Sanji es un joven de 18 años de edad, estudiaba su último año en el instituto. No tenía muchos amigos, y los que tenía solo estaban en las primeras horas, ya que tenían clases separada. Como era costumbre después de la clase de Arte bajaba hasta el tercer piso para pasar comprando un soda y poder ir a verse en los espejos del baño. Tomaba de nuevo el elevador y se dirigía hacia su clase de química, se puso sus auriculares y como era habitual no había nadie en el pasillo, era demasiado temprano. Se dirigió hacia la pared y se sentó, perdiendo se así en el encanto de la música.
Su vida era igual, siempre las mismas cosas, siempre las misma personas no había nada nuevo. Sanji sentía que su vida no tenía sentido alguno. Reviso su celular y vio 8 mensajes de diferentes pretendientes, esté los ignoro. *porque no hay nadie que sea capaz de hacerme sentir especial, porque no hay nadie que me guste tanto como para ser feliz?, será que no soy capaz de enamorarme?* pensaba un ya hastiado Rubio, harto de tener que soportar a las demás personas, el solo quería que viniera alguien y que le hiciera cambiar de opinión, ese alguien que sabía que no iba aparecer.
El timbre sonó indico que ya era hora de la clase, Sanji se paró y se dirigió directo a su esquina de siempre, no sin antes percatarse de un nuevo alumno que estaba hablando con el maestro, a decir verdad no le dio mucha importancia y siguió sumido en sus pensamientos.
Al día siguiente Sanji ya había pasado por toda la rutina diaria de siempre, se fue directo a su asiento de siempre esperando que sonara la campana. Pero había algo que no cuadraba, casi enfrente de el estaba un joven peliverde, mirando a la nada, con sus manos en el bolsillo. Tenía una buena pinta, era muy guapo a decir verdad y le venía bien ese peló verde, esos 3 aretes colgando en su oreja y ese cuerpo perfecto más esa mirada sería y expresión solitaria termino por cautivar al Rubio.
-hola- hablaba el rubio, sin poder dejar de ver al piso
El aludido lo volvió a ver -hola- dijo con simpleza para después volver a perder su vista en la pared.
-m..me llamo Sanji, tu como te llamas?- preguntaba un nervioso sanji
-Zoro- dijo el peliverde
Y así fue como inició el amor incontenible que Sanji sentía. Que habrá sido el desencadenante de esta situación? Sería quizás, la soledad que rodeaba a aquella persona o simplemente el buen físico que tenía Zoro. No se sabe con exactitud, lo único que se sabe es que Sanji comenzó a sentir lo que en toda su vida no había sentido, esa palabra tan desconocida, tan nueva, tan dichosa, esa palabra, ese sentimiento tan profundo. Sanji comenzaba a enamorarse. Aquello que veía lejano ahora estaba tan cerca que quemaba su corazón. Desde ese día Sanji sabía que quería estar con Zoro, que nesevitaba a Zoro para poder respirar, sonaba tonto pero eso sentía. Una fuerte necesidad de estar con el surgió desde el fondo de su corazón.
Pasaron los días y Sanji le hablaba constantemente a Zoro, haciéndolo reír o hablándole de cualquier tema que se le cruzase por la cabeza. Cuando entraban a la clase, Sanji no se iba a sentar en el lugar que por inercia siempre iba, no está vez se fue a sentar con Zoro para así hacer su actividad favorita, mirarlo, lo miraba con amor, con dulzura, con cariño, era una de esas mirada que das desde el fondo de tu corazón llena de sentimientos a flor de piel, listos para ser entregados.
Zoro era un muchacho callado, muy reservado y solitario. Eso era lo que a Sanji le gustaba el no poder saber que era lo que el otro pensaba, la intriga de no saber si el otro sentía algo más allá de la amistad.
La clase finalizo. Zoro preparo sus cosas y se dirigía a la puerta, pero en un acto que el Rubio nunca se imaginaría, zoro lo espero para poder caminar con el a la parada del bus. Fue un simple gesto de amabilidad, por el cual Sanji se emocionó tanto al saber que Zoro si pensaba en el. Caminaron juntos, pero en todo el camino Zoro no dijo ni una palabra. Sanji estaba feliz de poder caminar a la par de Zoro por primera vez.
Al día siguiente pasó lo mismo que el anterior con la excepción que Zoro no lo acompaño a la parada del bus. Con tristeza figurada en los ojos Sanji se dispuso a irse. Pasaban los días y Zoro y Sanji ya eran muy buenos amigos pero a Sanji no le bastaba con eso quería hacerle saber sus sentimientos a zoro, pero por miedo al rechazo no lo hizo.
*quizás me gustas porque se que yo no te gusto* pensaba un dolido Rubio.
Hubo una semana en la cual no supo del peliverde, este no iba a la clase y como no le conocía ni un amigo, no sabía a quien preguntarle sobre el estado de su amigo Zoro, *si tuviera su número * pensaba Sanji
A los días Zoro volvió a clases. Sanji sentía que su corazón iba a reventar cuando vi al peliverde de su amigo en la misma posición de siempre -Zoro te extrañe- decía mientras se acomodaba en su típica posición. Zoro se limitó a mirarlo con cara de aburrido
-si quieres te doy mi número y así te aviso cuando no vendré- decía Zoro mientras su mirada se perdía en la pared
-si eso estaría bien-y allí estaba otra vez, las ilusiones que Zoro formaba con esas simples palabras eran demasiadas.
Con el tiempo los dos se mandaban textos a toda hora, todos los días, en cualquier lugar, haciendo que un feliz Rubio se llenará de esperanzas, hasta que un día entre broma y broma Sanji escribió en un mensaje que no estaba en sus planes.
De: Zoro.
Asunto: sueño
Junio 22/14 12:45 pm
Tengo sueño hablamos mañana y sí prometo mandarte mensajes.
De: Sanji
Asunto: lo prometido es deuda.
Junio 22/14 12:46 pm
Siempre lo prometes, si no me gustarás tanto ni fueras tan guapo, me enojaría >~<.
No sabía que mierdas había pensado al escribir ese mensaje, pero lo hecho hecho estaba. Ahora a esperar su respuesta.
De: Zoro
Asunto: ok
Junio 22/14 01:35 am
Está bien
Desde ese día Zoro no volvió a escribirle ni un mensaje, no iba a clases y no atendía el celular. El amor no siempre es un cuento de hadas y Sanji lo supo entonces, su amor nunca sería correspondido, le dolía tanto que Zoro había sido su primer amor y su primera desilusión. Nunca en su vida volvería amar con tanta intensidad, pero porque el destino era tan cruel con el? Porqué no pudo ser feliz con la persona que escogió? No lo sabía y hasta el momento aún no lo sabe. Aveces mira pasar a su primer amor pero no hará nada para hablarle. Para qué hacer algo sí todo quedo tan claro. Te ame, te amo, y te seguiré amando Zoro.