Acomodo mi cabello hacia un lado mientras observo mi imagen en el espejo, sonrío complacido. Camino hacia el buró y tomo uno de los tantos brazaletes que tengo. Sonrío. Este es especial, fue la primera que recibí de él. Nervioso, vuelvo a mirarme en el espejo, dudo ante la imagen que observo, el delineador será un poco ¿exagerado? espero que no ¿aun crees que soy atractivo? Puedes notar lo que hago por ti, eres capaz de notar cuanto he cambiado por satisfacerte ¿lo notas? ¿Me notas?
¿Dónde estarás andando?
Mientras me voy pintando
Las uñas creo que te perdí.
Para quién me visto
Si hace días no te he visto
Me dijiste que me amabas
Y el día se acaba...
-¿Vendrás?...te estoy esperando –está ocurriendo nuevamente. Mierda.
De nuevo caigo en ese agujero negro llamado Kyung Jae, un maldito agujero que me atrapa y me arrastra hacia él como una roca, como un objeto sin inercia. Amarlo es como ser un niño, que con un simple obsequio puedes manipulary comprar su alegría o peor aún, soy arrastrado como un títere, una marioneta, un inútil y roto juguete. Un juguete sin sentimientos. Sin vida para él.
Cuelgo el teléfono ante tu indiferente ‘¿no confías en mi?’… Tomo mi celular observando la hora, treinta minutos de espera, suspiro cansado.
Arrojo mi celular al piso, furioso… frustrado. Caigo boca abajo sobre la cama, destrozado y con el corazón partido en mil pedazos. Por un momento mi mente divaga, vuela. Y sin poder evitarlo las lágrimas salen de mis ojos, no lo soporto mas; he sido un tonto.
De nuevo el mismo tonto que cae rendido ante tu mirada, el mismo imbécil que se pierde ante el roce de sus bruscas manos sobre mi piel.
¿Cuánto tiempo ha pasado desde que nos vimos? ¿Tres? ¿Cuatro días? Dime Kyung, cuánto tiempo más debo esperar. Cuanto más tengo que llorar para que comprendas que te amo. Que no concibo la vida sin ti.
Horas, van volando las horas,
Horas, maldita demora, ahora
Y tú no me llamas…
Dijiste que me amas, amas
Mi alma se perfora, ahora
Y tú no me llamas…
Dime Kyung ¿me amas? Dime, ¿Qué te gusta de mí? Te gusta como soy, mi sonrisa, mi manera de amarte o solo te gusta mi cuerpo ¿Amas mi cuerpo? ¿Me amas a mí o… lo amas a él? Porque yo si te amo. Yo te amo desde siempre.
Observo nuevamente mi reflejo sobre el espejo, observo mis labios, mis ojos… mis manos, mi cuerpo. Todo esto es tuyo Kyung. Toma lo que es tuyo, reclámame como tu novio, tu pareja. No como el que se esconde de la gente, no como el que oculta que te ama. No como el que espera paciente a que llegues a casa, no como el que se desespera al no verte entrar por esa puerta. No… no como tu amante.
Miro por la ventana
Mientras ganan las dudas
Pierden mis ganas pensando en ti
Reclámame como tu propiedad. No como el amante.