¿Han sentido esa sensación de que te están observando a cada momento? ¿Que te atosigan constantemente? Pues yo sí...
Todo empezó cuando a comienzos de mi último año de escuela, en mi salón, conocí a un chico que me parecía de lo más lindo y por supuesto que me comenzó a gustar. Mis amigos me molestaban diciéndome que cuándo era que me iba a declarar y que no esperara que pasaran mil años. Al principio, éramos distantes y apenas hablábamos. Al pasar del tiempo y cogiendo un ritmo constante en la escuela, nos fuimos volviendo más y más cercanos. Oh, esperen, ¿Aún no les he dicho su nombre? Era Sungyeol.
Cuando compartíamos tiempo juntos, todo parecía estar bien e ir en la dirección indicada; aunque aún no fuéramos nada. Había mucha interacción entre nosotros: Me compraba cosas, íbamos a comer helado, me cogía de la cintura y me abrazaba... En esos momentos, mi corazón se agitaba como loco y tenía esa familiar sensación de calidez en el pecho.
Cuando llegó el día de mi cumpleaños, me compró un hermoso peluche de elefante y además de eso, deliciosos dulces. Estaba tan agradecido... La sorpresa fue que al final del día, me propuso lo que estaba esperando desde hace tiempo: Que fuéramos novios.
Ése día fue el más feliz en mucho tiempo. Recuerdo claramente que cuando llegué a mi casa, no pude contener la emoción y comencé a gritar como loco. En esos momentos, era feliz.
Lo que parecía una linda relación, comenzó a tornarse en una cruel y horrible pesadilla. A medida de que el tiempo avanzaba, más y más cansado me tenia nuestra relación. Él era como una especie de chicle, ¿No se les hace familiar la situación? Siempre estaba conmigo y además de eso, no me dejaba respirar libremente. Cuando no quería hacerle caso en algo, "Como por ejemplo: Darle un beso", me amenazaba diciendo que se enojaría conmigo y que sabía la clase de persona que era él; y, que no le gustaba mi actitud y tampoco, que lo dejara "tirado" al preferir estar con mis amigos que con él, ¿Acaso él no tenía los suyos? Al final del cuento, terminé ignorándolo completamente y me mostraba cada vez más distante hacía él.
Justamente cuando cumplíamos nuestro primer mes de estar juntos, decidí que las cosas ya no podrían seguir así por lo que con la cabeza gacha, le dije que ya no quería nada con él y que sería mejor dejar las cosas así. Creo que no se lo tomó bien puesto que salió huyendo dejándome solo... Bien, creo que al fin tendré un poco de paz y tiempo para mis amigos.
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Creí que ahora todo sería más sencillo pero me equivoqué: En clases, no paraba de verme; creo que podría tener su mirada fija sobre mí por mucho tiempo... Aigo, ¿Con qué clase de persona me metí? me sentía acosado, vigilado y atosigado.
Un día, cuando estaba pasando mi tiempo libre con Woohyun hyung, al llegar a mi salón, les pregunté a mis amigos "¿Qué onda?" A lo que me respondieron "Sungyeol estuvo preguntando por ti" y yo, no pude salir de mi inquietud, ¿Por qué carajos preguntó por mí si nos veíamos todos los malditos días? No pude hacer nada más que dirigirme a mi puesto y perder mi vista en la ventana. Todos los días eran iguales, él siempre tenía su mirada puesta en mí; y yo, aprendí a restarle importancia a ello.
Algo bueno pasó un jueves por la mañana: Un estudiante había sido cambiado a nuestro salón y se llamaba Myungsoo... Aigo, ¡No! No me puede estar pasando esto otra vez... ¿O sí?
Cuando Myungsoo se acomodó en su puesto, no pude evitar mirarlo por un largo rato. Creo que estaba perdido, ¡El chico nuevo me había flechado! Aigooo, otra vez no ¿¡Otoke!?