A pesar de ser mi cumpleaños no es un gran día para mí, no puedo disfrutarlo como anteriormente lo hacía, no después de la muerte de Sasuke.
me levante perezoso de la cama, quería quedarme acostado todo el día si me fuera posible o ir a visitar la tumba de mi ya muerto amado… quizás también sería bueno visitar la casa en la que el vivió antes de que sus padres y hermano fueran asesinados.
entre a la ducha, me desvestí frente al espejo el cual solo mostraba mi rostro desolado, ya no tenía quien llenara mi felicidad, ya no me sentía feliz… pero debía al menos aparentar felicidad para los demás, no quería meter en mis problemas a mis amigos.
Entre a la ducha y abrí la llave, cuando el agua estuvo a la temperatura deseada me coloque bajo la regadera, volviendo a los recuerdos que una vez me hicieron feliz e infeliz:
— ¡Por favor Sasuke!
—No, Naruto. No quiero llevarte a comer esa porquería.
— ¡No es una porquería, es Ramen!
—Es una porquería. Intenta comer algo más.
—Si no vendrás conmigo entonces iré solo.
Para su suerte Sasuke lo siguió y todo un milagro acepto a comer lo que el rubio deseaba, quizás a Sasuke no le gustaba el Ramen pero solamente lo hizo para satisfacer al menor, a su novio. Después de que Sasuke pudo volver a Konoha, (por un estudio en el extranjero forzado por sus padres) una noche en la que se encontraron solos, se miraron fijamente a los ojos y se acercaron lentamente uno al otro hasta unir sus labios en un apasionado beso, en un beso tierno y sincero que no duro mucho pero tampoco duro muy poco, para los dos fue su “primer muestra de amor” cuando se separaron ambos sonrieron, Naruto de una forma más simpática que el mayor, pero con la misma felicidad, no hubo necesidad de palabras ambos sabían lo que sentían el uno del otro.
En la secundaria habían sido los mejores amigos quizás al principio peleaban más de lo normal o por cosas sin sentido, pero esa había sido la base de su amistad… De su amor…
cuando Sasuke se entero que debía mudarse junto a sus padres para estudiar en el extranjero su desesperación aumento, los días se acercaban poco a poco y no había tenido la oportunidad de decírselas al menor, y el ultimo día simplemente unió sus labios en un acto suave y desesperado.
—Espérame Naruto.
Cuando Sasuke volvió, ya habían pasado cuatro años… Esa noche decidieron ir almorzar a un restaurante a las afueras de la ciudad, el famoso restaurante Ichiraku.
Cuando salieron para volver a sus casas, en un callejón fueron asaltados por un hombre pelirrojo con unos lentes de contacto muy peculiares.
Sasuke se negó a darle sus pertenencias y obligo a Naruto a no dar sus cosas. Pero el sujeto simplemente saco su arma y apunto al menor. Sin piedad y sin pensarlo tan solo un segundo disparo. Sasuke abrazo a Naruto recibiendo el disparo y cayendo sobre el menor quien estaba impactado.
El ladrón simplemente salió corriendo sin tomar lo que desde un principio quería, las pertenencias de las personas que acababa de asaltar. Pero no tenía otra opción. Las luces de las casa vecinas alumbraron las calles más de lo que lo hacían los postes de luz, los murmullos provenientes de las casas se hicieron escuchar y él no tuvo otra opción más que huir mientras escuchaba al rubio gritar el nombre de su acompañante de forma desesperada.
— ¡Sasuke, Sasuke despierta! —Gritaba entre lagrimas— ¡Sasuke… ¡Sasuke por favor no me abandones!
—Sasuke… —Susurro Naruto difuminando sus lágrimas con el agua de la ducha, tomo una toalla, se la enrollo en la cintura y se dirigió al lava manos para cepillarse rápidamente, sin siquiera mirarse al espejo, no quería ver su rostro de tristeza después de recordar un momento que lamentaba tanto en su vida… si él no hubiera insistido en ir al Ichiraku Sasuke no habría muerto…
Cuando salió del baño se vistió con una sudadera naranja con tonos negros la cual le había regalado su difunto abuelo Jiraiya.
Miro la pulsera en su muñeca la cual tenía el nombre de su novio. Había mandado hacer dos, Sasuke usaba una que decía:
Pertenencia de Uzumaki Naruto y el rubio utilizaba una que decía: pertenencia de Uchiha Sasuke fue una apuesta que hicieron cuando estaban en la secundaria:
—Naruto, hagamos una apuesta.
— ¿Qué quieres apostar?
—Debes estar toda una noche en el cementerio de Konoha, si pierdes harás lo que yo quiera y para que no te quejes yo haré el mismo reto… Estaré contigo y gana quien no salga corriendo.
— ¿Y que gano yo?
—Lo que quieras. —Dijo Sasuke despreocupado, sabía que ganaría aquella apuesta.
—Pero teme yo no quiero…
—No seas Dobe.
—……… Eres un maldito teme manipulador ¡Está bien lo haré! —Contesto el menor después de pensárselo, no quería quedar como un cobarde debilucho ante su amigo, pero tampoco quería estar en ese lugar… aunque no lo admitiera le temía a los fantasmas…
Esa misma noche ambos se escaparon de sus casas y se encontraron frente al cementerio de Konoha, entraron y caminaron al centro de aquel lugar. Comieron y conversaron mientras se cubrían con unas mantas las cuales los cubría del frio.
—Sasuke tengo hambre…
— ¿No trajiste nada de comer, Dobe?
—No teme. —Contesto el menor algo enojado, no solo por las palabras de Sasuke si no porque no lo había pensado de tanto pensar en que podría ver un fantasma, pero para su suerte al menos no estaba solo.
Sasuke se acerco a su maleta y saco una manzana la cual le ofreció al menor.
—¿una manzana?... —susurro tomándola en sus manos— al menos no es verde, las verdes no me gustan son acidas…
—Lose. —Contesto Sasuke sacando una manzana verde de su maleta la cual mordió— Eres tan Dobe que era obvio que no traerías nada para comer.
— ¿Entonces la trajiste para mi, teme?
—……
Sasuke no dijo nada, no le diría a Naruto que tenía razón, pero tampoco hablo al escuchar unos pequeños murmullos los cuales erizaron los vellos del menor.
— ¿Qué fue eso Sasuke?
—Shhh, no lo sé, haz silencio…
Poco a poco los murmullos se hicieron más fuertes, un frio recorrió el cuerpo de los dos y en medio de Naruto y Sasuke apareció una chica casi transparente, tenía el cabello azul y una rosa como adorno, tenia ojos color miel y los miraba con una tristeza que los espanto, Naruto por reacción salió corriendo y tras de el Sasuke quien lo tomo de la mano al ver que el rubio por poco tropieza, ambos huyeron de aquel lugar tras la presencia de la chica, dejando sus pertenencias en el suelo.
— ¡Perdiste teme!
— ¡Tu saliste corriendo primero!
— ¡Pero tú me seguiste! Además salimos al mismo tiempo del cementerio. — Se defendió Naruto con la respiración agitada al estar varias cuadras lejos del lugar.
—Entonces es un empate.
— ¿Un empate?
—Si un empate. Quiero que uses una pulsera que diga “pertenencia de Uchiha sasuke”
— ¡¿Qué?! ¿Por qué…?
—Porque es lo que quiero.
—Entonces quiero que también uses una pero que lleve mi nombre en vez del tuyo. “pertenencia de Uzumaki Naruto”
La puerta sonó sacando de sus pensamientos al rubio.
De seguro era su amiga Saura para animarlo en el día de su cumpleaños, desde la muerte de su amante casi no lo dejaban solo… Sabían que era capaz de quedarse encerrado en su habitación todo el día divagando en sus recuerdos.
El rubio se dirigió a la puerta para recibir con una sonrisa a su amiga.
—Hola Sakura-Chan.
—Hola Naruto-Kun. —Saludo la chica con una sonrisa— Los chicos quieren que celebremos tu cumpleaños en el… Ichiraku…
—E…Está bien… —Intento sonreír el mayor. Desde que Sasuke murió dejo de asistir aquel lugar… Sería como revivir los recuerdos de su muerte.
—Entonces vamos. —Dijo la peli rosa sujetándolo de gancho y arrastrándolo con el después de cerrar la puerta de la casa.
Cuando estuvieron a punto de subir a un taxi Naruto se soltó del agarre de su amiga, los recuerdos de aquel incidente volvían a su cabeza:
— ¡Sasuke, Sasuke despierta! —Gritaba entre lagrimas— ¡Sasuke… ¡Sasuke por favor no me abandones!
—Tranquilo Naruto… —Susurro Sasuke posando su mano en la mejilla del menor, para limpiar sus lágrimas— perdóname… No debí poner las cosas materiales antes de nosotros.
—Sasuke… no me dejes… por favor…
—Perdóname Naruto… —Susurro Sasuke acercándose a los labios del menor, pero antes de poder rosarlos sus ojos se cerraron y sus fuerzas se fueron tras un suspiro.
— ¿Sucede algo, Naruto? —Pregunto la peli rosa.
—Perdón Sakura-Chan, pero… Diles a los chicos que hoy quiero estar solo.
Y antes de que Sakura pudiera contestarle el rubio salió corriendo hacia el cementerio. Con el único con quien quería estar ese día era con Sasuke… con su amado Sasuke.
Cuando llego al cementerio se quedo parado frente a la entrada recordando cómo se rieron después de su huida, aunque después no pudieron evitar preguntarsen por la chica que habían visto. Porque sabían que había sido real lo que habían visto…
Con mucho temor entro dirigiéndose a la tumba de Sasuke, cuando llego la miro con tristeza y nostalgia, había un florero de color azul y rosas blancas en el, un poco marchitas. Junto a su nombre estaba tallada la frase del amuleto que cargaba Sasuke, ahora aquel amuleto estaba bajo tierra, lo habían enterrado con él…
La noche poco a poco llego y Naruto se había sentado frente a la tumba de Sasuke recordando todos los momentos que habían vivido, cuantas apuestas y retos habían hecho, cuantas veces ocultaron sus verdaderos sentimientos tras cosas sin sentido como sus juegos.
El frio de la noche enrollo el cuerpo de Naruto mientras este mantenía su mirada en el nombre de Uchiha Sasuke tallado en la lapida.
— ¿Recuerdas cuando me besaste antes de irte a estudiar en el extranjero? Me sentí muy feliz…pero también muy triste… ¿Por qué no me lo dijiste antes? ¿Por qué el día en que te confesaste, me dejaste? En los cuatro años que te espere siempre me pregunte si estabas bien… En que estarías haciendo… Y si ya habías olvidado que prometiste que volverías… Creí que ya te habías olvidado de mi… —sonrió el rubio limpiando sus lagrimas— Pero volviste y me besaste como lo soñé muchas veces… Solo estuviste un mes conmigo, antes… Antes de que volvieras a dejarme, pero esta vez para siempre… Si…Si yo no hubiera insistido en ir al Ichiraku en este momento seguramente estarías a mi lado…Sasuke…
En ese momento el menor sintió una mano en su hombro, la cual le brindo una calidez inexplicable y una tranquilidad que hace mucho no sentía.
—Quiero verte… —Susurro Naruto levantándose sin quitar su azulada mirada de la lapida. —Quiero estar contigo… —Afirmo girándose para abrazar a quien aun amaba.
—Te extrañe Naruto… —susurro el mayor abrazando a su amante con fuerza después de besar su frente y devorar sus labios.
— ¿viniste por mi?
El moreno asintió llevando su mirada hacia la chica que hacía muchos años habían visto en el cementerio, era la misma chica de cabello azul y ojos color miel.
—Ella es Konan. Ella vino por mí y yo vengo por ti.
Cuando Naruto salió corriendo al decirle a Sakura que quería estar solo, corrió pensando en un solo lugar >>El Cementerio<< lo que lo saco de sus pensamientos, de sus deseos por ver nuevamente al mayor. Fue el grito desgarrador de su amiga, Sakura, al ver que un auto se acercaba a él a toda velocidad, las llantas chillaron al querer frenar, pero fue demasiado tarde… Ese fue el último suspiro de vida del rubio, se levanto del pavimento viendo su cuerpo sangrando en el suelo, pero no se sentía triste… Por primera vez en mucho tiempo se sentía realmente feliz…
Y girándose se dirigió hacia el lugar que hace unos momentos pensaba, finalmente podría estar con Sasuke, sabía que sus amigos estarían tristes… Pero era el lugar en el que quería estar hacia ya mucho tiempo.
—He esperado mucho tiempo por ti… —Hablo el azabache— Naruto perdóname por dejarte…
—Teme… —susurro Naruto volviendo a los labios de su amante, los cuales extrañaba al igual que su cuerpo.
En ese momento a la mente de los dos volvieron los recuerdos del mes en el que estuvieron realmente juntos. Cuando se hicieron uno, la cantidad de Citas que tuvieron, la cantidad de beses que se besaron con deseo…
Una de esas noches ambos fueron al apartamento de Sasuke, al principio tenían pensado ver una película pero las cosas se salieron de control, después de unos cuantos besos ya se encontraban casi desnudos uno sobre el otro mientras acariciaban el cuerpo de su pareja. Sasuke chupaba los pezones de Naruto quien acariciaba el azabache cabello del mayor.
Después de una ágil preparación, Sasuke abrió las piernas del menor, pero Naruto lo empujo y se coloco sobre él para auto penetrarse, no era tan sumiso como parecía… Sasuke quería sentir su hombridad entre las paredes del menor y Naruto quería sentir a Sasuke en su interior.
apoyo sus manos sobre la cama en los costados de la cabeza de Sasuke mientras empezaba a bajar, unos cuantos quejidos salieron de su boca pero fueron callados por los labios del Azabache quien lo beso para ayudar a calmarlo, sus manos recorrían su espalda, glúteos y nalgas. Cuando sintió que el miembro de Sasuke había entrado por completo se separo del beso con la respiración agitada y unas cuantas lágrimas que salían de sus ojos.
Después pasados unos minutos Sasuke lo tomo de la cintura y cambio la posición, sería él quien se movería a un ritmo lento que poco a poco se iba tornando más rápido, debía asegurarse que Naruto no sintiera dolor y este le indicaba cuando podía aumentar el vaivén de sus embestidas, los quejidos se habían difuminado y ahora eran gemidos de placer, había encontrado el punto que hacia gritar de placer a su pareja.
Querían que su primera vez fuera tranquila e inolvidable, ambos lo habían deseado por más de cuatro años…
—Ya nunca volveremos a separarnos Naruto… En este mundo ya nada nos separara. —Afirmo el mayor mirando a su pareja y luego a su compañera Konan, en la muerte ya no hay nada que pueda separarnos.