuve que someterme a tantas cosas dolorosas.
Tuve que llorar y quejarme del dolor.


Tuve que aprender que en la vida no se puede ser lujosamente feliz.

" —¿Qué hice para merecer esto? ¡¿Qué?!

—Quizás dios estaba celoso de tu dicha. —había contestado mi pregunta incoherente con una respuesta cómica y dulce, con una sonrisa combinada con unos ojos llorosos y una voz notoriamente quebrada.

—¿Mi dicha? —derramé más lágrimas mientras abrazaba mis piernas contra mi cuerpo."

Toda la dicha que conocí algún día se había esfumado, ahora todo era dolor y sufrir, ahora mi vida no tenía sentido.
Vivía con el pensamiento en mi mente de que tarde o temprano iba a morir, que no importaba lo que hiciera ahora mismo.

Mis amigos estuvieron ahí conmigo los primeros meses, iban a visitarme cada vez que podían. Reita siempre intentaba sacarme una sonrisa para subirme el animo, Aoi me regañaba cada vez que me veía deprimido y me decía que debía dar lo mejor, Kai me mimaba como a un niño pequeño.
Les agradesco todo lo que hicieron por mí... al menos el tiempo que duraron.

" —En verdad que es egoísta, Taka. Lo sabemos encerio pero... ya no podemos más. —Reita hablaba por todos, cada vez mi estado empeoraba y ellos caían en la idea de que moriria pronto —. No queremos verte morir."


Kouyou me dijo que ellos eran muy débiles, me contó que aunque ya no vinieran a verme seguían preguntandole por mí. Sé que es doloroso pero me hubiera gustado todavía verlos a diario o una vez por semana.

Extraño ir a trabajar, escribir libros y publicarlos, extraño a mis compañeros de trabajo y hasta a mi detestable jefe.
Extraño pasar los días libres en mi casa durmiendo hasta altas horas del día y no quitarme la pijama en el resto de la tarde, mientras alguien venía a visitarme —Uruha— y pasábamos las tardes jugando videojuegos.
Extraño las peleas con mi ex y ese amor falso.
Extraño mi energía.
Extraño mi salud.

Si no tener cáncer me hubiera costado mis lujos ¡Anda! ¡Tomen todo!

—¿En qué tanto piensas? —Shima me mira mientras limpia las lágrimas que se han escapado de mis cristalinos ojos.

—En nada, Uru. Sólo... aprovecho mi mente mientras puedo. —le cedo una sonrisa.

—¿Usas la cabeza? ¡Que milagro! —estalla en carcajadas enérgicamente, me limito a sonreír y escucho su risa. Sé que necesita desahogarse pero llorando no es la forma en la que lo hará.

—Uru... —capto su atención —. Gracias.

—No digas eso... —susurra.

—Eres un gran tipo, un excelente amigo. Sin ti no podría estar donde ahora estoy...

—Taka, cállate. —me interrumpe con voz débil pero no hago caso.

—Siento no poder pagarte todo lo que has hecho un día, pero en verdad quiero que sepas que te estoy muy agradecido...

—¡Alto! —me grita entre lágrimas y cubriendo sus oídos.

—No tengo palabras para decirte lo mucho que te quiero, que deseo que seas feliz por ambos y jamás te olvides de mí...

—¡Alto! ¡Takanori cállate! —sus lágrimas se hacen más abundantes y cubre más fuerte sus oídos. Me levanto sentándome en la camilla y le retiró las manos de los oídos para después tomar su rostro entre mis manos con mis palmas en sus mejillas.

—Entiende que quiero despedirme.

—¡No! —cierra sus ojos con fuerza.

—Kouyou... quiero decirte adiós...

—¡¡Cállate!! ¡¡Cierra la maldita boca!! —abre los ojos y me mira furiosamente mientras llora, ha apartado mis manos de su rostro.

—¡¡Déjame hablar!! ¡¡Entiende que voy a morir!! —entro en desesperación también.

—¡¡No quiero escucharte!! ¡¡No quieri que mueras!!

Sigue llorando, se ha alejado de mí y ahora está en una esquina de la habitación gimiendo, puedo escucharlo sin dificultad. Está abrazándose a sí mismo mientras derrama lágrimas. Duele... duele verlo así.

—Kouyou. —le llamó pero no recivo respuesta —Lo siento...

Observo como he captado parte de su atención pues a girado su cabeza.

—Siento haberme reído cuando me dijiste que era tu mejor amigo, no te creí en ese momento y se me hizo poco importante. Ahora sé que decías la verdad, ahora sé lo que es tener un mejor amigo, sé que tú jamás me abandonaras y estarás aquí justo cuando muera... —no puedo evitarlo, no puedo, he entrado en llanto, mis ojos se desbordan sin mi permiso mientras empiezo a emitir sollozos —. Quiero que estés aquí en ése momento, quiero morirme entre tus brazos quiero que tú me des la paz eterna.

Cubro mis ojos con ambas manos dejándome ir entre mis lágrimas, siento como soy rodeado por unos fuertes y protectores brazos y me estrechan contra su cuerpo. Escucho el llanto de Uruha en mi oído, mi hombro es empapado por esas finas gotitas.
Rodeo con mis brazos su cuerpo hundiendo mi rostro en su pecho mientras sollozo, mientras lloro, mientras me quiebro en ese mismo instante.

—Por favor, no te vayas Ruki, no me abandones. —balbucea entre el llanto.

—No te dejare, Kouyou. Así como tú estuviste aquí conmigo siempre, yo estaré contigo siempre.

—¡Joder, Taka! ¡No quiero vivir con eso! Yo no creo en que los espíritus estén en en mundo, yo no creo en ese cuentos de que me estarás cuidando desde el cielo o que te encuentras a mi lado aunque no te vea ¡¡Yo no creo en eso!! ¡¡Te quiero aquí en carne y hueso!! —ha dejado de abrazarme y me mira a los ojos, tiene el ceño ligeramente fruncido mientras sigue llorando, mi corazón duele y sé que no es por el cáncer.

—Uru, ya ni siquiera puedo caminar... —por el cáncer en mi cerebro he perdido la capacidad de mover mis piernas —. me cuesta mantenerme despierto, me duelen las quimioterapias, me duele vivir así.

—¡Marica! ¡Eso es lo que eres!

—Te quiero Uruha, no, te amo Kouyou. —con mi poca fuerza restante lo atraigo de nuevo hacia mí estrechándolo con fuerza, recargo mi barbilla en su hombro y sonrió.

Han pasado un par de minutos y no ha dicho nada, seguimos en la misma posición abrazándonos mutuamente, sollozando y mojando la ropa ajena. Es cierto lo que he dicho: lo amo, Uruha es una excelente persona y quizás no sea correspondido o este confundiendo mis sentimientos por todo lo que transita mi cabeza, pero es una sensación hermoso y es algo que sólo él me provoca.

—Te amo, Taka. —dice al fin y su fuerza en el abrazo ha aumentado —. Siempre lo he hecho, eres mi mejor amigo y amor platónico.

Siento como mis lágrimas salen más deprisa y siento mi corazón encogerse, sollozo más fuerte y él ha empezado a acariciar mi cabello.

—Eres mi mejor amigo Taka.

—Tú también, tú también eres mi mejor amigo Kouyou. —apenas pude pronunciar, me cuesta respirar y sé que no es por mi enfermedad.

Nos mantuvimos así por un largo rato, ninguno quería separarse ni moverse un centímetro, temía que si lo hiciera me quebrara o no pudiera volver a tomarlo entre mis brazos.

Mis ojos se secaron de repente y disminuí el agarre a su camisa. Lentamente desasimos ese abrazo. Quedamos frente a frente él. permaneció en silencio al igual que yo.
Mis dedos fueron secando sus lágrimas y termine acariciando sus labios, en donde ambos labios se unen insistí y él comprendió después de poco. Sonrió débilmente y yo le imité. Su boca sonreía pero sus ojos no, sus ojos estaban cristalizados y amenazaban con dejar salir esas finas gotitas nuevamente.

Me acerque con dificultad a su rostro, me ayude posicionando mi mano en su nuca y atraiéndolo hacia mí. Quería besarle, quería juntar mis labios con los suyos y darle un poco de amor, quería sentirlo.

Se acerco también y quedó una corta distancia entre nuestras bocas, nuestras narices se rozaban y las lágrimas de mi mejor amigo cayeron nuevamente. Sonreí con suma dulzura y acaricie su mejilla con la mano que anteriormente estaba en su nuca.
Cerró sus ojos y yo los míos. Ya no hubo separación.

Tomé la iniciativa y junté mis labios con los suyos, jalaba suavemente su labio inferior con mis ambos labios acariciándolo con dulzura, giramos la cabeza al sentido contrario y ahora Uruha realizaba esa acción. No pasó mucho para que mi mejor amigo dejara pasar mi lengua en su boca y empezara a jugar con la suya. Fue un beso increíble, tan lleno de amor y pasión. Mantuve mis ojos cerrados y podía sentir como sus lágrimas mojaban mi cara, sollozo entre el beso y tembló levemente a causa del llanto. Lo abrasé y le transmití todo el amor que me fue posible.

" —Eres mi mejor amigo y por ello estaré siempre contigo."

Me dí cuenta de que la razón no era que fuera su mejor amigo, la razón de que estuviera siempre conmigo es por lo que yo era su mejor amigo, la razón de que se preocupara tanto por mí, la razón de que me quisiera tanto es por lo que soy su mejor amigo. Y esas mismas razones es por las que él es el mío y por las que lo amo.

" —Quiero que sepas que te quiero y que por ti haré todo lo que se tenga que hacer.

—¿Enserio? ¡Entonces has que no muera! —grité sin pensar lo que decía, observé como el semblante de Shima decayó y sus ojos miraron al suelo

—Perdóname. —susurró para después correr fuera de mi habitación."

Sé que no puedes darme vida eterna ni tampoco curarme de mi enfermedad, sé que no eres un dios que vendrá a salvarme.
Pero hiciste algo sobre humano, algo mágico y especial: hacerme la persona más feliz con fase terminal.

No estoy triste, está bien sí, sí lo estoy. Pero es imposible no estarlo.
Pero al menos también estoy feliz, estoy feliz de haber vivido este tiempo contigo.

—Estoy feliz de haber vivido este tiempo contigo. —hace unos segundos que nos habíamos separado.

—Yo también, estoy feliz de tenerte aquí justo ahora conmigo. —tus palabras son débiles y se nota que duelen al salir.

—No quiero que me olvides.

—Jamás lo haré. —tu voz se quebró a la mitad de la frase.

—Pero tampoco quiero que me sigas llorando. —no respondes —. Prometemelo.

—No puedo, lloraré cuando me dé la gana. —intentas sonar rebelde pero tu voz te lo impide.

—Kouyou te extrañaré. —tomo tu mano con ambas mías y hago fuerza en el agarre.

—No lo harás. —sonríes con amargura —. Después de que mueras ya nada te preocupará Taka, no sentirás, ni escucharás, ni verás, mucho menos pensarás o extrañarás. Estarás muerto Takanori. ¿Cómo puedo yo vivir con eso?

—Simplemente lo harás.

—No es tan fácil.

—Tampoco es fácil morir, morir y dejar de sentir y hacer todo lo que amabas, no es fácil tener en mente que voy a morir antes de que lo quisiera y sin embargo lo estoy haciendo. —dejaste tus labios entre abiertos para después cerrarlos sin saber que decir o sin nada que decir.

—¿Antes de que quisieras? ¿Algún día querrías morir?

—Tenía la idea de que algún día me cansaría y ansiaría dejar de vivir, era mi consuelo cuando pensaba en la muerte inevitable. Pero lo que pensé no lo viviré, ahora mismo no estoy cansado de vivir, ansio no morir.

—Tal vez aún puedas vivir. —me dices tratando de que lo crea cuando ni siquiera tú puedes creerlo. 

—Sabes que no es así.

—Quiero que así sea.

—No te hagas ideas falsas. —me ha costado decir seguido la última frase.

—Quizás dios ya se ha arrepentido. —tu mirada va al suelo, no quieres verme.

—¿Dios? ¿Desde cuando crees en eso? —he cortado la frase para respirar.

—Desde siempre... tal vez. —sigues sin mirarme.

—Uruha, esto no está en sus manos, él no ha decidido matarme. Mi cuerpo me mata a mi mismo, yo me estoy matando. —he dejado de sujetar tu mano y empiezo a respirar con dificultad, estoy seguro que has notado todo el cambio.

—Pero él te recibirá en el cielo. —mírame, joder hazlo.

—Creí que no creías en eso. —abro mi boca para jalar aire.

—Quiero hacerlo. —cubres tus ojos pero aún así veo tu expresión de desesperación, de molestia, de impotencia.

—Kouyou mírame. —supliqué y obedeciste.

Sabía que no querías mirarme, lo sabía. Inmediatamente volviste a llorar, comprobaste mi estado y cubriste tu boca llorando, empapaste tu bello rostro mientras yo empezaba a morir.

" —Si trabajamos juntos lograras curarte."

Ahora ambos sabemos que eso no es cierto. Trabajamos juntos, nos esforzamos y nada fue suficiente.
Siento un terrible dolor en mi cabeza y mi cuerpo comienza a fallar, no estoy alarmado sé que esto es normal.

—Voy por el doctor. —te levantaste y corriste a la puerta.

—No, no vayas. No te vayas y quédate conmigo, si ahora te vas cuando regreses ya no estaré vivo. No me dejes morir solo. —sin embargo no puedo retener mis lágrimas.

—¡¡Doctor!! —gritaste con tan sólo abrir la puerta para después correr hacia mí y estrecharme con fuerza —. Por favor Takanori no te mueras.

Como pude busque tu rostro y te bese cortamente. 

" —Tengo miedo de no saber que hacer antes de morir.

—No pienses en eso, ese momento jamás llegara. —frunciste el ceño y me pusiste la comida enfrente."

Y ahora mismo estoy viviendo eso que dijiste que jamás llegaría.


" —Haces demasiado por mí Uruha, ¿Por qué tú no te has largado? —dije en medio del llanto.

—Porque yo soy más fuerte que ellos. —presumiste sonriendo"

Es verdad, Uruha es mucho más fuerte que todas las personas que he conocido y mucho más fuerte que yo. Tú me diste tu fuerza para llegar a donde estoy ahora.



El doctor hizo presencia en la habitación y rápidamente se acerco a mí. Le pidió a Uruha que saliera pero él se negó.

—Déjelo quedarse, por favor. —supliqué y el doctor comprendió.

Kouyou sujeto mi mano con fuerza mientras que el especialista realizaba su trabajo junto con la enfermera. Medicina, agujas, inyecciones, sangre, máscara de oxígeno, etc. Pero ya nada funcionó.

Mi pulso cardaqueo disminuyó, me costo horrores respirar, la vista se me ha nublado, voy a morir, lo sé.

—Takanori... —gemia entre el llanto mi nombre mientras apretaba con fuerza mi mano.

—Kouyou, perdóname por no ser tan fuerte, perdóname por no lograr sobrevivir. Uruha, gracias.

Mi pecho sube con dificultad cada vez más.

—Kouyou gracias por todo, gracias por darme el privilegio de conocerte y gracias por ser mi mejor amigo. Gracias, gracias...te amo mejor amigo... —las palabras más difíciles de pronunciar, las palabras menos audibles por la máscara de oxígeno, las palabras que deseo Uruha recuerde siempre. Las palabras que dieron paso a mí muerte.




Prov. Uruha.

Escuche atentamente cada palabra, cada sílaba que salía de esos gruesos y hermosos labios moribundos. Ansiaba que no terminara, pero término y al hacerlo su corazón se detuvo.

Grité al unisón con el sonido que indicaba el pulso cardaqueo de Ruki, que indicaba que ya no vivía. Grité, me destroce en ése mismo lugar y me rompí en miles de pedazos. 

—¡No! ¡¡No!! ¡¡¡¡Takanori!!!! —grité sin que me importara lo desgarrada que quedará mi garganta.

Observé como el doctor trató de revivirlo con electrochoques pero fue en vano, lo sabía, ya nada lo traería de vuelta. ¡¿Por qué?!

Ruki murió, Takanori ya no existe, frente a mí sólo está un frío cuerpo sin vida y sin alma. Y sé que no está su alma a mi lado justo ahora, no creo en eso pero desearía hacerlo.

El doctor se ha marchado y me ha dejado a solas con él.

—Te odio, te odio por abandonarme. —desde que murió no he soltado su mano —. Pero te amo, te amo como no tienes idea.

Acerco mis labios a tu frente y doy un tierno beso.
Quisiera pedirte perdón, perdón por no poder cumplir todo lo que te prometí, por no poder curarte aún cuando dí lo mejor de mí. y tú de ti.

Sé que no estarás en eso que llaman paraíso con todos los lujos que siempre has tenido, no creo en eso pero quisiera hacerlo.

Ahora mismo estás muerto, tu alma ya no está, frente a mí yace un cuerpo sin vida y eso se quedará así. Tu alma no saldrá de tu cuerpo y se posara a mi lado, no te convertirás en mi ángel guardián.

Ya no te tengo.

Ya no estas aquí.

Nunca más lo estarás, esas suposiciones para normales son estúpidas.

Ya no podré escuchar tu voz de nuevo.

Ni poder ver tu radiante sonrisa y mucho menos tu risa.

Ya... ya...




~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~


—Eres mi mejor amigo. —me dijo con una radiante sonrisa en su rostro. Y yo sólo reí ante ese comentario que en tal momento me paresia de poca importancia.

Sin embargo aquel castaño no decía más que la verdad...
Notas finales: ¿Qué les paresio? ¿Meresco un rw? Espero que sí, me esforse mucho y lloré c: ¿Exagero? u.u ok lo siento.

Muchísimas gracias por leer!

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).